domingo, abril 30, 2023

MÚSICA Y PSYCHE (II)


Nuestros gustos musicales están marcados por lo que escuchamos al final de la infancia y el principio de la adolescencia. A esas edades, los chavales de mi generación veíamos muchos dibujos animados en la televisión. Hubo una serie de dibujos que tenía una sintonía ciertamente impactante, ver salir de un espectacular coche deportivo, conducido por un niño, a una pantera de color rosa, alta y esbelta, acompañada de un detective bajito, mezclando imágenes reales con dibujos, resultó ser un cóctel infalible. Como habréis adivinado, se trata del “Show de la Pantera Rosa y el Inspector Clouseau” (1969-1979), cuya música no es la original de la película de 1963, el gran Henry Mancini, sino de un grupo de compositores y músicos de los estudios de televisión: Doug Goodwin, Walter Greene y William Lava.

Diez años después, cuando escuchamos canciones en la radio de algunos grupos californianos con un timbre de voz y un ritmo similares al de aquella “Pantera Rosa” de nuestra infancia, se nos removió algo en nuestro interior. Creo que incluso nuestro cerebro evocaba el sabor de aquellos bollitos de fresa y nata que una famosa marca comercializó con el mismo nombre que el famoso personaje de dibujos animados.

Aquí os dejo con la sintonía y con un ejemplo de tema ochentero que creo que me gusta por su parecido con la primera:


2º) The Unclaimed (L. A. (USA), 1982).

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domingo, abril 23, 2023

DE LA TRUCHA Y EL PINO A LA TRUFA Y EL POMAR


Los técnicos forestales (ingenieros de montes, ingenieros técnicos forestales y similares) tenemos grandes dificultades para explicar la complejidad de los ecosistemas forestales que funcionan a una escala temporal muy diferente a la de la mayoría de la sociedad.

Con la excepción del programa de TV “El Bosque Protector”, presentado por el Dr. Ingeniero de Montes Luis García Esteban, los forestales tampoco nos hemos esforzado mucho en dar a conocer y divulgar nuestra profesión, a lo que tampoco ayuda el hecho de que, habitualmente, nos movemos y actuamos en el mundo rural, cada vez más alejado de la preponderante cultura urbana.

Para más INRI, en España tenemos una herencia, mochila o poso político que nos está resultando muy difícil de superar. A pesar de su desaparición hace 40 años, mucha gente nos sigue identificando con el ICONA, nos relaciona con la dictadura franquista y con las expropiaciones forzosas para repoblar montes con pinos, construir embalses y piscifactoría para criar y soltar truchas en los ríos.

Ciertamente, en la actualidad, la ordenación y gestión de los pinares, ya sean naturales o plantados artificialmente, así como la gestión de la pesca y algunas piscifactorías fluviales, con la trucha como especie más emblemática, siguen siendo actividades necesarias que ocupan a muchos compañeros y compañeras de numerosas Comunidades Autónomas españolas.

Sin embargo, el cambio climático está planteando muchos retos importantes que precisan de un gran esfuerzo de comunicación, diálogo y participación ciudadana, al objeto de comprender los problemas, tomar decisiones y plantear actuaciones, así como de mayores presupuestos, plantillas de personal y mejoras en la coordinación de los diversos organismos administrativos implicados, tanto en la U. E., como en el Estado Español y las Comunidades Autónomas.

En estos momentos, en muchas zonas de la Península Ibérica, estamos asistiendo a un hecho dramático e histórico como es que algunas especies arbóreas están dejando de poder vivir en amplias superficies. Los ejemplos más claros son los de aquellas especies que, desde siempre, se encontraban en el límite Sur de su distribución europea, como son el Abeto blanco (Abies alba) y el Pino silvestre (Pinus sylvestris), que están sufriendo un severo decaimiento en el Pirineo occidental y el Sistema Ibérico, debido al importante empeoramiento que han sufrido las condiciones meteorológicas, durante las últimas décadas (desde 1986), que está produciendo unos cambios muy bruscos, vendavales de viento y nieve más fuertes que nunca, sequías extraordinariamente intensas y prolongadas, temperaturas máximas de récord, con veranos más largos. El resultado está siendo que los árboles de mayor tamaño sufren una embolia en su sistema vascular, las “tuberías” que conducen el agua en el interior del tronco cavitan, pierden su continuidad al introducirse aire en ellas, por lo que mueren de forma más o menos rápida (2 a 3 meses). La “puntilla” final suele dársela un “agente finalizador”, es decir, uno o varios insectos, hongos, nemátodos o bacterias oportunistas, capaces de atacar a los árboles moribundos, acabar con ellos y comenzar a reciclar sus componentes orgánicos (celulosa, lignina, proteínas, grasas, resinas, etc.).

