lunes, abril 06, 2020

LOS EXTREMOS SE TOCAN (XXXI): LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS



El ser humano es el único animal que se ha arrogado el derecho a modificar y manipular al resto de la fauna, la flora y la gea a su antojo y en su propio beneficio. Talamos y quemamos los bosques para roturar la tierra y sembrar las plantas que cultivamos y apacentar a los animales que hemos domesticado. Si los tigres, los osos y los lobos atacan nuestro ganado, los eliminamos sin ningún miramiento. Nuestro crecimiento desmesurado ha envenenado el aire y el agua, llegando incluso a modificar el clima. Hemos puesto en peligro de extinción al animal más grande que ha poblado nunca el planeta, como es la Ballena azul.

Sin embargo, el mayor peligro nos ha venido de un organismo microscópico procedente de un animal tan modesto e ignorado como es el murciélago.

El Covid-19 ha conseguido parar la acelerada y desbocada sociedad actual, nos ha puesto en nuestro sitio, nos ha devuelto a nuestra condición de especie animal que forma parte del ecosistema natural, nos ha recordado que todo aquel elemento que vaya en contra de las leyes naturales terminará siendo aniquilado de la faz de la Tierra, para que la vida continúe diversificándose.

Estamos pagando muy caro ese complejo de superioridad. El primer pecador del paraíso, el intrépido cazador de osos, el gran conquistador de continentes, el arrogante cowboy ha mordido el polvo, en un sorpresivo instante, en cuestión de pocas semanas, por un minúsculo “bicho” que ni siquiera podemos ver.

Ahora no nos queda otra que levantarnos, doloridos, sorprendidos y asustados, hemos caído en la cuenta de lo importantes que son muchos de los oficios más menospreciados y mal pagados, tales como esos científicos investigadores que se pasan media vida trabajando vocacional y precariamente de becarios, los sufridos agricultores, los ganaderos, los transportistas y los camioneros, los limpiadores, los basureros y barrenderos, las cajeras y los reponedores de productos de los supermercados, los panaderos, los verduleros, los fruteros, los carniceros, los pescateros, los pescadores, los farmacéuticos, los enfermeros, los médicos, los policías y los soldados. Porque todos nos hemos convertido en soldados, el lenguaje ha adquirido una jerga bélica, ciertamente estamos en guerra, pero, cuando termine esta lucha, espero que hayamos aprendido de esta cura de humildad, cejemos en nuestro secular empeño de pretender vencer a la Naturaleza, y comencemos a colaborar con ella, aceptando sus leyes y adaptándonos a la realidad.

No es casual que el país que está siendo más duramente golpeado por esta crisis sea el más poderoso y el mayor baluarte de esta actitud prepotente del capitalismo más aplastante y esquilmador, como son los Estados Unidos de América.

Quizás esta crisis nos conduzca hacia una verdadera globalización, la “Globalización biológica”, en la que desaparezcan de una vez por todas las fronteras entre Oriente y Occidente, así como entre el Norte y el Sur. Una especie humana sobre el planeta Tierra.

Si bien, esta tarde, en pleno confinamiento, sentado frente a la mesa, con un vaso de whisky y contemplando una rosa amarilla, no puedo dejar de acordarme del gran Estado de la estrella solitaria, Texas, Amarillo, la cultura western del country y los rodeos… ¿Amenazada?

Dibujo y fotografía by Mad Hatter.

Resuena en el sombrero: “Amarillo by morning”.- George Strait (Texas, 1982).

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miércoles, abril 01, 2020

VERSIONES DE UNA VIDA (XLV)



En 1978, el rock and roll vivía horas bajas, en el mundo imperaba el “Funk” y la música disco, en España gustaban la copla y los cantautores, tan sólo a unos pocos jovenzuelos, alocados y raretes les daba por insistir con aquellos primitivos ritmos de los años 50 y 60, influenciados por ese movimiento juvenil de anárquica rebeldía al que se había denominado “Punk”.

