martes, octubre 31, 2006

COMBATIENTES


Si hace veinte años me hubiesen preguntado qué me sugiere la palabra "combatiente", habría dicho que es un ave limícola (Philomachus pugnax) cuyos machos lucen unas llamativas golas de diversos colores durante los combates nupciales, como si de caballeros medievales se tratase, aunque pequeños, ligeros, delicados y emplumados. Dada mi temprana afición a la ornitología.

Ahora esa palabra la identifico con los miembros de una cuadrilla o retén contra incendios forestales, por deformación profesional.

El mundillo forestal, desde sus comienzos, siempre ha tenido una cierta afinidad con el mundo militar, especialmente en lo que se refiere a la lucha contra los incendios, ya que se requiere un grado de operatividad que precisa de una disciplina cuasimilitar. No es mi intención retrotraerme a los tiempos en los que los Guardas Forestales iban uniformados con gorras y escudos de estilo militar, que saludaban y se cuadraban con disciplina marcial ante la presencia de un ingeniero o superior jerárquico. No, no añoro aquellos tiempos. Mi carácter tampoco es proclive a la disciplina militar. Pero lo cierto es que hoy por hoy, en los incendios seguimos hablando de lucha, combate, primer ataque, ataque ampliado, estrategia, táctica, logística, despliegue y toda una terminología más propia de las Fuerzas Armadas que del mundo civil.

Esta afinidad, que se incrementó durante los tiempos de la dictadura militar, junto con un cierto "sambenito" de autoritarios, y un desconocimiento real de lo que es la ingeniería forestal en España, ha sido el origen de no pocas críticas, desaveniencias e incomprensiones de una parte de la sociedad. Recuerdo aquel eslogan ecologista que decía: "Los bosques no son esos ejércitos de árboles en formación geométrica y todos iguales que constituyen las repoblaciones forestales". Es cierto, pero por algo hay que empezar que sea viable económica y técnicamente. No obstante, afortunadamente, se ha avanzado mucho en ese sentido.

El pasado 12 de octubre "Día de las Fuerzas Armadas" desfiló por primera vez un batallón de la recién creada Unidad Militar de Emergencias (UME). Por lo poco que sabemos todavía de esta ambiciosa y necesaria Unidad, a mí se me antoja que el futuro de la lucha contra los grandes incendios forestales en España pasa irremediablemente por el Ejército, y paso a explicar los motivos que me inducen a pensar así:

1º) Por una parte el medio exclusivamente forestal ya casi no existe. En cuanto nos movemos un poco enseguida nos topamos con una urbanización, un camping, una carretera, un pueblo o con gente practicando alguna de las múltiples y diversas actividades al aire libre que cada vez abundan con mayor profusión.

2º) Por otro lado está la evolución del clima, ya que todo parece indicar que cada vez van a ser más frecuentes las condiciones desfavorables de severas y prolongadas sequías, fuertes vientos desecantes, tormentas secas, altas temperaturas, cambios bruscos y repentinos, es decir, vamos hacia un clima más extremo.

Esta situación propicia que durante los períodos de mayor riesgo, que cada vez son más prolongados e impredecibles, en cuanto un incendio escapa al primer ataque enseguida pueden peligrar bienes, poblaciones y vidas humanas. Es decir, van a surgir con mayor frecuencia situaciones que requieren de una respuesta rápida, profesional y que entraña muchos riesgos, así como un despliegue de medios tanto aéreos como terrestres y de comunicaciones muy importante. No hay más que ver lo que pasó hace tres años en "La Pata del Caballo" (Sevilla y Huelva), el año pasado en Guadalajara y este verano en Galicia.

Y nadie sabe más sobre estrategias, operatividad, disciplina, sacrificio, profesionalidad, entrenamientos, rapidez, helicópteros, aviones y comunicaciones en condiciones extremas que el Ejército. Esto es un hecho, es así, porque están preparados y entrenados para ello.

Por eso a mí me parece un gran acierto que se haya creado esta UME, no sólo para colaborar en la extinción de los incendios, sino para atender todo tipo de emergencias como catástrofes naturales, atentados terroristas, vertidos tóxicos, accidentes graves, etc.

