jueves, enero 29, 2009

La Pareja Perfecta


Ella fue la sex symbol francesa de los 60, además de una comprometida activista en defensa de los animales, una bella dama con aires "hippies" y flores en su larga melena.

Él fue un atractivo guitarrista de jazz, reconvertido a showman y caballero de la chanson francesa, elegante, cortés y educado. Y, precisamente hoy, habría cumplido 76 años, si no llega a ser porque una larga enfermedad acabó con su vida, el 22 de julio de 2004, cerca de Saint-Tropez.

Durante un breve lapso de tiempo (1958-1961), fueron la pareja ideal, pero, inexplicablemente, y por esas casualidades del destino, nunca se casaron.

En 1973, se produjo el reencuentro, cuando cantaron juntos a dúo la canción "Tu es le soleil de ma vie", una versión del tema de Steve Wonder, "You are the sunshine of my life". En el vídeo, casi se puede ver cómo saltan las chispas en una atmósfera cargada de feromonas:



Resuena en el sombrero: "Tu es le Soleil de ma Vie".- Brigitte Bardot & Sacha Distel (París (Francia), 1973).

Una vez más, gracias a nuestro querido y estimado Juan de Pablos (la dedicatoria del enlace es la misma que la de esta entrada).

martes, enero 27, 2009

Dorothy y Richard


Richard: Cariño... ¿Sabes cuánto me ha dado el dueño de la discográfica por los derechos de aquella canción de ritmo pegadizo caribeño?

Dorothy: ¿Cuánto?

Richard: ¡¡¡750 $!!!

Dorothy: ¡Qué bien, mi amor, por fin podremos casarnos!... Por cierto ¿Qué canción dices que es?

Richard: Sí, mujer esa que va...




"Louie Louie" fue compuesta por Richard Berry en 1955, la escribió en una servilleta de papel y posiblemente está dedicada a una camarera "a fine little girl".

En 1957 la grabó junto a su grupo, The Pharaos, como cara B del single "You Are My Sunshine", obteniendo un moderado éxito en el área de Los Ángeles.

Ese mismo año Berry contrajo matrimonio con Dorothy Adams, con la que tuvo 2 hijos: Pam y Marcel.

En 1959, Richard Berry vendió los derechos del "Louie Louie", junto con otras tres canciones, al dueño de Flip Records, por 750 $.

En 1963, la canción fue grabada por los "Kingsmen" (en el vídeo), un grupo de Portland (Oregon), quienes la convirtieron en la canción obligada de todas las fiestas y guateques que se han celebrado desde entonces, primero en la Costa Noroeste, luego en todos los Estados Unidos y finalmente en el resto del mundo. Con lo que el dueño de Flip Records debió de vivir cómoda y holgadamente el resto de sus días, cobrando los jugosos royalties del famoso ritmillo caribeño.

La canción fue incluso investigada por el FBI, debido a la supuesta (e infundada) obscenidad de su letra.

Por su parte, Dorothy y Richard acabaron divorciándose en 1968.

En los 60, Dorothy se enroló en varios grupos hasta que acabó siendo una "Raelette", formando parte de la banda de Ray Charles.

En los 80, después de una gira por el Líbano, donde vio de cerca los horrores de la guerra, Dorothy regresó a América muy afectada y escribió la canción "The World Needs Peace", que grabó a dúo junto a su ex-marido Richard, sin ningún éxito.

A finales de los 80, Richard grabó la canción "What We Need" para un disco recopilatorio de gospel, en la que sus seis hijos hacían las armonías vocales.

En 1986, con la ayuda de la asociación "Artists Rights Enforcement", Berry recuperó parte de sus derechos sobre "Louie Louie", que finalmente fue vendida a "Windswept Pacific" en 1992.

Richard Berry murió en su casa de Los Ángeles, el 23 de enero de 1997.