Una de aquellas bandas de rebeldes irredentos que osaron nadar a contracorriente, surgidos en el neoyorquino barrio de Queens, fueron los Fleshtones. Aún recuerdo el chute de adrenalina, ritmo y diversión que nos produjo la primera vez que escuchamos su atemporal himno “American Beat”, que formó parte de la banda sonora de “Bachelor Party” (Despedida de Soltero, 1984). Con un Peter Zaremba que meneaba su flequillo al desenfrenado ritmo de aquel latido de puro desmadre juvenil, que a muchos españolitos de la época nos recordó a aquel entrañable actor José María Tasso Tena o al incombustible Micky, con esa pinta de niño bien, vestido con impolutos pantalones blancos, coloridas y planchadas camisas paisley, nos produjo un cierto choque estético y cultural, acostumbrados como estábamos a la imagen ruda y desarrapada de los rockeros urbanos patrios o de sus paisanos los Ramones, a finales de los 70.

Por aquellos mismos años, otro singular mocetón, que surcaba las calles del barrio de el Clot (Barcelona) con la quilla de su enhiesto tupé encaramada en lo alto de su metro noventaydós, sobre una chupa de cuero negro, apodado “Loquillo”, también le pegaba a eso tan pasado de moda del rock and roll, si bien en su faceta más clásica y Rockabilly.

En 1985, claramente influenciado por el “American Beat” de los Fleshtones y quizás como revulsivo rocker al multimillonario “Thriller” (1982) de Michael Jackson, sacó un tema titulado “Carne para Linda”, cuya macabra letra es total y políticamente incorrecta, especialmente en estos tiempos en que todo el mundo se ve azotado por la inesperada pandemia del coronavirus Covid-19.

Aun así, no he podido resistirme a recordar ambos temas.

Mucha salud y disfrutadlas!:

1) “American Beat”.- The Fleshtones (New York (USA), 1985).

2) “Carne para Linda.- Loquillo y los Trogloditas (Barcelona, 1985).

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jueves, febrero 27, 2020

EXCESO DE INFORMACIÓN + FALTA DE REALISMO = CAOS



Seguro que alguna vez os ha pasado que habéis sentido un pequeño malestar y una ligera fiebre, habéis ido al médico y éste os ha diagnosticado: “Bah! No parece nada serio! Algún virus!” Te recetaba un “Frenadol”, “Paracetamol” o un “Algidol”, a los dos días te encuentras mejor y ahí se acababa la cosa.

Todos los años la gripe muta, se saca una nueva vacuna, aun así mueren miles o millones de personas en todo el mundo, pero no pasa nada, ya lo tenemos asumido.

Ahora resulta que en China, con el beneplácito de la OMS, descubren un nuevo virus, el “Covid19, y se organizan unos protocolos tremendos, el miedo se extiende por todo el mundo, se anulan muchos eventos internacionales de todo tipo, caen las bolsas, el virus sigue extendiéndose cada vez a más países, las autoridades nos insisten en que no cunda el pánico, pero la economía mundial se resiente cada vez más. Personalmente, no entiendo la lógica de todo lo que está sucediendo.

En un mundo cada vez más “transparente” hay que informar absolutamente de todo, aunque el mundo no esté preparado para digerir y gestionar ciertas noticias, por lo que las consecuencias de éstas pueden ser imprevisibles e incluso mucho peores que el problema inicial u original, por no hablar de quién o quienes deciden que algo es un “problema” y las medidas a tomar para tratar de solucionarlo, con una relación coste-eficacia razonable.

Deberíamos ser realistas y asumir desde un principio que un virus, que puede transmitirse a determinados animales y a personas, y del que pueden existir infectados que no presenten síntoma alguno, es algo totalmente incontrolable, es imposible de erradicar, y vamos a terminar conviviendo con él, sí o sí.

Tarde o temprano acabarán sacando una vacuna, el año que viene esa vacuna se recomendará a los colectivos de riesgo, morirán unos cuantos miles de personas, como con cualquier otro tipo de gripe más, lo asumiremos (no nos queda otro remedio) y la economía mundial dejará de verse afectada por el dichoso “Covid19” ¿Merecen la pena entonces toda esta alarma, todos estos ríos de tinta, toda esta inquietud, todo este miedo, y todos estos perniciosos efectos “indirectos en la cultura, la tecnología, el deporte y la economía?

Resuena en el sombrero: “Infected With You”.- Miracle Workers (Portland (Oregon), 1983).

lunes, diciembre 30, 2019

VERSIONES DE UNA VIDA (XLIV)



Uno de los himnos del "Grunge", compuesto por Kurt Cobain, al frente de “Nirvana”, en 1991, “Smells Like Teen Spirit” surgió como una ruptura, una segunda revolución “punk” en los 90, un ataque a la apatía de la Generación X, aunque Kurt desconocía que “Teen Spirit” era el nombre de una marca de desodorante, por lo que estuvo cabreado durante una temporada cuando se enteró. Tampoco pretendía dar un significado específico a sus letras y no entendía por qué la gente se empeñaba en adjudicar determinados sentidos o intenciones a sus caóticas y casi improvisadas letras, no exentas de poesía.