Y si en el Ejército del Aire siempre ha habido un cuerpo de Ingenieros Aeronáuticos, por ejemplo, me parecería muy adecuado que en la UME e incluso en otras unidades que trabajan en montaña existiese un Cuerpo de Ingenieros de Montes ¿Por qué no?

Resuena en el sombrero: "Travelling Soldier" de Dixie Chicks (Texas, 2002).

miércoles, octubre 25, 2006

La Ética de la Genética


Con la nueva Ley de reproducción asistida y la turné que están haciendo por España algunas empresas estadounidenses que se dedican al negocio de las "madres de alquiler", una vez más se ha abierto la polémica sobre hasta dónde es ética y moralmente aceptable que manipulemos los complejos mecanismos que rigen nuestra propia descendencia.

En España está prohibido alquilar los servicios de una madre para que ésta críe durante nueve meses el óvulo de otra mujer ya fecundado por su pareja, sin embargo en USA esta práctica está regulada por la Ley, y, según parece, existe cierta demanda por poder acceder a dichas técnicas y servicios en Europa y en muchos otros países de todo el mundo.

La pregunta que surge es ¿Quién es la verdadera madre biológica? ¿La que pasa el embarazo y pare o la que aporta el óvulo? –Según la jurisprudencia y la tradición española, "madre es la que pare", pero, según la más elemental lógica biológica, es mucho más importante y trascendente la mujer que aporta sus genes, es decir, el óvulo.

El principal motivo y anhelo que impulsa la vida de TODOS los seres vivos existentes en la Tierra es la transmisión de sus genes a la siguiente generación, es lo que se llama la famosa teoría del "gen egoísta", y absolutamente todas las estrategias reproductoras de todos y cada uno de los seres vivos van encaminadas a este trascendental propósito.

Incluso el sabio refranero popular refleja esta realidad con frases que escuchamos con frecuencia como "la sangre tira mucho". Por eso, desde el punto de vista genético, es preferible tener un hijo que lleve tus genes aunque se críe en el vientre de otra madre, que adoptar el hijo de otras personas totalmente ajenas y desconocidas.

Además en nuestro país se da la paradoja de que si una pareja dispone de embriones congelados propios, por haberse sometido a tratamientos de reproducción asistida, y resulta que muere el padre, la madre puede implantarse uno de esos embriones y tener un hijo del padre muerto; sin embargo, en caso de que fuese la madre quien falleciera, el padre no tendría esa posibilidad, ya que carece de útero.

Hay quien piensa que con todos estos follones ya no se puede decir aquello de "Madre no hay más que una", aunque lo cierto es que, genéticamente, sólo hay una madre y un padre.
En estos asuntos al final siempre surge un conflicto de prevalencia de derechos ¿Qué debe prevalecer? ¿El derecho de los padres a tener descendencia? ¿El derecho de los embriones o hijos no nacidos? ¿Los valores morales y religiosos? ¿El bienestar de la sociedad? ¿La conservación de la especie humana?

Desde el punto de vista ético y moral, frecuentemente se esgrime que una diferencia sustancial reside en el hecho de si existe o no lucro o negocio en determinada actividad, que si se trata de gente desalmada que se aprovecha de la desesperación por no poder tener hijos de unos y de los apuros económicos de otros, pero, por esa regla de tres, la inmensa mayoría de los negocios y la actividad económica de este mundo capitalista debería suprimirse o limitarse en exceso.

En mi opinión, debería ser lícito que cada cual satisfaga el máximo posible de sus necesidades (Pirámide de Mashlow), siempre que no se perjudique a otras personas (incluidas las no nacidas), ni se interfiera negativamente en la evolución biológica y genética de la especie humana. Es decir, con frecuencia no caemos en la cuenta de que todas las especies somos la consecuencia o el resultado de que, durante millones de años, sólo los genes mejor adaptados a las condiciones ambientales han sido los que han conseguido transmitirse y perdurar de generación en generación, es lo que se llama la "selección natural".

Aun a riesgo de que pueda sonar un poco "nazzi", lo cierto es que cuando propiciamos o favorecemos la reproducción de personas con defectos de origen genético importantes o que no podrían reproducirse de forma natural, movidos sin duda por sentimientos muy humanos como son la compasión y el amor al prójimo, estamos favoreciendo que en el futuro exista un mayor número de personas con esos defectos genéticos, es decir, podríamos estar produciendo una selección genética negativa y artificial, introduciendo genes débiles o inadaptados en la evolución de la especie humana, y al final lo pagaríamos todos.

