viernes, noviembre 30, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (XXII)



Uno de los prototipos de banda de garaje formada por adolescentes fueron The Paragons (Charlotte, North Carolina), además de la escasa edad de sus miembros, cumplieron con el resto de tópicos, a saber: Vida efímera (entre el 65 y el 68); tuvieron un único éxito “Abba” (1967) que, con el paso del tiempo, se convirtió en un clásico del estilo, con ese insistente y repetitivo soniquete que invita a bailar moviéndose con pequeños y graciosos giros de derecha a izquierda, acompañado por unos pegadizos coros llenos de lánguida y agridulce energía vital adolescente. En cuanto a la letra, se supone que se refiere a una chica con ese inusual y extraño nombre. Dudo mucho que tuviera algo que ver con el nombre que adoptarían 5 años más tarde 2 chicos y 2 chicas de Suecia que alcanzarían fama mundial, porque creo que su nombre proviene de la suma sus respectivas iniciales: Agnetha, Björn, Benny y Anni-Frid.

Como en otras ocasiones, la canción llegó a mis oídos por primera vez en 1989, obra y gracia de uno de los grupos fundamentales del revival garajero de los 80, The Cynics (Pittsburgh, Pensilvania), a quienes les gusta mucho venir a tocar a España, no en vano su guitarrista Gregg Kostelich se casó con una española y ambos formaron el sello discográfico “Get Hip Recordings”, en el que The Cynics vienen sacando todos sus discos, junto con otras muchas bandas, entre ellas una de mis favoritas The Ugly Beats (Austin, Texas).

Este clásico fue también el pelotazo de salida, en el 2001, de una banda amiga española, The Holdens, cuyo bajista, Paco de la Calle, había tocado primero con nosotros en The Rescuers, para pasar luego a los añorados Potros, todos ellos afincados en Madrid. Mientras que a la voz y el Farfisa teníamos a la bella y simpar amiga Lucía, que también ha tocado con los Cynics y actualmente lo hace con “Las Jennys de Arroyoculebro”.

Que las disfrutéis!:

1) The Paragons (1967).

2) The Cynics (1989).

3) The Holdens (2001).

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miércoles, noviembre 21, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (XXI)



Para la mayoría de la gente, las siglas NRBQ no les dicen nada, pero son el acrónimo de “New Rythm and Blues Quartet”, una de las bandas americanas de rock and roll que llevan más tiempo en activo, desde 1967 a la actualidad, si bien de manera un tanto irregular, intermitente en el tiempo y con gran variación en sus músicos. Uno de los miembros fundadores y el único que ha permanecido constante en todas las formaciones de la banda es Terry Adams (en la segunda foto ficha policial de 1966), nacido el 14 de agosto de 1948, en Louisville (Kentucky), teclista y vocalista, junto con Phil Crandon compuso la canción “I Want You Bad” (considerada por algunos como la mejor canción de la historia), incluida en el álbum “At Yankee Stadium” que publicaron en 1978.

Nueve años más tarde, un paisano de Terry, al igual que él también con un peculiar sentido del humor, Sid Griffin (nacido el 18 de septiembre de 1955, en Louisville, Kentucky), al frente de los legendarios The Long Ryders (activos entre 1983-87, con sede en Los Ángeles, California), incluyeron en su álbum de 1987, “Two Fisted Tales”, una excelente versión de “I Want You Bad”, que fue la causa de que conociera a NRBQ, si bien, personalmente, me gusta más la versión que hicieron los Long Ryders, quizás sea debido al especial cariño que le tengo a este grupo californiano.

A ello también se debe que, como habéis podido ver en el enlace del primer párrafo y de manera excepcional, es la segunda vez que le dedico una entrada, pero es que la canción lo merece, es un auténtico tiro de “Power-pop” en estado puro, letra sencilla, concisa, meridiana y contundentemente clara, con un ritmo trepidante y una melodía pegadiza que llega directa al corazón.

Que las disfrutéis!:

1) NRBQ (1978).

2) Long Ryders (1987).

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martes, noviembre 20, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (XX)


Este mes se han cumplido 50 años de la publicación del denominado “álbum blanco” de los Beatles. En 1968, el grupo de Liverpool estaba en su máximo esplendor, unidos, con la creatividad por las nubes y con un karma excelente, tras sus andanzas por la India. En la casa de George Harrison, grabaron una maqueta en acústico que contenía una preciosa canción denominada “Child of Nature”, en la que John Lennon habla de sentirse unido a la Naturaleza, de considerarse uno más de sus hijos, o sea la plenitud del “verdadero ser”.

Pero el “ego” siempre está al acecho, agazapado en nuestro cerebro, esperando su oportunidad, la cual llegó en 1970, con la disolución del grupo. En 1971, John Lennon publicó un álbum en solitario, titulado “Imagine”, en el que incluyó una versión de “Child of Nature” pero cambiando la letra para expresar sus frustraciones experimentadas como amante y marido, la tituló “Jealous Guy”:

"I was trying to catch your eyes
I thought that you were trying to hide
I was swallowing my pain
I was swallowing my pain
I didn´t mean to hurt you
I´m sorry that I made you cry
I´m just a jealous guy".

