martes, diciembre 28, 2010

EL VALLE DE LOS TEJOS






En la Sierra de Guadarrama, entre Rascafría (Segovia) y el Puerto de Cotos (Madrid), en el valle del Arroyo Valhondillo, hay un bosque mágico, poblado por Pinos (Pinus sylvestris), Rebollos (Quercus pyrenaica), Abedules (Betula alba), Temblones (Populus tremula), Genistas (Genista florida), Acebos (Ilex aquifolium), Enebros (Juniperus communis) y Tejos (Taxus baccata).


Estos últimos, los tejos se encuentran salpicados entre pinos y acebos, aferrados con sus retorcidas raíces a los ásperos peñascos de gneis, en las escarpadas laderas y en los altos canchales, desde el límite superior del bosque hasta la orilla de los arroyos.

El Tejo tiene un crecimiento extraordinariamente lento, sus semillas, rodeadas de un carnoso arilo rojo, dulce y comestible, muy apreciado por los pájaros, tardan dos o tres años en germinar y las pequeñas plantas que emergen pueden tardar 40 años en alcanzar una altura de 2 metros, por lo que sólo consiguen escapar al diente de los cérvidos, cabras y vacas, aquellas que vegetan en roquedos inaccesibles o bien protegidas en el seno de algún arbusto espinoso, como el acebo, el espino o el enebro.

En la parte más alta del valle, a unos 1.600 metros de altitud, vive uno de los árboles más viejos de España, “El Abuelo”, un tejo cuya edad se ha estimado en unos 2.000 años.

El camino comienza unos 7 kilómetros más abajo, junto a la carretera M-604, cerca de la bonita Presa del Pradillo, después hay que seguir una pista forestal que atraviesa el arroyo Valhondillo en el viejo puente de la Angostura, desde el que podemos avistar algunas bravas truchas serranas apostadas en sus pozas de gélidas y cristalinas aguas.

Los árboles más abundantes son los pinos silvestres que elevan sus rectos fustes, cubiertos por escamas de un bello color asalmonado, entre cuyas verdes copas, repletas de pequeñas piñas parduscas, revolotean las bandadas de Piquituertos, que por estas fechas ya comienzan a emparejarse y a proclamar su amor con sus metálicos cantos.

Además de los vetustos tejos, de oscuro follaje, huesudas ramas, retorcidos troncos y serpenteantes raíces; los cenicientos troncos de los rebollos cubiertos de líquenes blanquecinos, así como los líquenes denominados “Barba de Capuchino” (Usnea barbata) que cuelgan lánguida y lúgubremente de las ramas de los pinos montanos, contribuyen a crear el ambiente mágico propio de los bosques de hadas y gnomos.

Todas las fotos by Mad Hatter, excepto la de “El Abuelo”.


sábado, diciembre 25, 2010

FELICES NAVIDADES CARACOLERAS




A los naturales del pueblo riojano de Tricio se les llama "caracoleros", cuyos más excelsos representantes son el gran científico Mariano de la Paz Graells y el laureado pelotari Titín III (Augusto Ibáñez). Este curioso gentilicio proviene de las famosas carreras de caracoles arrastrando latas de espárragos que se organizan en este pequeño pueblo riojano.

Aguas abajo del Ebro, los arrozales que se cultivan en su Delta están siendo dañados desde hace unos pocos años por un caracol exótico venido de Sudamérica, llamado Caracol manzana (Pomacea canaliculata, en la primera foto). Pese a los esfuerzos y medidas tomadas para tratar de erradicarlo (desecaciones, fumigaciones y eliminación de puestas), la plaga continua afectando a unas 30 hectáreas de la margen izquierda del Delta del Ebro.

Estos caracoles anfíbios de gran tamaño, pertenecientes a la familia de los ampuláridos, se alimentan de la vegetación acuática que se desarrolla abundantemente en las zonas húmedas tropicales y se reproducen en gran número, es por ello que en sus regiones de origen cuentan con especializados depredadores. Así, los ríos y humedales sudamericanos son sobrevolados por el Aguilicho caracolero (Rostrhamus sociabilis, en la segunda foto) una bella rapaz que captura caracoles con sus garras, los lleva a su posadero sobre una rama y allí, mediante una aparatosa contorsión de su cuello, introduce su largo y curvado pico por la apertura de la concha para extraer la totalidad de su cuerpo carnoso.

En el África subsahariana, en los humedales y riós del Sureste africano vive una curiosa cigüeña negruzca que también se alimenta de caracoles ampuláridos, se trata de la Cigüeña de pico abierto (Anastomus lamelligerus, en la tercera foto), cuyo enorme pico termina en una especie de cascanueces con el que es capaz de romper el duro caparazón de estos grandes caracoles, ingiriendo su interior carnoso con la ayuda de su lengua.

En fin que, lo mismo que llegó el exótico Caracol manzana a los arrozales del Delta del Ebro, cualquier día puede entrar a formar parte de su rica avifauna alguna de estas especializadas aves caracoleras ¡La esperanza es lo último que se pierde!

