viernes, junio 27, 2025

VERSIONES DE UNA VIDA CXIX


La canción que hoy nos ocupa, además de bellísima, es fruto de una historia en la que se conjugan el amor, la vida, la muerte y el fatalismo. Su autor es Tim Buckley, cantautor estadounidense que, a mediados de los 60 decidió apuntarse a un curso de francés. Donde se enamoró de la chica que se sentaba a su lado, Mary Guilbert. A los pocos meses se casaron, lo hacen porque ella creía estar embarazada. Al final resulta que ella no está en cinta. Pero, como son jóvenes, enamorados y recién casados, no les costará en poco tiempo lograr un verdadero embarazo. Sin embargo, una vez lo logran, él se aterrorizó. Se da cuenta de que quiere ser músico y vivir su vida como músico, eso sería incompatible con estar casado y con un hijo. Pide el divorcio. Ella lo acepta sin oponerse porque, como bien decía su madre: “Hay que dejar ir al que se quiere ir”. Un mes antes de que nazca el niño se consumó el divorcio. El bebé se llamó Jeff y también será un músico famoso.

En 1970, Tim publicó el álbum “Starsailor” que incluye la canción que hoy nos ocupa “Song to the Siren”.

A mediados de 1975 Buckley decidió tomarse unos días de farra para descansar de la gira en la que había estado inmerso los últimos meses. No sabemos cuánto bebió ni qué se metió, solamente sabemos que el 29 de junio una de esas veladas frenéticas acabó en casa de su mánager, en Los Ángeles, a altas horas de la madrugada. El mánager estaba encerrado con una chica y Tim no hacía sino molestar al otro lado de la puerta del cuarto pidiéndole más drogas. El mánager se hartó y agarró una bolsa de heroína: “Métetela entera si quieres”, le gritó al arrojársela en el pecho antes de azotarle la puerta en la cara. Y eso hizo Buckley, se la esnifó toda. Murió de sobredosis. Tenía 28 años.

Su hijo Jeff, a pesar de apenas haber conocido a su padre, siguió un destino tristemente similar. Se sentía insuficiente, lo estaba dejando todo y sin embargo se hallaba decepcionado de sí mismo, pensaba que no daba la talla, que podría esperarse mucho más de él. Era tiránicamente autoexigente. Aquello que hacía podía ser una gema para los demás; para él esa joya no estaba jamás lo suficientemente tallada ni pulida. No. Jeff (al menos que sepamos) no cayó en las drogas ni se hizo alcohólico, más bien se dejó abrumar por esa realidad que se había montado en su propia cabeza. Comenzó a hablar con sus amigos cada vez con mayor frecuencia sobre el suicidio, sobre dejarlo todo, sobre abandonar la lucha como un salmón, presa del agotamiento cuando finalmente asume que no tiene más fuerzas y se abandona a la corriente. Que estaba harto de intentarlo para, al final, ver su nombre solamente en el top ten de los músicos más guapos. Los amigos le decían que estaba loco, que cómo no se daba cuenta de su talento, que se mirara a sí mismo en las grabaciones de los conciertos para que evidenciara lo que significaba para los demás. Pero Jeff no se lo creía.

Decidió mudarse a Memphis. Necesitaba un lugar alejado del mundillo neoyorquino para encontrarse consigo mismo, para rasguñar en su interior a ver si había algo auténtico y digno que sirviera de materia prima para su segundo disco. Algo que –como diría Montaigne– superara el más implacable de todos los juicios, el de la propia conciencia. Llegó a grabar unas maquetas y cuando le avisaron que tenía pauta fijada para grabar el nuevo disco en un estudio y con todos los hierros, pidió a mitad del camino parar junto al río para nadar un rato.

Dicen que Jeff Buckley se metió a las aguas del río Wolf, un afluente del Mississippi, llevando un grabador sobre los hombros mientras cantaba el coro de su canción favorita de Led Zeppelin. Le gritaron desde la orilla que se devolviera, caía la tarde, aquel río era conocido por ser traicionero; pero Buckley no escuchó. No quiso escuchar. Se siguió internando en el agua y en eso pasó un barco remolcador que agitó la marea. De pronto Jeff dejó de estar. Se había borrado del horizonte.

