Esta entrada he de dedicársela a "Nancicomansi", porque sé que le gusta mucho la película con este mismo título, protagonizada por Natalie Wood, en uno de los mejores papeles de su vida, junto a Warren Beatty, ambos magistralmente dirigidos por Elia Kazan, en 1961. La película es una de las mejores de la historia, según no pocos críticos de cine, no en vano, ganó un Óscar al mejor guión original.
Considero que, aún hoy en día, para mucha gente, eso de consumar el amor carnal sin pasar antes por el altar, por el juzgado o por el ayuntamiento, es un tema tabú. He de confesar que, al igual que el personaje encarnado por Warren Beatty, a mí también me atraía la idea de trabajar en un rancho, en vez de estudiar (menos mal que elegí una carrera en la que salgo bastante al campo), y, al igual que el personaje encarnado por Natalie Wood, también he tenido que visitar al psiquiatra en alguna ocasión (lo de "Mad Hatter" no es sólo un gracioso pseudónimo).
Al hilo de esto último, he de decir que, casualmente, hoy he descubierto una cita de Víctor Hugo que nos puede venir muy bien a más de uno/a: "Los cuarenta son la madurez de la juventud, y los cincuenta son la juventud de la madurez".
Pero, lamentándolo de veras y para desgracia de "Nancicomansi" (espero que no se lo tome a mal, je, je), la entrada de hoy, en realidad, vuelve a ir sobre las esplendorosas setas que crecen entre la hierba, porque, ahora sí, por fin han salido los reyes del prado primaveral, (ver entrada del 21 de abril "Sabor a prado") los afamados "perretxicos" o "sedas" (Calocybe gambosa), que ya asoman tímidamente sus sombrerillos de color crema, escondidos entre la hierba, y nos deleitan con su característico aroma harinoso, en este nublado y lluvioso día del trabajo, que todos celebramos sin dar un palo al agua (como mandan los cánones).
Estas setas, al igual que sus primas las Senderuelas (Marasmius oreades), suelen salir agrupadas o alineadas en los llamados "corros de brujas", una especie de arcos o circunferencias más o menos visibles en los prados, debido a que la hierba que crece alrededor de las zonas donde se desarrollan los micelios de estos hongos suele presentar un color algo más oscuro de lo normal.
Bueno, que paséis un feliz día del trabajo, os adjunto la foto del año pasado, entonces hacía sol y fue cuando descubrí mi famoso cocktail que denominé "Rosa Amarilla" y cuya receta es la siguiente: En una jarra helada verter hielo picado, una cerveza sin alcohol (a ser posible con sabor a manzana), el zumo de un limón y, por último, añadir un chorrito de "Southern Comfort", servir con una fragante rosa amarilla recién cortada, sobre todo cuando vaya a ser degustada por los labios de alguna bella dama (como por ejemplo mi mujer, sin ir más lejos, o "Nancicomansi", faltaría más, y tampoco quisiera olvidarme de Carmen, y... bueno, como todas las mujeres ¡Qué leche! Que en menudo berenjenal me he metido ¡Madre mía!).
Bueno, lo dicho, que os lo paseis bien, que disfruteis de las setas y de la hierba, en su máximo esplendor y en el más amplio de los sentidos. Aunque, ni que decir tiene, que cuando se comen setas, lo mismo que cuando se practica el sexo, hay que tomar algunas precauciones para evitarnos sorpresas desagradables.
Y como pronto vendrá el calorcito, aquí tenéis este refrescante vídeo de la que fue "canción country del verano de 2003", "It´s Five O´Clock Somewhere" con aquel pegadizo estribillo que dice: "Pour me something tall and strong, make it a "Hurricane" before I go insane, it´s only half past twelve, but I don´t care… It´s five o´clock somewhere". Cantada a dúo por dos buenos amigos e ilustres sureños americanos: Alan Jackson y Jimmy Buffett.
Resuena en el sombrero: "It´s Five O´Clock Somewhere".- Alan Jackson & Jimmy Buffett (Hawaii (USA), 2003).