martes, abril 30, 2013

QUÉ NOS MUEVE A CONSUMIR?




Si os dijese que hay gente que es capaz de cultivar no se sabe muy bien el qué, de una forma que no se comprende del todo, con el objetivo de producir un alimento, sin que se sepa a ciencia cierta si le va a sentar bien o no, que simplemente lo hace porque disfruta con ello, asumiendo los riesgos, y todo ello de una manera perfectamente legal, pensaríais que es otra locura más del sombrerero. Pero resulta que eso es exacta y resumidamente lo que sucede en estos momentos con las setas denominadas vulgarmente Colmenillas, Cagarrias, Morillas, Múrgulas o Morels (Morchella).

Para comprender más en profundidad el tema, a continuación paso a detallar algunos aspectos:

Tradicionalmente, estas setas han sido consideradas excelentes comestibles debido a su sabor y textura suave y agradable; a su curiosa forma como de panal de abeja, sobre un pie y una mitra huecos, lo cual permite que absorban muy bien las salsas y que puedan ser rellenadas; y también, por qué no decirlo, a la exclusividad que implica el consumir un producto raro y natural, imbuido de un cierto misterio propio de los bosques en los que crecen. Siendo estas setas particularmente apreciadas en Norteamérica (USA y Canadá), en donde incluso están empezando a ser cultivadas de una forma artesanal y a pequeña escala (primera foto).

Sin embargo, desde hace algunas décadas estas setas han producido algunos problemas de toxicidad o salud, tales como la presencia de toxinas termolábiles causantes de una hemolisis (destrucción de glóbulos rojos) y trastornos gastrointestinales, por lo que estas setas nunca deben consumirse crudas o poco cocinadas. Posteriormente, se demostró la existencia de otras toxinas que no se destruyen con el calor y que producen en algunas personas, al día siguiente del consumo, una sensación de malestar, mareos, pérdida de equilibrio y en algunos casos también alucinaciones, y que se vino en llamar “síndrome cerebeloso”, por afectar a ese órgano del sistema nervioso central entre uno y varios días. Este último síndrome sólo se ha producido con setas frescas cocinadas pero nunca con setas que hayan sido desecadas previamente a su consumo (cosa muy normal y frecuente en las Colmenillas, que suelen conservarse desecadas en frascos de cristal).

También se han detectado casos de toxicidad de las Colmenillas cuando se consumen mezcladas con bebidas alcohólicas (vino, cerveza), cosa que sucede con otras especies como Coprinus atramentarius, Clitocybe clavipes y Boletus luridus.

Además, en todos estos casos de toxicidad, parece que tiene mucha influencia la predisposición o susceptibilidad de cada individuo. Y, pese a todas estas informaciones, aún no se ha prohibido la comercialización ni el consumo de las Morchella en ningún país.

En lo que respecta a la taxonomía de este género, la clasificación y nomenclatura de las posibles especies, subespecies y variedades, no está nada clara, existiendo en este momento un enorme galimatías de nombres y sinónimos que se traduce en una gran incertidumbre, debido a que muchas especies fueron descritas hace muchos años y de una forma bastante deficiente, teniendo en cuenta los avances actuales en materia de genética y micología, por lo que ni siquiera se esta seguro de cuantas especies hay, ni de cuáles de ellas son las que presentan problemas de toxicidad.

Tampoco se conoce con detalle la ecología de las Colmenillas, capaces de crecer en gran diversidad de hábitats. Parece claro que, básicamente, existen dos tipos de estrategias: las “colonizadoras” de suelos quemados o alterados (ruderales, huertos), cuya presencia podría estar ligada principalmente a la ausencia de otros hongos competidores; y las “perennes” o asociadas a determinados tipos de vegetación, con cuyas raíces no forman verdaderas micorrizas, sino que podrían desarrollarse a expensas de los azúcares y otras sustancias exudadas por las raíces, heridas, insectos chupadores del follaje, acumulación de frutos caídos, etc. Si bien, parece que hay especies que pueden desarrollar ambas estrategias.

Resulta evidente que hay numerosas dudas, especulaciones y misterios que rodean al género Morchella, lo cual no ha impedido que se frene su consumo, sino más bien al contrario, a los seres humanos nos atrae lo misterioso.