Elizabeth Fraser nació en Grangemouth (Escocia), en agosto de 1963. En 1979, fundó la banda pionera de “DreampopCocteau Twins, junto a su amigo Robin Guthrie, que tocaba la guitarra eléctrica, con el que mantuvo una relación amorosa y tuvieron un hijo, si bien rompieron en 1993. Fue muy duro que ambos, por contrato, estuvieran obligados a seguir trabajando juntos, tras su ruptura. Justo en ese momento Liz conoció a Jeff, ella lo describió con estas palabras: “Conocer a Jeff fue como tener todo ese color en mi vida de nuevo”. Su relación fue muy íntima, profunda e intensa, toda esa complicidad y química se refleja en el proyecto “All Flowers in Time Bend Toward the Sun” (1994). Si bien, en 1995, ambos artistas finalizaron su relación y se separaron, posiblemente debido altrastorno bipolar que sufría Jeff y que le conduciría a la muerte dos años después.

Pero lo más curioso, fue que, en 1984, en un grupo paralelo This Mortal Coil, que Ivo Watts-Russell, el fundador del sello discográfico independiente “4AD”, había creado, Elizabeth Fraser cantó, de manera sublime y estremecedora, una versión del tema “Song to the Siren” que Tim Buckley, el padre de Jeff había compuesto en 1970.

Sin duda, una gran historia, en la que el destino parece haber conectado las vidas de al menos tres personas, en una inexorable trenza en la que se entrecruzan el amor, la vida y la muerte.

1) Tim Buckley (Los Ángeles (USA), 1970).

2) This Mortal Coil (London (UK), 1984).

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sábado, abril 19, 2025

VERSIONES DE UNA VIDA (CXVIII)


En la mitología griega, Narciso era un joven con una apariencia bella y hermosa. Hijo del Dios fluvial Cefiso y la ninfa “Azul Liríope. Se dice que todos los hombres y las mujeres quedaban enamorados de Narciso, pero éste los rechazaba. Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a la diosa Hera y por ello ésta la había condenado a repetir las últimas palabras de aquello que se dijera. Por tanto, era incapaz de hablar con Narciso de su amor, pero un día, cuando él estaba caminando por el bosque, ella lo siguió. Cuando él preguntó: “¿Hay alguien aquí?”. Eco respondió: “Aquí, aquí”. Incapaz de verla oculta entre los árboles, Narciso le gritó: “¡Ven!”. Después de responder, Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor, por lo que Eco, desolada, se ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que sólo quedó su voz.

Para castigar a Narciso por su engreimiento, Némesis hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en un estanque. En una contemplación absorta, incapaz de separarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso.

De las numerosas especies de Narcisos silvetres que crecen en la Península Ibérica, hace pocos días, en la Sierra de Moncalvillo (La Rioja), tuve la suerte de ver y fotografiar varias flores de Narciso pálido (Narcissus coronatus D. C., P. J, Redouté (1807); sinónimo de Narcissus triandrus ssp. pallidulus (Graells) Rivas Goday, Veg. Fl. Guadiana 710 (1964)), muy cerca del Boleto agradable o Faisán (Leccinellum lepidum Bouchet, 1965), cuyo nombre específico procede del latín “lépidus” (agradable, encantador).

En la escena musical de principios de los 80, había dos cantantes que personificaban el mito de Narciso: Philip Oakey (The Human League, Hinckley (Inglaterra), 02/10/1955) y Tino Casal (Tudela Veguín (Asturias), 11/02/1950, fallecido el 22/09/1991, en Madrid), los cuales son los protagonistas del original y la versión de este capítulo.

Mucha salud y disfrutad de las canciones!!!:

1) Don´t You Want Me.- The Human League (Sheffield (UK), 1981).

2) No Somos Héroes.- Tino Casal (Madrid, 1982).

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lunes, marzo 17, 2025

ZEBRAS DE RAYAS ROJAS Y AZULES


¿Por qué las cebras tienen ese diseño de contrastadas rayas negras y blancas en su pelaje? -Según una de las teorías esgrimidas para explicar tan curioso y único diseño, es para aturdir a los depredadores (leones) y parásitos (moscas tse-tse) que, al acercase, no son capaces de distinguir bien a los individuos, perdidos en un mar de rayas que produce un hipnótico y embriagador efecto óptico (ilustración “Grevy´s Zebra.- Andy Warhol (1983)).