Frecuentemente, enfrentamos el término artificial como lo opuesto de lo natural, pero quizás la humanidad no sea tan ajena a la Naturaleza como pensamos. Esto viene a cuento porque en la raíz de estos juicios de valor, también existe un miedo o prejuicio a todo aquello que no nos parezca lo óptimo con arreglo a los valores aceptados en nuestra cultura. Es evidente que el modelo a seguir en nuestra sociedad, por ser las personas que son más felices, más productivas y más positivas para consigo mismos y para el conjunto de la sociedad, son aquellas personas que son sanas, emprendedoras, trabajadoras, inteligentes, solidarias, generosas, abiertas, simpáticas, atractivas, virtuosas, sin vicios, deportistas, heterosexuales, monógamas, fieles, que tienen hijos, se sacrifican por ellos y los educan en esos mismos arraigados valores (preferiblemente cristianos) mediante su ejemplo. Me parece una evidencia que es en este tipo de personas o, mejor dicho, de familias en las que se sustenta la sociedad, pero realmente…¿Cuántas personas son así? ¿Qué porcentaje suponen? ¿Qué pasa con los demás?

Es evidente que si la mayoría de la humanidad estuviese enferma, tuviese tendencias criminales o fuese de naturaleza homosexual (y que conste que NO estoy diciendo que la homosexualidad sea una enfermedad, ni mucho menos un crimen), el futuro de la humanidad correría peligro, pero la realidad es que, afortunadamente, esas tendencias que "a priori" podríamos considerar negativas o insolidarias, siempre han sido, son y serán minoritarias, pero sin duda están ahí por una razón, sencillamente somos así, y que por respetar los derechos de todas las personas, con nuestras "virtudes" y nuestros "defectos" no va a suponer la decadencia irreversible de nuestra sociedad, ni los "defectos" van a convertirse de repente en el comportamiento mayoritario, sino que lo verdaderamente justo y humano es respetar los derechos de todas las personas y de todos los seres vivos en su justa medida, sabiendo que la igualdad total nunca será posible en nuestras sociedades. Lo que quiero decir, es que esa mayoría "imperfecta" o "pecadora" también jugamos un importante papel en la sociedad y en la evolución de nuestra especie, formamos parte de una diversidad necesaria a la que no hay que temer, sino que debemos respetar, ya que también constituye una gran riqueza, quizás "difícil de entender", si se prefiere decir así. Siguiendo con el sabio refranero popular, diríamos aquello de: "de todo tiene que haber en la viña del Señor".

Además, si todos fuésemos "Mr. & Mrs. Perfection" y todos tuviésemos muchos hijos estupendos, posiblemente acabaríamos matándonos unos a otros, porque no cabríamos tanta gente tan guapa, productiva y competitiva en esta Tierra finita.

Resuena en el sombrero: "Father´s name is Dad".- Fire (London(UK), 1968), que decían aquello de: "My father´s name is Dad, my mother´s name is Mum. How can I take the blame for everything I´ve done?". Los suecos "Pushtwangers" hicieron una estupenda versión en 1986.

miércoles, octubre 18, 2006

Cocinar las setas


Resulta curioso como la recolección de setas silvestres despierta en mí una inusual afición a la cocina, digo que es curioso porque nunca se me ocurriría comprar setas en el mercado (y no sólo por los precios a los que suelen estar). Para mí la gracia reside en encontrar algo más o menos vistoso, interesante y valioso que crece en el campo, identificarlo, fotografiarlo, cogerlo, cocinarlo y comérmelo, hacer que forme parte de mí, capturar ese instante mágico y fugaz que representa la aparición de una seta. Es una forma de comunión con la Naturaleza, una especie de caza incruenta, ya que sólo se extraen los carpóforos de los hongos, cuyas hifas permanecen en el suelo, pero que, al igual que la auténtica caza, no carece de su parte de ritual. Además, siempre procuro no coger todos los ejemplares, no esquilmar, y dejar una muestra o la "madre" para el futuro, así como tapar los pequeños hoyos que en ocasiones practico en el terreno para sacar las setas.