Demasiadas contradicciones, incomprensiones, frustraciones, adicciones y problemas de salud que llevaron a Cobain a quitarse la vida el 5 de abril de 1994.

Kurt Cobain odiaba el “mainstream” y el conformismo, por lo que no sabemos lo que pensaría de la versión “swing” que cantó Paul Anka, en 2005. Podría decirse que el famoso cantautor y actor canadiense, un auténtico superviviente que lleva en la escena musical desde finales de los 50, es la antítesis del desaliñado, melenudo y frágil Kurt Cobain.

Quizás por ello estas dos versiones de este gran tema sean una buena alegoría de la música pop de las últimas décadas, durante las que se vienen sucediendo surgimientos espontáneos de rebeldía juvenil que luego se convierten en movimientos culturales alternativos para, final e indefectiblemente, acabar siendo absorbidos y asimilados por el mercado y la cultura de masas.

Lo que es indudable es que, al final, ahí quedan para la posteridad unas grandes canciones compuestas e interpretadas por auténticos artistas, nos gusten más o menos y al margen de las vicisitudes de sus vidas personales.

Disfrutadlas:

1) Nirvana (Seatle (USA), 1991).

2) Paul Anka (Canadá, 2005).

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sábado, diciembre 21, 2019

LOBOS Y PERROS CANTORES




En marzo de 2017, la “Fundación del Perro Salvaje de las Tierras Altas de Nueva Guinea” (NGHWDF) informó que un equipo de científicos de la Universidad de Papúa detectó por primera vez en medio siglo, la presencia de al menos 15 ejemplares de Perro salvaje de las Tierras Altas de Nueva Guinea o Perro cantor de Nueva Guinea (Canis lupus hallstromi), una subespecie de lobo que se consideraba extinguida en libertad (1ª foto).

La investigación logró tomar más de un centenar de fotografías de los animales, incluyendo ejemplares adultos y cachorros. El grupo vive aislado a una altitud de entre 3.700 y 4.600 m. sobre el nivel del mar, en una de las zonas más remotas del planeta, sin ningún tipo de contacto con el ser humano. Es de las pocas especies salvajes de cánidos que quedan en el mundo y su genética nunca ha sido modificada por el hombre mediante reproducción selectiva.

El registro fósil indica que la especie se estableció en la isla de Nueva Guinea hace al menos 6.000 años. No está claro si llegó con las migraciones humanas o pudo haber colonizado la isla de manera independiente.

Al igual que su pariente cercano el Dingo (Canis lupus dingo), de mayor tamaño, que vive en Australia y el Sureste asiático, estas subespecies de lobos tienen una peculiar manera de aullar, ya que son capaces de modular la voz (2ª foto), de ahí el nombre de “Perro cantor”.

Es curioso, que a estas subespecies de Canis lupus no las llamemos “lobos”, sino “perros salvajes”. Quizás sea debido a que ellos sean los ancestros de nuestros “perros domésticos” (Canis lupus familiaris).

Una de las razas de perro más antigua, el Basenji, originaria del este de África y que fue representado en algunos relieves del Antiguo Egipto (3ª foto), curiosamente, tampoco ladra, sino que emite unos musicales aullidos similares al “yodel” o canto del Tirol.

En el interior de todos los perros domésticos late el corazón de un lobo salvaje.

Resuena en el sombrero: "Mon coeur bat encore".- Les Dogs (Rouen (Francia), 1984).

viernes, diciembre 13, 2019

VERSIONES DE UNA VIDA (XLIII)


"¿Quién será?" es un mambo compuesto en 1953 por los mexicanos Pablo Beltrán Ruiz y Luis Demetrio, que fue popularizado por el cantante, también mejicano, Pedro Infante, quien lo interpretó en la película "Escuela de Vagabundos" (1956).

En 1959, la cantante norteamericana y tía de George Clooney, Rosemary Clooney, cantó la versión en inglés de la canción, con el título "Sway", que mucha gente identificó con la actriz Rita Hayworth.

