jueves, agosto 30, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (VIII)



A veces, la línea que separa la virtud del defecto es muy delgada, tal es el caso de la firmeza y la persistencia, virtudes muy importantes y valoradas, conocido es el dicho “el que la sigue la consigue”, pero que, sin embargo, casi sin darnos cuenta, con suma facilidad, pueden transformarse en defectos como la tozudez y la obsesión.

De este espinoso asunto trata una de las más bellas canciones que he tenido la fortuna que atravesara mis pabellones auditivos. Fue, como en tantas ocasiones, a mediados de los 80, cuando escuché por primera vez “Keep on trying”, a cargo de una de las bandas más apreciadas del revival garagero, como fueron los “Tell-Tale Hearts” (¡Qué gran nombre los “corazones cuentistas”!), provenientes de San Diego (California), nunca tuvimos la suerte de que viniesen a tocar a España, pero ejercieron una gran influencia en los grupos emergentes a este lado del charco. Sin embargo, más tarde me enteré que esta tremenda canción fue gestada en tierras holandesas, en 1966, gracias al enorme talento de una banda que ha pasado bastante desapercibida, como fueron los Outsiders (el nombre también es significativo).

Y es que la firmeza y la cabezonería están basadas en la misma actitud, en una férrea voluntad de alcanzar un objetivo, lo cual nos impide desfallecer y nos mueve a intentarlo una y otra vez. La diferencia reside en el objetivo que se persigue. Cuando éste se sustenta en la verdad y tiene consecuencias positivas, es una gran virtud, pero si lo que perseguimos está basado en una mentira, daña a otras personas o nos autodestruye, entonces debería encendérsenos la luz roja.

La canción lo dice de una forma tremendamente clara, bella y demoledora:

Just keep on trying
And you´ll succeed in breaking my heart
Just you keep on lying
And you´ll succeed in tearing it apart
Just you keep on, yeh keep on trying
And you´ve got me, you´ve got me crying
My resistance is low now girl
`Cause I love you, don´t you know now”.

Que las disfrutéis:

1) Outsiders (1966).

2) Tell-Tale Hearts (1986).

miércoles, agosto 22, 2018

VERSIONES DE UN VIDA (VII)




Además de a los sonidos de “Garage”, siempre he sido aficionado a la ornitología. Me introduje en ella, en 1972, cuando siendo un niño de ciudad, aterricé en la casa de mis tíos, en un pueblo de la Sierra de Cameros (La Rioja) para veranear, y al dar un paseo por el pinar cercano descubrí con asombro unos pequeños y vivarachos pájaros blanquinegros que piaban constantemente mientras adoptaban acrobáticas posturas, agarrados a las ramas, en busca de insectos con los que alimentarse. Mis padres me había regalado un libro de animales en el que había un "Pájaro moscón" que se le parecía algo, pero pensé: "Se parece, pero no es!". No paré hasta que en un libro más especializado "Aves de España" al fin lo encontré: "Sí, por fin! Éste es el "Carbonero garrapinos", claro!" Me hizo tanta ilusión que pinté la acuarela que véis arriba con todas las aves insectívoras del bosque, que, poco a poco, fui descubriendo en mis cada vez más largos paseos.

Por eso, en esta lista de versiones no podía faltar este tema original de una banda de Cape Cod (Massachusetts), The Barbarians, en el que, en 1965, hablan de lo de siempre, o sea de chicas, pero en términos de pequeñas y gráciles aves, cuyos nombres siempre hemos tenido curiosidad por conocer.

Hey little bird” fue versionada en 1985 por los Miracle Workers de Portland (Oregon), ganando en crudeza, fuerza y acidez.

Que las disfrutéis, pajaritos y pajaritas!!!:

1) The Barbarians (1965).

2) The Miracle Workers (1985).

martes, agosto 21, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (VI)




Con la triste pérdida de Aretha Franklin, hace tres días, se ha escuchado mucho el “Respect”, compuesto por Otis Redding en 1965, pero que llevó a la fama mundial la gran Aretha, dos años después, convirtiéndolo en uno de los primeros himnos del feminismo.

El 10 de diciembre de 1967, el bimotor “Beechcraft H18” de Otis se estrelló en el Lago Monona de Wisconsin, arrebatándonos prematuramente (con sólo 26 años) a la gran estrella del Soul, convirtiendo en oro el impresionante repertorio grabado en el sello “Stax” y cargando de tétrico sentido una de sus grandes canciones –“Security”-, porque quién no anhela seguridad en su vida? Incluso los bohemios y despreocupados artistas del soul, el rock y el punk, que practicaban eso de “vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver”, le cantaron a la seguridad, a veces no sin cierto y negro toque sarcástico.