Los hongos constituyen en sí mismos un reino aparte, no son auténticos vegetales, ni tampoco son animales, aunque están vivos, crecen, se reproducen y mueren. El ser vivo más grande sobre la tierra que se ha descubierto hasta ahora es un hongo, un único individuo de Armillaria ostoyae, hallado en el Parque Nacional de Malheur (Oregón), cuyas hifas se extienden por una superficie de 2.400 acres, equivalente a 1.665 estadios de fútbol, y su masa total se estima en unas 650 Tm.

Pero entremos ya en la cocina, ya que uno de mis hobbys preferidos es experimentar con recetas de setas que leo, me dicen o me invento. Personalmente, y aunque soy un enamorado del aceite de oliva virgen, pienso que este aceite no combina bien con la mayoría de las setas, sobre todo al empezar a cocinarlas, ya que la mayoría de las setas son bastante porosas y esponjosas en su interior, en crudo, por lo que absorben demasiado aceite y cogen su sabor característico que les confiere cierto amargor. Yo prefiero comenzar a cocinarlas en mantequilla o en nata, pudiendo añadir posteriormente un poco de aceite de oliva. Además ¿Alguien ha cogido setas en un olivar? –Mientras que los prados pastados por las vacas que producen la leche, la mantequilla y la nata son lugares asiduamente visitados por los seteros.

Hay que recordar la conveniencia de cocinar bien la mayoría de las setas, ya que algunas son tóxicas en crudo, aunque también hay muchas que se pueden comer crudas en ensalada. Algunas como la Lengua de gato (Hydnum repandum) deben cocerse previamente en agua durante 10 minutos y tirar el líquido resultante, con objeto de eliminar su amargor y ablandarlas. En el caso de la Pardilla (Clitocybe nebularis) este escaldado previo resulta imprescindible para poderlas comer sin problemas, ya que así se eliminan las sustancias tóxicas.

También es bien sabido que los ejemplares jóvenes son mucho más tiernos, sanos, suaves y mejores para comer que los más maduros, sobre todo los que salen en verano y principios del otoño, que se agusanan con mucha facilidad en pocas horas.

Este año ha sido una auténtica explosión de setas. La temporada comenzó con buen pie a primeros de mayo con las deliciosas Sedas o Perretxicos (Calocybe gambosa), luego, tras un final de mayo y principios de junio inusualmente secos, llegaron las tormentas de verano y salieron algunas rúsulas, boletos, rebozuelos (Cantharellus cibarius) y rubescens (Amanita rubescens), y a primeros de octubre ha salido absolutamente de todo.
La seta más rara que he comido es un ejemplar joven de Hericium erinaceus que crecía en un viejo tronco de Quejigo (Quercus faginea). Se trata de una seta con aspecto de coliflor cuando es joven, que con el tiempo se va transformando en una especie de coral-erizo de mar de color blanco con puas puntiagudas. Es de una belleza realmente extraña, y también muy sabroso, tiene un sabor algo afrutado y una buena consistencia. Se puede hacer a la plancha con un poquito de mantequilla.
Pero, sin duda, el rey es el Boleto, en todas sus variedades del mismo grupo (Boletus edulis, B. aereus, B. aestivus y B. pinophyllus), es una seta de gran tamaño y consistencia, con un sabor agradable, algo dulce. A mí como más me gustan es cortados en finas láminas y hechos con cebollita, jamón y nata.

Y la reina indiscutible es la Oronja o Amanita de los Césares (Amanita cesarea), esta seta tiene para mí una atracción especial, debido a lo infrecuente que resulta encontrarla, y a su forma de aparecer y crecer. Suele salir entre junio y octubre, según las zonas, en alcornocales, encinares, robledales, castañares y pinares con sotobosque de quercíneas. Comienza como un huevo blanco semienterrado en el suelo del bosque, que se abre empujado por la fuerza de su poderoso pie de color amarillo oro pálido, al igual que sus delicadas laminillas, hasta que, finalmente, al llegar a su plenitud extiende su enorme y espectacular sombrero, de un bello color naranja, con los bordes finamente estriados, conservando siempre a ras del suelo su característica volva rasgada, grande y de color blanco sucio, que no es sino el resto del huevo primigenio.