Pensándolo bien, no deja de ser paradójico el hecho de que, en esta sociedad que cada vez exige más seguridad y garantías para todo, algo peor aún si cabe sucede con productos tan conocidos y tan poco misteriosos como son el alcohol y el tabaco. Si bien, aquí ya entramos en lo que consideramos drogas o “vicios”… ¿Dónde poner la raya entre drogas y alimentos? Por ejemplo, es evidente que un vaso de vino contiene alcohol y es considerado alimento, su consumo moderado se ha demostrado que es bueno para la salud, al prevenir los trastornos cardiovasculares, y también se sabe que para alguien acostumbrado a su consumo, éste no supone muchos inconvenientes, salvo el derivado de imposibilitarle la conducción de un vehículo durante el tiempo en el que el alcohol sea detectable, con arreglo a la legislación vigente.

Para complicar aún más el asunto, existe el caso de otra seta que fue considerada durante mucho tiempo un excelente comestible, la llamada “Seta de los Caballeros” (Tricholoma equestre = T. flavovirens), la cual, debido a varios casos de intoxicación grave e incluso uno de muerte, causada por un extraño síndrome de destrucción de los músculos (rabdomiolisis), producido tras un consumo abundante y prolongado de esta seta, se prohibió legalmente su comercialización y consumo. Pese a lo cual, me consta que existen personas (informadas de dichos casos de toxicidad) que siguen consumiendo esta seta en pequeñas cantidades, recolectada por ellos mismos, como han hecho toda la vida sin que les causase problema alguno.

¿Qué nos mueve a consumir? ¿Podría considerarse que existen adictos a la recolección y el consumo de setas? ¿Habría que poner en determinadas setas que se venden en los mercados una etiqueta que advirtiese de que su consumo puede perjudicar seriamente la salud del consumidor?¿Dónde poner la raya de las garantías de un consumo mínimamente seguro y responsable? Por mucho que se legisle ¿Se puede controlar realmente lo que cada persona recoge en el campo (o en su jardín) y lo que cocina y se come en su casa?

Una cosa es cierta: Los avances científicos repercuten de manera importante en la salud y en la economía, por lo que la forma en la que se realizan, se demuestran y se divulgan, debería estar mucho más controlada y además hacerse de una forma mucho más rigurosa, objetiva e independiente, por parte de los poderes públicos competentes.

En la primera foto aparece un cultivador de Morchella angusticeps (presumiblemente) en Wisconsin (USA). En la segunda foto, pie de Morchella sp., en el suelo de un bosque de ribera, tras haber sido cortada la mitra, probablemente para consumo humano. En la cuarta ilustración: Ciclo vital del género Morchella (Ascomycete).

lunes, abril 29, 2013

LA PARANOIA CRÍTICA CREATIVA DE DALÍ




El genial pintor Salvador Dalí inventó en 1930 el sistema de creación paranoico-crítico, añadiendo un cierto control mental y significado (“La conquista de lo irracional” (1935)) al puro automatismo psíquico en ausencia de cualquier control ejercido por la razón, que propugnaba el creador del surrealismo, André Bretón.

En 1934 Dalí define este método como “método espontáneo de conocimiento irracional fundado en la objetivación crítica y sistemática de las asociaciones e interpretaciones delirantes”, alejándolo de la pura automatización (“La actividad paranoico-crítica ya no considera aisladamente los fenómenos e imágenes surrealistas sino, al contrario, en el seno de un conjunto coherente de relaciones sistemáticas y significativas” (1935)), haciéndolo de una manera genialmente poética, no exenta de humor (“es una forma de intuición poética, que no olvida el humor: relacionar cosas entre sí que no tienen nada que ver, como en el caso de los juegos de palabras, y su versión lírica como son las greguerías de Ramón Gómez de la Serna”), ni de erotismo (“Todo lo que no sucede desde el punto de vista erótico, se sublima en la obra de arte”). No sin ciertas dudas y vaguedades, ya que en 1957 el propio artista matizó: “Hace ya treinta años que lo inventé y que lo practico con éxito, aunque hasta ahora no sepa muy bien en qué consiste exactamente. En términos generales, se trata de la sistematización más rigurosa [estableciendo asociaciones] de los fenómenos y materiales más delirantes, con la intención de hacer tangiblemente creadoras las ideas más obsesivamente peligrosas”.

Dalí se interesó mucho por los avances científicos de su tiempo, desde el psicoanálisis hasta la física cuántica y la nuclear, estudió la teoría de la relatividad de Einstein y le obsesionó particularmente la estructura en espiral del ADN de Watson y Crick, así como las funciones matemáticas que podían representar curvas complejas (las denominadas “estructuras fractales”), como las funciones logarítmicas, llegando a promulgar que “jamás ha existido en la Naturaleza ejemplo más perfecto de espirales logarítmicas que el perfil del cuerno del rinoceronte”.