En 2016, los también mexicanos "Sonido Gallo Negro" hicieron una magistral versión instrumental, con su "Mambo Cósmico", en un fantástico alarde retro-futurista, en el que se combina el mambo antiguo con no menos viejas teorías de relaciones históricas y exotéricas entre visitantes extraterrestres y las culturas egipcia y maya.

Os imagináis que un buen día descendiera del cielo un platillo volante, se abriera la escotilla y lo que sonase en su interior fuese "Mambo"?

Disfrutadlas:

1) Pedro Infante (México, 1956).

2) Rosemary Clooney (Los Ángeles (California), 1959).

3) Sonido Gallo Negro (México, 2016).

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miércoles, diciembre 11, 2019

VERSIONES DE UNA VIDA (XLII)


A pesar de que sólo viviese hasta los 23 años, Buddy Holly ha sido uno de los músicos que más ha influido en la música pop de todos los tiempos. Uno de sus temas favoritos es "Cryin´, Waitin´, Hopin´", una intensa canción a medio tiempo que trasluce algo de los aires fronterizos de su Texas natal. Quizás por ello, de entre las múltiples versiones que se han hecho (incluyendo a The Beatles en 1994), una de las más logradas fue la que hizo Marshall Crenshaw, quien interpretó el papel de Holly en la película "La Bamba", en 1987. Aunque, para mi gusto, la que tocaron Marty Stuart y Steve Earle, en 1996, para el disco de tributo a la memoria de Holly, "Not Fade Away", es francamente insuperable, con ese magistral dobro de Marty y la auténticamente visceral armónica de Steve.

La canción refleja de manera magistral el agridulce sentimiento de la esperanza, la eterna y dolorosa espera, que logra mantener la confianza de que algún día el ser amado regresará irremediablemente a nuestros brazos.

Disfrutadlas:

1) Buddy Holly (Texas, 1959).

2) Marshall Crenshaw (Los Ángeles (California), 1987).

3) Marty Stuart & Steve Earle (Nashville (Tennessee), 1996).

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sábado, noviembre 23, 2019

VERSIONES DE UNA VIDA (XLI)


A mediados de los 80 cayó en mis manos el primer volumen de la recopilación "Battle of the Garages" con un montón de bandas norteamericanas, en su mayoría desconocidas para mi, que desgranaban una música excitante, rítmica, energética y colorista que hundía sus raíces en los años 60, y que suponía un agradable contraste respecto a la música oscura y siniestra que reinó en Europa, a principios de los 80.

Una de las canciones que más llamó mi atención fue la titulada "Glendora", interpretada por un estrambótico grupo de Washington D. C. llamados "Slickee Boys". Recientemente he sabido que la canción es original de los legendarios ingleses "Downliners Sect" y que está dedicada al maniquí de plástico de unos grandes almacenes, algo que en nuestros días sería de lo más políticamente incorrecto.

En la fotografía, Glandora prostrata (Geres, Portugal, 10 de junio de 2019).

Disfrutadlas:

1) Downliners Sect (London (UK), 1966).

2) Slickee Boys (Washington D. C. (USA), 1981).

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miércoles, noviembre 20, 2019

HONGOS Y LUZ


En la charla del pasado día 8 de noviembre, sobre hongos en la sanidad forestal, dentro de las XVIII Jornadas Micológicas de Logroño, organizadas por la Asociación “Verpa”, durante el turno de preguntas surgió el tema de por qué algunas especies de hongos, a pesar de no poseer clorofila y no realizar la fotosíntesis, su fructificación se ve favorecida o no por determinado grado de iluminación del suelo o del sustrato donde se desarrolla el micelio.

Incluso hay especies, como el Omphalotus nidiformis de la fotografía, cuyos carpóforos son capaces de emitir una luz fría y verdosa, es decir son bioluminiscentes, brillando en la oscuridad de la noche.

La explicación más frecuente e inmediata al por qué de la influencia de la luz y la existencia de colores y bioluminiscencia en las setas, suele ser para atraer a los insectos, al objeto de que realicen o colaboren en la dispersión de las esporas de los hongos, aunque el asunto no está nada claro, las causas pueden ser distintas para las diferentes especies y también intervienen otros factores, entre los que se me ocurren los siguientes:

- El sol y la luz influyen en la humedad y la temperatura, a mayor iluminación, mayor temperatura y mayor cantidad de agua se evapora y con mayor rapidez lo hace. La temperatura, además, también influye en la velocidad de los procesos bioquímicos, así como en la formación de corrientes de aire en la superficie del himenio que favorecen la dispersión de las esporas.

