miércoles, septiembre 30, 2009

El Azafrán y los Ciervos Monógamos




Faline, la joven cervatilla que nació el pasado mes de mayo, está en esa edad en que lo preguntan todo.

Faline: "Mamá, mamá ¡Qué flor tan bonita! ¿Cómo es que ha salido ahora en otoño y no en primavera como las demás flores? ¿Se puede comer?"

Su madre, Violeta, iba a contestarle cuando se vio interrumpida por el poderoso bramido de un macho en berrea que resonaba en el bosque.

Faline: "¿Y por qué los machos tienen esos cuernos tan grandes? ¿Por qué dan esos bramidos tan fuertes? ¿Por qué se ponen tan pesados y nos agrupan?"

Violeta: "¡Ay Faline para ya! Mira, esas flores violetas son azafranes silvestres y debes cuidarte de comerlas, porque son venenosas, te voy a contar una leyenda que responde a todas tus preguntas".

Faline se quedó boquiabierta mirando entusiasmada a su madre, levantó sus grandes orejas y las orientó hacia ella y se dispuso a escucharla con atención reverencial.

Violeta: "Hace muchos, muchos años, resulta que el príncipe más apuesto del bosque no podía bramar, ya que cuando era niño se había atragantado con un palo y el pobre se quedó mudo, por lo que tampoco podía participar en la berrea, para regocijo de sus competidores, lo cual le libraba del duro desgaste que supone esta época de celo para los ciervos. Así que, mientras los demás bramaban y se peleaban acalorados tratando de atraer y reunir al mayor número posible de ciervas, él pastaba tranquilamente en solitario, por lo que se hizo muy grande y fuerte.

Sin embargo, el hecho de que fuese mudo y no pudiese participar en la berrea no le libraba de los ardores propios del celo, así que un buen día, mientras bebía en un remanso del arroyo, vio reflejado en el agua el bello rostro de una joven cierva con los ojos más grandes y dulces que jamás hubiese visto en su vida. Ella le miraba con asombro desde la otra orilla y, al instante, ambos se enamoraron y se juraron amor eterno, por lo que ninguno de los dos participaba en las berreas, era algo totalmente insólito, una pareja de ciervos monógamos ¿Dónde se ha visto eso?

La pareja del ciervo mudo era muy esbelta y elegante, y se paseaba orgullosa junto a su apuesto galán, por lo que era la envidia de las demás ciervas del valle.

Había una cierva en particular, robusta y hermosa, que deseaba mezclar sus genes con los del apuesto ciervo mudo, por lo que aprovechaba cualquier momento en el que estuviese solo y desprevenido para exhibirse frente a él trotando y pestañeando coquetamente, con la cola levantada cuando el viento soplaba en su dirección para envolverle con sus feromonas.

Pero el apuesto ciervo mudo no tenía ojos para ninguna otra cierva que no fuese su adorada pareja, lo cual hizo enfurecer a la cierva robusta, así que ésta arrancó de un mordisco un azafrán venenoso, lo llevó con cuidado en su boca, con la legua lo metió dentro del apetitoso y embriagador fruto (cápsula) de una azucena silvestre, el cual cortó por su pedúnculo y se lo llevó como regalo al ciervo mudo. Al llegar junto a él, hizo una reverencia y se lo ofreció dulce y cortesmente mientras le decía: "El mejor bocado es para el silencioso Príncipe del bosque".

Él la miró con asombro y, como su único defecto es que era un poco glotón, se comió el regalo de un bocado, sin pensárselo dos veces. Al poco rato se sintió indispuesto y se echó en su encame favorito, junto al gran tronco hueco de una vieja haya, en lo más profundo del bosque, donde se durmió y ya no volvió a despertar.

A la mañana siguiente, la cierva monógama acudió al encame de su amado para despertarle con un beso, como era su costumbre, pero al dárselo notó un fuerte sabor amargo y un frío helador en el húmedo morro. Horrorizada se dio cuenta de que estaba muerto, un escalofrío recorrió su espalda y cayó de bruces junto a él, donde igualmente falleció, mitad de pena, mitad por el efecto del beso envenenado.

