Se acerca la víspera del día de todos los Santos, la famosa “All Hallows´ Eve”, o sea “Halloween” y para celebrarlo ¿Hay algo más apropiado que una actuación de los “Fuzztones”? Una de las bandas más oscuras y terroríficas del garaje contemporáneo, los reyes de “esa cosa del pantano”, con el incombustible, echao pa´lante y protuberante macarra, Rudi Protrudi, al frente.
El próximo día 14 de noviembre vienen los “Fuzztones” a la sala “Biribay” de Logroño, como una especie de Santa Compaña rockera, como dirían los “Golpes Bajos”:
“Sigo la procesión con un hacha de cera, soy una parte de ellos que aterroriza la aldea, entablo amistad con fantasmas y visiones, bañando en terror a los pobres de espíritu. Por las cerraduras sacan a los dormidos para que se unan a ellos y a su tan lúgubre marcha, más pobre de aquel que no pase por muerto porque le entregan un cirio y ese no vuelve a su lecho”.
En fin, ya se sabe que las malas noticias viajan deprisa, mientras el tiempo pasa, ella es una malvada cenicienta, she´s a voodoo child… I hear the call of the wild!
Resuenan en el sombrero: “Bad news travel fast”, “As time´s gone”, “She´s wicked” y “Cinderella”.- The Fuzztones (New York (USA), 1984):
Esta mañana he desayunado tarde, tranquilo, sin prisa, he hecho la colada, he tendido la ropa y luego, como hacía muy buen día, me he ido al monte a ver si había salido alguna seta después de las últimas lluvias.
La verdad es que no iba con demasiadas esperanzas porque por aquí no ha llovido tanto, soplaba un tórrido viento del suroeste y, a medio día, seguro que no era el primer buscador de setas que habría pasado por allí.
Al salir del coche vino hacia mi uno de esos perros pastores de la sierra (primera foto) que, a falta de ganado, andan vagabundos por el monte. Este tenía collar y estaba limpio, por lo que a buen seguro que tendría dueño, parecía simpático y se acercó a mi en busca de alguna caricia en aquel solitario paraje.
Después de darnos los buenos días y olisquearme, el perro se dirigió hacia una de las pocas encinas que hay en esta zona de pinares ¡Hombre una encina! (pensé) Vamos a ver si hay algo debajo. Medio escondidas entre la hierba seca vi unos sombreros parduzcos de unas setas, me agaché y levanté una de ellas, a juzgar por el grosor de su pie sin duda se trataba de alguna especie de Boletus, si bien las manchas oscuras que aparecieron en los poros de debajo al tocarla me hacía sospechar que se trataba de una de esas dudosas especies de Boletus azuleantes, y su aspecto tampoco era demasiado apetecible (segunda foto), sin embargo me llevé las dos que parecían más sanas para identificarlas en casa.
Continué el paseo y en el pinar lo único que encontré fue un par de Babosas (Suillus luteus) que también cogí, y algunas Amanitas muscarias y Russulas que estaban empezando a emerger del suelo.
Al llegar a casa, identifiqué la seta dudosa, se trataba de Boletus erythropus, especie tóxica en crudo pero comestible al ser cocinada. Lo cierto es que nunca antes la había probado, así que limpié los Boletus y los Suillus quitándoles con un cuchillo la cutícula viscosa y los poros (una especie de tejido esponjoso y fibroso que tienen bajo el sombrero). Corté el pie de los Boletus en rodajas circulares y en láminas todo lo demás (en la tercera foto, arriba las Babosas de color amarillo claro, abajo, de color violáceo, están los pies de los Boletus, y en el centro, de color parduzco, los sombreros de los Boletus).
En una sartén con aceite de oliva eché un par de dientes de ajo cortados en láminas. Allí freí las setas como si fuesen patatas fritas, las saqué poniéndolas en un plato y en el aceite que quedaba en la sartén freí un huevo. El resultado es el que veis en la cuarta foto.