Para cualquier persona, pero especialmente para quienes han convivido con estos árboles durante milenios, es muy difícil entender y aceptar que sus tierras, sus montes, ya no son aptos para estas especies, debido a la evolución actual del clima. Quizás no lleguen a extinguirse del todo, pero, sin duda, cambiará su aspecto, distribución, estructura y fisonomía, y, lo que es aún más importante, van a dejar de ser el principal sustento económico para los escasos habitantes que aún quedan en no pocas comarcas españolas.

Al menos, habrá que permitirles que aprovechen al máximo la madera muerta antes de que ésta pierda valor, y deberían tomarse las medidas selvícolas adecuadas para prevenir incendios y que no tengamos que lamentar que estos rodales de árboles secos en pie ardan como polvorines este verano.

Las pocas personas que se niegan a abandonar el mundo rural se sienten acosadas y marginadas por una sociedad que parece que quiere expulsarlas de sus hogares ancestrales para ahorrarse el dinero que cuesta mantener los transportes y llevar los suministros y servicios sociales a estas zonas apartadas, donde únicamente viva la fauna silvestre, al objeto de que pueda ser contemplada y fotografiada por los “urbanitas” que visitan la zona durante los fines de semana y las vacaciones.

Los pocos habitantes que quedan en el mundo rural tienen una gran desconfianza respecto a lo que les dicen las Administraciones públicas, que son vistas como fríos y secos burócratas que no hacen más que esgrimir excusas para eludir sus responsabilidades, poner trabas y multas a los pocos que quieren trabajar y ganarse el pan en el monte, escudándose en una compleja e incomprensible normativa que cada vez está más alejada de la realidad del campo español.

Se trata de una relación de amor/odio porque, si bien no están de acuerdo con la mayoría de las normas y actuaciones que desarrollan las Administraciones, también es verdad que no podrían subsistir sin las ayudas de la PAC, indemnizaciones por los daños del lobo y otra fauna silvestre a la ganadería, o las diversas subvenciones que van poniéndose en marcha, aunque sea con cuenta gotas y a modo de “migajas” que les deja el monstruoso sistema burocrático europeo.

Una de las ayudas que más tiempo llevan funcionando (desde 1994) son las reforestaciones de tierras agrarias que podrían ayudar a incentivar la plantación de especies autóctonas productoras de madera que podrían sustituir a los abetos y pinos silvestres, como, por ejemplo, el Pomar (Sorbus domestica) y el Pino laricio (Pinus nigra ssp. salzamannii). Unas especies mejor adaptadas al clima mediterráneo y que podrían conformar bosques más resilientes a la sequía que, según las últimas investigaciones, serían bosques mixtos en los que se mezclen el mayor número de especies y estrategias vitales posibles, complejos, maduros, con pocos árboles grandes mejor que muchos delgados y apretados.

Otra opción interesante en los lugares con suelo calizo y cierta altitud, son las plantaciones con encinas, quejigos y avellanos micorrizados con Trufa (Tuber melanosporum).

En cualquier caso, las decisiones que se tomen deben ir precedidas de una intensa labor de investigación, comunicación, diálogo y consulta pública, en especial con las poblaciones locales que aún subsisten en la “España vaciada”. Como se ha hecho, el pasado viernes 21 de abril, en Roncal (Navarra), durante la jornada técnica, debate y mesa redonda “Decaimiento de los bosques en el Pirineo Navarro” (cartel en la foto de arriba), a la que tuve el honor de asistir como invitado, en representación de la Comunidad Autónoma de La Rioja, donde también estamos sufriendo importantes episodios de decaimiento del Pino silvestre, en muchas zonas de media montaña.

miércoles, abril 19, 2023

MÚSICA Y PSYCHE (I)


Uno de los regalos de mi cumple ha sido el libro “Polvo de Mariposas” (Peter Marren, 2022) que explora nuestra relación con la Naturaleza, en general, y con estos insectos, en particular, e indaga en las causas de nuestra fascinación por las mariposas.

Los griegos llamaban a las mariposas“ psyché”, palabra que en origen significa “soplo” y que con el tiempo designó al soplo vital, al principio de la vida y acaba identificándose con el concepto “alma” o “espíritu”. Se basaban en su ligereza y sutileza, y en su capacidad de salir vivas volando de una crisálida, como muestra del espíritu vital que en la pupa anidaba.

