miércoles, enero 09, 2008

La curiosidad mató al gato


El pasado año, unos científicos de la Universidad Nacional de Gyeongsang, en Corea del Sur, fueron capaces de clonar dos preciosos gatitos de Angora a los que se les había inoculado en las células de la piel un virus con una proteína fluorescente que les confiere la facultad de brillar en la oscuridad, tras haber sido expuestos a radiación ultravioleta (¡glups!).

Con ello, los investigadores esperan obtener técnicas que les permitan desarrollar tratamientos para las enfermedades genéticas de las personas, ya que los gatos padecen unos 250 trastornos genéticos del mismo tipo que los que afectan a los humanos.

Este tipo de noticias siempre suscitan cierta inquietud y polémica, tanto desde el punto de vista científico como ético o deontológico, porque se sabe cómo se empieza pero no alcanzamos a ver hasta dónde nos puede llevar el desarrollo de estas técnicas de "ingeniería genética".

Hay quienes opinan que jugar a Dios es muy peligroso e inmoral, ya que no se conocen las implicaciones de las posibles interacciones entre genes, ni las consecuencias que podría conllevar la manipulación genética, tanto desde el punto de vista físico y medioambiental como incluso desde el punto de vista espiritual.

Otros, en cambio, consideran que la manipulación genética que podemos realizar no es algo tan artificial o antinatural como pudiera parecer, ya que, a fin de cuentas, simplemente se está profundizando en el conocimiento de los procesos naturales con objeto de utilizarlos en la cura de enfermedades e incluso en la conservación de especies de flora y fauna amenazadas, tal y como la humanidad ha venido haciendo desde el principio de los tiempos.

El problema, como siempre, está en si podemos asumir la profundidad de los cambios y avances introducidos, así como la velocidad a la que éstos se producen y, sobretodo, si seremos capaces de controlar el uso real que se va a hacer de dichos avances. La verdad es que da un poco de miedo y de vértigo, pero, ciertamente, las ventajas que podrían derivarse de estas investigaciones son importantes y muy tentadoras.

Lo que parece ser un hecho indiscutible, es que una parte importante de la comunidad científica está decidida a investigar sobre estos temas, por lo que su desarrollo se me antoja imparable. Sólo el tiempo dirá si esa naricita roja del gatito "Rudolph", brillando en la oscuridad, supone que estamos empezando a vislumbrar la luz al final del túnel o, por el contrario, no es más que una lucecilla embaucadora que a penas alumbra fría y débilmente nuestra imparable caída en un pozo cada vez más profundo.




Resuenan en el sombrero: El maullido asustado del gatito "Rudolph", brillando en la oscuridad (Corea del Sur, 2007). Y "Where Do We Go From Here" y "I Walk In Darkness".- The Chesterfield Kings (Rochester (New York), 1999).

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye, pues no estaría mal entrar así en una disco. Seguro que te quedabas con el personal.
Y ahora en serio, lo del vértigo es cierto, pero creo que es imparable. O al menos soy escéptica en cuanto a lo de los códigos deontológicos. Si hay dinero por medio, se hará. No confío en el ser humano.
Besos fluorescentes.

Carmen dijo...

Qué hubiese sido de nosotros sin la investigación! Creo en la ciencia con ética, sin la introducción de factores distorsionantes como la religión. Si se permite la entrada del negocio es nuestra responsabilidad... pero yo quiero seguir confiando en los miles de investigadores que reflexionan para todos.
Un beso de futuro.
(Oye Lula, la idea de entrar así en una disco es estupenda... a ver si la investigación da pronto resultado y nos podemos beber una pócima de vez en cuando ;)

Mad Hatter dijo...

Gracias chicas.

Pero, por desgracia, no se trata de tomar ninguna poción ni medicina. Imagínate, Carmen, que entras un día en una discoteca y te encuentras a una clon tuya de colorines, sin que nadie te hubiese pedido permiso para ello ¿Qué te parecería?
Yo no veo a la religión como un elemento "distorsionante", sino como un camino más por el que tratar de irse acercando a la VERDAD.
El problema de muchos investigadores es precisamente que no reflexionan demasiado en las posibles consecuencias de sus investigaciones ¿Recordais lo que pasó cuando un tal Einstein se puso a jugar con los átomos?
Aunque, como habreis podido comprobar, sobre este asunto no me he "posicionado", no sé qué pensar en este momento, sinceramente, el tiempo dirá...
Por cierto, Carmen ¿Has visto la entrada anterior sobre el "Cuarto Poder"?

atikus dijo...