El extremismo, la radicalización y la enorme crispación que reina en el actual panorama político, quizás sea una estrategia para producir un efecto de aturdimiento del votante, para impedirle razonar de manera lúcida, de modo que se deja arrastrar por las emociones más primarias y viscerales. Si bien, está teniendo una consecuencia tan indeseable y peligrosa como una progresiva desconexión e incluso rechazo de la política por una parte cada vez mayor de la población.

Personalmente, confieso que me he llevado una enorme decepción con Errejón y Monedero. Si bien, nada es comparable a la llegada al poder de Trump en Estados Unidos, Putin en Rusia y Milei en Argentina ¿Por qué tanta gente vota a tipos como estos?

En mi opinión, esto se debe en gran medida al enorme hartazgo y gran rechazo que ha llegado a generar la política “moderada” u “oficialista”. Concretamente, en Europa la Unión Europea no acaba de materializarse en unos verdaderos “Estados Unidos de Europa”, ya que es muy difícil poner de acuerdo a 27 países, para tomar decisiones a la velocidad que requieren la realidad actual. No fuimos capaces de aprobar y votar una Constitución Europea, ni tampoco tenemos un Ejército Europeo, y estamos pagando un precio muy caro por ello. La UE es un auténtico “monstruo burocrático”, que consume ingentes cantidades de recursos económicos, tiempo, malestar y dolores de cabeza. Gran parte de las leyes y normas que rigen nuestras vidas nos “llueven” de Bruselas sin que nadie sepa muy bien por qué, ni quiénes han decidido y redactado esas normas, casi siempre excesivamente complejas, prolijas, cambiantes y difíciles de digerir. Por lo que no son pocos los que se lanzan a abrazar la "motosierra" de Milei y Elon Musk.

En la actualidad, las nuevas tecnologías posibilitan consultar con expertos y dar mucha más participación a la ciudadanía, en un tiempo razonable, al objeto de que ésta se vea más involucrada en la legislación y la gobernanza, siendo muy probable que las cosas se hiciesen con una mayor aceptación, sentido práctico, realista, con sentido común para alcanzar el deseable objetivo de bien común.

Resuena en el sombrero: “Bravo”.- Sexy Zebras (Madrid, 2025).

sábado, marzo 15, 2025

LOCO-MOTORAS A RITMO DE BLUES


A las afueras de Chicago, cerca de la estación de ferrocarril, en una oscura esquina próxima a un tugurio de dudosa reputación, apoyado sobre una pared de ladrillos ennegrecidos por el hollín, un viejo bluesman se encorva para resoplar en su oxidada armónica, de la que surge una triste y corrosiva melodía. El frote de sus arrugadas manos y labios contra el metal del vetusto instrumento, destila un herrumbroso caldo compuesto por óxido disuelto en babas y whiski que, al gotear sobre sus botines de cuero, ayuda a mantener el lustre de la única parte limpia de su ajada indumentaria.

Es blanco, aunque su alma es negra como la carbonilla de una vieja locomotora. Heredero de una larga estirpe iniciada por músicos afroamericanos como Chuck Berry y Bo Diddley, en los 50; que continuó con la era dorada del Rhythm & Blues británico de los 60, con legendarias bandas como: Them, Yardbirds, Pretty Things, Downliners Sect, los primeros Rolling Stones, Small Faces, The Beat Merchants o los neerlandeses Petter and the Blizzards. En los 70, recogieron el testigo The Crawdaddys (en la foto), a su vez, antecesores de los ochenteros The Tell-Tale Hearts, en las caldeadas costas de San Diego (California, Mike Stax es su figura más emblemática, actualmente en The Loons, con un aire más psicodélico). Mientras que The Wylde Mammoths dieron la correspondiente réplica, al otro lado del charco, en las frías tierras nórdicas de Suecia.