Una idea que le obsesionó hasta el punto de interpretar la obra “La Encajera” de Vermeer (1669) a base de los apéndices nasales córneos de estos paquidermos, en su cuadro titulado “Estudio paranoico-crítico deLa Encajerade Vermeer” (1955), en la 2ª imagen pueden verse juntos ambos cuadros. Llegó hasta a grabar en cine un corto o breve documental titulado “El Rinoceronte y la Encajera” en el que describe el proceso creativo de este cuadro, que comienza pidiendo permiso a los directores del Louvre de París para copiar la obra original de Vermeer, los cuales se quedan boquiabiertos cuando observan el lienzo de Dalí lleno de cuernos de rinoceronte. El film finaliza con una alocada carrera del artista, armado con una lanza de torneo medieval en ristre, con la que termina atravesando el cuadro ¡Realmente fue un tipo genial!

Dalí se interesó por el cine desde sus inicios, considerándolo una magnífica herramienta para mostrar de una forma más dinámica su particular forma de ver el mundo. Junto con su amigo el director Luis Buñuel, realizaron en 1930 la famosa película “La Edad de Oro”, estrenada el 28 de noviembre en París, cuya proyección fue boicoteada a los pocos días por activistas de extrema derecha, siendo censurada por las autoridades francesas durante muchos años.

Durante un viaje a Hollywood, de la mano del mismísimo Walt Disney, Dalí descubrió en las técnicas de animación la forma perfecta de aunar pintura y cine, comenzando en 1945 un corto llamado “Destino” que no pudo finalizarse por problemas presupuestarios, si bien la “Factoría Disney” retomó el proyecto que fue lanzado en 2003. No obstante, es muy probable que las secuencias más surrealistas del clásico de 1940, “Fantasía”, tuviesen una clara inspiración daliniana.

Sin embargo, según cuentan algunos amigos, Dalí no apreciaba excesivamente las películas modernas, sonoras y a color, de manera que, al preguntarle sobre qué le había parecido tal película, él no mencionaba nada referente al argumento o a los actores, sino que a lo mejor se había fijado en detalles que habían pasado inadvertidos para la mayoría del público, como el cuadro que aparecía al fondo de determinada secuencia o cosas disparatadas.

En su casa de Cadaqués, disfrutaba con frecuencia, en compañía de Gala, de viejas películas mudas en blanco y negro (“Un perro andaluz” de Buñuel y otras de Chaplin, Buster Keaton, etc.) que eran proyectadas sobre una sábana colgada en la pared, con la ayuda de un colaborador suyo que daba vueltas a la manivela de un vetusto proyector manual, mientras éste tarareaba con la boca alguna sencilla e improvisada melodía con la que amenizaba las sesiones.

No obstante, Dalí fue fan de muchas de las estrellas de Hollywood, con las que charlaba y alternaba en las fiestas y acontecimientos en los que coincidían. Si bien, el único con el que llegó a colaborar fue con Alfred Hitchcock, en 1945, para realizar los decorados de la secuencia de la pesadilla que aparece en la película “Spellbound” (3ª foto). Al parecer los productores de la película quedaron horrorizados y rechazaron, por irrealizables o extremadamente caras, muchas de las estrambóticas ideas que surgieron de la imparable e inagotable mente creativa del genial artista.

Curiosa y extrañamente, al contrario de lo que ha sucedido con otros artistas como Warhol o Picasso, Dalí no ha formado parte con demasiada frecuencia de la iconografía propia de la música pop, con la excepción del genial y atractivo Peter Murphy (Bauhaus, Dali´s Car), otro gran adicto a las más oscuras paranoias:

Resuenan en el sombrero: “The Judment is the Mirror”.- Dali´s Car (London (UK), 1984). “Paranoia, Paranoia”.- Bauhaus (London (UK), 1983).

miércoles, abril 24, 2013

DEAR MR. LÓPEZ



Robert López es un joven chicano del barrio de “Chula Vista”, un suburbio de San Diego (California) que, junto a otros tres compañeros de instituto, montó a finales de los 70 el grupo pionero del punk (en este enlace podéis ver un vídeo del primer grupo chicano que fue famoso a nivel mundial) llamado “The Zeros” (en la segunda foto, Robert es el tercero empezando por la izda.).