El Boletus erythropus resultó tener un sabor excelente, muy suave, con un ligero toque dulce (como casi todos los Boletus), yo lo describiría como algo intermedio entre la batata y el hígado, aunque con una textura mucho más suave y untuosa, si bien carece del espectacular aroma que poseen sus nobles primos los Boletus del grupo edulis.
En fin, a veces las cosas que tienen un aspecto poco atractivo nos sorprenden con encantos ocultos. Como el humilde perro pastor serrano, peludo, ni grande ni pequeño, pero simpático y gran buscador de setas; el modesto Boletus erythropus, que adquiere un extraño y poco sugerente color azulado al ser cortado; las despreciables Babosas con ese sombrero viscoso y su color amarillento; y el vulgar huevo frito, corriente y moliente pero qué pocas cosas hay que puedan superarlo.
No hay que fiarse de las apariencias, a veces merece la pena arriesgarse y apostar por cosas, setas, animales o personas que la mayoría de la gente desprecia, sólo hace falta un poco de curiosidad, confianza y suerte ¡Ánimo!
Por fin llueve con ganas y comienza a hacer frío, y como suele sucederme, a medida que se acerca el invierno y baja el mercurio, parece que para compensar sube mi temperatura musical, resurge mi alma negra, saco mis chalecos y mis botines, comienzo a balancearme con un cierto "swing" al andar y al hablar no puedo evitar que se me escapen anglicismos como "cool", "mojo", "groovy", "baby" y otras horteradas por el estilo. Y el estilo nace en aquel momento maravilloso a finales de los 60, en el que el "Soul" empieza a convertirse en "Funky", sin llegar todavía a los excesos discotequeros posteriores.
Me encantan esos órganos antiguos que se cargan de fantásticos efectos sonoros como leslies, ecos y primitivas distorsiones que poco después se dispararían hasta el infinito con el desarrollo de los sintetizadores y los shamplers. Pero como suele pasar, a medida que se incrementa la complejidad técnica, con el uso y abuso de máquinas y artilugios electrónicos, aumenta el automatismo y la frialdad, con la consiguiente e indeseable pérdida de calor humano y pasión que ello conlleva, y en el arte, como en casi todo en la vida, la pasión es fundamental, no debemos olvidarlo.
Por motivos no sé si genéticos o culturales, se ha llegado al convencionalismo o estereotipo de que la raza negra está más próxima a la primigenia y ancestral pasión animal que a la fría, civilizada y evolucionada tecnología que históricamente ha sido principalmente desarrollada por blancos, sesudos, racionales, protocolarios y cuadriculados blancos, muy blancos. Pero, afortunadamente, todos estos estereotipos racistas y sexistas se van diluyendo con el tiempo y todo evoluciona, y ahora resulta que los músicos electrónicos más vanguardistas y sofisticados han recuperado la magia de aquellos sonidos del soul negro, lo que supone rizar el rizo hasta casi retornar de nuevo a lo "afro".
En la música popular ha habido algunos blancos con alma negra, en orden cronológico (seguro que me dejo a muchos): el norteamericano Elvis Presley, el irlandés Van Morrison, el inglés Joe Cocker, los suecos The Creeps, el español Miguel Ángel Julián (segunda foto, "Cool Jerks", "Soul Tellers") y, más recientemente, artistas tan interesantes como el californiano Bart Davenport (tercera foto) del que últimamente he escuchado algo realmente brutal, o el también irlandés David Holmes (primera foto), responsable de la banda sonora de la saga "Ocean" (11, 12 y 13 ¡Menudo reparto!) y otras películas como "Hunger", "Cherrybomb", "Five Minutes of Heaven", "Buffalo Soldiers", "Out of Sight" y "Resurrection Man"; hace poco ha sacado un álbum en solitario titulado "The Holy Pictures" y ha colaborado con multitud de músicos como U2, Primal Scream, Manics, St. Etienne, Doves, Joyzipper y Manic Street Preachers.
Resuenan en el sombrero: Banda sonora de "Ocean´s 13".- David Holmes (2007); y "Soul Teller".- Soul Tellers (2007).
