sábado, noviembre 07, 2020

CEREBROS DE BROCHA GORDA


Hay personas a quienes perturban o fastidian conceptos como “rigor”, “precisión”, “exactitud”, “objetividad”, “complejidad” y “reflexión”; tienden a una percepción totalmente subjetiva, simplista y maniquea de la realidad, su discurso suele ser burdo, grosero y repleto de prejuicios. El problema llega cuando una de estas personas alcanza cuotas de poder importantes como, por ejemplo, ser Presidente de Los Estados Unidos de América. No puedo entender como la democracia más antigua del mundo moderno permite a un candidato poner en duda la legalidad del sistema y pretender detener el conteo de votos, sin presentar prueba alguna.

La realidad ya es bastante compleja como para que cada vez añadamos más y más normativas, procedimientos y procesos excesivamente prolijos, complicados, enrevesados y difícilmente controlables. Tampoco podemos permitirnos el retraso que suponen los interminables trámites burocráticos, ya que vivimos en la era de la inmediatez, lo que está exigiendo que la inmensa mayoría de los departamentos administrativos cuenten con algún sistema de vigilancia y atención de emergencias. Porque, lo mismo que los bomberos deben actuar rápidamente para que un incendio no se extienda y adquiera proporciones incontrolables, hoy en día, un mensaje incendiario puede retuitearse miles de veces en pocos minutos y propagarse sin control sobre un montón de cabecitas calenturientas, susceptibles e inflamables, con peligrosas e impredecibles consecuencias, lo que exigiría que el Poder Judicial debería estar vigilante y actuar “DE OFICIO” de manera preventiva, sin esperar a que alguien se moleste en interponer una denuncia.

La única solución es desarrollar políticas que promocionen la educación, la investigación, la curiosidad, el espíritu crítico, la inteligencia emocional, el diálogo pacífico, respetuoso y con argumentos lógicos, la colaboración, la lucha contra la desigualdad, la injusticia, la violencia y los abusos de poder.

Resuena en el sombrero: “Ward 81”.- The Fuzztones (New York, 1984). En la que puede escucharse un extracto de un discurso del Reverendo James Robinson, un televangelista conservador estadounidense, Famoso en los 80, que tiene un timbre de voz que recuerda bastante al de Donald Trump.

1 comentario:

mallorcaesasitambien dijo...

Muy bien dicho!

Saludos