Según dicen esta seta es la mejor del mundo y en la época de los romanos era un manjar reservado únicamente para los Césares. La verdad es que tiene una textura excelente, pero sabor, lo que se dice sabor, no es que tenga mucho, y el poco que tiene es más bien tirando a amargo.

Después de probar las recetas que tradicionalmente se recomiendan para comer esta majestuosa seta: primero cruda, cortada en finas láminas y aderezada con aceite de oliva virgen (vaya, no está mal); luego frita en mantequilla con vino blanco y unas lonchitas de jamón serrano (bastante mejor). La última vez que he tenido la fortuna de cogerlas se me ocurrió: "Vamos a ver, una seta que se llama Oronja, que es de color naranja, amarillo y blanco, que tiene un sabor suave y ligeramente amargo,… a esto le tiene que ir bien algo un poco ácido y dulce , de un color similar, algo como… ¡la naranja!". Así que las preparé de la forma siguiente:

Se cortan en láminas, se extienden sobre un plato, se espolvorean con un poco de sal y se rocían con zumo de naranja por ambas caras, se calienta mantequilla en una sartén, se echan las setas, y se cocinan a fuego medio. Según se van haciendo, se añade (por este orden): otro poco de sal, una pizca de azúcar, el resto del zumo que ha quedado en el plato donde pusimos las láminas, un chorrito de aceite de oliva y un toque generoso de nata montada, y se remueve todo con cariño. La cutícula naranja de las amanitas va destiñendo poco a poco, hasta que queda una salsa anaranjada, muy suave pero consistente, una deliciosa y atractiva emulsión de gotitas de naranja, aceite y jugo de oronja inmersas en la espuma de la nata, y las setas quedan con una jugosidad y suavidad supremas: ¡Ummm! …el súmun, no hay palabras.

Si, además, las acompañamos con un buen vino rosado de aguja o, mejor aún, con un buen cava rosado, el resultado es un manjar auténticamente digno de los césares o de lo/as diose/as.

Resuena en el sombrero: "On the Mushroom Hill" de Plasticland (Milwaukee (Wisconsin, USA), 1984).

miércoles, octubre 11, 2006

Puro Sandoz


En 1938, en los Laboratorios Sandoz de Basilea (Suiza), el Dr. Albert Hofmann sintetizó, a partir de los alcaloides del hongo que produce el llamado Cornezuelo del centeno (Claviceps purpurea), un derivado dietil-amídico del ácido lisérgico, se trataba del famosos LSD (Lyserg Säure Diethylamid) o "Lucy in the Sky with Diamonds", como dijeron los Beatles en su canción de 1967, de una forma mucho más poética.

En la época hippy, la expresión "puro sandoz" hacía referencia al material de mejor calidad que podía encontrarse entonces.

Como es bien sabido, el LSD es un potente alucinógeno, según narra el propio Dr. Hofmann, tras las sensaciones experimentadas después de ingerir 250 miligramos de esta sustancia, el día 19 de abril de 1943:

"Aquí terminan las notas en mi diario del laboratorio. Pude escribir las palabras anteriores solamente con un gran esfuerzo. Entonces ya estaba claro para mí que el LSD había sido la causa de la notable experiencia del viernes anterior, porque la alteración de la percepción era del mismo tipo que antes, solo que mucho más intensa. Tuve que luchar para hablar de forma inteligible. Pedí a mi ayudante del laboratorio, informado del experimento, que me acompañara a casa. Fuimos en bicicleta, ya que no había ningún automóvil disponible debido a las restricciones para su uso en tiempo de guerra. En el camino a casa, mi estado comenzó a adquirir tintes amenazadores. Todo mi campo visual oscilaba y se retorcía como si estuviera viéndolo en un espejo curvo. También tenía la sensación de no poder moverme del sitio. Sin embargo, mi ayudante me dijo más tarde que habíamos viajado muy deprisa. Finalmente, llegamos a casa sanos y salvos, y apenas fui capaz de decirle a mi compañero que llamase a nuestro médico de cabecera y de pedir leche a los vecinos.

