sábado, agosto 06, 2022

LOS CLAROSCUROS DEL ROCK


La música Rock siempre ha oscilado entre un lado más luminoso, lúdico, alegre y colorista a otro más oscuro, tétrico y terrorífico, posiblemente arrastrada por el ambiente social general o quizás simplemente por aquello de “en la variedad está el gusto”.

La época que mejor conozco es la de los años 80, que empezó con una etapa siniestra, cuya máxima representante fue la cantante londinense Sioxsie Sioux, al frente de sus “Banshees”, quien nos hechizó a buena parte de la juventud con aquel “Spellbound” (1981).

Sin embargo, al otro lado del charco, en New York, un grupo de irreductibles muchachotes conocidos como The Fleshtones reivindicaban el lado más festivo y colorista de los 60, sacando en 1983 el álbum titulado “Hexbreaker” (los rompemaleficios), más claro agua.

Pero las alegrías duraron poco tiempo, al año siguiente (1984), unos paisanos inspirados también en los 60, The Fuzztones recuperaron el lado más oscuro del garaje primigenio y nos devolvieron a los brazos de las brujas con su versión del “The Witch, original de los legendarios Sonics.

Tuvimos que esperar a 1986 para que unas chicas pizpiretas de Birmingham (UK), conocidas como Fuzzbox, nos demostrasen que el pedal Fuzz no sólo sirve para aterrorizar a nuestros semejantes sino que también puede ser colorista y divertido.

Que disfrutéis de este viaje alternativo entre las Islas Británicas y Estados Unidos, repleto de claroscuros pero con bastante paridad:

1º) “Spellbound”.- Siouxsie & the Banshess (London, 1981)
2º) “Right Side of a Good Thing”.- The Fleshtones (New York, 1983).
3º) “The Witch”.- The Fuzztones (New York, 1984).
4º) “Love is the Slug”.- Fuzzbox (Birmingham, 1986).

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