Resulta ciertamente sorprendente que unos seres de apariencia tan frágil puedan soportar las inclemencias del tiempo, los duros, ásperos y pinchudos tallos y hojas de las plantas y el afilado pico de los pájaros.

Por otra parte, a veces nos sorprende la fuerza de sus aleteos, su agilidad y su astucia para escapar, e incluso, algunas especies, son capaces de realizar largas migraciones en la que vuelan miles de kilómetros.

Las mariposas, con sus brillantes colores y su revoloteo aparentemente inseguro y divagante, son un símbolo de la alegría de vivir, de la libertad, de la fragilidad y de la inocencia. Como pensaban los griegos, también son un símbolo de inmortalidad, pasando continuamente de un estado a otro: huevo-oruga-mariposa-huevo…, en un ciclo eterno.

Las mariposas también encierran un cierto misterio, con ese “mágico” polvo que cubre sus alas y se nos queda pegado en los dedos cuando las tocamos demasiado, con esos “ojos” u ocelos que adornan las alas de muchas especies y que parecen mirarnos desde cualquier ángulo y posición. Incluso a nivel científico aún hay aspectos que requieren de una mayor investigación, como sus complejas relaciones con las plantas y otros animales (en especial con las hormigas), cómo se orientan en las migraciones, o por qué las crisálidas pueden permanecer en diapausa, sin que emerja la mariposa, durante varios años.

En la fotografía, tomada cerca de Logroño hace un mes, podemos ver un adulto de Glaucopsyche alexis (literalmente del griego “mariposa blanco-azulada protectora”) posada sobre flores de Nazareno (Muscari neglectum).

En lo musical, voy a iniciar una nueva serie en la que analizo algunas canciones, tratando de averiguar las causas de por qué nos gustan, nos atraen o nos impactan. La primera de ellas es un oscuro tema compuesto en 1985 por una enigmática banda de “Garage Psych” de Nuevo México, llamada “Crawling Walls” que habla sobre algo tan psicológico y real como los límites interiores (“Inner Limits”. Bob Fountain, cantante y teclista (“Vox” organ) del grupo, tuvo la habilidad de invocar a algunos de los más profundos y ancestrales posos de nuestra guerrera cultura judeo-cristiana, ya que el tema comienza con una letanía, seguida de un litúrgico órgano que evoca música sacra, para luego ir cogiendo un energético y épico ritmo a modo de “marcha militar”.

Como toda canción psicodélica que se precie, debe tener su buena dosis de exotismo que, en este caso, se produce en el interludio instrumental que discurre entre el minuto 2:45 y el 5:12, comenzando con un brusco parón que atenúa mucho el ritmo, prosigue con unos punteos de cuerda con aire netamente oriental, para terminar con un “reprise in crescendo” bastante aflamencado y acelerado.

Por su parte, la voz no destaca por su fuerza, personalidad ni singularidad, sino que es bastante vulgar, próxima y cercana, podría ser la nuestra o la de cualquier amigo, si bien resulta algo monótona y fría.

La estética y la atmósfera que envuelven la canción también son bastante frías e inquietantes, llenas de misterio. Si bien, trata de compensarlo introduciendo algunos mensajes cálidos y esperanzadores en la letra: “In the winter calling for the sun”. Aunque el mensaje principal nos recuerda lo difícil que es escapar de las cadenas de nuestros propios límites interiores, unas barreras autoimpuestas por nuestra mente.

En fin, supongo que es una de esas canciones que no dejan indiferente a nadie, o te encanta o te repele ¿Qué te ha parecido?

Muchas gracias por vuestra atención y disfrutadla:

Resuena en el sombrero: “Inner Limits”.- Crawling Walls (Albuquerque (New Mexico), 1985).

viernes, abril 14, 2023

VERSIONES DE UNA VIDA (LXXXVII)


Como bien dice mi buen amigo Luis Martín “Lobo Negro, “el Rock´n´Roll quita la tontería”, pero si a eso le sumamos el tremendo impacto que supuso la pandemia del 2020, a algunos músicos les ha supuesto un proceso de destilación que nos ha dejado con lo más puro de su esencia, despojándolos de todo lo superfluo. Éste ha sido el caso de Javier Teixidor, uno de nuestros músicos más sabios y veteranos, que siempre huyó de etiquetas, aunque en sus comienzos, allá por 1978, formó el grupo Mermelada, que fue englobado en el ámbito “Mod” de la escena musical de aquella época. Si bien, cuando en el año 1997, formó la J Teixi Band (junto a miembros de Los Elegantes), poco a poco y tras tocar todos los estilos, ha terminado quedándose en la esencia del “Blues”.

