martes, febrero 15, 2022

LAS ENCINAS DE LA ERMITA DE LA VIRGEN DEL TAJO


Un hombre de la localidad se acercó al monte a cortar leña y comenzó a talar una encina con su hacha. Estando en medio de la faena, una voz le dijo desde el interior del árbol: “Tajo, no cortes más arriba ni más abajo o me cortarás un brazo”. De esta manera encontró a la Virgen en el interior de la encina”.

Esta leyenda, según Alejo Ibáñez y recogida por Quijera Pérez, figura en un cartel (foto nº 5) situado junto a la Ermita de la Virgen del Tajo, en la localidad de Camprovín (La Rioja), uniéndose así a la tradición popular del encuentro de figuras de Vírgenes en el interior de árboles, particularmente encinas y robles, como la propia Patrona de La Rioja, la Vírgen de Valvanera, encontrada por unos pastores en el interior del tronco de un viejo roble (foto nº 6), en un monte de Anguiano, o el Roble de la Virgen, en Cañas (foto nº 7), siendo este último un viejo ejemplar de Quejigo (Quercus faginea).

Siempre he pensado que esta tradición católica entronca (nunca mejor dicho) con el culto ancestral a la “Madre Tierra”.

La Ermita de la Virgen del Tajo (foto nº 1), situada en lo alto de un pequeño cerro al N. E. del pueblo de Camprovín, tiene su origen en el siglo XII y fue restaurada en 1947, partiendo de la ampliación realizada en el siglo XVII. Junto a ella, en la pequeña explanada que culmina el cerro, hay dos longevas encinas (Quercus rotundifolia), una con la base del tronco hueca, con una edad aproximada de 300 años, origen sin duda de la leyenda (foto nº 2); y otra algo más joven (de unos 200 años, foto nº 3) que tiene la particularidad de que sus hojas presentan una forma lanceolada, sin apenas dientes en sus bordes (foto nº 4), lo que hizo pensar que quizás pudiera tratarse de una Alsina o “Encina costera” (Quercus ilex), alóctona en La Rioja, o incluso al híbrido de ambas especies Quercus x autumnalis, si bien la vellosidad y la forma de los nervios corresponden a la autóctona “Encina de interior” o “Carrasca” (Quercus rotundifolia), aunque, para estar seguros, este ejemplar sería merecedor de un análisis genético.

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