Desde entonces, en lo más profundo del bosque, al pie de una vieja haya con el tronco hueco, al comienzo de cada otoño, en la época de la berrea, florecen dos azafranes silvestres de un color violeta especialmente intenso, azulado y triste".

Resuena en el sombrero: "Down in the valley of hollow logs".- The Handsome Family (Chicago (Illinois), 1997).


"Down in the valley of hollow logs, two lovers lay in the weeds, wrapped in the net of their sweaty arms, safe from the wind in the trees. "My love", said the boy. "You´re the clear blue sky, you´re the air I gulp to breathe. I feel your rushing through my veins like the wind rushing through the trees". "My love", said the girl, "you´re my secret pearl. You´re a string of tiny glass beads. You´re a burning star I keep in a jar, safe from the wind in the trees".
Down in the valley of hollow logs, two lovers lay back in the weeds, listening to the howl of hunting dogs and the wind howling through the trees. Then insects ran for the underbrush as the wind filled the air with dead leaves and every stone turned slowly to dust as the wind tore through the trees. So the young girl pierced her lily-white breast. Her blood poured over dark weeds. A silver dagger through her burning heart, cold as the wind in the trees. Then the boy picked up that bloody knife and stove it through his chest. "Farewell, farewell to the wind and the trees. I´ll die with the one I love best."

Traducción: "Abajo en el valle de los troncos huecos, dos amantes yacen sobre la hierba, enganchados en la red de sus brazos sudorosos, a salvo del viento en los árboles. "Mi amor", dijo él. "Tú eres el claro cielo azul, tú eres el aire que trago para respirar. Siento tu apresurado fluir en mis venas como el viento fluye apresuradamente a través de los árboles". "Mi amor", dijo ella. "Tú eres mi perla secreta. Tú eres una cuerda de cuentas diminutas de cristal. Tú eres una estrella encendida que guardo en un tarro, a salvo del viento en los árboles".
Abajo en el valle de los troncos huecos, dos amantes yacen tumbados sobre la hierba, mientras escuchan el aullido de perros cazadores y el viento aullando entre los árboles. Entonces los insectos corrían por debajo de la maleza, mientras el viento llenaba el aire de hojas muertas y las piedras se acercaban un poco más al polvo, mientras el viento pasaba entre los árboles.
Entonces ella ensartó su pecho de azucena blanca. Su sangre se derramó sobre las oscuras hierbas. Una daga plateada atravesó su corazón ardiente fría como el viento en los árboles. Él recogió el cuchillo ensangrentado y lo hundió en su pecho. "Adiós, adiós al viento y a los árboles. Moriré con quien más quiero."

P.D.: A la vez que florecen los azafranes silvestres en la sierra, río abajo, en los álamos de la ribera del delta que hay en su desembocadura, nace también la famosa "seta corazón".

Fotos: 1ª: Pareja de Azafranes silvestres (Crocus nudiflorus); 3ª: Grupo de azafranes silvestres floreciendo entre los huesos de un ciervo muerto (ambas by Mad Hatter). La 2ª foto es del fotógrafo japonés Zeissizm (Itou Kouichi).

domingo, septiembre 27, 2009

LA MOSCA ASESINA





En estos días calurosos del comienzo del otoño, hay cantidad de moscas en los montes y a medio día están pesadísimas. Para salir al campo, siempre es recomendable hacerlo cuanto más temprano mejor, aprovechando la fresca, ya que es cuando hay una mayor tranquilidad y la mayoría de los animales se encuentran más activos, pero en estas fechas esa recomendación es casi obligatoria, si no queréis ser devorados por enormes y molestos enjambres de moscas, sobre todo en los pinares.