En 1978, los australianos The Saints publicaron su álbum “Prehistoric Sounds”, en el que, de forma genial, consiguieron engranar la sección de viento en su único y original estilo punk-rock. En el disco incluyeron una versión del “Security”, como queriendo anclar sus raíces en el Soul negro más auténtico. Pero, para que nadie olvide que fueron unos auténticos pioneros del punk, en la foto, adoptan la típica pose ramoniana, apoyados en un muro de ladrillo, al igual que hicieron, 9 años después, los alemanes “Chocolate Factory”, principales abanderados del revival del garage sesentero en Alemania, quienes, en su álbum de 1987, también incluyeron una versión del “Security”, de la que sólo he encontrado el vídeo del enlace, que no ofrece muy buena calidad sonora, pero que refleja estupendamente el ambiente festivo y despreocupado de los conciertos, durante aquellos años de juventud.

Salvando las distancias, The Rescuers no llegamos a grabar un LP, únicamente lanzamos un EP, en cuya portada también adoptamos una pose ramoniana, y no poca gente comparó nuestro sonido con el de los Saints, lo que elevó nuestro ego hasta alturas estratosféricas.

Que disfrutéis de las tres versiones:

1) Otis Redding (1964).

2) The Saints (1978).

3) Chocolate Factory (1987).

viernes, agosto 17, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (V)



Además de la simpar Deb O´Nair (que mecionaba en el capítulo anterior), quien realmente me aficionó a los hipnóticos sonidos del “Contiental Vox”, hasta el punto que me compré uno (de segunda mano, ver historia en el siguiente enlace) para tocar con los Rescuers, fue el no menos único y peculiar JeffMonomanConolly, al frente de sus legendarios Lyres. Lo de “Monoman” le viene por la gigantesca colección de singles en sonido “mono” de raros grupos de garage de los 60, que atesora, de los que tocaron innumerables versiones, si bien mi favorita siempre fue el “Love Me Till the Sun Shines” de los inmensos y más conocidos Kinks, compuesta por Dave Davies, en 1967.

Como dijo el gran Jorge Explosión: “Adoro a Dave Davies por encima de todas las cosas, incluidos a los propios Kinks”.

Buen finde queridos y queridas “kinkis” ¡No seáis malos ni malas! Que disfrutéis de ambas versiones:

1) The Kinks (1967).

2) The Lyres (1983).

martes, agosto 14, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (IV)




Richard Berry, el autor del “Louie, Louie” (objeto del segundo capítulo de esta sección), también compuso “Have Love Will Travel” que, sin salir de los 60, fue versionada por los Sonics (primera foto), pioneros del sonido garage más primitivo, en el N. O. de USA. Ya en los 80, también la tocaron los suecos The Nomads, de los que hablamos en la anterior entrega de esta sección.

En Europa, fueron ellos, The Nomads, quienes reavivaron el rescoldo del garaje más ácido, crudo y oscuro. Una senda que, sin embargo, ya habían iniciado bastante antes, en Estados Unidos, los neoyorquinos The Fuzztones, quienes, en 1984, nos regalaron una impagable versión del “Strychnine” de los Sonics, un mortífero veneno al que despojaron del aire festivo del saxo y sustituyeron el piano saltarín por un órgano que le otorga un aire tétrico, realmente inquietante y no exento de cierta solemnidad, como de película de terror.

En el dibujo, añado mi personal versión picassiana de una foto del emblemático grupo neoyorquino, culpables de inocularnos el veneno del garage a no pocos jovenzuelos de la época, entre los que me incluyo, ya que, dos años después, me encontraba sobre el reducido escenario del “Agapo”, emulando a la mismísima Deb O´Nair, tocando los acordes del “Strychnine”, a las teclas de un vetusto “Continental Vox”, junto a The Rescuers, en Madrid. Mientras los Legendary Golden Vampires hacían lo propio en Berlín y conseguían grabar su versión para la mítica recopilación “Battle of the Garages.- Vol. IV”.

