Ayer pusieron una
noticia sobre la incidencia del estrés en nuestros días, una situación que
está haciéndose crónica, lo vemos como algo normal, propio de la condición
humana en la sociedad actual, hasta el punto de que si no estamos estresados
nos sentimos culpables y pensamos: “Quizá estoy perdiendo el tiempo, quizás
podría hacer algo más, debo ponerme las pilas!”.
Una abuela se
quejaba del apretado horario al que se somete a los niños, apuntándolos a un
sin fin de actividades extraescolares, además de los deberes que tienen que
hacer, con sus consiguientes trayectos en medio del intenso tráfico de las
ciudades.
En una entrevista
que le hizo Pablo Motos al actor Karra Elejalde, hace pocos días, le
preguntaba: “¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?”. A lo que éste respondió:
“Bueno, precisamente el otro día me encontré con un viejo amigo y me preguntó
si hacíamos algo y le contesté: “La verdad es que vengo bastante cansado de
unas intensas jornadas de grabación ¿Qué te parece si vamos a casa y nos tumbamos
un rato en el sofá sin hacer nada?””.
A veces, la mejor
forma de “ponerse las pilas” es cargándolas mediante momentos de sosiego, silencio,
paz, relajación, reflexión, meditación… Personalmente, reivindico una palabra
muy bonita que está totalmente en desuso: SOLAZ.
El avance de la
sociedad, el progreso, ha consistido básicamente en lograr más tiempo libre
para dedicar al ocio, para descansar, para que no todo sea duro trabajo de sol
a sol. Por no hablar de uno de los tesoros de nuestra cultura mediterránea,
como es la siesta. Pero resulta que, ahora que una mayoría de la sociedad
disponemos de tiempo libre, nos empeñamos en buscarnos un sin fin de
actividades, labores y trabajos alternativos para seguir agobiados.
Tampoco estoy
diciendo que lo ideal sea estar el máximo tiempo que sea posible tumbado a la
bartola, se puede descansar practicando un deporte, leyendo un libro, yendo al
cine, tomando una caña con los amigos, saliendo a caminar por el
monte, etc,… Siempre que lo hagamos porque nos apetece, con tranquilidad, sin
prisa, sin agobios, porque surge, sin tenerlo todo planificado y apuntado en
una libreta o en el móvil, otro aparatejo que dificulta bastante el descanso.
Parte del problema
quizás esté en el propio lenguaje, ya que tendemos a utilizar palabras en
negativo, tales como: No hacer nada, pasividad, conformismo, vagancia, pereza. Por
lo que deberíamos cambiarlas por ideas positivas como: Necesario y merecido
descanso, paréntesis para asimilar, digerir, reflexionar, meditar y recargar
las pilas.
Dichosas pilas,
dichoso anuncio del conejito ¡¡¡Que no somos máquinas, somos seres humanos!!!
Resuena en
el sombrero: “Just Can´t Get Enough”.-
Depeche Mode (Basildon
(UK), 1980). Que la pongo porque está muy bien y sale el conejito famoso de las
pilas, pero quizás, para ilustrar esta entrada, fuese más apropiado este otro
tema de 1990: “Enjoy the Silence”.
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