Johnn Lennon refleja muy bien las paradojas, claroscuros y contradicciones de la sociedad occidental, de la que es un icono indiscutible. No en vano, terminó su vida asesinado por un loco fanático, aquel fatídico 8 de diciembre de 1980. Es curiosa la exactitud cronológica con la que concuerdan las diferentes fases de su vida con las sucesivas décadas: 50´s: Aprendizaje. 60´s: Plenitud. 70´s: Decadencia. 80: Muerte.

De “Jealous Guy” se hicieron al menos 92 versiones, una muy curiosa a cargo de Lou Reed que cantó en el concierto de homenaje a Lennon, en octubre de 2001, en el “Radio City Music Hall” de Nueva York. Pero la más famosa fue la que hizo Bryan Ferry, con “Roxy Music”, en 1981, que alcanzó el número uno en varios países, 3 meses después del asesinato de John Lennon.

Que las disfrutéis!:

1) The Beatles: Child of Nature (1968).

2) John Lennon: Jealous Guy (1971).

3) Roxy Music: Jealous Guy (1981).

4) Lou Reed: Jealous Guy (2001).

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lunes, noviembre 19, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (XIX)



Esta mañana, paseando con mi hijo por el parque, he visto un grupo de setas que tienen el curioso nombre de Lacrymaria lacrymabunda, debido a que sus láminas exudan unas gotitas líquidas que se tiñen de negro con sus esporas, si bien antes de abrir su sombrero este se conecta al pie mediante una cortina de finos filamentos (ver 1ª foto).

Algunas personas (especialmente los hombres), cuando ya lo damos todo por perdido, recurrimos a la patética estrategia de dar pena o inundar a la pareja o ex - pareja en un mar de lágrimas, lo cual, evidentemente, no sirve de nada excepto para desahogarse.

Si hablamos de desahogarse y de dar rienda suelta a las emociones, inevitablemente, tengo que referirme al "Garage", con sus intensas canciones por las que fluyen a raudales las hormonas adolescentes y, por supuesto, también ríos y ríos de lágrimas.

La canción más emblemática, compuesta en 1966 por un grupo de jovencísimos chicanos de una pequeña ciudad del Estado de Michigan, "Question Mark and the Mysterians" (2ª foto) y su impagable "96 Tears", con uno de los riffs de órgano que más ha marcado a los teclistas de este estilo musical, unos auténticos pioneros del sixties-punk. El tema ha sido versionado por bastantes grupos, pero el que más me llamó la atención fue la que hicieron los Stranglers en 1990, genuinos progenitores del punk del 77.

Tampoco podía pasar por alto la desgarradora canción "Cry (over her)", compuesta también en 1966 por The Malibus y que versionaron fabulosamente, con un sonido aún más corrosivo, mis queridos Tell-Tale Hearts, en 1986.

Que las disfrutéis!:

1) Question Mark and the Mysterians: "96 Tears" (1966).

2) The Stranglers: "96 Tears" (1990).

3) The Malibus: "Cry (over her)" (1966).

4) Tell-Tale Hearts: "Cry (over her)" (1986).

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viernes, noviembre 16, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (XVIII)



El grupo de Pamplona "Exnovios" acaba de publicar hoy mismo su disco "Te espero al final" que incluye una fabulosa versión en castellano del tema "What I´m going to do" que la banda californiana The Dovers publicó en 1965 y que llegó a mis oídos, a mediados de los 80, gracias al recopilatorio "Pebbles" (Vol. 2), ellos la titulan "Dime a dónde voy a ir".

Este tema expresa de forma elocuente esa insistencia machacona y obsesiva del amor adolescente, esa dulce flojera de piernas, esas mariposas en el estómago, ese espíritu inestable, volátil, de rumbo errático e impredecible que, en esta canción, se eleva a la categoría de un misticismo sublime.

Que las disfrutéis! Feliz viernes!:

1) The Dovers (1965).

2) Exnovios (2018).

martes, octubre 30, 2018

LOS EXTREMOS SE TOCAN XXIX: REMINISCENCIAS MEDIEVALES EN LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS


Todos nos hemos referido alguna vez a los “misterios de la informática”, ciertamente, los avances tecnológicos no han conseguido desterrar de nuestro vocabulario palabras como “misterio”, “”, “espiritualidad” o “romanticismo”. Y es que, en algunos aspectos, existen bastantes similitudes entre lo “virtual” y lo “espiritual”.

Un ejemplo de esto se traduce en el gran éxito que está teniendo el programa de TV “Cuarto Milenio”, a uno de cuyos episodios acudió como invitado el famoso psicólogo y escritor Rafael Santandreu, quien se declaró escéptico en materia paranormal, si bien, tras vivir en primera persona la experiencia que contó, dijo que está abierto a otras posibles interpretaciones de fenómenos reales para los que la ciencia aún no ha encontrado una explicación lógica. La experiencia en cuestión fue esta (programa de 14/10/2018):

“Una mañana acudió a mi despacho un chico de unos 25 años de edad para pedirme un favor, resulta que su abuela de 90 años estaba enferma de cáncer, en fase terminal, y, aunque llevaba su dolencia con gran serenidad y dignidad, me contó que, como ella era muy fan de mis libros, le haría mucha ilusión venir un día para que le firmase mi último libro y charlar un rato, si fuese posible, además, sería una buena excusa para sacarla de casa y que anduviera un poco. Por supuesto que le dije que estaría encantado de conocer a su abuela, más aún residiendo en la misma ciudad de Barcelona, así que le di mi número de teléfono y quedamos en que me llamaría cuando estuviesen dispuestos a venir.