Y allá donde quiera que esté seguro que está bailando un pegadizo ritmo caribeño, porque, cuando yo hice mis pinitos en esto de la música, la gente era muy radical, entonces no había medias tintas, o eras de los del "Louie Louie" o eras de los otros.

lunes, enero 26, 2009

Nuestros mejores sueños pueden convertirse en nuestras peores pesadillas



¿Por qué una música tan elaborada, lograda, evocadora y ensoñadora como esta:


Soul Bossa Nova

Se puede convertir en un engendro y en una pesadilla como esta?


Intro Goldmember

Resuena en el sombrero: "Soul Bossa Nova".- Quincy Jones (Chicago (Illinois), 1962).

miércoles, enero 21, 2009

Hundido hasta el cielo


Uno de los artistas más prometedores, pero más olvidados de los sesenta, debido a que vio truncada su vida y su carrera brusca y prematuramente en 1966, a los 29 años de edad, fue el escritor y cantautor folk Richard Fariña.

Hijo de padre cubano y madre irlandesa, nació en Brooklyn (New York) el 8 de marzo de 1937.

Estudió en la Universidad de Cornell (Ithaca, New York) donde publicó varios artículos y ensayos en algunas revistas literarias locales. Allí entabló amistad con Thomas Pynchon y Peter Yarrow.

De vuelta en la ciudad de Nueva York, Fariña se hizo asiduo de la "White Horse Tavern", en el legendario Greenwich Village, que era frecuentado por poetas, artistas, bohemios y cantantes de folk. Allí descubrió que la música folk, en gran auge entonces, era un medio más divertido, menos arduo y menos solitario que la literatura para expresarse artísticamente y para alcanzar la fama.

Así, un buen día conoció a la exitosa cantante de folk Carolyn Hester, con la que se casó y de la que fue su agente.

Fariña estuvo presente en los estudios de "Columbia" durante la grabación de su álbum, en septiembre de 1961, en el que un todavía desconocido Bob Dylan tocaba la armónica en algunos de los cortes.

De esta forma Fariña conoció y se hizo amigo de Dylan. Dicha amistad fue el argumento principal del libro "Positively 4th Street" de David Hajdu.

Esta amistad se vio fortalecida cuando, en la primavera de 1962, durante un viaje a Europa, Fariña conoció a Mimi Baez, la hermana menor de Joan Baez, con la que se casó en abril de 1963, tras divorciarse de Hester. Mimi sólo contaba entonces con 17 años.

De esta forma, vía parentesco familiar, Fariña entró a formar parte de la aristocracia neoyorquina del folk, junto a Mimi, Joan Baez y Bob Dylan.

Richard y Mimi se mudaron a una pequeña cabaña en Carmel (California) donde ambos compusieron canciones y Fariña tocaba su famosa "Appalachian dulcimer", un curioso instrumento tradicional de cuerda, que se toca apoyado sobre las rodillas.

Richard & Mimi Fariña debutaron como pareja artística en el "Big Sur Folk Festival", en 1964. Año en que grabaron su primer álbum: "Celebrations For a Grey Day".

Sus canciones más conocidas son "Pack Up Your Sorrows" (fantásticamente versioneada por June Carter y Johnny Cash) y "Birmingham Sunday". Algunas canciones fueron grabadas por los ingleses "Fairport Convention", como "Reno Nevada" y "The Quiet Joys of Brotherhood".

Fariña no abandonó su vocación inicial de escritor y a lo largo de su vida consiguió escribir una única novela, "Been down so long it looks like up to me", publicada originalmente por "Random House" en 1966, y traducida al castellano como "Hundido hasta el cielo". Está basada en sus experiencias universitarias y en sus viajes, y trata sobre la historia de Gnossos Pappadopoulis, contada en clave de humor y estilo picaresco. Pappadopoulis es el típico "enteradillo" de la escena artística y musical "underground" del momento, y en la novela Fariña desmitifica los pilares fundamentales de la cultura "hippy", tales como el amor libre, las religiones orientales, el consumo de drogas y la vida comunal.

El 30 de abril de 1966, dos días después de la publicación de su libro, Fariña estuvo firmando ejemplares, en una librería de Carmel Valley Village, llamada "The Thunderbird". Y después acudió a la fiesta del 21 cumpleaños de Mimi, donde un amigo le invitó a dar una vuelta en su Harley. Al cabo de una milla de recorrido, falleció en un accidente por exceso de velocidad en una curva.