Esta mañana, aprovechando que me he levantado temprano, he estado cortando y desramando con la motosierra un Castaño (Castanea sativa) del jardín, que se ha muerto este verano debido a un ataque de “tinta”, un hongo patógeno (Phytophthora cinnamomi) que pudre las raíces. Cuando estaba terminando, entre el calor y el sudor, había cientos de moscas volando a mi alrededor. Entre ellas, había una especialmente grande, negra y peluda que al posarse frente a mi, en una rama seca caída en el suelo, me ha asustado porque su aspecto era realmente terrorífico. De repente, la mosca se ha lanzado hacía mi a la velocidad del rayo, horrorizado he apartado la cabeza, he cerrado los ojos, he hecho un rápido aspaviento con las manos para quitármela de encima y he escuchado un seco chasquido junto a mi oreja. Al volver a abrir los ojos, el moscardón negro estaba otra vez posado en la misma rama y tenía otra mosca más pequeña entre sus fauces (ver foto, está algo desenfocada por la prisa del momento pero se ve).

El terrorífico pero útil díptero pertenece a la familia de las “moscas cazadoras” o “asesinas” (Asilidae), ésta en concreto es una especie de las de mayor tamaño que habita en nuestros bosques, la sin par Andrenosoma albibarbae (en internet podéis ver fotos mucho mejores).

Después de recuperarme de la impresión y beber un poco de agua, cuando me dirijía al garaje para recoger la motosierra, las herramientas y los guantes, he pasado por debajo de un pino y he visto una mancha blanquecina en el umbrío suelo, me he agachado para ver lo que era, por si acaso se trataba de alguna seta, y he visto que era el cráneo de una ardilla (segunda foto), posiblemente se trate de los restos de un ejemplar que fue capturado y devorado por algún ave rapaz (azor o búho).

¡Caray! Motosierras, moscas asesinas y cráneos ¡Qué mañana más siniestra! No os vayáis a pensar que el monte siempre es así de inquietante ¿Eeeeh? Aunque lo cierto es que las espesuras de los bosques siempre han inspirado ambientes oscuros y tenebrosos, como bien saben los directores y productores de las películas de terror.

Resuena en el sombrero: “Colecciono moscas”.- Golpes Bajos (Vigo (Galicia), 1984).



Dibujo y fotos by Mad Hatter.

viernes, septiembre 25, 2009

EL SABOR DE LA VICTORIA


¿Es este el sabor de la victoria?

¿Hace siempre este frío cerca del final?

"Is this the taste of victory?

Does it always feel this chill near the end
?"


Resuena bajo el yelmo: “Almost with You”.- The Church (Canberra (Australia), 1982).

martes, septiembre 22, 2009

El moho pasta de dientes




Tras las primeras lluvias del final de verano y el comienzo del otoño (hoy es el primer día), ayer fui a dar un paseo para ver si habían salido las primeras setas después de los calores estivales, pero el monte estaba demasiado seco y ha absorbido todo el agua sin que a penas se noten sus efectos sobre el aspecto exterior del suelo.

Lo único que encontré fueron unas pequeñas bolitas de color rosa, como de chicle, que crecían sobre el tronco de un pino caído en el suelo del bosque. Y, como no vi nada más, al llegar a casa me entretuve en identificar la especie del extraño hongo, así que busqué en mi libro de setas y nada, no encontré nada parecido. Entonces busqué en internet, entre los hongos basidiomycetes ¿Quizás pertenezca al Orden Tremellales? Pero tampoco. Y hete aquí que en un grupo o collage de imágenes vi un grupo de bolitas rosadas apelotonadas y rugosas con aspecto de gominolas o chicles ¡Eso, eso es! ¿A ver si pone cómo se llama? Pues sí y la sorpresa fue mayúscula. Resulta que no se trata de ningún hongo sino de un protozoo (!!!), es decir un animal del reino Protista, Phillum Amoebozoa, Clase Myxogastrea, del género y la especie: Lycogala epidendrum.