A la semana siguiente, recibí una llamada del chico para decirme que, si no tenía inconveniente, iba con su abuela al despacho. “Estupendo”, le dije, “aquí os espero”. Cuando llegaron, vi a una mujer anciana y de aspecto frágil, pero me sorprendió la enorme serenidad e incluso alegría con la que asumía su enfermedad. Le firmé el libro, charlamos un buen rato y al despedirnos les dije que me había encantado hablar con ellos, que volviesen cuando quisieran para tomarnos un café. Me apeteció guardar un recuerdo de aquella visita tan entrañable, así que saqué el móvil y nos hicimos un “selfie”, antes de que se fueran.

Al mes siguiente, el chico me volvió a llamar para decirme que, desgraciada pero previsiblemente, su abuela había fallecido aquella noche, mientras dormía, sin ningún dolor, ni sufrimiento.

Al año siguiente, publiqué un nuevo libro y acudí a varias cadenas de radio y otros medios de comunicación de diversas ciudades españolas, para realizar la correspondiente presentación. En una emisora de radio de Vitoria, la locutora me dijo lo siguiente: “Puedo estar de acuerdo en que todo depende de la forma en la que percibimos las cosas y en cómo nos las tomamos, pero de ahí a ser capaces de sentir alegría ante la enfermedad ¡Eso no creo que sea posible!”. Para contestarle, me acordé de la abuela de aquel chico de 25 años, en Barcelona, y le expliqué la serenidad e incluso la alegría que había visto en la mirada y en la actitud de aquella mujer, siendo plenamente consciente de su enfermedad y aceptando la próxima llegada de la muerte.

Tras la entrevista en la radio, regresé a la habitación del hotel en el que me alojaba, dejé el móvil sobre la mesilla y me estiré un rato en la cama. Entonces me acordé que estaba esperando un mensaje de la secretaria de mi consulta, así que cogí el móvil, marqué el código de desbloqueo y al ver la fotografía de fondo que apareció en la pantalla me pegué tal susto que se me cayó el móvil al suelo, ya que esa foto era la de la mujer fallecida de cáncer de la que había estado hablando en la radio. Era prácticamente imposible que, estando en mi bolsillo, el teléfono se hubiese desbloqueado, aleatoriamente se hubiese abierto la edición de pantalla y se hubiese seleccionado por azar precisamente esa fotografía entre los centenares de ellas que guardaba en el móvil. No encuentro ninguna explicación racional para ese hecho, pero lo que es indudable es que allí estaba esa foto de fondo de pantalla”.

Las nuevas tecnologías, sobre todo las redes sociales, están posibilitando una nueva forma de relacionarnos, sobre todo cuando contactamos con personas a las que no conocemos “en carne y hueso”. Las relaciones virtuales tienden a favorecer cierta idealización, ya que todo el mundo mostramos sólo aquello en lo que destacamos, nuestras virtudes o talentos de los que nos sentimos más orgullosos, mientras que tendemos a esconder nuestros defectos, nuestros fallos y aquellas facetas que consideramos más oscura o vergonzantes.

Curiosa y paradójicamente, en este ámbito virtual de las emociones afloran reminiscencias de nuestro poso cultural judeocristiano, que apenas ha cambiado desde la Edad Media. De forma que las redes sociales se llenan de “demonios”, “dragones”, “juegos de tronos”, “ángeles de la guarda”, “Quijotes”, “Sancho Panzas” y hasta “Dulcineas del Toboso”. Al igual de lo que sucedía con los personajes ideados por Don Miguel de Cervantes, inspirándose en los antiguos “Libros de Caballerías”, el idealismo y el romanticismo más puros se mezclan, a partes iguales, con evidentes dosis de humor, ironía y crueldad, rozando en ocasiones lo ridículo, la vergüenza ajena y hasta lo escatológico.

Ante todo esto, surgen una serie de preguntas: ¿Se puede echar de menos a una persona a la que únicamente conocemos de manera virtual? ¿Están preparadas nuestras mentes y nuestros cuerpos para estas nuevas formas de comunicación? ¿Es sano y positivo o peligroso y negativo?

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Resuena en el sombrero: “Almost with you”.- The Church (Sidney (Australia), 1982). 

jueves, octubre 18, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (XVII)



Aunque comenzó su larga carrera en 1961, la cantautora folk y artista visual canadiense con el peculiar nombre de Buffy Sainte-Marie, me había pasado totalmente desapercibida hasta hace poco que me he enterado que es la autora de una canción titulada “Cod´ine”, dedicada al opiáceo codeína, a la que se hizo adicta debido a una afección de garganta, en 1963.

Buffy forma parte del reducido y selecto grupo de artistas de raza amerindia (nativos norteamericanos), concretamente pertenece al pueblo “Cree”, que habitan la zona de Quebec, Ontario, Alberta, Manitoba y Saskatchewan (en esta última región nació Sainte-Marie el 20 de febrero de 1941).