- En el caso de los hongos micorrizógenos, que forman relaciones simbióticas con las raíces de los árboles, cuanto mejor iluminado esté un árbol mayor cantidad de azúcares y otros hidratos de carbono producirá para alimentar a sus hongos asociados. Algunas especies como Boletus aereus son consideradas heliófilas. Por no hablar de las especies que forman micorrizas con arbustos propios de matorrales heliófilos, como Jaras (Cistus sp.) y Brezos (Ericaceae).

- Hongos saprófitos que son cultivados por sus propiedades alucinógenas (Psilocybe cubensis) precisan de una exposición diaria de 12 horas de luz del espectro azulado y ultravioleta, para fructificar correctamente, mientras que los espectros rojizo, verdoso e infrarrojo inhiben la aparición de los primordios.

En el caso de la bioluminiscencia, también son muchos los aspectos a tener en cuenta:

• La bioluminiscencia de los carpóforos suele ser frecuente en hongos que viven en climas tropicales, mientras que en latitudes templadas es más habitual que sean los micelios los tejidos capaces de emitir luz.

• Dentro de una misma especie puede haber variedades (geográficas o en función del número de esporas que producen los basidios) que sean bioluminiscentes, mientras que otras no lo son.

• La bioluminiscencia es un proceso bioquímico que requiere que las células estén vivas y que consume oxígeno (oxidación), agua y energía (ATP), por así decirlo es una “fotosíntesis inversa”.

• Se han documentado casos en los que la supuesta bioluminiscencia del hongo, en realidad está producida por una bacteria que invade el carpóforo o el micelio.

Cualquier información, aclaración o experiencia al respecto será bienvenida.

Fotografía cortesía de Herman Anderson, tomada el 19-11-2019 en un bosque de Tasmania (Australia): Omphalotus nidiformis.

Resuena en el sombrero: “A Light from the Mountains”.- The Coal Porters (California, 2008).

domingo, octubre 20, 2019

EL TORNILLO DEL EGO


A menudo, cuando se habla de "plena consciencia", "concentración", "atención máxima" u "óptimo nivel de destreza" se emplea el verbo "fluir", porque en los estados de plenitud metal la mente fluye en una profunda conexión dinámica con el entorno espacio-temporal o circunstancias y seres que nos rodean. Son momentos en los que aflora y se desarrolla nuestro "verdadero ser" de luz y amor en conexión permanente y profunda con el Universo.

Por desgracia, suele tratarse de efímeros momentos de paz y lucidez, que mucha gente jamás ha experimentado, porque nuestros cerebros están total y absolutamente atenazados por el "ego", impidiendo que nuestra mente "fluya", crezca y se desarrolle. Por así decirlo, es un "modo" de nuestro cerebro que va recopilando todas las experiencias negativas, todos nuestros miedos, fobias y prejuicios, al objeto de diferenciarnos del resto del mudo y colocarnos por encima de él. "Sí, vale, todo ese rollo de la paz, el amor y la armonía Universal está muy bien, pero primero YO, ante todo mi supervivencia, mi bienestar, mi comodidad y mi superioridad por encima de los demás"; y también al revés, por el otro extremo: "Soy una pobre víctima del mundo cruel creado por los demás, yo no tengo la culpa de nada". Es como un tornillo mental que, a base de crear una constate tensión, nos diferencia de los demás, nos afianza en nuestras creencias, nuestros esquemas y nuestros prejuicios, nos atornilla en nuestra "zona de confort" e impide que tengamos una mente realmente abierta. Se apoya en nuestras emociones, nuestros recuerdos y experiencias negativas para provocar una suspicacia y desconfianza casi enfermizas, que nos impiden ser seres plenamente racionales y libres.

El "ego" constituye la principal herramienta por la que el poder ejerce su influencia sobre nosotros, por eso casi todos los estímulos que recibimos están encaminados a exacerbar y alimentar el "ego" hasta límites insospechados:

"Compre este coche para fardar ante sus vecinos".
"Independícese del Estado opresor".
"Permanezca unido y fiel al orden establecido internacional".
"Contrate un seguro, por lo que pueda pasar".
 "Ponga una alarma en su coche y en su hogar".
"Trump: En justo resarcimiento por las ayudas que la U. E. concedió indebidamente a "Airbus", ahora subo los aranceles a un montón de productos agrícolas europeos".
"Ándeme yo caliente y ríase la gente".
"¿Cambio climático? El que venga detrás que arree".
"El que más chifle, capador".
"El que no llora no mama".