Los plasmodios son de color rojizo, aunque son difícilmente visibles, y se desplazan deslizándose lentamente por el suelo, alimentándose mediante fagocitosis (como las amebas) de bacterias, esporas de hongos, plantas, protozoos y partículas de materia orgánica muerta. Cuando las condiciones son apropiadas, los plasmodios se agregan por medio de señalización química para formar un cuerpo fructífero.

Estos cuerpos fructíferos se parecen a pequeños cojines de unos 0,3 a 1,5 cm de diámetro, y son de colores muy variables, yendo del gris-rosado al pardo-amarillento o negro-verdoso, a medida que maduran tienden a hacerse más pardos y oscuros. Pueden ser redondos o algo comprimidos, con una textura áspera o verrugosa. Mientras son inmaduros están llenos de un líquido pastoso rosado, de ahí su nombre vulgar de "moho pasta de dientes" o "leche de lobo". Cuando maduran, el fluido se convierte en una masa polvorienta de esporas de color gris.

Las esporas miden de 6 a 7,5 micras, son esféricas con una textura reticulada de color ocre a lavanda. El pseudocapillitium (elementos estériles en la masa de esporas) está constituido por tubos ramificados largos, aplanados, con arrugas transversales y pliegues.

La naturaleza siempre nos sorprende, una vez más hay que resaltar la importancia de todo un ejército de diminutos seres (bacterias, hongos, protozoos, gusanos y artrópodos) que trabajan constante e incansablemente para descomponer la materia orgánica y reciclar los nutrientes que posibilitan la continuidad de los ecosistemas y la vida sobre el planeta.

Fotos by Mad Hatter: Primera: Cuerpos fructíferos inmaduros de Lycogala epidendrum en un tronco de pino (Pinus sylvestris) sobre el que ha germinado un piñón que ha dado lugar a una joven plántula de la misma especie. Segunda: Tronco hueco de Haya (Fagus sylvatica) visto desde el interior.

lunes, septiembre 21, 2009

La Reina de los Mares





Cristales de sal marina para la sombra de ojos, ramas de coral para su tocado, una estrella de mar para el broche, un vestido de algas y los zapatos de nácar, con esa mezcla de geisha, sirena, bruja, cíngara y diosa egipcia, Siouxsie se transforma en una oscura reina de los mares que se contonea y se mece al ritmo de las olas, las mareas y las contramareas, montando a lomos de un delicado caballito de mar, un bello hipocampo.

Una poderosa resaca nos atrae irremisiblemente hacia el profundo y oscuro abismo de sus ojos, mientras el mar nos mece y los hipocampos danzan sin parar a su alrededor, meciéndose y meciéndose al son de las mágicas arritmias que Budgy consigue sacar de su batería, mediante movimientos compulsivos.

Él es un rubio macho de abultado vientre, que en un momento determinado se aparta del grupo, se refugia en un tranquilo rincón entre las algas y mediante bruscos movimientos compulsivos expulsa por su ombligo a su prole. Porque los hipocampos son los únicos peces, los únicos animales, en los que los machos son los que quedan preñados y dan a luz a sus crías, ya que, poco después de la cópula, la hembra traspasa los huevos a una bolsa ventral que posee el macho, donde él cuidará de ellos hasta su nacimiento.

Esta imagen de misteriosa sirena o legendaria reina de los mares me recuerda a la portada de un disco de “Roxy Music”, y ahora elucubrando pienso ¿Qué habría pasado si Siouxsie hubiese formado pareja artística con Bryan Ferry? ¿Os imagináis lo que hubiera sido “Roxy Siouxsie”? Porque, en el fondo, Siouxsie poseía una envidiable elegancia clásica y Mr. Ferry tenía un alma glam e incluso punk. No sé, a lo mejor es que estoy demasiado loco, quizás es que me he pasado con el vino en San Mateo (hoy), pero me puedo imaginar perfectamente un vídeo de esta insólita pareja temprano-ochentera cabalgando en sendos hipocampos.

En serio ¿No pensáis que existe cierta similitud entre estas dos canciones?