Resuena en el sombrero: "Pack Up Your Sorrows".- Mimi & Richard Fariña (Carmel (California), 1964).




P.D.: Muchas gracias a Diego Manrique y su "Ambigú" (Radio 3), por acordarse de este gran artista. Y, adelantándome al flamenquito de "FutBlo", reseñar la curiosa coincidencia de iniciales y apellido entre Richard Fariña ("Farina" para los anglosajones) y Rafael Farina.

Iba a haber puesto algo sobre Aretha Franklin (recientemente elegida la mejor cantante de música popular de todos los tiempos), aprovechando su intervención ayer en la histórica investidura de Obama, pero como hace poco que he puesto muchas entradas sobre "Soul", he preferido hablar un poco de folkThat´s all folks!

lunes, enero 19, 2009

Aquellos días de baile


Sólo diré estas palabras:

Grupo de chicas.

Suecas.

¡Sixties pop!

Linnea Jönsson, la cantante, con ese pelo rizado tan gracioso y con esa voz un tanto grave y cascada, como de madura diva del pop, que no le pega mucho con esa imagen de niña ingenua, alegre y pizpireta, aunque con un punto de rebeldía.

La que toca la batería es una auténtica máquina ¡Vaya ritmo!

Y las demás, con ese aire nórdico, algo retro, parecen bastante formales y modositas, aunque no hay que fiarse un pelo de las apariencias.

Sin duda, estas chicas nos devuelven a aquellos tiempos en los que se bailaba en los bares, que parece que vuelven. Su LP se llama: "In Our Space Hero Suits".

Los grupos suecos de música pop, rock y soul siempre han sido mi debilidad ¿Os acordáis de aquel "Ooh, I like it!"?

Resuenan en el sombrero: "Those Dancing Days", "Run, run" y "Home Sweet Home".- Those Dancing Days (Estocolmo (Suecia), 2008).







Gracias, una vez más, a Juan De Pablos, por descubrirnos a este grupo.

jueves, enero 15, 2009

Viento Afilado






El inconfundible eco de la miniflautilla del afilador resuena por las calles del pueblo, casi al instante, el diáfano espejo de los arrozales inundados deja de reflejar el luminoso cielo y se ondula, se arruga, se riza y frunce el ceño. No falla, el entrañable y característico sonido del afilador siempre nos trae el viento, un cierzo helador que desciende por el valle del Ebro.

El cierzo hace silbar las ramas de los álamos (aubes), los chopos y los sauces de la ribera, y dispersa por todo el delta las diminutas partículas de acero que se desprenden del filo de los cuchillos y las tijeras, al pasar por la piedra del afilador.

Las propias tierras del Delta han sido formadas por el continuo acarreo de cantos, arenas, limos y sedimentos de todo tipo, arrastrados por el río durante miles de años. Una continuidad que ha cesado drásticamente con las regulaciones y encauzamientos realizados en la cuenca del Ebro, durante las últimas décadas. Por lo que la costa del Delta también está siendo erosionada, roída y raspada por los afilados cuchillos del oleaje, el viento, los temporales, las corrientes y el mar.

El duro trabajo de muchas generaciones, penando con el fango hasta las rodillas, transformó el caótico y enmarañado pantano, en un ordenado y fértil vergel lleno de ubérrimos arrozales. Si bien, se tuvo la precaución y la delicadeza de preservar algunos terrenos naturales que conforman el Parque Natural del Delta del Ebro, que ocupa una superficie de 7.736 hectáreas, 5.316 de las cuales corresponden a la comarca del Montsià (hemidelta derecho) y 2.420 a la del Baix Ebre (hemidelta izquierdo). Comprende las lagunas de Les Olles, El Canal Vell, El Garxal, L´Alfacada, La Platjola, La Tancada y L´Encanyissada; las islas de Buda, Sant Antoni y Sapinya; las penínsulas de La Punta de la Banya (Els Alfacs) y El Fangar, los Ullals de Baltasar y los yermos de Casablanca.

