En un terreno pedregoso o cubierto de escasa vegetación, las especies arbóreas colonizadoras, como el Pino negral (Pinus pinaster) de la foto, comienzan a establecerse:
A los 30 años, un pujante latizal de pinos ha conseguido cubrir totalmente el terreno, frenando la erosión y propiciando la formación de suelo con el aporte de restos de troncos, cortezas, ramas, piñas y acículas que caen desde el dosel arbóreo:
Transcurridos 60 años, fruto de la competencia y/o de las claras realizadas, hay una menor densidad de árboles, pero los que sobrevivien son de mayor tamaño, por lo que el suelo continúa totalmente cubierto:
A los 120 años, los árboles han alcanzado la plenitud de su desarrollo. Sería el momento apropiado para su corta (turno), en caso de que se realizara un aprovechamiento maderero:
Una vez que los pinos han conseguido cubrir el suelo y han mejorado las condiciones del medio, otras especies más tolerantes a la sombra comienzan a regenerarse, protegiéndose de los fitófagos con ayuda de arbustos espinosos, o gracias a su capacidad de rebrote, como es el caso de la encina (Quercus ilex) de la foto, que, tras haber sido ramoneada y raspada por los grandes herbívoros, ha emitido brotes provistos de hojas más pinchudas de lo habitual:
Transcurridos otros 40 ó 50 años, encinas y robles (quercíneas) han sustituido a una parte más o menos importante de los pinos. Algunos animales forestales, como los arrendajos y las ardillas (como la que aparece en la foto), realizan una importante labor de dispersión de las semillas, sobre todo bellotas de quercíneas:
Otras especies de árboles y arbustos van apareciendo, salpicadas por el bosque mixto, aprovechando pequeños claros o en los bordes, como sucede con el Tejo (Taxus baccata) y los cerezos (Prunus avium) de las fotos:
A medida que el bosque se va espesando y ganando en complejidad y diversidad, van apareciendo especies cada vez más tolerantes a la sombra. La última etapa en muchas sierras del Norte de la Península Ibérica suele corresponder a las hayas (Fagus sylvatica), como las de la foto, que, debido a su porte y altura, ya no tienen nada que temer de los grandes herbívoros, a los que ofrecen su fresca sombra en verano:
Acontecimientos destructores como vendavales, aludes o incendios, pueden eliminar gran parte o incluso la totalidad del arbolado, ya sea en grandes superficies, como la de la foto (Tatras (Eslovaquia), finales de noviembre de 2004), o produciendo derribos de forma puntual, que propician la renovación del bosque, con lo que se vuelve al punto de partida, si bien ahora se dispone de un suelo bastante más fértil y profundo que en el estado inicial, tras haber pasado un período más o menos prolongado (siglos o milenios) cubierto por el bosque.
Todas las fotos están hechas en La Rioja by Mad Hatter, excepto la última de los Tatras (Eslovaquia).
6 comentarios:
Siempre tan interesantes tus post técnicos.
Me dejas fascinado, y me gustan mucho, será por la herencia genética familiar de ingeniero de montes, o por lo bien que lo cuentas.
Abrazo
Muchas gracias "Futuro Relax-copio".
Me ha parecido buena idea divulgar estos temas, porque la inmensa mayoría de la gente se cree que los bosques siempre han estado ahí y que son algo estático que no cambia, pero la realidad es que tienen una dinámica bastante activa, si bien es cierto que sucede a una escala temporal muy diferente de la nuestra y que, desgraciadamente, aún está más alejada de la visión de los políticos, que no suelen preocuparse de más allá de 4 años vista.
Un abrazo y que paséis un buen finde.
Muy interesante !
Más o menos tenía la noción de que al cabo de suficiente tiempo aparecían las encinas, lo que no sabía es lo de las hayas.
El problema es que a escala humana todo esto no es observable, si se quema el encinar pues te has quedado sin bosque para toda la vida.
Si, a mi también me guista este despliegue de conocimiento infinito sobre fauna y botánica pero,,,¿Por qué ya no resuena el sombrero?
un besote!
Los pol´ticos viven en otra galaxia, Mad...
Yo creo que ya lo sabes...
Bueno "Friko", sólo ha sido un ejemplo, tampoco hay que tomarlo al pie de la letra. No en todos los lugares pueden crecer hayas. De hecho, La Rioja es uno de los pocos lugares de España en los que se pueden ver hayas y encinas conviviendo. En otros sitios la "última" etapa suele corresponder a bosques mixtos con quejigos, arces, tilos, fresnos, cerezos. Y hay zonas en las que las condiciones del medio no permiten que se supere nunca la fase de pinar.
Si se quema un encinar lo habitual es que las encinas rebroten de raíz y de cepa, pero hasta que alcancen el porte arbóreo pueden pasar siglos.
Bueno "Nanci", a veces hasta este sombrerero se cansa de escuchar música, y de vez en cuando hay que variar un poco el formato. Pero volverá, volverá.
Con respecto a los políticos, ya lo sé ya ¿Qué se puede esperar? Pero de vez en cuando hay que recordarles las cosas, por si alguno cae en la cuenta, nunca se sabe. Por decir, que no quede.
Gracias por vuestros comentarios, ya pensaba que este tema no iba a tener mucho interés para la mayoría del personal.
Saludos.
Publicar un comentario