Resuenan en el sombrero: “Swimming Horses”.- Siouxsie & the Banshees (London, 1984); “More than this”.- Roxy Music (London, 1982).



Entrada dedicada a Julio Ruiz, de "Disco Grande", por razones obvias.

sábado, septiembre 19, 2009

Los Huesos de los Besos


Johnny no podía apartar la mirada de sus labios, de aquellas arruguitas tan graciosas que adornan la comisura, en una mueca dura pero dulce a la vez. Quería besarlos pero no sabía cómo, había olvidado cómo se encendía un fuego, como les pasaba a los aborígenes del Amazonas que tienen que caminar por la selva lluviosa llevando siempre a cuestas una pequeña jaulita de bambú donde conservan las ascuas del fuego de la última noche.

Frankie abrió sus profundos ojos castaños que se clavaron en los de Johnny, rozó levemente el contorno de su cara con las yemas de sus dedos y la chispa saltó. Volvió a escucharse aquel anhelado chasquido húmedo, la percusión ancestral del choque del diente contra el diente, como una mágica txalaparta animal de deseo y pasión.

Y el fuego tribal por fin prendió con fuerza, mientras los perros aullaban a la luna y corrían raudos en busca de los huesos del venado que murió de agotamiento tras la berrea, y sólo se escuchaba el crepitar de las llamas y el claqueteo de los colmillos sobre el duro hueso, como una mágica txalaparta animal de hambre y fuego.

Y...antes de que cuentes diez, resuenan en el sombrero: “Los Huesos de los Besos”.- Fito y los Fitipaldis (Bilbao, 2009); y la mágica txalaparta:

jueves, septiembre 17, 2009

MAGIA COTIDIANA



En el ambiente de nuestros pueblos y ciudades, en esos curiosos y paradójicos ecosistemas urbanos formados por solares, ruinas, escombreras, alcorques, cunetas y descampados, habitan algunas plantas interesantes y hasta de propiedades mágicas.

El suelo de estos ambientes urbanos suele ser rico en compuestos nitrogenados (nitratos, amonio) procedentes de la descomposición de la materia orgánica que abunda en los excrementos, las basuras y otros residuos que generamos con nuestra elevada densidad de población, nuestra actividad, nuestros descuidos y nuestra falta de pulcritud y de respeto por los lugares públicos o simplemente abiertos y desatendidos.

Este tipo de suelos nitrogenados y por lo general removidos son habitados por plantas especializadas denominadas nitrófilas o ruderales, la mayoría de ellas anuales, es decir que desarrollan todo su ciclo vital en el transcurso de un año o menos. En nuestro clima templado, lo más habitual es que las semillas germinen a principios de primavera, las plantas florezcan en mayo o junio, fructifiquen durante el verano y diseminen sus semillas en otoño para pasar el invierno en ese estado de vida latente, dormidas en el seno de la tierra.

El otro día, en algunos solares de Horta de Sant Joan, tuve la ocasión de fotografiar algunos ejemplares de "Pepinillo del Diablo" o "Cohombrillo amargo" (Ecballium elaterium) una cucurbitácea (familia del pepino, la calabaza, la sandía y el melón) que se caracteriza porque sus frutos acumulan gases en su interior al madurar, hasta que llega un momento en que el más mínimo roce o vibración produce que se desprenda de su pedúnculo de forma explosiva, mientras un chorro de pulpa y semillas sale despedido por el extremo roto proyectándose hasta una distancia de dos metros.

Aunque es de la familia del pepino no conviene comer ni manipular esta planta, ya que es bastante tóxica e irritante, y su pulpa se ha utilizado como purgante de efectos rápidos, drásticos y violentos.