Unos años más tarde, este "Súper López" californiano de los escenarios se convirtió en “El Vez” (el Elvis mejicano) que, junto a sus fabulosas y simpáticas “Elvettes”, han realizado uno de los mejores directos a los que he tenido la suerte de asistir en más de una ocasión (la última fue a finales de los 90, en una carpa montada al efecto en las afueras de Calahorra, recuerdo que incluso pude cenar con ellos antes del conciertazo, gracias a que el manager de aquella gira española fue nuestro gran amigo y magistral guitarrista Mike Sobieski (ex-Pleasure Fuckers, ex- Sin Citiy Six)).

Su espectacular puesta en escena incluía fulminantes cambios de vestuario, de manera que, tras disfrutar de un tema interpretado por un inmaculado y deslumbrante “Elvis Blanco”, se le acercaban las Elvettes, tiraban de chaqueta y pantalones y casi al instante aparecía enfundado en cuero negro, para después transformarse en un dorado caudillo maya que reivindicaba que los españoles no pudimos descubrir algo que nunca estuvo oculto, mucho antes de nuestra llegada a las Américas, en el siglo XV: “Never been to Spain”.

Con respecto a la música, El Vez es un auténtico mago a la hora de combinar diferentes trozos de grandes clásicos de la música pop de todos los tiempos sin que nada chirríe, de manera que hace fabulosas introducciones, sorprendentes interludios o magníficos colofones a las versiones de los temas de Elvis que canta en un perfecto spanglish. Uno de los mejores ejemplos para ilustrar este extraordinario talento, es la que a mi juicio ha sido su obra maestra, una gran pieza titulada “En el barrio”, en la que mezcla de manera genial el “In the Ghetto” de Elvis con el “Dear Mr. Fantasy” de Traffic (por favor, no os perdáis el fabuloso vestuario del vídeo).

Resuena en el sombrero: “Pushing too hard”.- The Zeros (Chula Vista (San Diego, California), 1980). Una versión de un tema de The Seeds, grupo emblemático del garage-psicodélico sesentero californiano, lo que demuestra el genial eclecticismo de este gran artista y showman chicano, un auténtico rey de las versiones.

viernes, abril 19, 2013

TARGET: DRACULÓN


Aunque ya llevan unos añitos tocando, hace poco que he descubierto al grupo de la foto: The Ghastly Ones (Los Horrorosos). Con esos sombreros de copa tan elegantes y esas guitarras “Yamaha SGV” tan fardonas, resulta obvio que tenía que dedicarles una entrada. Se trata de una banda californiana de garage-surf, aficionada a las películas de terror, ciencia ficción y del espacio, sobre todo las de serie B que se hacían en los años 50 y 60. De hecho su nombre proviene de una película de bajo presupuesto y altas dosis de horror que dirigió Andy Milligan en 1968.

Entre sus influencias musicales se encuentran clásicos como The Ventures y Dick Dale, pero también grupos más oscuros como The Belairs, The Fender IV o The Del-Aires, grupo éste último que apareció en la película “Horror of Party Beach”. Si bien resulta evidente que su estética también se ha visto influenciada por gente como Screamin´ Lord Sutch, The Cramps, The Fuzztones y otras criaturas de los pantanos.

Uno de sus mejores temas es un instrumental de surf espacial y terrorífico, con el que ilustran un imaginario viaje interestelar a un lejano planeta llamado “Draculón”.

Resuena en el sombrero: “Target Draculon”.- The Ghastly Ones (Van Nuys (California), 2006).

Buen finde! No os constipéis con estos cambios tan bruscos de temperatura.

miércoles, abril 17, 2013

MADERA VIEJA Y NO TAN VIEJA



Los árboles son bastante más longevos que los seres humanos, aunque existen notables diferencias entre las distintas especies.

Entre los de vida más corta tenemos a los chopos (Populus nigra), cuya edad no suele superar los 150 años. En la primera foto podemos ver la madera cuarteada del Chopo singular que lleva 130 años dando sombra en la plaza de Sorzano (La Rioja), entre la iglesia y el frontón. En sus arrugas, grietas y surcos podemos descubrir mares revueltos por el encrespado oleaje del tiempo y vórtices borrascosos, esculpidos por el sol riojano y el implacable cierzo.

