lunes, enero 22, 2024

MÚSICA Y PSYCHE (VI)


Uno de los géneros más psicológicos del pop es el de las canciones que reflejan la angustia adolescente y la atracción fatal por el lado oscuro que sienten muchas personas en esa peligrosa y crítica edad. Contada en lacrimógenas y trágicas historias que se recitan más que se cantan, y cuyas reinas indiscutibles fueron las neoyorquinas Shangri Las, en temas tan famosos como aquel inolvidable “Leader of the Pack” (1965).

La causa de este traumático descontrol de las emociones capaz de arrastrar hasta la muerte a no pocos jóvenes y no tan jóvenes no es otra que nuestro analfabetismo crónico e histórico en lo que se refiere a la inteligencia emocional.

En 1981, unos jovenzuelos británicos amantes del Surf, The Barracudas también cayeron en las terribles garras tremendistas de acabar con la propia vida por no ser capaces de soportar la enorme frustración que supone no poder alcanzar o perder al ser amado, en canciones como “His Last Summer”. No en vano, el álbum en el que se incluye este tema se titula “Drop Out” (abandonar, dejar), ya que muchos adolescentes se dejan llevar y se abandonan a la desesperación ocasionada por la percepción de una frustración como algo fatídicamente terrible, imposible de superar, hasta el extremo de que realmente se creen que no hay otra opción que dejarse la vida en ello, inmolándose en el sacrificio supremo, olvidando que no es más que una fase de nuestro desarrollo, exacerbada por un excesivo flujo de hormonas que galopan desbocadas por la sangre joven que, finalmente, acaba por derramarse de forma cruel y absurda.

Este tipo de canciones alimentan nuestro “ego victimista” y no ayudan a educar a los adolescentes. Aunque podemos disfrutar de la música, escuchándola con sentido crítico y sin dejarnos arrastrar en exceso y negativamente por nuestras emociones.

Muchas gracias por vuestra atención y disfrutadlas:

1º) “Leader of the Pack”: Shangri Las (New York, 1965).

2º) “His Last Summer”: The Barracudas (London, 1981).

Anteriores entradas de esta sección: I, II, III, IV y V.

lunes, enero 15, 2024

MÚSICA Y PSYCHE (V)


Comienzo el año decidido a excavar en lo más profundo de mi mente hasta descubrir la causa de mi “extraño” gusto por la música de “Garaje” ¿Cómo es posible compaginar mi amor por la Naturaleza<7b> y los espacios abiertos lejos de aglomeraciones humanas con mi afición a meterme en un oscuro y pequeño garito repleto de gente para escuchar una música estridente en el centro de una gran ciudad?

Todo comenzó en Madrid, en marzo de 1983, cuando entré por primera vez en la legendaria sala Rock-Ola, aunque entonces no tocaba ningún grupo de “Garaje”, sino los “Nuevos RománticosB-Movie. Supongo que me atrapó la magia tribal y ancestral de reunirnos con un grupo de gente que compartíamos gustos comunes y nos divertíamos escuchando música, bebiendo, bailando y conociendo una gran variedad de personas.

En 1985, cerró el Rock-Ola y toda aquella gran diversidad de “tribus urbanas” que nos reuníamos en un única “gran casa familiar” nos segregamos en diferentes “sectas” y nos buscamos cada una nuestro propio “garito”, y el nuestro, el de los “Garajeros”, fue sin duda el no menos mítico Agapo, decorado en una de sus paredes con el fabuloso mural pintado por mi “primoPablo de la Cruz.

¿Por qué el “Garaje? – Supongo que muchos jóvenes de la época quedamos un tanto defraudados y desencantados por los derroteros tecno-electrónicos y un tanto comerciales en los que había derivado la inicial efervescencia juvenil repleta de ilusión y espontaneidad que surgió en la denominada “Movida”. Nos pareció lo más “natural” del mundo regresar a las raíces más rockeras y guitarreras, con influencia psicodélica, que recuperamos al descubrir unas desconocidas bandas de mediados y finales de los 60.

En mi caso particular, quedé hipnotizado por el sonido de los órganos antiguos (Farfisa, Vox o Hammond), el primitivismo y la profundidad de los ritmos, el mágico trenzado de los riffs de guitarras, aderezados con efectos “wa-wa” y “fuzz”, que combinan a la perfección con potentes y estridentes voces solistas al más desgarrador estilo del “Soul”, cargadas de rabia, que contrastan con suaves coros pop de fondo.

La estética de peinados y ropa también estaba inspirada claramente en los 60, si bien se notaba la influencia del “Punk” de finales de los 70, sobre todo en su vertiente norteamericana (Ramones y Velvet Underground).