Bueno así el acomodador del cine en lugar de llevar linterna llevaría un gatito...mucho mas chick!!

o en la habitación de los niños para que durmieran tranquilos en lugar de deljarles una luz encendida les dejas el gato!

por no hablar de las navidades, en lugar de poner bombillas pones miles y miles de gatos en los árboles, lo que te ahorrarías en lamparas, luego los conviertes en salchichas para el tercer mundo y asunto liquidado EH!!!

atikus dijo...

Si claro se puede usar muy mal la ciencia...pero entonces ¿nos quedamos en la edad de piedra?

vamos que la energía atómica puede ser beneficiosa o no según se use, como unas tijeras, un coche, una aspirina, etc...pueden matar o salvar una vida

si no tenemos nada de esto no nos matará, pero tampoco nos ayudará a progresar

Bloggesa dijo...

Pues, la verdad, no sé qué tendrá de bueno el haber puesto al animalito así. Que si es para bien, vale. Pero que no le veo yo ahora mismo la utilidad.

Un beso.

frikosal dijo...

El es que se está manipulando un programa que no se comprende totalmente. Los que hemos trabajado en informatica sabemos que esto es peligroso. Con un ordenador siempre queda la solucion de ejecutarlo y mirar que pasa.

Con el gato, ética a parte, hasta cierto punto es lo mismo, por que es solo uno.

Pero con las muchísimas toneladas de semillas manipuladas geneticamente que se están vendiendo y plantando (que son a su manera tan aberrantes como el gato fluorescente), si algo va mal va a ser un desastre. Todo esto ¿para que? pues no para alimentar mejor a la gente, simplemente para forrarse unos pocos.

Antes, la united fruit company tenia que ir personalmente a plantar en america del sur, pero eso era complicado. Ahora basta con vender sus semillas. Chile, por ejemplo, está lleno de anuncios de este tipo.

frikosal dijo...

Perdon, decia "El problema" y borre "problema".

Mad Hatter dijo...

Gracias por vuestros comentarios.

Lo más preocupante y difícil es el control del asunto. Con los productos habituales siempre se puede retirar del mercado alguna partida defectuosa, pero la cosa no es tan fácil si se trata de genes que pueden ir en granos de polen, semillas, esperma, óvulos y cualquier otra célula. Y si alguna vez aparece algún clon humano ilegal ¿Qué hacemos con la "copia fraudulenta"? ¿Matarla?
La pregunta es: ¿Merece la pena asumir todos esos riesgos para las ventajas que se pueden obtener?

Kurtz dijo...

Yo creo que el problema ético va a ser del todo inevitable y que otro problema derivado del avance de la ciencia en el campo de la genética va a ser, que dada la naturaleza del hombre, acabarán aprovechándose de las ventajas (como alrgar la vida, curarse enfermedades incurables, etc...) los más adinerados, los que puedan costearselo. Ya sucede que enfermedades que aquí, en occidente, tienen cura, son mortales de necesidad en África... que contarles si se coquetea con la inmortalidad. Me aventuro a augurar que se generaran nuevas clases, se producirá una nueva eugenesia.
Complicado.
Saludos, Mr Hatter

Mad Hatter dijo...

¡Qué coincidencia Coronel! Una más, es exáctamente lo mismo que yo planteaba aquí en julio del año pasado.
Así será, claro que sí, porque el sistema capitalista funciona así.
Saludos.

Kurtz dijo...

Interesante ese oto post que enlazas. Me ha llamado la atención lo del Tejo y como lo enlazas con el cuento de Verne.
Sobre el porqué del envejecimiento te recomiendo este enlace.

http://es.wikipedia.org/wiki/Tel%C3%B3mero

Un saludo

frikosal dijo...

Mira esto