¡Felices y esperanzadas navidades caracoleras!

lunes, diciembre 20, 2010

MANTRAS



Un mantra es una plegaria cantada, un sonido profundo que, a fuerza de repetirse una y otra vez, acaba por entrar a formar parte de nuestro ser y de nuestra historia.

Los mantras son propios de la milenaria sabiduría oriental hindú, aunque en nuestro moderno mundo occidental también tenemos nuestros peculiares "mantras". Por ejemplo, se podría decir que el mantra del capitalismo es el conocido soniquete de los niños de San Ildefonso cantando los números del sorteo de Navidad de la Lotería Nacional, que constituye un auténtico pistoletazo de salida de estas fechas navideñas y de la fiebre consumista en la que hemos convertido estas fiestas, que, curiosamente, no terminan de perder del todo su sentido religioso, aunque más bien habría que decir "supersticioso", ya que, con frecuencia, hablamos de la "Diosa Fortuna", se manejan "rosarios" de bolitas como los que se ven en la foto, o nos encomendamos a diversas Vírgenes y Santos (Santa Teresa, Santa Rita, San Pancracio, o el ya mencionado San Ildefonso, entre otros).

Como no podía ser de otra forma, este mantra capitalista de la lotería empieza por cifras y termina en euros, que es, al final, a lo que se reduce todo para el capitalismo. A fuerza de repetirse todos los años y de estar inmersos en una sociedad fundamentada en el tener y en el consumo, lo acabamos asumiendo y nos convertimos en eso, en un mero número, un D.N.I., un número de cuenta corriente, o un número de la Seguridad Social. En el fondo quizás sea eso -seguridad- lo que buscamos en el sistema externo que rige nuestra sociedad, sin darnos cuenta de que la seguridad no existe, es una intelequia, algo ficticio e irreal que puede terminar en el momento más inesperado, y en ese momento, lo único que nos queda es nuestro ser, lo que tenemos dentro de nosotros mismos, y a lo sumo, quizás, si tenemos la suerte de contar con ella, nuestra familia y unos pocos amigos de verdad.

Los verdaderos mantras sánscritos suelen comenzar por "Om", un poderoso "sonido semilla" que transmite una particular e indescriptible energía. "Om" es el sonido del sexto chakra, del "Tercer Ojo", del lugar donde las energías femenina y masculina se encuentran. También se le llama el "Sonido insonoro" o el "Sonido del Universo". Y los mantras suelen acabar con la palabra "Namaha", que significa "Ofrezco" ¡Qué gran diferencia con la Lotería! ¿Verdad? En la que esperamos que todo nos caiga del cielo, ofreciendo únicamente a cambio los pocos euros que nos cuesta el boleto.

Los verdaderos mantras deben repetirse 108 veces (de ahí que se utilicen rosarios para contar), ya que, de acuerdo con las escrituras Védicas, nuestro cuerpos (físicos y mentales) contienen 72.000 canales de energía, llamados "Nadis", de los que hay 108 canales mayores que se encuentran en el "Corazón Sagrado" (hrit padma). Por lo que, cuando cantamos un mantra 108 veces, nos aseguramos de que su energía penetre por todo nuestro cuerpo.

Lo ideal es cantar los mantras dos veces al día (al amanecer y al atardecer), durante al menos 21 días (preferiblemente 40), de forma que el mantra llega a formar parte de nosotros, transformando y bendiciendo nuestras vidas.

Hay mantras para casi todo, por elegir uno, a continuación Deva Premal y Miten, nos cantan el dedicado al "Sagrado Quehacer del Amor" (Om Kama Pujitayei Namaha), el cual se recomienda cantarlo en pareja, antes de hacer el amor, al que traerá una nueva calidad sagrada, haciendo honor a las diosas y dioses que somos.

Resuena en el sombrero: "Om Kama Pujitayei Namaha".- Deva Premal & Miten (Nürmberg (Alemania), 2009).
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jueves, diciembre 09, 2010

SALUDO AL SOL




La palabra "rutina" suele tener ciertas connotaciones negativas, con frecuencia escuchamos la expresión "caer en la rutina", sin embargo, si no fuese por maravillosas rutinas, como la cotidiana salida del sol, no existiría la vida en nuestro planeta. Por otra parte, los seres humanos somos animales de costumbres y a nuestros cuerpos les encanta la rutina, en el sentido de que cada cosa se haga a sus horas y con un cierto orden y regularidad, así Robert Svoboda en su libro sobre "Ayurveda" dice:

"Al organismo humano le encanta la rutina y prospera cuando come, hace ejercicio y descansa con regularidad.