Por lo visto, los nativos norteamericanos son genéticamente más propensos a caer en el alcoholismo y otras drogadicciones, quizás su profundo sentimiento de formar parte de un Todo con la Naturaleza, les conduzca hacia una enorme tristeza cuando se ven involuntaria e inevitablemente inmersos en una sociedad que destruye el mundo natural, lo que les lleva a tomar peligrosos atajos de autodestrucción.

La canción "Cod´ine" es de una sinceridad brutal, nos abre a una percepción de la verdad que duele en el alma, quizás por ello haya sido versionada por numerosos artistas, aunque llegó a mis jóvenes oídos a través de los legendarios Barracudas, en su álbum de 1981 "Drop Out".

¡Que las disfrutéis!:

1) Buffy Sainte-Marie (1963).

2) The Barracudas (1981).

viernes, octubre 12, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (XVI)


El Cerezo (Prunus avium) es un bello árbol autóctono que tiene diversos usos:

- Agrícola: Variedades cultivadas para la producción de fruto (cerezas).

- Forestal: Existe material seleccionado por la calidad de su madera, por presentar una clara dominancia apical, buen crecimiento, fuste alto y recto, con escasa ramificación (pocas ramas finas y horizontales). Existiendo plantaciones específicas para la producción de madera de calidad.

- Ornamental: Debido a la indudable belleza de su floración, el colorido de sus frutos en verano y su follaje otoñal, diversas variedades de cerezos se plantan en parques y jardines.

- Medio ambiental (biodiversidad): El cerezo silvestre es un componente de los ecosistemas forestales de los bosques mixtos de frondosas y también acompaña a muchos pinares y abetales. Las flores son una importante fuente de néctar para numerosos insectos y sus frutos son muy apreciados por la fauna, especialmente por las aves, que son las principales encargadas de la dispersión de sus semillas.

Legalmente, tanto a nivel europeo como estatal, lo que se regulan son estos diferentes sectores (agrícola, forestal, ornamental y medio ambiental), existiendo, además, unas normativas fitosanitarias que regulan los controles para evitar la propagación de plagas y enfermedades que puedan afectar a Prunus avium y/o a sus distintos productos (cerezas, madera, etc.).

Toda esta dispersión de normativas y competencias crea no pocos problemas de índole práctico, no sólo para los productores (viveristas) y los consumidores, sino incluso para los funcionarios encargados del cumplimiento de toda esta prolija normativa en los distintos ámbitos y competencias.

¿No sería más práctico, eficaz y lógico regular las especies, indicando, compatibilizando y regulando todos los posibles usos permitidos; su producción, cultivo y comercialización; la protección y conservación de poblaciones autóctonas silvestres; así como los controles de calidad y fitosanitarios existentes?

Esta problemática es consecuencia de que en nuestra sociedad prevalece lo económico sobre lo biológico. Nuestras vidas están regidas por leyes y Ministerios, todo se encasilla en departamentos estancos, impidiéndonos una visión de conjunto, integral u holística de la realidad. Hablamos mucho de "competencias" y "competitividad", y muy poco de "colaboración" y "consenso". Reflejo del eterno conflicto humano entre dos sentimientos o conceptos contrapuestos: "propiedad privada" vs "bien común". En aquella entrada dedicada al crucial paso del nomadismo al sedentarismo, ya tratamos sobre el problemático encaje que tiene la "propiedad privada" en la Naturaleza.

Para ilustrar musicalmente estos asuntos de tratar de "poner puertas al campo", "nuestros" árboles e ir a lo que importa, o sea a las versiones, hoy he elegido la canción "Out of our tree", compuesta en 1966 por los fabulosos Wailers de Tacoma (Washington), máximos exponentes del sonido Noroeste del garage americano más crudo y primitivo. Un tema que versionó, en la costa opuesta, desde Boston (Massachusetts), la primera banda de Jeff Conolly, los legendarios DMZ, en 1978.

¡Que las disfrutéis!:

1) The Wailers (1966).

2) DMZ (1978).

miércoles, octubre 10, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (XV)



Cuando empecé a aficionarme por el “country”, allá por los primeros 2000, un amigo me advirtió del peligro de caer en una red de melancolía, con impredecibles y fatídicas consecuencias. Pero no le hice caso, la alargada sombra de Johnny Cash y June Carter me condujo hacia otra oscura y peculiar pareja más actual, la compuesta por Brett y Rennie Sparks, con sus “Handsome Family”.

Ayer, por tierras navarras, descubrí un hilarante revulsivo para toda esa “morriña campera”. Ciertamente, la ciudad de Logroño no se caracteriza por su gran ambiente rockero, sin embargo en la cercana Pamplona, con el sello independiente “Chin-Chin Records” actuando como catalizador, tienen una envidiable y pujante escena de grupos. Quizás el más conocido sean las “Kassettes”, que ya salió en el capítulo IX de esta sección (ver enlace anterior), pero el que más me ha llamado la atención es uno denominado Las Chinchetas, en cuya hoja promocional dicen lo siguiente:

“El mejor grupo de cow-pop a orillas del Arga. El matrimonio Chincheta se conoció cuando ambos eran adolescentes. Él, hijo del patriarca de una comunidad pseudo-católica seguidora del Palmar de Troya; y ella, decimoctava hija de un pastor mormón polígamo. Se escaparon de sendas familias para vivir una vida nómada en su caravana. Armados con unos cuantos viejos instrumentos recorren la geografía ibérica en busca de algo con que alimentar a su prole y su ganado. Durante el transcurso de estos viajes fueron conociendo a su banda”.

