lunes, marzo 30, 2015

SETAS AL SOL PRIMAVERAL






Las setas suelen asociarse al otoño, a la llegada del frío, la lluvia y el mal tiempo. Sin embargo hay especies de hongos que fructifican en primavera, aprovechando la humedad producida por el deshielo y el calor de los rayos del sol, tras el duro invierno.

Así, en un pequeño claro entre los matorrales mediterráneos, junto con los primeros brotes de hierba, emerge un vistoso corro de clavos incandescentes, con pies de chicle y sombreros de piel lacada, que se cuartean bajo el sol y se secan con el viento, se trata de los frescos y alegres carpóforos de la Laccaria laccata (1ª foto).

Mientras en el pinar resplandecen los carpóforos traslúcidos y ambarinos de la Dacrymyces stillatus, cual dulces gominolas que fructifican en la madera muerta de las ramas caídas en el suelo (2ª foto).
Un suelo empapado por el deshielo, cubierto de acículas secas y verdes musgos, en el que asoman tímidamente la parte superior de los sombreros húmedos, oscuros y tremendamente discretos de los Hygrophorus marzuolus (3ª foto), muy difíciles de ver si no fuese por la ayuda de las ardillas y los corzos que, al mordisquearlos, dejan al descubierto su blanco y carnoso interior (4ª foto), un tesoro comestible que nos regala la Naturaleza, justo en una época en la que escasea el alimento.
Resuena en el sombrero: “Gail with the golden hair”.- The Handsome Family (Alburquerque (New Mexico), 2003). No habla nada de setas, pero me encanta cuando dice:
“We lay in a golden fire / as the screaming buzzards circled.

Far down in the darkened valley / the city lights still twinkled.

But my eyes saw only gail / and her hair in golden fire.

jueves, marzo 12, 2015

ALMENDROS MONTARACES





En la áspera sierra de marzo
Duros estratos de pizarra negra
entreverados con vetas de espuma blanca de cuarzo
El color de la tierra se refleja en las plantas
Con los almendros de negros troncos
coronados con la espuma de sus flores blancas
Espinosas aulagas de color ceniza
comienzan a asomar tímidos
sus botones dorados
En la áspera sierra de marzo
El cierzo arrastra los pétalos blancos
de los montaraces almendros
con sabor a café negro
y blanca espuma de nata
En la áspera sierra de marzo
El viento es una serenata.

Resuena en el sombrero: “I Fell”.- The Handsome Family (Chicago (Illinois), 1998).

Versos y fotos tomadas en la Sierra de Alcarama (Cornago, La Rioja)y versos by Mad Hatter.

martes, marzo 10, 2015

PREOCUPANTE DEFORESTACIÓN MARINA





El Grupo de Investigación del Bentos Marino de la UPV/EHU lleva tomando datos de los fondos de la costa vasca y otras zonas del Cantábrico oriental desde principios de los 90 y ha detectado una importante reducción en las poblaciones del Alga roja (Gelidium corneum) que se han reducido a la mitad, pasando en los casos más extremos de un 80% a un 5%.

En los 90 el fondo del mar estaba cubierto por densas y frondosas praderas de esta alga roja (1ª foto), mientras que actualmente muchas zonas ofrecen el aspecto desértico que se ve en la 2ª foto.
Esto conlleva una importante pérdida de productividad, ya que las algas son las encargadas de absorber la energía solar y ponerla a disposición de la fauna, por lo que afecta gravemente a la biodiversidad marina.
Se trata de algas de gran tamaño (equivalentes a los árboles en los ecosistemas terrestres) que actúan como refugio, lugar de puesta de huevos y hogar de muchos animales y algas.
El lugar que antes estaba cubierto por estas algas rojas está siendo parcialmente ocupado por especies del género Corallina, más pequeñas y duras, de naturaleza calcárea y color rosado.
La Laminarias, algas de aguas más frías que ocupaban algunas zonas, han desaparecido completamente, mientras que ha aumentado la riqueza y diversidad de la algas simples, de pequeño tamaño y de carácter estacional.
Las causas de estos cambios parecen ser el incremento de 1º C en la temperatura media del agua del mar, producido durante las últimas décadas, así como la reducción de las precipitaciones de primavera y verano, observada durante los últimos 30 años, lo cual ha producido una estratificación del agua del mar que ha aumentado su transparencia, con lo que el sol incide con mayor intensidad sobre el fondo marino, y también, debido a un menor caudal de los ríos en verano, se ha reducido el aporte y la disponibilidad de nutrientes.
Es imprescindible continuar con las investigaciones para conocer los procesos de pérdida y sustitución de unas especies por otras, y cuantificar las pérdidas que eso conlleva, en términos de bienes y servicios ecosistémicos que las microalgas proporcionan a la sociedad, así como la evaluación de medidas de mitigación y restauración.
Resuena en el sombrero: “Where do we go from here”.- The Chesterfield Kings (Rochester (New York), 1999).


lunes, marzo 09, 2015

JUSTICIA Y PERDÓN




Cualquiera puede ponerse furioso…eso es fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto, y de la forma correcta… eso no es fácil.” (Aristóteles: “Ética a Nicómaco”).

El otro día, viendo una entrevista a un abogado en la tele, debatían sobre la calidad de la Justicia en nuestro país. “La Justicia no es venganza” decían. La venganza es un sentimiento negativo que no debe guiar la Justicia, por eso uno no puede ser juez y parte, a la vez, y es conveniente tomar las decisiones en frío y tomando cierta distancia, para ser realmente justo e imparcial.
Aunque la Justicia occidental no es venganza, ciertamente se basa en determinar quién es el culpable y quién es la víctima, y la forma en que el primero debe compensar a la segunda, así como a la sociedad, por el mal cometido y sus consecuencias.
Nuestro insaciable ego necesita encontrar culpables, necesitamos sentirnos superiores a “los malos”, sin caer en la cuenta de que ellos también son seres humanos,… Sí, vale, se supone que las penas están para rehabilitar y reinsertar a los delincuentes, pero, no nos engañemos, lo importante es el castigo.
El comportamiento de las personas es producto de nuestra sociedad, entonces… ¿Hasta qué punto son o somos realmente culpables? ¿Qué ganamos con el castigo? ¿Añadir más pena y sufrimiento al dolor, resuelve algo?
La poetisa africana Tolba Phanem escribió en 2007 un cuento titulado “La canción de los hombres” en el que narra como las mujeres de una tribu, cuando están embarazadas, se van al bosque en busca de inspiración para componer una canción para su futuro hijo, cuando el niño nace, le reciben cantando su canción, una canción que le acompañará en todos los hitos importantes de su vida, se la cantan en los rituales de llegada a la edad de madurez, cuando se casa y cuando muere.
En caso de que alguien de esa tribu africana cometa un crimen o un acto reprobable, no hay penas ni castigos, sino que la persona es rodeada por los demás, quienes entonan su canción, al objeto de que encuentre su verdadero ser, su auténtico yo, que es amor, luz y bondad, como el de todos los seres humanos.
Sólo podemos alcanzar la felicidad si nos conocemos a nosotros mismos, si estamos en paz, conseguida mediante el perdón y el agradecimiento.
Resuena en el sombrero: “Good feeling”.- Violent Femmes (Milwaukee (Wisconsin), 1982).