Millones de afilados picos, de todos los tamaños y colores (en la segunda foto puede verse la afilada silueta de una Garza Imperial en vuelo), buscan y consiguen su sustento en estas aguas someras y limos repletos de vida.

Durante muchos años, la costa del Delta fue temida por los navegantes. Por esta razón, la zona se señalizó y alumbró en el año 1864, mediante tres faros de hierro que se situaron en la Punta del Fangar, la Isla de Buda y la Punta de la Banya. El faro de Buda (en la tercera foto) se lo tragó el mar en 1960, actualmente todavía es visible y se encuentra a una milla mar adentro, al Este de la desembocadura actual. El del Fangar hubo de ser sustituido varias veces hasta el actual y pictórico faro de hormigón. De los faros de hierro originarios sólo queda el de la Banya, que se puede visitar en el puerto de Tarragona.

Resuena en el sombrero: La "miniflauta" del afilador, pequeño juguete de plástico que empezó a fabricarse en los años 60 y que se vendía en los quioscos de chucherías al precio de una peseta. Mientras el afilador recorre con su bicicleta las recoletas calles de La Cava y prosigue por las interminables de Jesús y María, el pueblo más largo de España, más largo que un día sin pan o sin arroz.

lunes, enero 12, 2009

Frágil como el hielo





El otro día, cuando me dirigía al trabajo, por la mañana temprano, sufrí un percance en la carretera. Al atravesar un tramo donde había una fina capa de nieve muy helada, el coche patinó, comenzó a dar bandazos, hasta que perdí totalmente el control, dio un trompo de 360º, rebotó con el parachoques trasero en un quitamiedos y finalmente quedó cruzado en la carretera, tras pasar a un pelo de un coche que venía de frente. Milagrosamente, ni a mi ni al coche nos pasó nada. Pude arrancar de nuevo y llegar hasta la oficina muy despacio, tardé casi una hora en hacer doce kilómetros.

Este incidente me hizo reflexionar sobre la fragilidad de la vida, las cosas que realmente son importantes y en esa relación de amor-odio que mantenemos con los automóviles, tanto la sociedad en general, como el mundillo de la música popular, en particular.

Curiosamente, hace un rato, mientras regresaba a casa conduciendo de nuevo, Charlie Faber ponía en Radio 3 un tema instrumental de los "Giant Sand", titulado "Vanishing Point", incluido en el disco "You can never go fast enough" ("Nunca puedes ir demasiado deprisa", 2003), una recopilación de canciones de varios artistas que rinden tributo a la legendaria película "Two-Lane Blacktop".

Esta película, está considerada como una de las mejores "road movies" de todos los tiempos, a la cual rinden culto los fans de la mítica "Ruta 66". Fue dirigida en 1971 por Monte Hellman. Se caracteriza por sus escasos diálogos y por sus numerosas tomas hechas desde una cámara colocada en los bajos de un coche, a ras del asfalto, viendo pasar las líneas discontinuas de la carretera a toda velocidad.

También se caracteriza porque los personajes principales carecen de nombre, y se refieren a ellos como "El Conductor" (James Taylor), "El Mecánico" (Dennis Wilson) o "La Chica" (Laurie Bird), mientras que el papel del conductor rival está interpretado por Warren Oates.

La película versa, básicamente, sobre unos jóvenes que se plantean ir desde California hasta Washington D.C. en su "55 Chevy 150", viviendo del dinero que consiguen compitiendo en carreras de coches callejeras. En su viaje atraviesan pequeñas ciudades de los Estados de California, Arizona, New Mexico, Oklahoma, Arkansas y Tennessee, ya que la película finaliza antes de que ninguno de los protagonistas consiga llegar a Washington D. C., y la chica acaba yéndose con un motorista (dichosas motos).