A pesar del seco comienzo de otoño que estamos teniendo, a algunas setas les basta la escasa humedad que deja el rocío por la noche y el alba para fructificar, tal es el caso de las Galampernas o Apagadores (Macrolepiota sp.). Lo que sucede es que luego, a lo largo del día, el viento y el sol las deja resecas como el cartón (ver segunda foto), antes incluso de que puedan madurar.
No obstante, para un setero empedernido eso no es óbice para poder disfrutar de un buen plato de setas. Las Galampernas, al igual que sucede con las Senderuelas (Marasmius oreades), son de las pocas setas que pueden conservarse secas sin problemas, ya que para cocinarse, éstas pueden ser rehidratadas volviendo casi a su estado fresco original de cuando las cogimos, para ello no hay más que dejarlas unos minutos a remojo en agua tibia (ver tercera foto).
Recordando aquellas famosas "cenas para la crisis", hoy he preparado los famosos Sanjacobos de Galampernas con calabacín. Para ello se pica un diente de ajo en láminas y se echa en una sartén con aceite de oliva caliente, se añaden unas rodajas de calabacín y los sombreros enteros de las setas frescas o rehidratadas, después de haberlas dejado escurrir un rato, y se les añade el toque de sal.
En un plato se echa un huevo batido y en otro harina o, en este caso, unas tortilla chips de maíz trituradas, para hacer el rebozado.
Cuando las setas y los calabacines se han ablandado un poco se sacan de la sartén y se pasan por el huevo y luego por los chips de maíz triturados. A las setas, por el lado de las laminillas, se les pone unas lonchas de queso y de jamón o pavo cocido, se colocan a modo de bocadillo o sanjacobo y se vuelven a echar en la sartén para que terminen de hacerse (el queso al fundirse suele actuar como pegamento, pero si no es suficiente podemos ensartar el sandwich de setas con un palillo). El resultado es el que se ve en la cuarta foto y lo cierto es que no estaban nada mal ¡Salud y buen provecho!
A principios del siglo veinte, el Profesor Kikunae Ikeda, de la Universidad Imperial de Tokio, hacía esta reflexión sobre el sabor de las comidas: "Existe un sabor común a los espárragos, los tomates, el queso y la carne, pero que no corresponde a ninguno de los sabores ya conocidos: dulce, ácido, amargo y salado."
En 1907, el Profesor Ikeda inició sus experimentos para identificar cuál era el origen de este sabor distinto. Sabía que estaba presente en el "caldo" elaborado a partir del kombu, un tipo de alga (Laminaria japonica) que se encuentra en la cocina japonesa tradicional. Utilizando abundante caldo de kombu, logró extraer cristales de ácido glutámico (o glutamato). El glutamato es un aminoácido, componente que forma parte estructural de las proteínas. El Profesor Ikeda observó que el glutamato otorgaba un sabor único, distinto a los sabores dulce, ácido, amargo y salado, y le puso el nombre de "umami" (gusto sabroso). Cien gramos de kombu seco contienen aproximadamente un gramo de glutamato.
Una vez que el Profesor Ikeda obtuvo el glutamato (ácido glutámico?), decidió elaborar un sazonador . Para ello, el glutamato (ácido glutámico?) debía tener algunas de las mismas propiedades físicas de la sal y el azúcar, por ejemplo: ser fácilmente soluble en agua y a la vez no absorber humedad ni solidificarse. El Profesor Ikeda observó que el glutamato monosódico era un sazonador ideal por sus buenas propiedades de conservación y su intenso sabor umami o “sabroso”. Debido a que el glutamato monosódico carece de olor y de textura por sí mismo, se puede usar en una infinidad de platos, en los que resalta de manera natural el sabor original de los alimentos.
Estudios recientes han descubierto en la lengua receptores exclusivos del glutamato, es decir, que realmente se trata de un quinto sabor. Aunque se han encontrado otros receptores en la lengua que también se excitan con el glutamato, éstos no son específicos, es decir, que para activarse necesitan estar en contacto con nucleótidos y con muchos otros aminoácidos. "Nuestro estudio muestra el primer receptor en la lengua exclusivo para el glutamato”, explica Ana San Gabriel, autora principal del artículo y científica de la Red de Investigadores en el Extranjero (REDIEX) desde el Instituto de Ciencias Naturales de Ajimoto en Kawasaki (Japón).