A pesar de mi estado delirante, desconcertado, tenía breves períodos de pensamiento claro y eficiente, elegí la leche como antídoto general para el envenenamiento. Los vértigos y la sensación de desmayo llegaban a veces a ser tan fuertes que apenas podía mantenerme erguido y tuve que acostarme en un sofá. Los alrededores se habían transformado ahora en formas más aterradoras. Todo en el cuarto giraba a mi alrededor y los objetos familiares y las piezas del mobiliario adquirieron formas grotescas, amenazadoras. Estaban en movimiento continuo, animado, como si fueran dirigidas por una agitación interior. La vecina, a la que apenas pude reconocer, me trajo la leche -en el transcurso de la tarde bebí más de dos litros. Pero ella no era la señora R, sino una malévola e insidiosa bruja con una máscara de colores
".
Después de aquello, al Dr. Hofmann, del que este año se ha cumplido el centenario de su nacimiento, todavía le quedaron ganas de seguir investigando con otras sustancias alucinógenas procedentes de diversas especies de hongos, lo cual le llevó a la síntesis de la psilocibina (O-fosforil-4-hidroxi-N-dimetiltriptamina), el principio activo de muchas de las llamadas "setas mágicas", como el pequeño "gorro frigio" (Psilocybe semilanceata), común en los prados, céspedes y jardines europeos.

Esta sustancia también está presente en las setas alucinógenas mexicanas (Psilocybe mexicana, Conocybe cyanopus y Stropharia sp.), que fueron reverenciadas por los aztecas, quienes las llamaban "teonanacatl" o "carne de dioses".

Tanto el LSD como la psilocibina poseen una estructura molecular muy similar a la serotonina, neurotransmisor responsable de la percepción sensorial, la regulación de la temperatura y el inicio del reposo nocturno, por lo que estos compuestos alucinógenos compiten en eficacia con la serotonina en su ligazón con las conexiones sinápticas.

La psilocibina produce un mayor efecto de despersonalización que el LSD. Estudios psicométricos demuestran que esta sustancia acarrea modificaciones individuales ligadas a la afectividad, ya que estimula la memoria afectiva, provocando desinhibición y extroversión, facilitando así la expresión de los sentimientos.

Pero hay una experiencia superior propiciada por la psilocibina y ésta es la total apertura al éxtasis chamánico, consistente en fuertes vivencias de embriagadora profundidad, en la que se disuelven los límites de la conciencia ordinaria. Una suerte de acceso hacia otras realidades sitas en lugares que están más allá de este superholograma al que llamamos mundo físico. No es de extrañar que los físicos cuánticos vanguardistas vean en estas sustancias alucinógenas una interesante vía de acceso a los mundos que pueden teorizar desde las matemáticas.

Esta sustancia que suele describir cuadros de percepción suprasensorial, tiene actualmente un consumo extendido en los países del norte de Europa, sobre todo en las discotecas de música House y Trance. En Holanda se pueden comprar estas setas en algunos establecimientos de forma legal, contrastando con la persecución que sufren en Alemania y en España.

El consumo de setas alucinógenas en el norte de Europa quizás tenga sus raíces en la ingesta ritual de Falsa oronja (Amanita muscaria) que practicaban los chamanes lapones y siberianos con objeto de acceder a un plano superior en el que habitan los dioses y adquirir así los conocimientos necesarios para realizar sus prácticas curativas.

Los principios activos de este hongo son la muscarina, la muscaridina y la fungotropina que, según las dosis y el ejemplar concreto del que se trate, pueden producir trastornos digestivos serios e incluso intoxicaciones graves. Su consumo enteógeno o visionario se produce después de desecar al aire libre o ahumar la seta, y produce, en primer lugar, un estado de excitación y desbordante alegría, fuerte ejercicio muscular, que puede llegar hasta ataques furiosos de delirio, tras lo cual comienzan las alucinaciones.

Estos pueblos nórdicos descubrieron que la sustancia activa se elimina por vía urinaria y que puede ser reutilizada, para lo cual no tenían más que seguir al chamán y beber la "nieve amarilla" que éste dejaba en algún rincón escondido. Estas sustancias alucinógenas, junto con la costumbre que tienen estos pueblos de acceder a las casas por la chimenea, durante las fuertes nevadas invernales, se cree que son el origen de la tradición navideña de Santa Claus o Papá Noel viajando en su trineo de renos voladores.

