Tal y como adelanté en el capítulo anterior, en este toca hablar de los viajes a Inglaterra para aprender inglés, alojado en casas de familias de allí, cosa que ya narré en su día cuando hablé de las “flechas envenenadas” del grupo ABC.
Sin duda, la coincidencia en el tiempo de la adolescencia con el apogeo del “New Romantic”, supuso una circunstancia de alto riesgo que la mayoría superamos heroicamente sin problemas, con la única secuela de algunos dibujos trazados espontáneamente a lápiz, como el primero de arriba (si pincháis en él podéis verlo ampliado).
En la entrada del
enlace, en la que hablé de esta época, se quedaron en el tintero
algunos grupos más, tan pioneros y emblemáticos del estilo como “Adam and the
Ants”, “Duran-Duran” o “Spandau Ballet”. Éstos últimos (que hace poco han estado actuando en España), comenzaron su carrera con una excelente canción y
un gran vídeo (en aquella época los vídeos ya habían adquirido una gran
importancia a la hora de promocionar las canciones y los grupos) como es el de
“To Cut a Long Story Short” (título que viene muy a colación con el estilo de esta sección en la que trato de
resumir de manera breve, concisa y amena, toda una interminable serie de
canciones que me han acompañado a lo largo de la vida). Esta canción, al igual que
la misma esencia del estilo “New Romantic”, trataba de conciliar tradición y
costumbrismo con modernidad y juventud, todo ello envuelto en un glamuroso ambiente
dotado de un peculiar sentido de la elegancia, resultando un interesante y
atractivo cóctel de atuendos, peinados, maquillajes, sonidos y bailes, que
podía ir desde la desenfrenada fantasía de “Adam and the Ants”, con sus
poderosas guitarras y sus dos baterías, hasta la pulcra sobriedad del
neoclasicismo electrónico de “Orchestral Manoeuvers in the Dark” (O. M. D.),
más próximos al “tecno-pop”, si bien la línea que separaba ambos estilos era
muy fina y difusa.
Éstos últimos tuvieron
varios temas de éxito, pero mi preferido es “Maid of Orleans”, dedicado a la heroína Juana de Arco, preciosa canción y vídeo, con sus elegantes y armoniosos aires medievales tecnificados, la cadencia marcial
de la caja de ritmos marca el compás a unos sintetizadores que suenan a gaitas.
Por su parte
“Adam and the Ants” lucían unas sofisticadas y abigarradas pintas en las que
mezclaban atuendos piratas, chaquetas de húsares, plumas y otros adornos
propios de los piles rojas norteamericanos (indios). Además de por su
espectacular look, destacaron por la presencia en el escenario de dos baterías,
con las que lograban poderosos ritmos tribales marcados por el entrechocar de
las baquetas de madera, también tenían logrados coros, así como un potente
sonido de guitarras, gracias en buena medida a la Gibson de Marco Pirroni
(actualmente en el dúo de indie rock “The Wolfmen”), uno de los pilares del
grupo, junto a su amigo Adam Ant (Stuart Leslie Godard), el indiscutible líder
y cantante (actualmente en tratamiento psiquiátrico por trastorno bipolar). El
tema que quizás refleja mejor toda esta alocada mezcolanza de estilos,
influencias y sonidos es este titulado “Rancheros”, en el que se aprecian de una manera más clara esos aires
fronterizos de influencia americana.
En una de aquellas excursiones por Inglaterra, visitamos la bella ciudad de Bath, de donde proceden mis queridos “Tears for Fears”, de los que llegué a colgar un poster en la pared de mi habitación y a los que ya dediqué la entrada del enlace. Tras haberlos
escuchado con gran profusión durante aquellos años, ahora me doy cuenta de la
gran calidad de canciones y videos como este de su gran tema “Pale Shelter”.
Y de Duran Duran…
¿Qué queréis que os diga?... Musicalmente hablando, quizás no tuviesen excesivo
mérito, pero en lo referente a la imagen y a los vídeos fueron de los
que más nos alteraron nuestras ya de por sí revolucionadas hormonas, con
animadas canciones de baile como su espectacular “Girls on Film”.
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