Esto no significa, en absoluto, que el sonido y la instrumentación de esta excelente banda sean simples o sencillos. De hecho, acaban de publicar el que para mi es quizás uno de sus mejores álbumes -“En el barrio”-, en el que exhiben un poderoso sonido lleno de metales, pianos y teclados, que visten de esplendor y luminosidad, oscuras y profundas letras introspectivas, porque si algo ha caracterizado siempre a Javier Teixidor ha sido su autenticidad y su gran lealtad a la lengua castellana.

Si bien, en su repertorio abundan las versiones de artistas anglosajones, como es el caso de la canción que hoy nos ocupa, compuesta originalmente, en 1996, por otro excepcional personaje del Country-Rock norteamericano, el gran Steve Earle, con su temazo “Hard-Core Troubadour”, que la J Teixi Band ha traducido como “El Último Trovador”, todo un himno dedicado a los viejos rockeros, powerpoperos y bluesmen que aguantamos impasibles el chaparrón de música insulsa y banal que hoy nos invade.

Gracias a uno de los pocos programas de radio, “El Sótano” (Radio 3), en el que aún pueden escucharse estos primitivos sonidos, presentados por Diego R J quien ayer entrevistó a Javier Teixidor y trajo la buena nueva de que su banda recalará en la ciudad de Logroño, el próximo 20 de mayo ¡Aleluya, por fin la sala “Stereo” avisa con suficiente antelación!
Mucha salud y disfrutadlas!!!

1) Steve Earle (Nashville (Tennessee), 1996).

2) J Teixi Band (Madrid, 2023).

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miércoles, abril 12, 2023

VERSIONES DE UNA VIDA (LXXXVI)


Los rockeros siempre nos hemos caracterizado por nuestra dura coraza que esconde en el interior un alma tierna y sensible que aprecia la delicadeza de una flor silvestre abriendo sus pétalos al tibio sol primaveral. Sí, ya sé que roza lo hortera, pero esa es la pura esencia del Rock and Roll!

Si a ello le añadimos la calidez propia del espíritu latino, la combinación resulta sencillamente irresistible. Hace 10 años recordaba a un legendario Rocker chicano de los 80. Aunque la canción que hoy nos ocupa fue compuesta en 1961 por el grupo mejicano Blue Caps. Fue inmediatamente versionada por el rocker argentino Johnny Tedesco y, a mediados de los 80, fue recuperada por un desconocido grupo estadounidense, de Washington DC, formado por los componentes de los legendarios garajeros Slickee Boys y llamados The Wanktones.

¿Cuál es su temática? Pues la primavera como época más propicia para el amor por antonomasia. En la que florecen las bellas Primaveras silvestres: Primula acaulis y Primula veris (fotografiadas hace pocos días en el sotobosque de avellanedas y bosques de ribera de La Rioja).

Mucha salud y disfrutadlas!!!

1) Blue Caps (Mexico, 1961).

2) Johnny Tedesco (Buenos Aires (Argentina), 1961).

3) The Wanktones (Washington DC (USA), 1986).

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miércoles, abril 05, 2023

VERSIONES DE UNA VIDA (LXXXV)


La canción de hoy es una de las pocas del folclore castellano que trata sobre fauna autóctona, concretamente la Cigüeña blanca (Ciconia ciconia). Un ave emblemática que siempre ha gozado de bastante cariño y simpatía por parte de la población, ya que su presencia es un buen presagio, da buena suerte y es sabido que se alimenta de numerosos animales considerados dañinos, principalmente grandes insectos como los saltamontes y las langostas.

La canción narra la épica batalla entre una Cigüeña y una culebra, fue recogida por primera vez por el folclorista segoviano Agapito Marazuela, quien la incluyó en su recopilación “Cancionero de Castilla la Vieja” (1932).

En 1996, El Nuevo Mester de Juglaría publicó una excelente versión.

Próximamente, el grupo jienense de rock, Guadalupe Plata, incluirá una versión actualizada con aires fronterizos envueltos en una oscura atmósfera de misterio un tanto inquietante.

Mucha salud y disfrutadlas!!!

1) Agapito Marazuela (Segovia, 1981).

2) Nuevo Mester de Juglaría (Segovia, 1996).

3) Guadalupe Plata (Úbeda (Jaén), 2023).

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