Desatornillémonos del "ego", respiremos profundamente y relajémonos, atrevámonos a pensar por nosotros mismos y a ser realmente libres. ¡Dejemos de vivir permanentemente presionados, tensos y atemorizados!

Ilustración del pintor japonés Tetsuya Ishida (1996).

Resuena en el sombrero: "I´m Free".- The Who (London (UK), 1969).

viernes, octubre 18, 2019

VERSIONES DE UNA VIDA (XL)


¿Cómo es posible que me haya pasado desapercibida hasta ahora una música Garage-beat, cantada en castellano, con abundante “tiro-riroFarfisa, publicada en 1969, en Bolivia, en el sello “Lyra”!!!???

Menos mal que, una vez más gracias al “Sótano” (Radio 3), he podido escuchar esta joya del Garage titulada “Callaré simplemente” (1969), a cargo del grupo boliviano Los Ecos, que fue famoso por contar con la baterista más joven de la historia, la niña de 10 añitos María Esther Maldonado “Terso.

Se trata de una versión en castellano de un tema titulado “Pain”, compuesto en 1965 por una oscurísima banda de Kingsport (Tennessee), llamada The Downbeats, acompañados por una impagable sección de viento.

Disfrutadlas:

1) The Downbeats (Kingsport (Tennessee), 1965).

2) Los Ecos (La Paz (Bolivia), 1969).

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miércoles, octubre 16, 2019

HÍBRIDOS


A los seres humanos nos gusta pensar que existen unas leyes físicas o naturales fijas, inmutables, fiables e infalibles que rigen el funcionamiento del Universo o, al menos de nuestro mundo más cercano. Por ejemplo, la reproducción fértil y normal sólo es posible entre individuos de sexo contrario pertenecientes a la misma especie. Cuando dos individuos de especies distintas pero del mismo género (taxonómico) son capaces de producir descendencia, al fruto de su unión se le denomina “híbrido” y, por lo general es estéril. Un ejemplo de ello es la mula, producto del cruce entre un burro o asno (Equus africanus asinus) y una yegua (Equus ferus caballus), por eso el nombre científico de la mula o mulo es Equus africanus x ferus (el símbolo “x” indica que se trata de un híbrido).

Cuando hace un par de años saltó la noticia de que los humanos modernos no africanos poseemos en nuestro genoma entre un 1,8 y un 2,6% de genes de Homo neanderthalensis, pensé: “Pues entonces no debería hablarse de especies distintas, sino de subespecies dentro de la misma especie”. Porque es evidente que el fruto de aquella unión entre sapiens y neanderthalensis, que se produjo hace entre 145.000 y 130.000 años, dio origen a una descendencia fértil que ha propiciado que esos genes neandertales perduren hasta nuestros días.

Supongo que es muy difícil determinar con exactitud en qué momento se produce el suficiente distanciamiento genético para diferenciar una especie determinada del resto de sus “parientes” próximos o de los antepasados que la precedieron. Partiendo de la base de que tampoco existe unanimidad en lo que respecta al concepto científico de “especie”.

Esto en lo referente a animales, porque en plantas hasta hace poco se admitía la existencia de híbridos entre distintos géneros, por ejemplo la bella flor de orquídea que aparece en el centro de la imagen era denominada hasta hace poco x Orchiaceras bivonae (Tod.) Soo. (1931), ya que es un híbrido entre Orchis italica (a la izquierda) y Aceras anthropophorum (L.) Sm. (1818) (derecha), si bien cuando esta última especie pasó a incluirse en el género Orchis y denominarse Orchis anthropophora (L.) All. (1785), el híbrido pasó a llamarse Orchis x bivonae Tod. (1840), o sea un híbrido más normal entre dos especies del mismo género. Desconozco si estas orquídeas híbridas son capaces o no de producir semillas viables.

La reproducción y la genética del reino “Fungi” son muy distintas a las de animales y plantas, por lo que jamás se habla de híbridos entre especies de hongos, si bien en no pocas ocasiones se ven ejemplares con características intermedias que dan ganas de asignar a algún híbrido entre especies.