Tengamos la constitución que tengamos, la comida, el sueño y el sexo son los tres pilares de nuestra vida… Estos tres pilares equivalen a la digestión, el descanso y la creatividad. Alimento es todo aquello que el cuerpo digiere, lo que nutre el organismo. Abusar de la comida agrava principalmente a pitta y conduce a la mala digestión física y mental. El sueño es lo que obliga a la mente a descansar de su incesante proyección exterior y permite que nuestra identidad consolide su control sobre todo el organismo. Dormir demasiado agrava sobre todo a kafa y entorpece el dinamismo del cuerpo y de la mente. El sexo es lo que procrea y permite que nos unamos temporalmente a otro ser. Abusar del sexo agrava sobre todo a vata y debilita la creatividad y la capacidad de comunicarnos.

La comida que se come y se digiere correctamente nos proporciona la energía necesaria para la creación, la proyección en el entorno de la unicidad de nuestra individualidad. Podemos proyectar nuestra energía en la materia para crear una forma artística, o un balance, o podemos disiparla proyectándola en actividades improductivas como ver la televisión. Si durante el día no conseguimos crear con nuestra energía ni disiparla, por la noche estaremos tentados de proyectar esa energía en otro ser humano a través del acto sexual: para crear otra forma humana, engendrar satisfacción en la pareja o simplemente para disiparla. Después de la transmisión, descansamos de nuestro afán de proyectarnos y expresarnos y entramos en el estado de reposo conocido como sueño, que nos prepara para la admisión y el gasto de energía del día siguiente. La digestión, la creación y el descanso son indispensables cada día para todo individuo sano de cualquier constitución. Todos necesitamos el alimento, el sueño y el sexo preciso; ni más, ni menos.

La meditación es una forma de alimentación, un consumo de energías sutiles que son digeridas por los fuegos digestivos sutiles de la mente. La meditación es un elemento crucial de cualquier programa diario, porque satisface el apetito mental. La meditación inadecuada o insuficiente deja hambrienta a la mente, y hace que se vuelva hacia los órganos de los sentidos en busca de satisfacción en los objetos sensoriales, incluida especialmente la comida física.

El control del deseo, que es el apetito mental, es la clave de la longevidad y la inmortalidad.

Meditación puede serlo todo, en la medida en que sea sincero y realmente sentido. Desde el punto de vista estrictamente de la salud del organismo, la más sencilla de todas las meditaciones concierne al sol, sin cuya luz y calor no existiríamos. El color dorado del sol es de entre todos el más saludable, el más nutritivo y el que da más fuerza y vigor. El ayurveda recomienda el consumo diario del color dorado.

Los yoguis suelen hacer acopio de ese color mirando fijamente al sol, en el momento del amanecer, al mismo tiempo que meditan sobre su magnificencia. Cuando la luminosidad del sol alcanza un grado de intensidad que resulta molesto y dañino, podemos cerrar los ojos y continuar mirando fijamente un rato más a través de los párpados cerrados. Unos poco minutos al día nos fortalecerán el Yo y nos mejorarán la vista.

Si no tenemos acceso a la contemplación del sol o vivimos en un clima nuboso, podemos obtener color dorado por el método ayurvédico de fijar la mirada en un cuenco dorado lleno de gui de vaca, que es de color dorado. O podemos valernos del procedimiento denominado trataka, que consiste en colocar a la distancia del brazo y la altura de los ojos una lámpara llena de gui, que arde con luz dorada, y mirarla fijamente hasta que se nos salten las lágrimas. También podemos cerrar los ojos e imaginar el sol, o un globo de oro incandescente. Tras cualquiera de estos procedimientos, hay que lavarse los ojos e instilar una o dos gotas de agua pura de rosas en cada uno de ellos para eliminar todo exceso de calor".

Finalmente, al hablar de los efectos beneficiosos del ejercicio moderado, sobre todo si este es de tipo meditativo, como el yoga o el tai-chi, para evitar la torpeza mental y asegurar la correcta circulación de energía por todo el organismo, describe un sencillo ejercicio de saludo al sol o "surya namaskara" como el que describe el siguiente vídeo:



Lo cierto es que, aunque no tengamos el tiempo ni los medios necesarios para realizar todas las rutinas, prácticas y ejercicios descritos anteriormente, el mero hecho de imaginar y meditar sobre el sol al levantarnos y realizar alguna actividad creativa y algo de ejercicio físico y mental durante el día, mejorará mucho nuestra conexión con el mundo, nuestra vitalidad y nuestro estado de ánimo ¡Animaos a probarlo! Ya veréis.

Las "setas sol" de las fotos de arriba, corresponden a un carpóforo de Amanita muscaria, descolorido por efecto de la lluvia, en el suelo de un pinar, la primera; y la segunda a la pequeña seta Tubaria hiemalis, que aparece de diciembre a marzo, sobre restos leñosos semienterrados en zonas herbosas (Sierra de Cameros, otoño de 2010).

Resuena en el sombrero: "Here Comes The Sun".- The Beatles (Liverpool (UK), 1969), quienes también quedaron fascinados en su día por la milenaria sabiduría hindú; y, aunque esta canción está compuesta por George Harrison, valga como pequeño homenaje a John Lennon, un día después de cumplirse el 30 aniversario de su fatídica muerte.