La banda sonora de la película incluye temas de Rock, Folk, Blues, Country, Bluegrass y R & B, con canciones como "Moonlight Drive" de los Doors; la tonada folk tradicional "Stealin", interpretada por Arlo Guthrie; y la versión original de "Me and Bobby McGee", cantada por su autor, Kris Kristofferson. Curiosamente, ni James Taylor ni Dennis Wilson contribuyen en modo alguno con la música.

Dennis Wilson (el barbudo de la última foto), fue fundador (junto con sus hermanos Brian y Carl) de los famosos "Beach Boys", con quienes tocó la batería y fue el único miembro del grupo realmente surfista. Llevó una vida bastante ajetreada, con cuatro matrimonios y fue gran amigo de Charles Manson (antes de cometer sus crímenes), quien, incluso, estuvo viviendo con él en su casa durante una temporada. El 28 de diciembre de 1983, murió por abuso de alcohol en Los Ángeles.

En fin, cuidado con los coches, con la velocidad, con el hielo, con el alcohol, con el frío y con el gas, que también da bastantes sustos. La vida es muy frágil, tan frágil como un cristal de hielo, sobre la carretera o dentro de una copa.


sábado, enero 10, 2009

No sé qué ponerme



¡Ay qué nervios! Mañana se celebra un cumpleaños muy especial y no sé qué ponerme.

Espejito, espejito... ¿Esto combina?

¿Cómo me queda esto?

¿De qué voy a ir vestido?

¿Cuál es mi rollo?

Aunque ya se sabe que el hábito no hace al monje y que "aunque la mona se vista de seda..."

El cantante de una de mis bandas favoritas de todos los tiempos, Dave Faulkner, de los "Hoodoo Gurus", tiene una voz que me encanta, pero no es precisamente un adonis, por lo que tiene que cuidar especialmente su imagen y la ropa que se pone ¿Qué modelito pensáis que le favorece más?

¡Felicidades!

Resuena en el sombrero: "What´s My Scene?".- Hoodoo Gurus (Sydney (Australia), 1987).

jueves, enero 08, 2009

Make My Day




El 2009 comienza con un nombre, "Clint", el nombre de ese gran artista que es Clint Eastwood, quien empezó como actor encasillado en papeles de tipo duro, primero como aquel lacónico "Hombre sin nombre" de la "Dollars trilogy" de Sergio Leone, el rey del spaghetti western de los años 60, y luego como policía justiciero y sin escrúpulos, cuando protagonizó la saga que Don Siegel inició en 1971, encarnando al famoso "Harry el Sucio". Siegel continuó con otro western, "Two mules for Sister Sara", protagonizado por Eastwood en compañía de Shirley MacLaine, con aquel excelente e inolvidable papel de monja.

1971 fue un año decisivo en la carrera de Clint, ya que fundó su propia compañía productora, "Malpaso", con la que tomó el control artístico de sus películas y se estrenó como director en "Play Misty for Me".

En 1975, dirigió y protagonizó "The Eiger Sanction", que se ha convertido en una película de culto para los escaladores, ya que el propio Eastwood practicaba este deporte de riesgo.

En 1979, protagonizó uno de sus grandes papeles, encarnando a Frank Morris en la película "La Fuga de Alcatraz", basada en hechos reales.

Los 80 trajeron aquella gran revisión del western que fue "Pale Rider" (1985), que fue premiada en el Festival de Cannes. Así como la quinta y última película de Dirty Harry, "The Dead Pool" (1988), que fue un éxito de taquilla pero obtuvo malas críticas.

Uno de sus papeles más inolvidables fue el de aquel fotógrafo del National Geographic en "Los Puentes de Madison" (1995), junto a una magnífica Meryl Streep.

En 2003, con "Mystic River", fue nominado a los Oscars como mejor Director. Pero no fue hasta el 2005, cuando consiguió cuatro estatuillas con su genial "Million Dollar Baby", que ganó el Oscar a la mejor película y al mejor Director.

En 2007, consiguió la proeza de meter dos películas entre las candidatas a los Oscar, con su doble entrega sobre la batalla de Iwo Jima: "Banderas de Nuestros Padres" y "Cartas desde Iwo Jima", la versión desde el lado japonés, que estuvo nominada a cuatro Oscars, de los que sólo se llevó uno a la mejor edición de sonido.