Su estética combina los viejos botines de cuero, trajes, corbatas y chalecos Eliot Ness, con flequillos, largas patillas y melenas (peinado moderno en los 60). Mientras que la música hunde sus raíces en el Blues, aunque es más rítmica, de ahí el nombre de “Rhythm & Blues”. Su característico traqueteo y sus chirriantes sonidos le infunden un cierto espíritu ferroviario ¡Espero que os guste! Aquí va una pequeña selección:

Resuenan en el sombrero: 1º) “Pretty Face” (original de The Beat Merchants (1964)).- The Crawdaddys (San Diego (California), 1980). 2º) “Bye Bye Baby” (original de Petter and the Blizzars (1965)).- The Tell-Tale Hearts (San Diego (California), 1985). 3º) “Pretty Baby”.- The Wylde Mammoths (Suecia, 1987).

sábado, marzo 08, 2025

LOS EXTREMOS SE TOCAN (XXXVIII): VÉRTIGO DEL BUENO Y DEL MALO


En octubre de 2007, hablábamos sobre los distintos tipos de vértigo. En los años 60, con la irrupción del movimiento “psicodélico”, muchos artistas buscaron a través del consumo de drogas entrar en un estado de “vértigo creativo”, aunque pronto se dieron cuenta del enorme peligro que ello conlleva.

En la actualidad, cada vez que veo el “Telediario” entro en un desagradable y terrorífico estado de “vértigo distópico” con las disparatadas y desconcertantes declaraciones de Donald Trump, quien ha comenzado su segundo mandato como Presidente de los Estados Unidos de América, cual “elefante en una cristalería”, mencionando o amenazando incluso con la Tercera Guerra Mundial ¡¡¡Este tío la va armar muy gorda!!!.

La sensación de este escalofriante vértigo es comparable a la que se siente al entrar en un callejón sin salida, conduciendo un coche a toda velocidad, como reza el título de la canción “90 Miles An Hour Down a Dead End Street” de la superbanda The Empty Hearts (formada por Wally Palmar ex – Romantics; Elliot Easton ex – The Cars; Clem Burke ex - Blondie; y Andy Babiuk (Chestefield Kings), de quien hablamos hace pocas entradas (ver enlace). Sorprendentemente, me ha llamado la atención la semejanza en el timbre de voz de Wally Palmar con la del histriónico Donal Trump, quien, indudablemente, hace gala de un helador “corazón vacío” (“empty heart”) ¡¡¡Con este tío todo el mundo la vamos a ”palmar”!!!.

Resuena en el sombrero: “90 Miles An Hour Down A Dead End Street”,- The Empty Hearts (New York (USA), 2009).

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sábado, marzo 01, 2025

REMEMBRANCE DAY


In the forest, in the snow, all those many years ago…” Así empieza la canción “Remembrance Day” compuesta por el grupo británico de principios de los 80 B-Movie, que quiero recordar hoy, ahora que la nieve regresa de nuevo a las montañas, ya que, hace dos días, se ha producido un gran hito en mi vida profesional, consistente en que la gestión del dispositivo de lucha contra incendios forestales de la Comunidad Autónoma de La Rioja ha dejado de ser una de mis competencias, tras una larga singladura que comenzó el 16 de mayo del 2002 ¡¡¡Hace casi 23 años!!! ¡Hay que ver cómo pasa el tiempo!

Parece mentira como la mera eliminación de una palabra, como es “protección” (ahora mi Área ha pasado a denominarse únicamente de “Producción Forestal”) puede acarrear una disminución tan importante, tanto en el presupuesto (los incendios forestales consumen un enorme caudal de gasto económico), como en la carga de responsabilidad.

Desde mi punto de vista, en base a la experiencia acumulada como funcionario que ha trabado en varios departamentos de las administraciones públicas a nivel autonómico (tanto en Castilla – La Mancha como en La Rioja), la Administración Civil no está preparada para la atención de las Emergencias, ya que carece de la agilidad necesaria para llevar a cabo una gestión eficaz a la velocidad requerida por este tipo de eventos. No hay más que ver lo que ha pasado con los avisos de alarma y la gestión de la DANA, así como las pavorosas inundaciones que se produjeron en Valencia el 29 de octubre de 2024.