También descubrí un grupo de ejemplares de Estramonio (Datura stramonium) en floración algo tardía, cuyas grandes flores blancas en forma de trompeta con curiosos pliegues eran profusamente visitadas por las abejas. Muy pronto estas flores se convertirán en frutos espinosos de aspecto inquietante como corresponde a una planta diabólica, tóxica y que en la dosis adecuada tiene efectos alucinógenos que eran utilizados por las brujas del medievo para realizar sus "viajes", para lo cual se untaban el cuerpo con grasa en la que se había frito Estramonio u otras plantas afines de la misma familia (Solanáceas) como el Beleño (Hyoscyamus niger) o la Belladona (Atropa bella-donna). Para esta operación de untarse la grasa en los cuerpos desnudos utilizaban escobas, de ahí proviene la leyenda de que las brujas vuelan montadas en escobas.

La misteriosa brujilla afterpunk de los 80, Siouxsie y sus Banshees, les dedicaron una canción a una de estas plantas mágicas, concretamente a la Belladonna, pero hablando de frutos que explotan al ser tocados me apetece más escuchar esta canción de los ultrapsicodélicos Dukes of the Stratosphear, titulada "My Love Explodes" (London, 1986):



Fotos by Mad Hatter.

lunes, septiembre 14, 2009

TERRA ALTA, TERRA FERIDA








Era el último día del verano, la vendimia estaba en su apogeo, los arroyos llevaban el agua justa para que no se murieran los peces, aunque ya no volvería a escuchase el eco de las risas de los chiquillos bañándose en el río.

En el frescor del alba, los higos lloraban dulces lágrimas de miel, y el rocío, al escurrir por la piel de los frutos, hacía llorar leche de almendra a los almendrucos, mosto a las uvas y aceite dorada a las olivas.

Es como si los frutos del final del verano, conectados por las raíces a las entrañas de la tierra, llorasen por el dolor que dejó el incendio, todavía muy patente en el recuerdo y en el paisaje.

Nada más bajar del coche, divisé en el horizonte la altiva cumbre sobre su elegante garganta, del color de la piel tostada por el sol, que emergía sobre las blancas nubes que se aferraban a las voluptuosas y onduladas laderas como si de una vaporosa y luminosa blusa se tratase.

Bajo la falda de la montaña, cuyos estratos dibujan franjas alternas de roca caliza blanca y el verde oscuro de los pinos, el incendio había dejado un paisaje irregularmente tostado, habiendo respetado milagrosamente algunas manchas de vegetación sin quemar, a modo de las escamas sobre una piel que hubiese sido quemada y pelada por el sol.

Conozco estas bellas montañas desde hace un año y dos meses, y las he recorrido varias veces, pero en esta ocasión he inspeccionado y revisado a fondo cada palmo del terreno y he descubierto recovecos inexplorados y preciosos rincones. Me he adentrado por estrechos y húmedos barrancos cubiertos de una tupida espesura. Estaba ansioso por disfrutar de sus paisajes, sus aromas, sus texturas, como si fuese la última vez, consciente de que quizás podrían perderse en el próximo incendio. Deseaba recoger, atesorar y guardar en lo más profundo de mi corazón todas esas sensaciones, como si tuviesen que durarme para todo el año.

Eran las fiestas del pueblo de Horta de Sant Joan, en la comarca catalana de la “Terra Alta”, donde el pasado mes de julio se produjo un grave incendio en el que desgraciadamente fallecieron cinco bomberos.

Esta comarca se caracteriza por sus excelentes vinos, su aceite de oliva, sus almendras y sus higos. Me resultó muy sorprendente que en la bandera de Horta de Sant Joan figura una cruz roja junto a una hoja de higuera (ver la penúltima foto). Quizás sea debido al ejemplar milenario de este árbol que crece al pie de las escalinatas del Convento de San Salvador, situado en un espectacular paraje de riscos escarpados, en un cerro, en frente del pueblo (ver cuata foto).

También me llamó la atención que una de las calles principales del pueblo, la que sube desde la plaza a la iglesia parroquial y el Ajuntament, está dedicada al Medio Natural y en su cartel figura el escudo de los ingenieros de montes (ver la última foto). Quizás sea debido a que el gremio forestal, el famoso ICONA, realizó numerosas obras y repoblaciones forestales y llevó a cabo la protección y conservación de recursos naturales tan valiosos como las poblaciones autóctonas de Cabra montés, cuyo aprovechamiento cinegético supuso un importante motor de revitalización y de desarrollo sostenible en esta zona montañosa de los Puertos de Tortosa y Beceite.