Según el estudio, que ha aparecido en último número del American Journal of Clinical Nutrition, el glutamato es un aminoácido no esencial que se usa de forma comercial como sal sódica del glutamato, glutamato monosódico (GMS) E-621, porque es estable y fácil de disolver. Este glutamato añadido, exactamente igual al ‘natural’, se utiliza a veces para reducir el tiempo de cocción y preparación de las comidas y aportar más sabor.
El GMS también se usa para reducir el sodio de las comidas: el contenido de sodio de la sal común es de un 40%, mientras que la del GMS es del 13%. Muchos alimentos fermentados o maduros son ricos en GMS natural, como los tomates maduros (250-300 mg/100g), el queso parmesano (1600 mg/100g), el roquefort (1600 mg/100g) o el gouda (580 mg/100g). El queso manchego y el jamón ibérico poseen un gusto similar.
Desde que hace 100 años el profesor Kikunae Ikeda describió por primera vez las propiedades saborizantes del GMS, este es uno de los condimentos que más se han estudiando, junto a sus efectos. Todas las agencias internacionales de seguridad alimentaria lo consideran seguro para el consumo humano.
Sobre la posible toxicidad del glutamato la investigadora se muestra tajante. “Si se evalúa la seguridad alimentaria con rigurosidad científica, el GMS es totalmente seguro para el consumo humano. Si se habla de toxicidad y persiste una mala publicidad sobre el GMS es porque se extrapolan resultados de vías de administración y dosis que no corresponden con la realidad. De hecho, es menos tóxico que la sal”.
Estamos expuestos al glutamato libre desde la infancia. El aminoácido más abundante de la leche materna tiene un 0,02% de glutamato, así que un bebé de 5 kg que toma 800 ml de leche materna diaria consume 0,16 g de glutamato. “La cantidad de glutamato que consumen los bebes que se alimentan exclusivamente de leche materna equivale al GMS de Corea o Taiwán”, concluye la investigadora.
El consumo total de glutamato (libre y unido a las proteínas) en la dieta adulta es de unos 10 gramos al día (100-150 mg/kg/día asumiendo un peso de 70 kg), mientras que el consumo de glutamato como condimento en forma de GMS varía desde 0.4 g en EE UU, 1,5 g en Japón y Corea, y 3 g en Taiwán (de 6 a 43 mg/kg/día). La ingesta de GMS no se ha estimado en España, pero se calcula que en Reino Unido es de 0,6 g de media y de 2 g en un sector minoritario de la población (3 veces más que la media).
Resuena en el sombrero: “Canta con nosotros”.- Glutamato Yeyé (Madrid, 1984?). No sé si las patas de pollo serán ricas en glutamato, pero eran el emblema de Iñaki y sus chicos ¡No os perdáis el monólogo que se marca Iñaki en “La Bola de Cristal”, después de la canción! ¡Sabooooor! See you latter aligator!
No, no se trata de ningún hijo secreto, "El Hijo del Sombrerero" es un documental que se grabó en el año 2008 sobre las andanzas del grupo de Rock & Roll los "Lobos Negros", de Talavera de la Reina (1), en el que el prestigioso crítico musical Diego Manrique entrevista al líder de la banda, Luis Martín, en el popular pub madrileño "El Templo del Gato" (2).
El nombre del documental es debido a que el padre de Luis Martín se dedicó al noble arte de fabricar y vender sombreros, en la que actualmente es la mayor ciudad de la provincia de Toledo.
La entrevista es aderezada con las opiniones de los otros dos miembros de la banda, Pedro Torres y Ricardo Virtanen.