Ciertamente, la imagen del grupo es bastante rural y destartalada, al más puro estilo de los “Knitters”, aunque su música tira más bien hacia lo ye-yé. Cuando ví que una de sus canciones se titula “Neandertal”, una versión en castellano del tema “That´s My Guy” que el delicioso dúo de la escudería “Stax”, Cheryl & Pam Johnson, grabaron en 1963, no me pude resistir a dedicarles esta entrada.

¡Que las disfrutéis!:

2) Las Chinchetas (2013).

viernes, octubre 05, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (XIV)



Fruto de la pura casualidad, ha caído en mis manos este fragmento del poema “La Noche de la Libertad” incluido en la obra “Rimas en honor de la España”, publicado por Juan Bautista de Arriaza en 1817:

"Te burlabas del hado,
Mas a la hora feliz sigue triste hora.
Gime, gime, tu llanto
Bálsamo sea a la virtud herida.
Tú que abatiste su dominio santo,
Atado yaz a su ara esclarecida.
Ayer gozabas la ilusión que presta
El placer a la vida".

En todas las épocas y en todos los idiomas, siempre hemos cantado a las mismas emociones, caemos fascinados ante la magia inexplicable del amor, nos desarma el impacto de un gemido. Ese “gime, gime, tu llanto” me ha recordado el “Gimme Some Lovin´”, una gran canción que hicieron, en 1966 (el año en que nací), ese gran grupo británico de Rythm & Blues y Soul blanco, Spencer Davis Group.

Ese mismo año, el grupo barcelonés Los Polares grabaron una gran versión en castellano titulada “Quiero que me quieras” que, curiosamente, acaba de salir a la luz ¡¡¡52 años después !!! Debido al gran trabajo arqueológico realizado por el sello “Madmua Records”, que ha encontrado esta joya de una de las bandas más olvidadas del rock español, ya que únicamente grabaron un EP en 1966. Poco después cogieron sus bártulos y se subieron a un tren para participar en una “guerra de bandas” que se organizó en Alemania, la cual ganaron y se tiraron allí un mes entero actuando en conciertos y acuñando gloriosos titulares de prensa como “Los Polares conquistan Alemania”.

Que las disfrutéis!:

1) The Spencer Davis Group (1966).

2) Los Polares (1966).

jueves, septiembre 20, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (XIII)



La emergencia del tecno-pop, a principios de los 80, supuso un auténtico aldabonazo para buena parte de la juventud del momento, en especial para los europeos, que anhelábamos que los avances tecnológicos de la época se trasladasen al mundo de la música popular. Lo paradójico fue que, ciertamente, las formas, las herramientas, los instrumentos, los sonidos e incluso la estética se cargaron de complicados aparatos electrónicos y aires vanguardistas, pero, en cuanto al contenido, parecía buscarse la quintaesencia de lo profundamente humano, a través de las máquinas. Es significativo que uno de los grupos más emblemáticos del tecno británico se llamase "Human League" (la Liga Humana).

Tras una era de predominio casi absoluto del funky negro norteamericano en las discotecas de todo el mundo, unos jovenzuelos paliduchos del "Viejo Mundo" alzaron la voz y sus sintetizadores para proclamar: "Aquí estamos, somos tecnológicos, incluso "cabezas cuadradas", pero también tenemos nuestro corazoncito, a nuestra manera, somos apasionados y también sabemos bailar".

Unos alumnos aventajados en esto de bailar con traje, corbata y pelo corto fueron los británicos "Depeche Mode". Si bien, rápidamente fueron evolucionando hacia una imagen más dura, ligada a una profundización hacia facetas más sociales, emocionales y psicológicas, llegando incluso a lo espiritual y religioso, tal es el caso del tema "Personal Jesus" (Martin Gore, 1989), que dice cosas como estas:

"Feeling unknown
And you´re all alone
Flesh and bone
By the telephone
Lift up the receiver
I´ll make you a believer
Take second best
Put me to the test
Things on your chest
You need to confess
I will deliver
You know I´m a forgiver".

Una canción que me impactó porque, al margen de sentimientos religiosos, expresa muy bien ese deseo que todos hemos sentido alguna vez de teletransportarnos en carne y hueso, a través del teléfono o del ordenador. Y todas las personas tenemos la necesidad de abrirnos, sincerarnos y confesar nuestros sentimientos más profundos y verdaderos a un confidente, un amigo o compañero de fatigas frente al que podemos relajarnos y quitarnos la careta sin miedo.

Ciertamente, las nuevas tecnologías han aumentado y acelerado mucho nuestra capacidad de comunicación, pero muchas veces a costa de eliminar las "inteferencias" de lo emocional, en los chats y mensajes escritos, ocultamos la información más humana que transmitimos a través de la voz, los gestos y el lenguaje no verbal, si bien, a pesar de ello, en ocasiones, las emociones son tan fuertes que parece como si las feromonas, la piel, el sudor y las caricias circulasen por la red.