El poderoso influjo de este estilo ha perdurado hasta nuestros días, en bandas como los tejanos Ugly Beats o los suizos Giant Robots. Éstos últimos me recuerdan a otras viejas glorias europeas como los italianos Sick Rose o los suecos Stomachmouths, ninguno de los cuales llegó a tocar nunca en el Agapo, por lo que me apetece escucharlos ahora:

1º) “Avanti la Macchina”, Giant Robots (Suiza, 2023).

2º) “Get Along Girl”, Sick Rose (Italia, 1985).

3º) “I´m Going Away”, Stomachmouths (Suecia, 1986).

Anteriores entradas de esta sección: I, II, III y IV.

Muchas gracias por vuestra atención y disfrutadlas:

sábado, enero 13, 2024

LA MOSCA QUE SE CREÍA EXTINGUIDA


En noviembre de 2009, Julio Verdú, un biólogo compañero de la Dirección General de Medio Natural del Gobierno de La Rioja, sabiendo de mi afición a la entomología, me mostró la foto de arriba, con un par de vistosos insectos de color negro con brillos metálicos azulados en el cuerpo y la cabeza de un llamativo color rojo anaranjado con los ojos negros. Inmediatamente, los ubiqué dentro del orden de los dípteros (moscas), pero ni idea de cuál podría ser la familia, el género, ni mucho menos la especie. Con unos colores tan llamativos, supuse que no sería difícil identificarla pero, tras una intensa búsqueda en libros y en internet, no vi nada parecido, por lo que le comenté que quizás se tratara de alguna especie tropical que hubiera podido llegar a Europa con alguna carga transportada en barco.

Pocos meses después, Julio me comentó que el experto dipterólogo Miguel Carles-Tolrá había logrado por fin identificar la especie - Thyreophora cynophila -, autóctona de Europa, y que la causa de que nos haya costado tanto es porque se la creía extinguida desde hace 160 años!!! Para explicar la historia de esta curiosa mosca, a continuación pongo un resumen del artículo publicado en 2013 por Jesús Fernández Carro, titulado “Thyreophora cynophila (Panzer, 1798). Un caso singular”:

Los dipterólogos necesitan para la mayoría de las especies el estudio microscópico para su correcta identificación (Carles Tolrá, 1997). No es así para la T. cynophila, pues su aspecto y colorido son muy característicos. Su tamaño oscila entre los 6 y los 9 mm. El cuerpo y las patas son de color azul oscuro metálico cubiertos de numerosas setas (pelos). La cabeza es de color naranja o amarillo anaranjado brillante, dotada según algunos autores con bioluminiscencia (Osten-Sacken, 1878). En la cabeza se distinguen a simple vista los ojos, el tubérculo ocelar y una mancha en el occipucio de color negro. Las alas presentan dos pequeñas manchas negras cada una, situadas en las venas transversales. Los machos tienen los fémures de las patas posteriores más gruesos que las hembras y el escutelo con forma trapezoidal alargada, en contraposición del de las hembras, más corto y con forma redondeada. Precisamente por la forma del escutelo recibe el nombre de Thyreophora que viene a significar “Portador de armadura”.

En 1798, G.W.F. Panzer, un físico, botánico y entomólogo alemán, describió la “Mosca del perro”, Musca cynophila, como una nueva especie que había encontrado en el cadáver de un perro en la localidad de Mannheim, en Alemania. La descripción que hizo correspondía a un macho. En 1826, Meigen descubrió varios individuos en la colección entomológica de M. Baumhauer e ilustra los dos sexos. Este autor fue el que propuso el cambio de género de Musca por Thyreophora. El 26 de enero de 1836, M. Robineau-Desvody encontró varios individuos en cadáveres de caballo y burro después del deshielo, y publicó en 1849 nuevas observaciones en enero y febrero, también en caballos, burros y mulas en Francia. Además, destaca que él no ha podido verificar la bioluminiscencia. Parece ser que ésta fue la última publicación de observaciones de campo de T. cynophila (Martín-Vega et al., 2010). Schiner, en 1862, documentó la primera cita de la especie para Austria a partir de especímenes depositados en el Vienna Museum. En 1950, Séguy destacó que T. cynophila no ha sido observada o capturada en el campo en los últimos cien años.

Todas las observaciones acontecen en la estación fría, entre finales de otoño y principios de primavera. Si bien los días más crudos del invierno no son los más favorables para su detección.

T. cynophila es de hábitos necrófagos. Los adultos aparecen sobre cadáveres de caballos, burros, mulas, vacas, ciervos, perros, zorros, en principio, en avanzado estado de descomposición. Incluso hay una cita sobre buitres muertos (Carles Tolrá et al., 2011). Las larvas se alimentan del tuétano del interior de los huesos, así como de la médula espinal.