Unos pocos kilómetros hacia el sur, ascendiendo por las laderas de la Sierra del Moncalvillo, encontramos un árbol mucho más longevo y perteneciente a una estirpe mucho más antigua que las frondosas angiospermas salicáceas a las que pertenecen los chopos, de crecimiento rápido y vida relativamente breve. Me estoy refiriendo a una gimnosperma ancestral como el Tejo (Taxus baccata), una legendaria especie que tiene un crecimiento muy lento y follaje perenne que resulta venenoso para el hombre. En esta zona encontramos ejemplares de más de 1.000 años de edad (3ª foto), en cuyos troncos, castigados por la intemperie, observamos verrugas formadas por brotes epicórmicos enquistados, rodeados por tornados fosilizados, profundos cañones y grietas de madera vieja pero aún viva (2ª foto), que forman el acné de un árbol aún adolescente, ya que estos longevos seres vivos pueden alcanzar los 3.000 años de edad.

Resuena en el sombrero: “Sixteen forever”.- The Dictators (Woodstock (New York), 1978). No nos basta con rejuvenecer hasta los 24 años (como los que tiene el joven Jacco Gardner), sino que ahora queremos retroceder hasta los 16 para quedarnos allí eternamente. Esta canción causa furor entre los cuarentones, en el siguiente vídeo podéis ver un patético grupo de ellos brincando alegremente, mientras se hacen la ilusión de regresar a la adolescencia, al ritmo de unos talluditos Nomads!

Todas las fotos by Mad Hatter.


martes, abril 16, 2013

ARAÑAS CANGREJO








Son muchos los insectos que se ven irresistiblemente atraídos por las flores, en busca de su nutritivo néctar y polen. Muchos de ellos pertenecen al orden de los himenópteros, como la pequeña avispilla que aparece en la 3ª foto sobre un Tusílago (Tussilago farfara). También son frecuentes las mariposas, como la Colias alfacariensis de la 4ª foto y la Arlequín (Zerynthia rumina) de la 5ª. Y hasta acuden algunos coleópteros, como la Epicometis hirta que aparece en la 6ª foto devorando el polen y el néctar de una flor de Peral.

Algunas arañas de la familia Thomisidae, llamadas “arañas cangrejo”, se aprovechan del atractivo que ejercen las flores sobre los insectos para acecharles camuflados sobre ellas. Para ello se colocan junto a la flor con las patas delanteras abiertas, a la espera de que se pose algún insecto incauto, momento en el que las patas de la araña cangrejo se cierran como un cepo mortal. Las dos especies más frecuentes en Europa son la Thomisus onustus de la 1ª foto, sobre una flor de Tusílago; y la Misumena vatia, sobre una Aguileña (Aquilegia vulgaris), si bien esta última debe ser algo daltónica, porque su color blanco resalta bastante sobre el violeta azulado de la flor (2ª foto) ¡Parece un fantasmita!

Resuena en el sombrero: Como el “Moscas y arañas” de los Negativos ya lo puse en aquella otra entrada sobre orquídeas, en esta ocasión pongo el “Spiders in my sink” de The Fourgiven (Los Ángeles (California), 1987).

Todas las fotos by Mad Hatter.

lunes, abril 15, 2013

EN ABRIL AZULES MIL









Muchas de las flores que emergen en el suelo de los bosques durante estas fechas, ofrecen toda la gama de colores que van desde el azul al magenta, pasando por las infinitas tonalidades del violeta.

Tras los vistosos y madrugadores Dientes de perro (Erythronium dens-canis) que veíamos hace poco alfombrando nuestros bosques. Ahora, en los prados y eriales, les ha tocado el turno a los hermosos y apretados racimos de los Nazarenos (Muscari racemosum, en la 2ª foto), así llamados porque muchos años su floración coincide con la Semana Santa.

En las montañas, enseguida brotarán las hojas de los árboles, y los húmedos suelos de los sotos y bosques de frondosas se volverán aún más umbríos, por lo que muchas plantas deben apresurarse para aprovechar este breve lapso de tiempo durante la primavera temprana para florecer, tal es el caso de la modesta Hepática (Hepatica nobilis) que despliega sus pequeñas flores de simetría perfecta, cuyo color puede variar entre el blanco y el violeta pálido (3ª foto). Su nombre proviene de la forma de sus hojas trilobadas, que recuerdan lejanamente a un hígado, motivo por el que esta planta ha sido utilizada desde antiguo para tratar las afecciones que aquejan esta víscera.

Otros órganos importantes de nuestros cuerpos, como son los pulmones, pueden ser tratados por otra planta medicinal llamada Pulmonaria (Pulmonaria longifolia), que ahora también despliega sus bellas hojas peludas y moteadas de blanco, coronadas por unos vistoso racimos de flores de un intenso color violeta (1ª foto), que destacan entre los ajados, grisáceos y oscuros tonos verdosos y pardos de las matas de brezo, las hierbas y la hojarasca que cubren el suelo del bosque.

