Casi todos los años, las setas
primaverales suelen salir en el orden siguiente:
1º) Las más tempranas son los
Marzuelos
(Hygrophorus marzuolus), como su nombre indica, acostumbran a salir en el mes de
marzo, al poco tiempo de derretirse la nieve en el suelo de pinares y
hayedos, si bien, dependiendo de las condiciones meteorológicas de
cada año, a veces se adelantan a febrero y otras, como sucede este
año, se retrasan hasta principios de mayo. Es una seta francamente
difícil de encontrar, ya que apenas asoma su discreto sombrero
pardo-grisáceo sobre la hojarasca del suelo, la imagen que presenta
(2ª foto) pasa fácilmente desapercibida. En ocasiones la
descubrimos gracias a que las ardillas o los ratones las han roído
dejando ver su carne blanquecina que sí que contrasta con el
sotobosque predominantemente oscuro.
2º) Entre marzo y abril, suelen
salir algunos curiosos ascomicetos de los géneros
Helvella (con frecuencia se adelantan a febrero-marzo), Morchella y Verpa, como la
Helvella leucomelaena (fotos 6ª y 7ª), la Verpa digitaliformis (8ª foto) y la Morchella elata (colmenilla foto
9ª y sus esporas vistas al microscopio en la foto 10ª), de las que
ya he hablado largo y tendido en ocasiones anteriores, y que este año
han retrasado ligeramente su época habitual de fructificación.
3º) Después vienen las Sedas o
Perretxikos (Calocybe
gambosa), habitantes de prados basófilos en las proximidades de
rosáceas (endrinos, rosales, maguillosos, cerezos), con su
característico aroma que suelo describir como una mezcla entre
harina y plastilina. Debido a la gran avidez que sienten muchos
aficionados por esta seta, suelen cogerse demasiado pequeñas, aún
sin desarrollar del todo, siendo raro encontrar ejemplares como el
que puede verse en las fotos 3ª y 4ª, debido a la enrome fortuna de
que casi todos los años sale alguno en un rincón del jardín de mi
casa de la Sierra de Cameros (La Rioja).
4º) Por último, en prados
estercolados por los excrementos del ganado, tenemos al gran Bejín
rugoso (Calvatia utriformis), que también he
comido
alguna vez y cuya época habitual de fructificación suele ser el
verano-otoño, si bien, frecuentemente, se superpone con los últimos
perretxikos y esta atípica primavera ya han salido a primeros de
mayo (foto 11ª).
Este año, tras un invierno
relativamente cálido y seco, seguido de un inicio de primavera frío
y húmedo, se ha producido una inusual coincidencia en el tiempo de
fructificación de muchas de estas especies, propiciando también su
feliz coincidencia en el reducido espacio de las mesas y los platos
de nuestros comedores y cocinas, como se aprecia en la 5ª foto,
donde pueden verse marzuelos, en el plato izquierdo, y perretxikos en
el derecho, ambos revueltos con huevo, un poco de cebolleta y
adornados con aliaria (hierba con un suave sabor a ajo).
Buen provecho y a disfrutar de esta
preciosa primavera!
Todas las fotos tomadas a finales de abril y primeros de mayo by Mad
Hatter en La Rioja.
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