En 2007, después de casi 160 años de no encontrar ningún individuo, T. cynophila aparece en una lista de animales extinguidos en Europa (Fontaine et al. 2007). Es la única mosca de la lista y se considera el primer caso de la erradicación de un díptero por los humanos en tiempos históricos (Courtney et al., 2009). Menier (2003) apuntó que la posible extinción de T. cynophila en Europa se debe a que las larvas no pueden acceder a la médula de los grandes huesos de los que se alimentan, por el declive de los grandes depredadores, como osos y lobos, que son capaces de romper estos huesos. Otros autores señalaron además que los cambios en el manejo ganadero y la menor disposición actual de cadáveres accesibles por las medidas de higiene adoptadas han influido sobre las poblaciones de fauna carroñera (Margalida et al., 2010).

En el mismo año que se incluye a T. cynophila en la lista de animales extintos europeos, 2007, Daniel Martín-Vega capturó seis ejemplares, en dos localidades del norte de Madrid, mientras realizaba un estudio sobre dípteros sarcosaprófagos de esta comunidad. Era la primera persona que se encontraba con esta mosca después de tantos años, y en un lugar inesperado, según los conocimientos del momento (Martín-Vega et al., 2010). A raíz de este descubrimiento, este mismo autor realiza una recopilación de la información existente, y revisa varios museos europeos encontrando datos curiosos como la posible presencia de T. cynophila en Argelia, o que el profesor Teodoro Ríos, en 1902, cita la observación de la especie seguramente en Zaragoza, dato que pasó desapercibido (Martin-Vega, 2011).

En el invierno de 2009-2010, Miguel Carles Tolrá y Pablo C. Rodríguez capturaron casi 90 individuos en el Parque Natural de la Sierra Cebollera (La Rioja), después de que una fotografía de Julio Verdú les pusiera sobre la pista (Tolrá et al., 2010).

Ninguno de los dos grupos conocía el trabajo del otro y los dos publicaron el hallazgo en el 2010. A partir de ese momento la noticia se difundió en varios medios para regocijo de la comunidad científica. El año 2011 es el más prolífico en nuevas observaciones. Se verifica la presencia de T. cynophila en Segovia y en Guadalajara, en comederos para aves necrófagas (Martín-Vega et al., 2011). La descubren en Zaragoza (Carles Tolrá et al 2011); Soria, donde se cita por primera vez sobre cadáveres de aves, en este caso buitres (Carles Tolrá, 2011); y Cuenca (Carles Tolrá et al., 2011). Por último, entre el 18 de enero y el 17 de marzo de 2013 es observada en cinco localidades de León. Cuatro en el entorno de Riaño-Picos de Europa: Boca de San Pedro, valle de Hormas, Salceda y Las Salas, y una en la comarca de Omaña, Soto y Amío, sobre cadáveres de ciervo, perro y caballo, ampliando la distribución conocida hacia el norte y el oeste (Carles Tolrá et al., 2013).

En este magnífico vídeo realizado por Pablo C. Rodríguez y Miguel Carles-Tolrá se explica más extensamente, el excelente trabajo realizado en el Parque Natural de la Sierra Cebollera (La Rioja).

martes, enero 09, 2024

VERSIONES DE UNA VIDA (CVI)


En este frío comienzo de año, muchos caminos y carreteras campestres están heladas e intransitables, aunque rodeadas por un bello paisaje blanco. Si bien, la fotografía está tomada en noviembre de 2019, en la Sierra de Moncalvillo (La Rioja).

En 1971, el gran cantautor estadounidense John Denver compuso la que sin duda es una de sus mejores canciones, “Take me home, country roads”, que el año pasado fue versionada por la joven cantante neoyorquina Lana Del Rey.

Mucha salud, feliz martes y disfrutad de las canciones!!!:

1) John Denver (California, 1971).

2) Lana Del Rey (New York, 2023).

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lunes, enero 08, 2024

VERSIONES DE UNA VIDA (CV)


La canción de hoy, "Rainbow Stew" (estofado de arcoiris), ya la puse fuera de esta sección, en 2021, fue compuesta en 1981 por el gran Merle Haggard, leyenda californiana del country, fallecido en 2016, aunque yo la descubrí gracias a un “Cowpunk” como Jason Ringenberg (líder de los Jason & the Scorchers en los 80), quien incluyó una magnífica versión del tema, en su álbum de 2004 “Empire Builders”.

La canción no está exenta de cierta ironía “buenista”, entorno al ecologismo. Si bien, hay que comenzar el año con esperanza y buenos propósitos. Ojalá que el hallazgo de una bella pluma de la cola de una Urraca, que refleja irisaciones de colores que van del amarillo anaranjado al verde, pasando por el violeta, junto a la puerta de mi casa, esta mañana, sea un buen presagio. Por eso la he colocado junto a la Calcopirita que encontré en lo alto de la montaña, en 2020.

Mucha salud, feliz lunes y disfrutad de las canciones!!!:

1) Merle Haggard (California, 1981).

2) Jason Ringenberg (Nashville (Tennessee), 2004).

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