El pueblo de Horta de Sant Joan también es famoso porque en él vivió durante ocho meses el genial pintor Pablo Picasso, a raíz de que un buen amigo suyo, Manuel Pallarés, que era de ese pueblo que entonces (1898) se llamaba Horta d´Ebre, le invitó a pasar allí una temporada para que se recuperase de una escarlatina que había contraído en Madrid, correspondiendo así a la buena acogida que los padres del pintor le dieron en su casa de Barcelona.

Sin duda, los abruptos perfiles y los rotundos volúmenes característicos de los impresionantes paisajes de este pueblo y las montañas que lo rodean influyeron en el desarrollo del estilo cubista del famoso pintor.

Unos paisajes de una belleza tan extrema que nos puede causar tanto placer como dolor... “It´s in me, it´s in you”.

Resuena en el sombrero: “Pleasure and Pain”.- The Chameleons (Manchester (UK), 1983). Sí, ya sé que no son muy catalanes, pero es para conectar algo con la antepenúltima entrada.




Fotos by Mad Hatter (pinchando en las fotos se ven ampliadas).

viernes, septiembre 11, 2009

CAMINANDO AL SOL


Hay algunas canciones que a fuerza de escucharlas en anuncios y supermercados acaban formando parte ineludible de la banda sonora de nuestras vidas, una de ellas es "Walking On Sunshine", canción de pop colorista, risueña, energética y optimista, donde las haya, que fue compuesta por el grupo británico "Katrina and the Waves" en 1983. Aunque mi preferida suya es "Going Down to Liverpool", de la que las "Bangles" hicieron una fabulosa versión en 1985.

Los precursores de este grupo fueron, por una parte, "The Waves", formados cerca de Cambridge en 1975 por el guitarrista Kimberly Rew y Alex Cooper a la batería. Pero la banda sólo duró un par de años, cuando Rew abandonó el grupo para unirse a los "Soft Boys".

Por otra parte estaban los "Mama´s Cookin´", un grupo de versiones de Feltwell que contaba con Katrina Leskanich, a la voz y los teclados; su entonces novio Vince de la Cruz, a la guitarra y los coros; Marcos de la Cruz en la batería; Ron Kucharski al bajo; y Andrew Hoffner a la guitarra.

A finales de 1980, Alex Cooper se unió a la banda, a la batería, mientras que Bob Jakins se hizo cargo del bajo.

Cuando los "Soft Boys" se disolvieron en 1981, Rew se puso en contacto con su antiguo compañero Cooper, quien le convenció para que se uniera a los "Mama´s Cookin´" y entonces el grupo fue rápidamente rebautizado como "The Waves".

The Waves hicieron su debut discográfico en 1982, con el single "Nightmare"/"Hey, War Pig!" y poco después sacaron el EP "Shock Horror" y Jakins abandonó el grupo siendo sustituido por de la Cruz, momento en el que la banda adquirió su nombre definitivo: "Katrina and the Waves".

Bueno, todo este preámbulo sólo ha sido para reflejar los convulsos inicios que se dan en casi todos los grupos, así como para reflejar la efervescencia existente en los primeros años 80 en la escena musical del pop. Salvando las distancias, en la formación de los "Rescuers" intervinieron los legendarios "Imposibles" y los "Dalton", quienes nos proveyeron de dos excelentes baterías: "El Lagarto" y "Jesse", respectivamente.

En 1989, después de su álbum "Break of Hearts", Katrina and the Waves cayeron en un lento y progresivo declive hasta que reaparecieron fulgurantemente en 1997 ganando el Festival de Eurovisión que se celebró en Dublín (Irlanda), con la canción "Love Shine a Light".