Si "Depeche Mode" me impactaron, cuando en 2002, un anciano Johnny Cash versionó este tema, la sorpresa fue mayúscula, si bien, en el fondo, todo encajaba y tenía mucho sentido, nada chirriaba y, verdaderamente, consiguió descubrirme la esencia más profunda de esta gran canción, puesto que este gran artista, "el Hombre de Negro", marcó una etapa muy importante en mi vida.

¡Que las disfrutéis!

1) Depeche Mode (1990).

2) Johnny Cash (2002).

lunes, septiembre 17, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (XII)



Bueno, ya está bien de hipocresía, autocomplacencia y victimismo, todos somos muy pacifistas y muy ecologistas hasta que nos tocan el bolsillo o nuestra comodidad. Vender bombas que matan gente es éticamente reprobable, pero cuando las fabricamos nosotros y nos podemos quedar en el paro, ya lo vemos de otra forma. El gasoil contamina mucho, pero cuando nos suben los impuestos y nos presionan para cambiar de coche antes de lo previsto, ya decimos “total por unos años más, tampoco va a pasar nada…”.

En el plano emocional y de las relaciones humanas, a veces también tratamos de no asumir la realidad de una situación, intentamos eludir los conflictos y tensiones que, inevitablemente, suelen surgir en el trato con nuestros semejantes, o, simplemente, nos incomoda el contacto con otras personas, y entonces nos refugiamos en la Naturaleza, ya sean mascotas, animales domésticos, la jardinería, causas en favor de la fauna o la flora silvestre amenazadas, la biodiversidad, el medio ambiente. Nos reconforta acariciar un animal o abrazar un árbol, pero somos incapaces de mirar a los ojos del vecino con el que hemos coincidido en el ascensor y mucho menos de iniciar una conversación que vaya más allá del tiempo que hace ese día.

No digo que no esté bien preocuparnos por el medio ambiente, el bienestar animal, estudiar los hongos de nuestros bosques, velar por la conservación de la biodiversidad ¡Es estupendo!¡Ojalá lo hiciese más gente! Pero que ello no nos sirva de excusa para evitar comprometernos con la gente o, simplemente, conocer a las personas de nuestro entorno más cercano. Es evidente que es imposible que nos caiga bien todo el mundo. Una de las mejores frases de Keith Richards es. “No he conocido a nadie del que no haya absolutamente nada que no me moleste”. Pero también es verdad que todo el mundo tiene algo que merece la pena ser conocido, algún talento o cualidad, algo positivo que nos puede enseñar o que podemos compartir.

Y para hablar a las claras nadie mejor que los Ramones. En su último álbum de estudio “¡Adiós Amigos!” (1995), Joey Ramone compuso la canción “She Talks to Rainbows”, que tiene bastante que ver con el tema que hemos tratado. En 1999, Joey produjo un disco para su vieja amiga Ronnie Spector (en el enlace podéis ver la entrada que la dediqué en 2012), en el que le prestó dicha canción.

¡Que las disfrutéis!

1) The Ramones (1995).

2) Ronnie Spector (1999).

lunes, septiembre 10, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (XI)



Mi ángel de la guarda y mi intuición me dicen que los tiempos de "blues" y de melancolía están a punto de terminar. Ya lo decía Bob Dylan:

"You must leave now, take what you need, you think will last
But whatever you wish to keep, you better grab it fast".

En una de sus canciones eternas, "It´s all over now, baby blue", que el Bardo de Duluth compuso en 1965, y que llegó a mis oídos en las armoniosas voces de los Byrds, quienes versionaron el tema en 1969. Si bien, mi versión favorita es la que hizo uno de mis grupos escoceses preferidos, The Thanes, en 2102. Es por ello que esta canción no podía faltar en esta recopilación de versiones que han marcado mi vida, justo ahora, sí, ya pasó, ya llegó:

Que las disfrutéis!:

1) Bob Dylan (1965).

2) The Byrds (1969).

3) The Thanes (2012).

jueves, septiembre 06, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (X)



A menudo escucho decir “El Rock and Roll es el nuevo Jazz”. Ciertamente, el rock nunca morirá. La explicación de por qué esta música ha conseguido atrapar a millones de personas de varias generaciones es muy sencilla (y compleja a la vez). Básicamente, el Rock´n´Roll consigue conectar, de una forma intensa y divertida, los valores más elevados del ser humano, como es el amor universal, con nuestros instintos más primitivos (no diré la palabra “bajos”), como es la energía vital, más concretamente, el impulso sexual. Sin ocultar nuestro lado más oscuro y sin desvelar el profundo misterio que encierra todo ello.

