domingo, mayo 02, 2010

CUANDO BROTAN LOS REBOLLOS






Uno de esos pastores observadores y grandes conocedores del clima, la flora y la fauna de su entorno, me contó en cierta ocasión que siempre llueve cuando los rebollos comienzan a brotar, cosa que por lo general, en la Sierra de Cameros, suele ocurrir a finales de abril y principios de mayo.

La cosa tiene su lógica y una explicación física, ya que el momento en que millones de árboles abren sus yemas y comienzan a bombear agua desde el suelo hasta las hojas, para que éstas transpiren y comiencen a fotosintetizar debe repercutir, sin duda alguna, sobre la atmósfera existente sobre estos bosques que cubren macizos montañosos enteros, influyendo así en el clima local.

Aunque es difícil saber qué es primero, si la gallina o el huevo, en el sentido de que también podrían ser los rebollos los que aprovechen para brotar cuando notan que la presión atmosférica desciende debido a la aproximación de un frente de lluvia primaveral.

Los robles melojos o rebollos (Quercus pyrenaica) deben desarrollar rápidamente sus tiernas hojas y brotes, cubiertos por un fino tomento blanquecino (ver primera foto), con el fin de eludir el mordisco letal de la helada tardía o del ejército de orugas hambrientas que los acechan.

Esta época tiene una magia especial, los brotes aterciopelados de color blanquecino con tintes rosados del rebollo (ver segunda foto), parecen crecer a cada minuto que pasa, con el ritmo que marca el monótono canto del Cuco (Cuculus canorus), y con el impulso ascendente que parece conferirle el vuelo y el canto vigoroso del macho del Bisbita arbóreo (Anthus trivialis) en celo. Posado en lo alto de un árbol (ver quinta foto), sube hacia el cielo con lentos aleteos para luego dejarse caer como en paracaídas para regresar a su percha inicial. Este pardo y pequeño pajarillo pasaría totalmente desapercibido si no fuese por estas manifestaciones primaverales de su parada nupcial que aportan música y vitalidad a un todavía áspero y grisáceo bosque que comienza a desperezarse con las primeras brisas y lluvias de mayo (ver tercera foto).

En el suelo, los Gamones (Asphodelus albus) comienzan a levantar sus varas cuajadas de flores blancas (ver cuarta foto), que parecen reflejarse a ras de suelo en las flores igualmente blancas de la pequeña Poténtila (Potentilla montana), que destacan entre la hojarasca pardusca, mientras que las flores de los Narcisos (Narcissus triandrus) ya empiezan a ajarse y decaer.

Todas las fotos, excepto la última del Bisbita, by Mad Hatter (Sojuela (La Rioja), 1 de mayo de 2010).

¡Feliz día del trabajo y día de la madre! Como dice una buena amiga: “¡Qué poco reconocido está el trabajo de ser madre!”

4 comentarios:

WODEHOUSE dijo...

Y que lo digas, amigo Rebollo!
Interesante y bellas fotos. Si es que los pastores y los agricultores saben latín.

raul dijo...

Lo veo estos dias, el brotar de los robles, las hayas la belleza de los cerezos, etc... Las parejas de perdices, Bueno espectacular.
Gracias por reflejarlo tam bien.

Mad Hatter dijo...

Supongo que lo de rebollo no irá con recochineo ¿E "Wood"?

Gracias a ti Raul, por ser testigo fidedigno de los acontecimientos naturales, que pasan tan desapercibidos en el mundo urbano.

Recordad también que con la madera del rebollo ya se han fabricado las barricas y se está criando el auténtico Rioja-Rioja!!!

WODEHOUSE dijo...

Rebollo es un apellido muy típico del cine español de los 50. Me pega...