Fotografías cortesía de Santiago González Torregrosa, tomadas en la Sierra de la Safor (Alicante).

Resuena en el sombrero: La palabra latina “Orchis” significa “testículo” debido al aspecto de los bulbos o tubérculos que presentan las raíces de estas plantas. Me pregunto cuál hubiese sido el futuro de la humanidad si aquel Homo sapiens primitivo que se unió con una mujer neandertal hubiese sufrido un molesto picor en el momento culminante: “Me Pica un Huevo”.- Siniestro Total (Vigo (Pontevedra), 1983).

sábado, octubre 12, 2019

VERSIONES DE UNA VIDA (XXXIX)


El fabuloso grupo de “Surf” y Rock clásico instrumental -Los Tiki Phantoms- acaban de publicar un “Disco Guateque” que nos reconcilia a toda una generación de “enteradillos underground” con nuestro pasado y nuestras raíces, porque… Vamos a ver! Hay que ser sincero y reconocer que han existido artistas de copla que han marcado nuestra infancia y nuestra juventud, no sólo musicalmente, sino incluso sociológica, cultural y psicológicamente. Me estoy refiriendo a personajes como Rocío Jurado que cantó e interpretó temazos del calibre de "Como una Ola".

Tratando de ser objetivos y al margen de estilos, "Como una Ola" es un prodigio de composición, armonías y arreglos, que fue compuesta en 1981 por el inmenso y genial tándem constituido por José Luis Armenteros y Pablo Herrero. Los Tiki Phantoms se han percatado de ello y han hecho una magistral versión instrumental que, con ese nombre, pega muy bien con su estilo “Surf”.

Además, no es baladí el hecho de que sea justo en este momento cuando este temazo irrumpe en mi vida como una gran ola salvaje que golpea o, mejor dicho, acaricia las costas atlánticas con suave y rítmica cadencia.

Disfrutadlas:

1) Rocío Jurado (Chipiona (Cádiz), 1981).

2) Los Tiki Phantoms (Barcelona (Cataluña), 2019).

Fotografía cortesía de Ángeles Villasenín Álvarez: Mazaricos rabipintos o Agujas colipintas (Limosa lapponica) en A Guarda (Pontevedra, 20/10/2018).

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jueves, octubre 03, 2019

VERSIONES DE UNA VIDA (XXXVIII)




Ya iba siendo hora que le dedicase un capítulo de esta sección a un personaje muy querido para todos los amantes del “Garaje”, tato en España como en el resto del mundo, que no es otro que el simpar valenciano Juanito Wuau (ex - Wuau y los Arrrghs), que desde su sección radiofónica de “El Garaje de Juanito” (en el programa “El Sótano” de Radio 3), nos ilustra y descubre joyitas poco conocidas de este casi infinito universo de grupos, bandas y combos, que costituyen este peculiar estilo, que comenzó en los 60, tuvo un gran resurgir en los 80 y continúa vivo en nuestros días gracias, entre otros, a personas como Juanito.

En la 3ª foto le vemos con su característico collar de huesos, que acentúa el look primitivo que pusieron de moda The Fuzztones, a primeros de los 80. Recuerdo que, en aquella época, durante uno de mis paseos por el monte, me encontré un cráneo de perro (o quizás de lobo) con cuyos colmillos y dientes me fabriqué un collar parecido al que solía lucir Michael Jay (bajista de los Fuzztones, 2ª foto), y con el que entonar uno de los lemas emblemáticos de la época: “Get primitive!”

El estilo o fenómeno social de las bandas de “Garaje”, surgió en los barrios residenciales norteamericanos, en los años 60. Y, si bien en España no tuvimos nada parecido, algunos grupos del momento imitaron aquel sonido y grabaron temazos como el que traemos hoy a colación, que me descubrió Mr. Wuau, en su mencionada sección radiofónica, justo cuando me encontraba conduciendo a la altura de O Porriño (Pontevedra). Se titula “Yo Grito” y lo compusieron Los Sirex en 1966, el cual ha sido magistralmente versionado por los californianos The Night TimesfeaturingJuanito Wuau a la voz cantante!!!

No os perdáis los geniales efectos de percusión simulada que hace con la boca!!!

1) Los Sirex (1966).