Y este eje, del que también nace el Soul, el Pop y el Punk, indefectiblemente pasa por… Litlle Richard. Sobre todo hay una canción que me parece que aglutina el compendio de todo, y lo más fundamental, de lo que va todo esto, incluidas las redes sociales y los blogs, que no es otra cosa que la COMUNICACIÓN, en su sentido más positivo y universal, es decir, el envío de mensajes de amor, sin esperar nada a cambio y, muchas veces, desesperados, como es este desgarrador canto titulado “Send me some lovin´” que la “Reina del Rock´n´Roll” lanzó en 1956 y que ha sido versionado por innumerables artistas tan geniales como Buddy Holly, Otis Redding, Sam Cooke y un largo etcétera. Los últimos en hacerlo son unos chicos de San Roque (Cádiz) que han vuelto a agarrar el contrabajo y la armónica para revivir las raíces del Rock and Roll más auténtico, genuino y primitivo ¡Ole por ellos!”.

Que las disfrutéis:

1) Little Richard (1956).

2) Howlin´ Ramblers (2017).

sábado, septiembre 01, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (IX)




Las versiones de este capítulo están dedicadas a esas mujeres que muchas veces pasan desapercibidas pero que siempre están ahí, de toda la vida han sustentado y sustentan el rock and roll, otras músicas y otras artes, tanto encima como fuera de los escenarios.

Las más cercanas para mi han sido las inolvidables "Víboras", con Norah, Gema, Pili y Valle. Si bien las versiones que voy a poner hoy no tienen mucho que ver con ellas (salvo por la palabra "placer" (pleasure), en el caso de Norah), se trata de "What a way to die" que compuso y tocó el grupo íntegramente femenino, The Pleasure Seekers de Detroit (Michigan), en 1965, y de la que el año pasado (2017), un divertido grupo de chicas y chicos de Pamplona, Las Kassettes, hicieron una fabulosa versión en castellano titulada "Escuche, Señor Juez".

 Va por vosotras, queridas! Que las disfrutéis!:

 1) The Pleasure Seekers (1965).

 2) Las Kassettes (2017).

jueves, agosto 30, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (VIII)



A veces, la línea que separa la virtud del defecto es muy delgada, tal es el caso de la firmeza y la persistencia, virtudes muy importantes y valoradas, conocido es el dicho “el que la sigue la consigue”, pero que, sin embargo, casi sin darnos cuenta, con suma facilidad, pueden transformarse en defectos como la tozudez y la obsesión.

De este espinoso asunto trata una de las más bellas canciones que he tenido la fortuna que atravesara mis pabellones auditivos. Fue, como en tantas ocasiones, a mediados de los 80, cuando escuché por primera vez “Keep on trying”, a cargo de una de las bandas más apreciadas del revival garagero, como fueron los “Tell-Tale Hearts” (¡Qué gran nombre los “corazones cuentistas”!), provenientes de San Diego (California), nunca tuvimos la suerte de que viniesen a tocar a España, pero ejercieron una gran influencia en los grupos emergentes a este lado del charco. Sin embargo, más tarde me enteré que esta tremenda canción fue gestada en tierras holandesas, en 1966, gracias al enorme talento de una banda que ha pasado bastante desapercibida, como fueron los Outsiders (el nombre también es significativo).

Y es que la firmeza y la cabezonería están basadas en la misma actitud, en una férrea voluntad de alcanzar un objetivo, lo cual nos impide desfallecer y nos mueve a intentarlo una y otra vez. La diferencia reside en el objetivo que se persigue. Cuando éste se sustenta en la verdad y tiene consecuencias positivas, es una gran virtud, pero si lo que perseguimos está basado en una mentira, daña a otras personas o nos autodestruye, entonces debería encendérsenos la luz roja.

La canción lo dice de una forma tremendamente clara, bella y demoledora:

Just keep on trying
And you´ll succeed in breaking my heart
Just you keep on lying
And you´ll succeed in tearing it apart
Just you keep on, yeh keep on trying
And you´ve got me, you´ve got me crying
My resistance is low now girl
`Cause I love you, don´t you know now”.

Que las disfrutéis:

1) Outsiders (1966).

2) Tell-Tale Hearts (1986).

miércoles, agosto 22, 2018

VERSIONES DE UN VIDA (VII)




Además de a los sonidos de “Garage”, siempre he sido aficionado a la ornitología. Me introduje en ella, en 1972, cuando siendo un niño de ciudad, aterricé en la casa de mis tíos, en un pueblo de la Sierra de Cameros (La Rioja) para veranear, y al dar un paseo por el pinar cercano descubrí con asombro unos pequeños y vivarachos pájaros blanquinegros que piaban constantemente mientras adoptaban acrobáticas posturas, agarrados a las ramas, en busca de insectos con los que alimentarse. Mis padres me había regalado un libro de animales en el que había un "Pájaro moscón" que se le parecía algo, pero pensé: "Se parece, pero no es!". No paré hasta que en un libro más especializado "Aves de España" al fin lo encontré: "Sí, por fin! Éste es el "Carbonero garrapinos", claro!" Me hizo tanta ilusión que pinté la acuarela que véis arriba con todas las aves insectívoras del bosque, que, poco a poco, fui descubriendo en mis cada vez más largos paseos.

Por eso, en esta lista de versiones no podía faltar este tema original de una banda de Cape Cod (Massachusetts), The Barbarians, en el que, en 1965, hablan de lo de siempre, o sea de chicas, pero en términos de pequeñas y gráciles aves, cuyos nombres siempre hemos tenido curiosidad por conocer.

Hey little bird” fue versionada en 1985 por los Miracle Workers de Portland (Oregon), ganando en crudeza, fuerza y acidez.