Los incendios forestales, cuando superan su fase inicial de “primer ataque”, requieren de una ingente cantidad de personal y recursos que, además, deben ser relevados cada 8 horas (12 como máximo). Un complejo dispositivo que precisa de un trabajo en equipo perfectamente engrasado a base de entrenamientos, simulacros y ejercicios; para el que se necesita un elevado espíritu de sacrificio, disciplina, grado de operatividad, flexibilidad y adaptación a unas circunstancias variables, duras e incluso extremas, para las que únicamente están preparadas las “Fuerzas Armadas” del Estado. Esto no quiere decir que haya que desmantelar todos los servicios de lucha contra incendios forestales dependientes de las CCAA, ya que los mismos son imprescindibles para sofocar las decenas de “conatos” que se producen todos los meses y que, si no fuesen atendidos inmediatamente, podrían generar numerosos y graves incendios de imprevisibles consecuencias (en esta entrada de ”Facebook” lo expliqué de forma más detallada) .

En fin, no obstante voy a seguir haciendo “guardias” de incendios, con lo que no me desprenderé del todo de dicha competencia, y no tardaré mucho tiempo en volver a enfundarme el EPI que se puede ver en el lado izquierdo de la foto.

Resuena en el sombrero: “Remembrance Day”.- B-Movie (Mansfield (UK), 1985).

domingo, febrero 16, 2025

JUSTA DE PREBOSTES EN EL GARAJE


¡Qué bien los Chesterfield Kings han sacado nuevo disco, voy a escucharlo!... Pero, un momento, vamos a ver… ¡¡¡No puede ser!!! ¿¿¿Dónde está Greg Prevost???... ¡¡¡Andy Babiuk traidor!!!... ¿¿¿Cómo has podido???.

Evidentemente, un grupo musical es mucho más que un cantante acompañado por músicos instrumentistas, pero me parece inmoral continuar con una banda y sacar un disco, excluyendo al cantante, líder y fundador del grupo. Sobre todo cuando esa persona es una auténtica institución de la música popular norteamericana como es Greg Prevost. Porque, además de liderar los Chesterfield Kings durante cuatro décadas, es una auténtica enciclopedia andante sobre la música “Blues” y todo lo que deriva de ella, llegando incluso hasta sus raíces en el “Gospel”.

Es curioso cómo, en cuestión de segundos, Andy Babiuk ha pasado de ser el bello y noble caballero andante de la guitarra eléctrica “Phantom Vox”, a convertirse en un sucio traidor. Un auténtico Sir Lancelot que ha vendido a su Rey Arturo empapado en Ginebra. Por alguna extraña razón, siempre he relacionado la música “Garage” con la estética medieval, quizás tenga algo que ver con los flequillos a lo “Príncipe Valiente” o la colorida ropa con diseños geométricos de estilo sixties, que recuerda lejanamente a las vestimentas medievales.

Una lejana noche de noviembre de 1987, en el barrio de Malasaña de Madrid, mi amigo Tono y yo acudimos pletóricos e ilusionados a la sala “San Mateo 6” para ver por primera y única vez a los Chesterfield Kings. Esperábamos asistir a la quintaesencia del “Sixties Punk”, repleto de letras de “chico conoce a chica”, adolescentes atormentados y desolados por la pérdida de su amada. Pero nos vimos sorprendidos por la arrolladora e imparable energía de un melenudo Greg Prevost, con los ojos pintados, que terminó sudoroso quitándose la camiseta, desnudo de torso para arriba (ver foto extraída del fanzine “Fun Club”), cantando en el bis del final algo tan explícitamente “Hippy” como el “California Dreamin´”. Aún recuerdo la cara de asombro de mi amigo Tono, cuando al salir exclamó: “Joer tío Greg es homo !!!” .

Desde el punto de vista estrictamente musical, los (“nuevos”) Chesterfield Kings han recuperado su etapa más gloriosa y genuina del “Garage Rock Psicodélico”, aunque, evidentemente, se echa de menos la corrosiva y energética voz de Greg.

Resuenan en el sombrero: “Fly the Astral Plane”.- Chesterfield Kings (New York, 2024). Un tema con inequívocos ecos del “I´m Five Years Ahead of my Time”, original de Third Bardo (1967), que fue versionado por los auténticos Chesterfield Kings, en 1999.