Unos bellos colores púrpura o morado que compiten con los que exhiben las verdaderas Violetas (4ª foto), en este caso se trata de una especie (Viola riviniana) carente del delicioso aroma con el que nos obsequian sus parientes más conocidas (V. odorata); a cambio, esta inodora pero bella violeta muestra una garganta adornada por un vistoso diseño a rayas.

Pero la reina de los bosques, por su delicada y elegante belleza, sin duda es la Escila o Jacinto silvestre (Scilla lilio-hyacinthus), que también florece en hayedos y bosques mixtos, justo antes de que broten las hojas de los árboles, elevando su grácil espiga de flores azuladas (5ª foto), desde una esplendorosa roseta de hojas que lucen un intenso y lujuriante color verde.

Y hablando de violetas, en esta primavera tan lluviosa y con temperaturas tan cambiantes, ha fructificado alguna seta más propia de finales del otoño como es el Pie violeta (Lepista personata) de la 6ª foto, mejor comestible que su primo el Pie azul (Lepista nuda), que me consta que también ha salido en muchos lugares.

Todas estas flores y setas nacen con la música de fondo y al ritmo que marca el monótono canto del Cuco (Cuculus canorus) quien, recién llegado de sus africanos cuarteles de invierno, saluda al sol primaveral con su flamante camiseta a rayas de colores marineros. Fácil de escuchar pero difícil de ver, el vuelo de este ave es raudo y poderoso, impulsado por los esbeltos remos de sus alas y el timón de su larga cola (último dibujo). Cuando surca el nítido cielo de abril, parece como si el aire puro del bosque se aclarase aún más.

Resuenan en el sombrero: “Clear the air”.- Jacco Gardner (Holanda, 2013). "At first sight (violets are blue)".- The Stems (Perth (Australia), 1987).

Todas las fotos y dibujos by Mad Hatter.

jueves, abril 11, 2013

EMERGEN FORMAS EXTRAÑAS








La primavera avanza y del húmedo suelo, ya algo calentado por el sol, surgen por doquier extrañas estructuras vegetales cuya finalidad no es otra que la reproducción.

El afán egoísta de los genes por perpetuarse en las siguientes generaciones es la poderosa fuerza que empuja a estos turgentes mástiles a emerger enhiestos del suelo, para desplegar en su extremo superior extrañas y estrambóticas mitras, en cuyo interior se gesta el germen de la vida.

Se trata de hongos ascomicetos del orden Pezizales, entre los que tenemos varias familias (ver 5º esquema) como las Colmenillas (Morchella), de las que existen diversos tipos o secciones, las hay “rubias”, “morenas” y “grises”. Entre las “morenas” colonizadoras tenemos la Morchella importuna de la 1ª foto, capaz de fructificar entre la tierra removida y las piedras del talud de un camino, muy cerca del césped en el que salieron la primera vez que la vi (ver enlace anterior), pero no en el mismo sitio, porque el nombre de “importuna” podría significar más bien “desconcertante”, ya que este tipo de colmenillas de forma de vida saprófita oportunista, suelen salir sólo una vez en el mismo sitio, diseminan sus esporas y Dios dirá dónde y cuándo vuelven a fructificar.

Actualmente, parece que no se han encontrado diferencias genéticas suficientes como para separar el género Mitrophora del Morchella, por lo que el primero ha sido considerado como una sección del segundo.

El género Gyromitra tiene aspecto de nuez o cerebro, como la Gyromitra esculenta que aparece en la 2ª foto, abriéndose paso entre las acículas y ramitas muertas del suelo de un pinar.

El género Verpa se caracteriza por asemejarse a un dedal boca abajo sujeto por un pie que puede ser más o menos largo, en la 3ª foto tenemos un ejemplar de Verpa digitaliformis emergiendo junto a una plántula recién germinada de Cerezo (Prunus avium), cerca del borde de un arroyo.

Por último, tenemos el género Helvella, con sus extraños sombreros en forma de copa, silla de montar o simplemente deformes, sobre un pie que puede presentar surcos y cavidades, tal y como sucede en los ejemplares de Helvella crispa de la 4ª foto.

No se recomienda el consumo de ninguno de estos hongos, ya que son venenosos en crudo y más o menos tóxicos aunque se cocinen. Incluso las Colmenillas (Morchella), que tradicionalmente se han considerado buenos comestibles, se ha comprobado que, aún conservándolas secas o congeladas durante más de seis meses y tras cocinarlas bien, puede no ser suficiente para eliminar las sustancias responsables del denominado “síndrome cerebeloso”, que produce mareos y pérdida del equilibrio.

