Cuando se introduce una pastilla efervescente en agua, esta burbujea con una energética y alegre danza chisporroteante, hasta que se acaba consumiendo y finalmente reina la calma en el vaso de agua, en cuyo seno sólo quedan unos pocos posos blanquecinos meciéndose suavemente.
La música pop actual, aunque tiene cosas bellas y meritorias, en general me resulta falta de chispa, de efervescencia y de vida, me parece ciertamente melancólica, decadente y, a lo sumo, agridulce ¡Que decir de la gran mayoría del country o la “americana”! Parece como si sólo se valorase lo triste, lo angustioso o la crítica más ácida, llena de agudo e ingenioso sarcasmo; mientras que hacer música alegre, dinámica y bailable sólo resultase propio de horteras descerebrados y pijos con mentalidad simple e infantil.
Por otra parte, la música que se baila hoy en las discotecas es francamente machacona, fría y deshumanizada. Ciertamente, el baile de salón se ha puesto algo de moda, pero, para no hacer el ridículo, requiere dar clases de un montón de encorsetados, complicados y anticuados estilos. Por eso me pregunto ¿Qué fue de aquellos tiempos en los que se bailaba en los pubs y en los bares, con un estilo totalmente libre y espontáneo, sin complejos ni rubores de ningún tipo?
En estos tiempos de crisis, la música debería ser positiva, alegre y bailable, para eso considero que son inigualables mis queridos amigos The Fleshtones, pero como hay mucha gente a la que esa música le parece demasiado primitiva y revivalista de los 60, hoy quiero recordar a un grupo de estilo más moderno, aunque, curiosamente, son contemporáneos de los Fleshtones y se autodenominan "pasados de moda", se trata de unos auténticos pioneros del tecnopop británico, me estoy refiriendo a los “Depeche Mode” de la primera hornada, cuando todavía contaban con el talento de Vince Clark (*). Escuchar su música era como tomarse una pastilla efervescente, el burbujeo electrónico que producían sus potentes sintetizadores hacía que los pies se te movieran solos.
No tengamos miedo a bailar! La vida, al contrario de lo que sucede con las pastillas efervescentes, no se nos va a acortar por ello, sino al revés, la danza nos alegra y nos alarga la vida ¡Bailemos! No digas que no, los chicos decimos voy!
Resuena en el sombrero: “Boys say go”.- Depeche Mode (Basildon (UK), 1981).
(*.- Por cierto, recientemente Vince Clark y Martin Gore han vuelto a reunirse bajo las siglas “VCMG”, y han sacado un disco de música electrónica que es un auténtico bodrio, aburrido e infumable ¡Qué pena! Por eso yo me quedo con los primerísimos “Depeche Mode”).
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