De una forma similar, la leyenda de las brujas medievales volando en sus escobas, también tiene su origen en el uso de sustancias alucinógenas procedentes de plantas solanáceas como el Estramonio (Datura stramonium), el Beleño negro (Hyoscyamus niger) y la Belladona (Atropa bella-donna), comunes en los huertos abandonados, corrales, cunetas, ribazos y bosques europeos. Las brujas freían estas plantas en aceite o grasa hirviendo, con la que luego, una vez templada, embadurnaban sus cuerpos utilizando escobas, tras lo cual vivían experiencias extrasensoriales de "viajes" y "vuelos" mágicos.

Volviendo al Cornezuelo del centeno (Claviceps purpurea), Ergot en inglés, se trata de un hongo ascomiceto de color negro-violáceo, que parasita las espigas de algunos cereales como el centeno, la cebada y el trigo, así como algunas especies de pasto silvestre como la Gramilla dulce (Paspalum distichum) y la Cizaña (Lolium temulentum). Este hongo contiene una mezcla de alcaloides, de los que algunos, como la ergovina y la amida del ácido lisérgico, son muy visionarios y de escasa toxicidad, mientras que otros, como la ergotamina y la ergotoxina, constituyen venenos mortales. No obstante, se da la circunstancia de que los alcaloides menos tóxicos y más psicoactivos son hidrosolubles, mientras que sucede lo contrario con la ergotamina y la ergotoxina. Basta pues, tomar el cereal infectado por el hongo, pasarlo por agua y tirar luego las espigas. Este simple "bautizo" es suficiente para retener en el agua las sustancias enteogénicas.

En la Edad Media, este hongo produjo verdaderos estragos entre la población, pues en ocasiones, las harinas con las que se confeccionaban los panes iban infectadas por el cornezuelo. Sus alcaloides causan espasmos nerviosos, convulsiones, delirio psicótico e incluso gangrena. Este trastorno, llamado ergotismo, fue conocido como "fuego de San Antonio" durante el medievo. En el año 994, una epidemia de fuego de San Antonio causó más de 40.000 muertos. En 1.722, la caballería del Zar Pedro El Grande fue derrotada por el ergotismo en la víspera de la batalla por la conquista de Turquía. Siendo ésta una de las muchas ocasiones en las que un hongo ha cambiado el curso de la historia.

Estos trastornos físicos y mentales, también podrían explicar los bailes de alucinados, las turbias procesiones de gente endemoniada y poseída, así como los cuentos de brujas y fantasmas, tan frecuentes durante la Edad Media.

En la actualidad, algunos de los compuestos producidos por el cornezuelo se utilizan en pequeñas dosis en la industria farmacéutica, para fabricar medicamentos que ayudan a inducir el parto, detener el sangrado uterino, tratar la hipertensión arterial y aliviar un tipo de migraña.

Después de Hofmann vendrían Timothy Leary, Alan Watts, Carlos Castaneda,… Y todo un movimiento conocido como psicodelia (del griego psike y deloun) que viene a significar "aquello que manifiesta la mente o el espíritu".

Resuenan en el sombrero: "Psilocybe" de Mad Violets ("Battle of the Garages, Vol. II", New York, 1987) y "Under your mushroom" – The Stems (Perth (Australia), 1987).

jueves, octubre 05, 2006

Los tiempos del monte

El mundo forestal siempre se ha caracterizado por un peculiar concepto del tiempo, ya que los ecosistemas forestales funcionan a unas escalas muy diferentes a las que estamos acostumbrados los seres humanos.

Por un lado, los ecosistemas forestales funcionan en períodos que se miden en siglos o incluso en miles de años, teniendo en cuenta algunos de sus elementos principales como son los árboles, la madera muerta y el suelo.

Los ecosistemas forestales, es decir los diversos mosaicos o cadenas evolutivas que constituyen el paisaje forestal y que está formado básicamente por roquedos, pastos, matorrales y bosques más o menos maduros, son sistemas dinámicos, es decir cambian con el tiempo. Mucha gente me pregunta ¿No os aburrís de ir siempre a los mismos montes? –Y yo les contesto que cada vez que voy a un monte, nunca es igual que la última vez que estuve allí, siempre hay algo distinto, algo que cambia, alguna sorpresa. Y es que a pesar de la escala milenaria a la que funcionan estos paisajes, lo cierto es que el monte cambia a cada hora que pasa.