La fructificación de muchos de estos hongos coincide con la emisión de los tallos fértiles (esporofitos) de las Colas de caballo o Equisetos (Equisetum), unas plantas muy arcaicas, que tuvieron su apogeo en la Era primaria o Paleozoico, cuando tenían porte arbóreo y formaban extensos bosques, mientras que ahora son unas humildes hierbas que sobreviven en los bordes húmedos de cunetas, arroyos, lagunas y pantanos. Existen numerosas especies, una de las más llamativas, cuyos esporofitos nos recuerdan las mitras de las Colmenillas, es el Equisetum arvense de la 6ª foto. Su ciclo reproductivo se muestra en el último esquema.

Todas las fotos (que no los esquemas) tomadas en La Rioja by Mad Hatter.

Resuena en el sombrero: “Shapes of Things”.- The Yardbirds (London (UK), 1966).

lunes, abril 08, 2013

EXTRAÑOS EN NUESTRA TIERRA


No hace mucho hablaba sobre el ancestral instrumento de los aborígenes australianos llamado “Didgeridoo” o “Yidaki”, pues bien en aquellas lejanas tierras de las antípodas hay un hombre Gamilaroi, un músico llamado Roger Knox que utiliza instrumentos más modernos, propios del country-rock, que le canta al hecho de sentirse extraño en su propia tierra, como, desgraciadamente, les sucede a muchos otros aborígenes en todo el mundo.

Sin irnos tan lejos, me avergüenzo de pertenecer a un país que está obligando a sus jóvenes a buscar trabajo en el extranjero. Me sentí fatal cuando ayer vi las pancartas que empuñaban cientos de jóvenes españoles al grito de “¡No nos vamos, nos echan de nuestros barrios!” ¡Qué triste!

Otra noticia impactante de estos días ha sido la del indígena brasileño, Nilson Tuwe Huni Kuin (en la foto), el hijo de un jefe de la tribu de los Huni Kuin Kaxinawa, que ha viajado desde la selva amazónica hasta Nueva York para aprender inglés y formarse como documentalista, al objeto de dar a conocer la vida y la cultura de su tribu, la marginación y las injusticias que sufren, mediante las cuales les están robando sus tierras y obligando a renunciar a su ancestral forma de vida sostenible.

Tras un largo viaje de 5 días en barco por la cuenca del Amazonas, hasta llegar al aeropuerto internacional más próximo a su tribu, donde cogió un avión a la “Gran Manzana”, Nilson comentó que se sentía aturdido por el tráfico de esta enorme urbe, tenía frío (acostumbrado al clima tropical) y le sorprendió lo absurdo, cruel, insolidario e inhumano que resulta el sistema capitalista, en el que la gente anhela poseer dinero para ser rico, cuando él se siente rico en cultura, en espíritu y en biodiversidad.

Todos deberíamos aprender y abominar de un sistema que nos fuerza a irnos o a sentirnos extraños en nuestra propia tierra.

Resuena en el sombrero: “Stranger in my land”.- Roger Knox & the Pine Valley Cosmonauts (Queensland (Australia), 2013).

jueves, abril 04, 2013

UN JUGLAR DEL SIGLO XXI




Enlazando con la anterior entrada, siempre que hablo de músicos holandeses me acuerdo del “holandés errante” y de mis queridos “Outsiders”. Curiosamente, esta mañana he sabido de un auténtico “outsider”, un músico actual llamado Paul Fuster (1ª foto) que ha llevado una vida bastante nómada y que rescata la tradición medieval de los juglares y trovadores.

Hijo de padres catalanes que se trasladaron a los Estados Unidos en los 70, nació en Minnesotta (como Bob Dylan), pero se estableció en Nueva York. Allí, Paul fue combinando su talento creativo musical, alimentado con la herencia de la cultura hippy y beat, con la fabricación de bicicletas y guitarras con elementos reciclados (su actual guitarra eléctrica nació de la chapa de la lavadora que tenía en Brooklyn).

En 1998 se trasladó a Cardona (Barcelona) para conocer la tierra de sus padres, y allí publicó sus tres primeros trabajos en inglés (36 Weeks, 1998; Battleship 1999 y Happy Nothing 2002). Sentía que nadie le hacía demasiado caso y regresó a Estados Unidos, donde se embarcó en el proyecto Proton-Proton.