Que las disfrutéis, pajaritos y pajaritas!!!:

1) The Barbarians (1965).

2) The Miracle Workers (1985).

martes, agosto 21, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (VI)




Con la triste pérdida de Aretha Franklin, hace tres días, se ha escuchado mucho el “Respect”, compuesto por Otis Redding en 1965, pero que llevó a la fama mundial la gran Aretha, dos años después, convirtiéndolo en uno de los primeros himnos del feminismo.

El 10 de diciembre de 1967, el bimotor “Beechcraft H18” de Otis se estrelló en el Lago Monona de Wisconsin, arrebatándonos prematuramente (con sólo 26 años) a la gran estrella del Soul, convirtiendo en oro el impresionante repertorio grabado en el sello “Stax” y cargando de tétrico sentido una de sus grandes canciones –“Security”-, porque quién no anhela seguridad en su vida? Incluso los bohemios y despreocupados artistas del soul, el rock y el punk, que practicaban eso de “vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver”, le cantaron a la seguridad, a veces no sin cierto y negro toque sarcástico.

En 1978, los australianos The Saints publicaron su álbum “Prehistoric Sounds”, en el que, de forma genial, consiguieron engranar la sección de viento en su único y original estilo punk-rock. En el disco incluyeron una versión del “Security”, como queriendo anclar sus raíces en el Soul negro más auténtico. Pero, para que nadie olvide que fueron unos auténticos pioneros del punk, en la foto, adoptan la típica pose ramoniana, apoyados en un muro de ladrillo, al igual que hicieron, 9 años después, los alemanes “Chocolate Factory”, principales abanderados del revival del garage sesentero en Alemania, quienes, en su álbum de 1987, también incluyeron una versión del “Security”, de la que sólo he encontrado el vídeo del enlace, que no ofrece muy buena calidad sonora, pero que refleja estupendamente el ambiente festivo y despreocupado de los conciertos, durante aquellos años de juventud.

Salvando las distancias, The Rescuers no llegamos a grabar un LP, únicamente lanzamos un EP, en cuya portada también adoptamos una pose ramoniana, y no poca gente comparó nuestro sonido con el de los Saints, lo que elevó nuestro ego hasta alturas estratosféricas.

Que disfrutéis de las tres versiones:

1) Otis Redding (1964).

2) The Saints (1978).

3) Chocolate Factory (1987).

viernes, agosto 17, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (V)



Además de la simpar Deb O´Nair (que mecionaba en el capítulo anterior), quien realmente me aficionó a los hipnóticos sonidos del “Contiental Vox”, hasta el punto que me compré uno (de segunda mano, ver historia en el siguiente enlace) para tocar con los Rescuers, fue el no menos único y peculiar JeffMonomanConolly, al frente de sus legendarios Lyres. Lo de “Monoman” le viene por la gigantesca colección de singles en sonido “mono” de raros grupos de garage de los 60, que atesora, de los que tocaron innumerables versiones, si bien mi favorita siempre fue el “Love Me Till the Sun Shines” de los inmensos y más conocidos Kinks, compuesta por Dave Davies, en 1967.

Como dijo el gran Jorge Explosión: “Adoro a Dave Davies por encima de todas las cosas, incluidos a los propios Kinks”.

Buen finde queridos y queridas “kinkis” ¡No seáis malos ni malas! Que disfrutéis de ambas versiones:

1) The Kinks (1967).

2) The Lyres (1983).

martes, agosto 14, 2018

VERSIONES DE UNA VIDA (IV)




Richard Berry, el autor del “Louie, Louie” (objeto del segundo capítulo de esta sección), también compuso “Have Love Will Travel” que, sin salir de los 60, fue versionada por los Sonics (primera foto), pioneros del sonido garage más primitivo, en el N. O. de USA. Ya en los 80, también la tocaron los suecos The Nomads, de los que hablamos en la anterior entrega de esta sección.

En Europa, fueron ellos, The Nomads, quienes reavivaron el rescoldo del garaje más ácido, crudo y oscuro. Una senda que, sin embargo, ya habían iniciado bastante antes, en Estados Unidos, los neoyorquinos The Fuzztones, quienes, en 1984, nos regalaron una impagable versión del “Strychnine” de los Sonics, un mortífero veneno al que despojaron del aire festivo del saxo y sustituyeron el piano saltarín por un órgano que le otorga un aire tétrico, realmente inquietante y no exento de cierta solemnidad, como de película de terror.

En el dibujo, añado mi personal versión picassiana de una foto del emblemático grupo neoyorquino, culpables de inocularnos el veneno del garage a no pocos jovenzuelos de la época, entre los que me incluyo, ya que, dos años después, me encontraba sobre el reducido escenario del “Agapo”, emulando a la mismísima Deb O´Nair, tocando los acordes del “Strychnine”, a las teclas de un vetusto “Continental Vox”, junto a The Rescuers, en Madrid. Mientras los Legendary Golden Vampires hacían lo propio en Berlín y conseguían grabar su versión para la mítica recopilación “Battle of the Garages.- Vol. IV”.

Que las disfrutéis:

1)   The Sonics (1965).
2)   The Fuzztones (1984).