El sonido y la estética de los "Lobos Negros" se adentran en el arriesgado mundo del Rock & Roll más oscuro de los 50, con algún toque surfero y fronterizo. En el año 2008, cumplieron 25 años sobre los escenarios, yo tuve la suerte de verles un par de veces en directo a mediados de los 80. Su primer single "Gatos Extraños" fue producido en 1985 por el difunto Kike Turmix (Pleasure Fuckers) y Carlos Segarra (Rebeldes).
Resuena en el sombrero: "Rock & Roll en la ciudad".- Lobos Negros (Talavera de la Reina (Toledo), 2000).
(1) Talavera de la Reina es la ciudad de donde procede mi familia paterna, famosa por su cerámica. Luis Martín publicó un libro en 2001, titulado "Aquellos primeros pasos del pop y rock en Talavera de la Reina", en la portada sale una guitarra eléctrica de cerámica diseñada por Víctor Coyote, la cual se atrevió a construir en 2006 con la ayuda del escultor-ceramista Ernesto Yáñez y del lutier Carlos Sabrafen, porque la guitarra sonaba!!!
(2) En "El Templo del Gato" "The Rescuers" tocaron algunos de sus primeros conciertos en 1987.
Una navaja de mar color de plata Por su filo camina gente descalza Penetra en la tierra cual bala de plata Se posa una gaviota con amarillo en la pata Rasga el cielo con alas afiladas de plata En tierra, la fiera oscura se desata Se acerca la noche que es cuando mata Penetra en la carne una bala de plata Yace en la tierra y estira la pata Un sol de plata abandona su alma Asoma un colmillo que le delata. Y la mar está en calma. En esta playa me siento pirata Arrodillado en la arena, cava que cava Buscando un tesoro de monedas de plata Y la mar está en calma.
Posiblemente, fue el último baño de mar de este año, los niños se quedaron en la playa casi hasta las siete de la tarde. Al ponerse el sol, un grupo de negrísimos subsaharianos jugaba al fútbol sobre la arena casi desierta, mientras las bandadas de estorninos negros surcaban el cielo para reunirse en los dormideros de la ciudad.
Aquella tarde, la puesta de sol no era rojiza, sino plateada, y todo parecía estar en blanco y negro. Todo salvo la nota de color de las patas de las gaviotas, porque, aunque no lo parecía, el verano ya se había ido, y se había refugiado en las patas de las gaviotas patiamarillas (Larus michahellis), que son muy parecidas a las gaviotascáspicas (Larus cachinnans) y a las gaviotas argénteas (Larus argentatus), "argénteas", es decir, de plata ¡Qué bonita palabra!
Cae la noche, pero estoy tranquilo… hoy no habrá luna llena.
Resuena en el sombrero: "The Longing".- Eels (Los Angeles (California), 2009), de su último álbum "Hombre Lobo":
Textos y fotos by Mad Hatter: Atardecer en la playa de Sant Carles de la Ràpita (Tarragona) y Gaviota patiamarilla en la misma playa (10 de octubre de 2009).
Enlazando con la entrada anterior, uno de los grupos que siguió los pasos de los "Outsiders" holandeses en el revival garajero de mediados de los 80 fueron los suecos "Wylde Mammoths". Estos mamuts lanudos de la tundra escandinava se pasearon por media Europa repartiendo dosis corrosivas de uno de los sonidos más "sucios" y primitivos del momento, con un Rythm & Blues crudo repleto de guitarras ácidas y ásperas voces.
Siempre me ha gustado esa estética oscura y misteriosa de ilustraciones antiguas de animales ya extintos, por eso de entre las muchas imágenes que hay de mamuts en internet me he quedado con la de arriba.
Sin embargo, no he encontrado ninguna de las fabulosas canciones de su primer álbum, pero os dejo con esta que tampoco está nada mal en la que le cantan a las cosas que realmente importan:
Resuena en el sombrero: "Gone away".- The Wylde Mammoths (Suecia, 1988).
P.D.: Que se extingan las llamas de los fuegos que azotan nuestros bosques y el ex–tinto básico, pero que nunca se extinga la llama del amor ni la del es-tinto de La Rioja, claro. Get primitive!