Que las disfrutéis:

1)   The Sonics (1965).
2)   The Fuzztones (1984).

jueves, agosto 09, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (III)




Para los españoles que vivimos la década de los 70 y vimos las películas de Alfredo Landa, los suecos y las suecas eran unos seres benéficos de piel blanca y pelo rubio que venían en verano desde el Norte de Europa, básicamente para tostarse al sol, semidesnudos, beber sangría y comer paella, durante el día, y bailar ABBA y beber cava, embutidos en sus relucientes trajes blancos, en las discotecas de la costa mediterránea, por la noche.

Por eso, cuando a mediados de los 80, comprobamos que existían grupos suecos como The Nomads, pioneros del garage-punk-rock en Europa, que tocaban canciones que aseguraban que "Sometimes good guys don´t wear white", fue un auténtico shock, nos quedamos a cuadros, y algunos decidimos apuntarnos a esa honda y comenzamos a devorar música de grupos de los 60, como The Standells, quienes hicieron la versión original de dicho tema en 1966, que ya habían versionado los mismísimos Cramps, en 1982.

Que las disfrutéis:

1) The Standells (1966).
2) The Cramps (1982).
3) The Nomads (1984).

miércoles, agosto 08, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (II)




La primera vez que escuché el "Louie Louie" fue en un programa de radio llamado "La Gran Evasión" que presentaba Fernando Martín "Desperado", a mediados de los 80. Aquella pulsión animal de bajo, piano y batería retumbaba dentro de tí y se te metía en las tripas, como nunca antes me había pasado con ninguna otra canción. No debí ser el único que sintió aquello, porque, en aquella época, se acuñó la frase "O eres de los del "Louie Louie" o eres de los otros", recalcando el distanciamiento que se iba acentuando entre los inicios "modernos" de la "Movida" y la vuelta a los orígenes rockeros y guitarreros de la "Post-movida", que tuvo su epicentro en el madrileño barrio de "Malasaña", donde incluso había un garito con ese nombre tan emblemático: "Louie Louie".

Más tarde me enteré que aquella bestialidad no había sido idea original de los Kingsmen, a mediados de los 60, sino que fue compuesta por un músico negro llamado Richard Berry, en 1957, como puede verse en en el anterior enlace, ya hablé de la curiosa historia de esta canción, inspirada en ritmos caribeños como el "Calypso". Sin embargo, a mediados de los 80, no había "youtube" y nunca había visto a los Kingsmen, por lo que siempre pensé que también serían negros ¡Cuál fue mi sorpresa al comprobar, con cierta decepción, que eran unos jovenzuelos blanquitos de la costa Noroeste de Estados Unidos!

Antes que los Kingsmen, la canción ya había sido versionada por los Wailers y por Paul Revere & the Raiders, e incluso, algo más tarde por los Kinks. Sin embargo, en mi opinión, ninguna versión (incluida la original de Berry), supera a la de los Kingsmen, en cuanto a contundencia rítmica e impacto emocional.

En 1985, Los Elegantes nos sorprendieron con una versión en castellano titulada "Luisa se va", en la que muchos vimos reflejadas todas las "Luisas" que llegaron a nuestras vidas con ilusión y se fueron con cierto amargor, que la pátina del tiempo ha ido endulzando con los años, a ellas les dedico la última foto con el "Mini".

Que las disfrutéis:

1) Richard Berry (1957).
2) The Kingsmen (1963).
3) Los Elegantes: "Luisa se va" (1985).

domingo, agosto 05, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (I)



Recordando aquella sección que inicié en septiembre del 2015, "Canciones que dejan huella", inspirada en el libro que Jaime Urrutia publicó en octubre de 2014, "Canciones para enmarcar", inicio una nueva serie musical en la que voy a recopilar las 13 versiones, con sus correspondientes originales, si bien, en la mayoría de los casos, descubrí la versión antes que el original, que más han marcado mi vida.

Comenzaré con una que descubrí a principios de los 70, cotilleando dentro del álbum en el que mis padres guardan su pequeña colección de singles que llevaban a los guateques de los 60, para tocar en un pick-up, en casa de amigos y amigas, se trata de "El Pequeño Elefante", incluida en un disco de "Rudy Ventura y su conjunto" (1962), en el que hacen una versión cantada del instrumental original que el gran Henry Mancini sacó ese mismo año.

Años más tarde, en los inicios de la fiebre garajera de los 80, en 1983, escuché en la radio la versión que hizo el grupo californiano The Unclaimed, que ellos titularon "Phunt Walk".

Que las disfrutéis:

1) Henry Mancini (1962).
2) Rudy Ventura (1962).
3) The Unclaimed (1983).