Los aficionados a las setas (micología) sabemos perfectamente que estar en el sitio adecuado, en el momento oportuno, es fundamental para poder coger los hongos más apreciados. Sí, el pinar y el robledal pueden llevar aquí varios siglos, pero la Amanita cesarea sólo fructifica aproximadamente cada cuatro años, a finales de septiembre o principios de octubre, cuando se ha dado un determinado régimen de precipitaciones y temperaturas durante la primavera y el verano.

Y lo mismo sucede con otros recursos y seres vivos del bosque, por ejemplo, los colibríes de los bosques americanos realizan unos itinerarios perfectamente sincronizados con la floración y la producción de néctar de sus plantas nutricias, de forma que llegan a cada flor en el momento exacto en el que pueden libar la máxima cantidad de néctar.

Sin embargo, las personas y nuestros sistemas socio-políticos no tenemos la paciencia ni la continuidad necesarias para gestionar y aprovechar nuestros montes de manera óptima. Y tampoco solemos tener el cuidado, la atención, ni la dedicación suficientes como para disfrutar y aprovechar todos los recursos y momentos mágicos que nos ofrece el monte.

Resuena en el sombrero: "Time is on my side" de los Rolling Stones en la versión que hicieron Los Mockers en 1986.

lunes, octubre 02, 2006

Carrozas a todo gas




Parece que últimamente están resurgiendo todas las viejas glorias de la música popular, que se resisten a retirarse aunque superen con creces los 60 tacos. Además de "Sus Satánicas Majestades", que parece que hayan hecho un pacto con el diablo para conservarse tan ágiles y activos, en los últimos meses hemos disfrutado de las novedades discográficas siguientes:
"This Old Road" de Kris Kristofferson, del que destacaría el tema "Wild American" dedicado a personajes legendarios de la historia y música americana de raíces como el activista defensor de los derechos de las tribus nativas -John Trudeau-, y los músicos y amigos de Kris: Steve Earle, Willie Nelson y Merle Haggard.
Éste último también acaba de sacar una recopilación de sus grandes éxitos con todas las compañías discográficas en las que ha militado, un album llamado "Hag: The Best of Merle Haggard".
Más curioso ha sido el anuncio del disco "The Road to Escondido" en el que colaboran "mano lenta" Eric Clapton (Ex-Yardbird y Ex-Cream) con el no menos legendario J.J. Cale (Ex-Velvet Underground). Su primer single "Ride the River" tiene aires folkies y ya puede oirse en algunas emisoras de radio.
El veterano Bob Seger, vuelve también a la carga con "Face the Promise" en el que colabora con estrellas del country como Vince Hill, Kid Rock (el marido de Pamela Anderson) y Patty Loveless, con la que canta un tema precioso titulado "The Answer´s in The Question".
Digno de mención han sido también los últimos discos de Van Morrison, también con muchas influencias del country, así como el último trabajo de Marc Knopffler con Emmylou Harris (¡qué fantástica y genial pareja!), con su magnífico álbum "All the Roadrunning".
Pero el sumun llega con el regreso del "Tiburón Blanco", el gran Jerry Lee Lewis, que a sus 71 años acaba de sacar el album "Last Man Standing", haciendo referencia a que es el último componente que queda con vida del llamado "Cuarteto del millón de dólares" (junto a Elvis Presley, Johnny Cash y Carl Perkins en el legendario sello discográfico "Sun Records" de Memphis). En el disco tiene como invitados a otras jóvenes promesas como Mick Jagger, Keith Richards, Bruce Springsteen, B.B. King, George Jones, Eric Clapton, Kid Rock y John Fogerty, éste último también ha sacado disco hace poco, al igual que ha hecho Tom Petty.
¡Madre mía! voy a parar ya porque me estoy empezando a marear con tanto nombre ilustre.
Que Dios o el Diablo los mantenga activos muchos más años.
Resuena en el sombrero: "Sunday morning comin´down" de Kris Kristofferson en la versión que hace Gretchen Willson en el disco de homeje a este artista "The Pilgrim: Chapter 33".