En ocasiones nos encontramos algo tocados, con un “toque azul" o marginal de melancolía y tristeza, nos encontramos como “fuera de juego”. En esas ocasiones suelo recurrir a mis queridos “Outsiders”, una genial banda de melenudos holandeses de finales de los 60 que yo descubrí gracias a las numerosas versiones de sus canciones que hicieron legendarias bandas del revival garajero de los 80 como The Lyres o The Tell-Tale Hearts que tanto influyeron en The Rescuers y en otras bandas españolas posteriores como los "Doctor Explosión”.
Me gustan especialmente canciones como “Keep On Trying” que te animan a “seguir intentándolo” y te recuerdan que todavía hay alguien que resiste a pesar de todo y que dice cosas como “my resistance is long, my girl, cause I love you, don´t you know?” (mi resistencia es larga, mi niña, porque te quiero ¿No lo sabes?).
O temas como “Touch” que nos recuerda lo importante que es poder agarrarse a una mano amiga, tocarse, aunque permanezcamos en silencio.
Resuenan en el sombrero: “Keep On Trying” y “Touch”.- The Outsiders (Amsterdam (Holanda), 1968):
Un recuerdo especial para el cantante de esta mítica banda, el genial Wally Tax, que falleció el 10 de abril de 2005.
P.D.: Gracias a esta entrada he descubierto el maravilloso blog “Con Patillas y a lo Loco” ¡No os lo perdáis! Y yo que creía que esto del garaje estaba más pasao que la tana, pero está visto que los viejos rockeros nunca mueren, por muy raros y melenudos que sean.
Ayer cuando salía del portal de casa, cruzó por delante de mí, a ras de suelo y a trompicones, una pequeña caquita, al fijarme un poco más vi que, más que una caquita, se trataba de un minúsculo acopio de restos vegetales compuesto por espigas, palitos y semillas rotas. Como nunca antes había visto que algo así se moviera, me agaché para observarlo con mayor detalle y vi como de su extremo anterior asomaba la cabeza de un diminuto gusanillo de color crema y caramelo que se afanaba con gran esfuerzo y ahínco en hacer avanzar la pesada y áspera caravana que llevaba a cuestas.
Al notar mi cercana presencia, el gusano se metió rápidamente en el interior de su refugio y no volvió a salir, por lo que sólo pude fotografiar su curioso estuche.
Entonces pensé en la enorme proeza que supone para una criatura que apenas mide un centímetro el atravesar el inmenso y árido desierto de las baldosas del pavimento, sorteando hormigas, arañas, sapos, lagartijas, pájaros y gigantescos peatones humanos, para llegar a la tierra prometida del jugoso césped. Lo cual me recordó a aquellas toscas carretas con techo de lona en las que los colonos conquistaron el lejano Oeste.
El tímido bichito resultó ser una larva de Pachytelia unicolor, un lepidóptero de la familia de los Psíquidos (Psychidae, qué nombre más acertado, pensé), pero mira por donde, esta diminuta y escondediza criatura que hasta entonces había logrado pasar completamente desapercibida va a aparecer en internet a través de este humilde blog, por lo que, de la noche a la mañana, va a poder ser contemplada por miles de personas en todo el mundo.
Por cierto, esta semana la Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja (ADER) ha viajado a San Francisco (EEUU) junto con 16 bodegas riojanas para dar a conocer nuestros vinos mediante diversas exposiciones, catas y visitas a centros de comercio, bodegas y empresas californianas ¡Mucha suerte muchachos!¡Yeeeeehaw!
Resuena en el sombrero: "How the West Was Won".- Alfred Newman (Hollywood, 1962). Banda sonora de la estupenda película del mismo nombre que fue dirigida por John Ford y Henry Hathaway en 1962. El extraordinario reparto contaba con actores como James Stewart, Henry Fonda, Gregory Peck, John Wayne, Richard Widmark, Carroll Baker y George Peppard, entre otros.
Foto by Mad Hatter.
P.D.: Mucha suerte también para la candidatura olímpica de Madrid a los Juegos del 2016!!!