Una
de las verduras más típicas del valle del Ebro es la Borraja (Borago
officinalis), muy rica y sana, a pesar del pequeño inconveniente que suponen
sus numerosos pelos, los cuales a penas se notan una vez cocinada. En la
primera foto, podéis ver las que crecen en nuestra huerta, ahora mismo en plena
floración, sus bellas flores blancas son muy visitadas por las abejas.
Ayer
cogí unas pocas y me hice un puré, cociéndolas en agua junto con zanahorias, un
puerro, un
poco de lombarda y, como me había quedado sin patatas, añadí un trozo de
calabaza y unos copos de avena que sobraron de un pan casero que había hecho mi mujer.
Después de cocer y escurrir parte del caldo (no se os ocurra tirarlo, yo me lo
bebí en la taza que se ve en la 4ª foto), trituré todas las verduras para hacer
el puré y le puse encima flores de borraja, unas rodajas de remolacha cocida,
unos pétalos de caléndula, unas hojas de perejil, una pizca de sal y un chorro
de aceite de oliva virgen ¡Salió muy rico!
Para
el segundo plato (5ª foto), freí en tempura unas inflorescencias de saúco (2ª
foto) sobre las que coloqué unos espárragos trigueros silvestres (Asparagus
acutifolius, 3ª foto, asomando bajo un Coprinus domesticus) fritos con un
diente de ajo, a los que añadí por encima unas flores de tomillo, malva, flores
y hojas de rúcula (Eruca vesicaria) y unos brotes de hinojo. Todas estas
plantas las cogí en un paseo por los alrededores de casa (en un pueblo de La
Rioja).
Todo
ello regado con un buen vinito blanco, fresco y con aromas florales… Ummm!... ¡Puro
sabor a primavera!
Resuena en el sombrero: “La
Primavera”.- De “Las Cuatro Estaciones” de Vivaldi (Venecia (Italia), 1725).
Todas las fotos by Mad Hatter.
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