Y este año, Mr. Eastwood vuelve a la carga en la pugna por los Oscars con otras dos películas: "El Intercambio", protagonizada por Angelina Jolie, y "Gran Torino", protagonizada y dirigida por el propio Eastwood, quien encarna a Walt Kowalski, un veterano de la Guerra de Korea, viudo, gruñón y racista, que recuerda mucho a su último personaje, aquel viejo entrenador de boxeo que no quería preparar a una mujer, en "Million Dollar Baby".

El "Gran Torino" es un coche del 72, que simboliza sus días como trabajador en la planta de Ford. Kowalski también es inseparable de su rifle M-1, símbolo de sus días en el ejército, un arma que el propio Eastwood también aprendió a manejar, montar y desmontar en el ejército.

"Gran Torino" supone un paso más en la carrera artística de Eastwood, ya que éste también ha compuesto la música de la película. Definitivamente, este hombre es un pedazo artista de lo más completo.

Y, hablando de música, el nombre de "Clint" es el que ha escogido un grupo madrileño de música instrumental, a medio camino entre el spaghetti western, el lounge y las composiciones cinematográficas de Lalo Schifrin, Roy Budd, Hugo Montenegro o Fausto Papetti, y entre cuyas influencias figuran Ennio Morricone (un recuerdo aquí también para mis queridos Hacienda Brothers), Nirvana, Beatles, Jackie De Shannon, Bobby Darin, Dick Dale, Wilco, The National, Mojave 3, Jack Nitszche y The Ronnetes.

El grupo está formado por el percusionista "Harry Callahan"; "Harry El Ejecutor", a las guitarras, bajo y mandolina; "Harry El Fuerte", a los teclados, la trompa y la trompeta; y "Harry El Sucio", a las guitarras, bajo y teclados.

Su música recupera ese gusto cinematográfico por las trompetas, trompas y otros metales de sabor fronterizo, mariachi y hasta taurino, como ponen de manifiesto en canciones como "Negro Zaíno Derrotando en Tablas" (si bien no son nada aficionados a la "Fiesta Nacional" y únicamente les hizo gracia asa jerga taurina tan expresiva). Así como esos evocadores carillones y campanas patibularias, tan características de los westerns.

Su segundo trabajo, recién publicado, se titula "Los Tipos Duros También Bailan", que retoma el camino iniciado en 2005, con su disco de debut, "Alégrame el Día", y actualiza algunas partes del score que prepararon para la película muda "Berlín: Sinfonía de una ciudad" (Walter Ruttman, 1927).

Se trata de un disco mucho más rico y complejo que el anterior, donde instrumentales llenos de matices, rock fronterizo, trompetas lastimosas, guitarras punzantes, arreglos orquestales y percusiones exquisitas, se entremezclan con continuos guiños. Desde el infaltable "Dirty Harry", mediante la voz de Constantino Romero (encargado de doblar a Clint Eastwood al castellano); a clásicos como el "Love Theme", compuesto por Nino Rota para "El Padrino" de Francis Ford Coppola, aquí revisitado como "Il Padrino".

Un trabajo que pasa de recordarnos a Calexico, en "Los Tipos Duros También Bailan"; los primeros Tindersticks, en "No es Nada Personal"; o el surf de los Ventures, en "Rockanroleza Muerta"; para a continuación, remitirnos al Tom Waits más circense, con "Toma 15.000"; a Ennio Morricone, en el "Ocaso y funeral de Morris"; o al mismísimo John Barry, en "El Hombre que Apuntaba a Todo" y "Se valora el silencio".

Seguro que si algún día se deciden a fichar alguna cantante, ésta se llamará "Magnum" o quizás "Make My Day". En cualquier caso, me parecen unos músicos fabulosos que ponen unos títulos muy ingeniosos y divertidos a sus geniales composiciones.

Resuena en el sombrero: "Il Padrino".- Clint (Madrid, 2008).