En 2011, Fuster regresó a Cardona y al año siguiente sacó su disco “Repte”, en un perfecto catalán con acento del nord, en el que canta odas al amor atípico, a los aires de la tierra y a la voluntad de superar los problemas. Se trata de un trabajo optimista y vital, en el que el folk se mezcla con el pop, con letras llenas de ironía, haciendo gala de un lenguaje muy peculiar.

En directo, Paul se muestra tranquilo y relajado, haciendo largas pausas entre canción y canción, durante las que charla y bromea con el público, al que enseguida se mete en el bolsillo, debido a su cercanía y transparencia. Se trata de uno de esos personajes entrañables, con los que a veces tenemos la fortuna de tropezarnos en la vida, que nos recuerdan que es lo verdaderamente importante: vivir el día a día, convivir, los sentimientos, la amistad, la solidaridad, la voluntad, superar los problemas con animosidad y buen humor, sin complicarnos la vida en exceso ¿La tecnología? Con una lata atada al zapato basta para llevar el ritmo (2ª foto), y el amplificador al que conecta su guitarra también se lo ha fabricado él mismo, reciclando cables y transistores.

Esta noche comienza en su pueblo, Cardona, una gira por toda Catalunya que va a realizar pedaleando sobre una bicicleta fabricada también por él mismo (3ª foto). La pasada noche, se le ocurrió ponerle un cuentakilómetros para saber la distancia que recorrerá, porque, sinceramente, admite no tener ni las más remota idea.

Se trata de un auténtico juglar del siglo XXI, un creador musical y tecnológico de “andar por casa”, una casa que abarca todo el planeta, sin que ello le haga perder sus raíces, ni el amor que siente hacia su tierra y que lleva en la sangre, lo cual tiene mucho mérito. Motivo por el que Paul se merece con creces que le dedique esta entrada, aunque sólo le conozco de haberle escuchado dos minutos por la radio, más lo que he podido encontrar en internet ¡Ánimo y enhorabuena Paul!

Resuena en el sombrero: “Ja no sap greu”.- Paul Fuster (Cardona (Barcelona), 2012).

martes, abril 02, 2013

EL FLAMANTE REGRESO DEL PHILICORDA





Tras nuestro último paseo caleidoscópico por los bosques empapados, y cuando ya pensaba que el gusto por los mundos imaginarios poblados de hongos multicolores, en los que los cantos de resplandecientes aves silvestres se mezclan con los acordes de vetustos y polvorientos órganos, eran cosas del pasado que sólo perviven en unas pocas mentes calenturientas, caducas y nostálgicas. Resulta que ayer “El Sótano” de Radio 3 me sorprendió con un jovenzuelo holandés de apenas 24 primaveras, llamado Jacco Gardner (en las dos primeras fotos), que acaba de publicar el disco “Cabinet of Curiosities” (portada en la 3ª foto y publicado por el sello “Trouble in Mind”), en el que, además de cantar, toca el órgano Philicorda (1ª foto), clavicordios, melotrones, pianolas, flautas, secciones de cuerda, guitarras y todos los demás instrumentos, con excepción de la batería.

Este joven genio perteneció al grupo holandés “Skywalkers” y ahora inicia una prometedora carrera en solitario, tras haber preparado durante dos años una alucinante colección de canciones con títulos como “The One Eyed King” (el Rey tuerto) o “The Ballad of Little Jane”.

El órgano Philicorda fue bastante utilizado a mediados y finales de los 60 por infinidad de bandas que realizaron una música pop-rock con influencias psicodélicas, que se dio en llamar “psych pop”, si bien cayó en desuso muy pronto, por lo que me alegra sobremanera que haya sido resucitado por un músico tan joven, que ha conseguido revitalizarlo y actualizarlo con ayuda de las nuevas tecnologías.

La batería la toca un tal Jos Van Tol y la preproducción del disco ha sido realizada por Jan Audier, quien trabajó con bandas holandesas de auténtico psych pop de los 60 como The Motions, Golden Earring y Q-65.

El sonido que consiguen con estos vetustos instrumentos, mejorados con la tecnología actual, es heredero directo del Syd Barrett (líder de los primeros "Pink Floyd") más cuerdo y sereno, de “The Seeds”, o de los “ Love” más imaginativos y naturales. Y, dentro del panorama actual, me recuerda un poco a Kelley Stoltz… tal y como dije entonces, si yo hiciese música ahora, es muy probable que sonase parecido a estos tíos.

Love these guys! Please keep on going!

Resuena en el sombrero: “The Ballad of Little Jane”.- Jacco Gardner (Hoorn (Holanda), 2013).