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martes, octubre 01, 2019

DESIERTOS ARBOLADOS





El cambio climático es un problema realmente importante, por lo que la fijación de CO2 que realizan los árboles, la lucha contra los incendios forestales y contra las plagas exóticas que invaden nuestros bosques y nuestros cultivos son asuntos igualmente importantes, pero nada de eso sería posible sin el SUELO que sustenta y posibilita que viva cualquier tipo de vegetación terrestre.

La mentalidad productivista, aséptica y predominantemente agraria de nuestra sociedad tiende a obsesionarse con la “limpieza” y con eliminar la competencia de las “especies valiosas objeto de cultivo”, lo que, en ocasiones, nos lleva a alejarnos en exceso del funcionamiento óptimo de los ecosistemas naturales, de modo que podemos llegar a crear auténticos “desiertos arbolados”. Sí, hay árboles, pero el suelo está totalmente deteriorado y apenas hay otra vida que no sea la de los propios árboles plantados, que sobreviven de manera precaria, predispuestos al ataque de plagas y enfermedades, y escasamente resistentes a contingencias meteorológicas adversas.

El afán por no desperdiciar ni una gota de agua, ni un gramo de abono, así como el miedo a la Xylella fastidiosa, lleva a los agricultores a dejar el suelo de los olivares sin una brizna de hierba y desnudos de materia orgánica (ver 1ª foto), ignorando que están destruyendo el principal capital, el SUELO.

El mundo forestal tampoco es ajeno a esta obsesión por eliminar hierbajos, matorrales y “malezas”, al objeto de reducir al máximo el riesgo de incendios y la competencia con los árboles plantados. Es cierto que hay que realizar cierto control sobre el matorral, pero sin olvidarnos jamás de lo principal, lo más básico y fundamental, que es el SUELO.

A mitad de camino entre ambos mundos, el agrario y el forestal, tenemos uno de los mejores inventos de nuestra milenaria cultura agraria, como es, sin duda, la dehesa. Es decir, bosques abiertos, prácticamente sin arbustos, donde bajo las copas de un arbolado adulto y poco denso se desarrollan pastos naturales o bien cultivos herbáceos (cereales, alfalfa y otras leguminosas), que sirven de alimento para la ganadería extensiva (vacuno, ovino, caprino y porcino), proporcionándonos productos tan valorados y tan españoles como el jamón de bellota y los toros de lidia. Asimismo, la dehesa también es fundamental para especies de fauna silvestre como Águilas imperiales, Buitres negros, Linces, Grullas, Palomas torcaces, jabalíes y cérvidos.

El hecho de utilizar maquinaria para las labores previas de preparación del terreno, cuando esto sea necesario, no tiene por qué implicar la degradación del suelo. El desbroce no debe ser total, puede realizarse de forma discontinua, por fajas, en curvas de nivel y recuperando la tierra vegetal. El subsolado, para mejorar la capacidad de retención de agua, debe realizarse sin volteo ni remoción de los horizontes del suelo. El propio matorral puede servir para dar cobijo y proteger a las plantas que introducimos, éstas tampoco tienen por qué ser siempre árboles, en las peores zonas podemos plantar arbustos más resistentes a la sequía y que ayuden a fijar el nitrógeno atmosférico, como las retamas y otras leguminosas que ni siquiera tienen por qué ser siempre leñosas, sino que también podemos sembrar herbáceas que ayuden a mejorar la biodiversidad y la fertilidad del suelo.

Respecto a las especies arbóreas, procuraremos utilizar siempre especies autóctonas procedentes de semillas locales, para que estén bien adaptadas a la zona. Y para evitar los daños que producen los grandes herbívoros (ya sea ganado como cérvidos), un buen invento son los protectores individuales tipo "cactus" o "espino artificial" (4ª foto).

Recientemente, han puesto un documental en la "2" sobre el enorme esfuerzo repoblador que está realizando China, creando una barrera verde para frenar el avance del desierto y disminuir la frecuencia con la que terribles tormentas de arena azotan la gigantesca ciudad de Pekín, para lo cual han utilizado varias especies de árboles adaptadas al clima árido, así como la implantación de líquenes con ayuda de cianobacterias.

Resuena en el sombrero: “My Desert”.- The Jazz Butcher (Oxford (UK), 1954).

Fotografias: Cortesía de Pablo Castro Prigent (1ª), F. Luis Domínguez J. (2ª y 3ª) y “Protector Cactus” (4ª).