Resuenan en el sombrero: "Red Wine and Whiskey", dos bebidas alcohólicas ideales para brindar que deben envejecer un tiempo en el interior de barricas de roble para que adquieran sus propiedades características; y "Do You Want Crying?" Pues no, es evidente que a nadie le gusta llorar, Katrina, hija ¡Qué cosas tienes! Aunque supongo que un 11S como hoy a más de uno se le saltará más de una lágrima.





miércoles, septiembre 09, 2009

Espíritu de Camaleón


Según una antigua leyenda de la mitología malgache, el Camaleón, el mágico y mimético dragón arborícola, capaz de dirigir su telescópica y vigilante mirada en todas direcciones, mientras permanece totalmente inmóvil, fue el encargado por los Dioses de proteger al mundo de la muerte. Pero el Camaleón tenía un defecto, sus movimientos son de una exasperante lentitud, por lo que llegó tarde y la muerte terminó alcanzando el mundo.

La isla de Madagascar es uno de los lugares del planeta en los que viven un mayor número de especies de camaleones, desde el diminuto Camaleón pigmeo (Brookesia minima), tan pequeño como la falange del dedo meñique, hasta el enorme Camaleón de Parson (Calumma parsonii), cuyos machos alcanzan hasta los 70 cm de longitud.

Sin embargo, a mí la palabra "Camaleón" no me traslada a las selvas tropicales, ni siquiera a las soleadas costas de blancas arenas cubiertas de pinares, palmitos y matorral mediterráneo, del Sur de la Península Ibérica, donde habita nuestro escaso Camaleón común (Chamaeleo chamaeleon). A mí la palabra Camaleón me lleva hasta los fríos y neblinosos páramos ingleses, cubiertos de ciénagas y arroyos bordeados de umbríos bosques, donde al amanecer se escuchan los melancólicos trinos de los mirlos (blackbirds).

Ello es debido a la influencia de un enigmático y olvidado grupo británico que se formó en Middleton, cerca de Manchester, pionero de la onda neopsicodélica, que en los primeros 80 ayudó al nacimiento de sus amigos los "Echo & the Bunnymen", por los que poco más tarde serían eclipsados, me estoy refiriendo a The Chameleons, que hoy 09-09-09, día en que se han reeditado los discos de los archifamosos "Beatles" y hasta han sacado un videojuego sobre ellos, quiero acordarme de esta gran banda británica que pasó bastante más desapercibida.

Su mágico sonido estaba repleto de envolventes nebulosas de guitarras trenzadas y teclados ululantes, con la inconfundible y épica voz de Mark Burgess, al ritmo variable y sincopado de unos tambores que tan pronto hacían que te acurrucases dentro de la cama, en posición fetal, para después, poco a poco, ir despertando con la tensión y la fuerza propias de un león desperezándose y estirándose entre el rechinar de los tendones de sus músculos y el profundo rugido de su garganta.

Osea que la palabra Camaleón proviene justo de eso, de cama y de león.

Resuenan en el sombrero: "Up the down escalator", de su primer LP "Script of the Bridge" (El escrito del puente), de 1983; y "Nostalgia" de su segundo album "What does anything mean? basically", en 1985.- The Chameleons (Manchester, UK).



domingo, septiembre 06, 2009

El animal más peligroso del mundo




Si pensamos en animales peligrosos, seguro que enseguida nos vienen imágenes de serpientes, arañas, escorpiones, tiburones, tigres, leones, cocodrilos, algún que otro pájaro, búfalos, osos, lobos y todo tipo de fieras. Pero no, resulta que el animal más mortífero que se ha descubierto hasta la fecha sobre la faz de la Tierra tiene un cuerpo que no es más grande que la uña de un dedo, si bien sus tentáculos pueden medir hasta casi un metro de longitud. Se trata de una medusa del grupo de las de cuerpo cúbico (Cubozoos), denominada Irukandji (Carukia barnesi), que habita en las costas del Norte de Australia y Sur de Nueva Guinea.

Se trata de un animal casi indetectable debido a su tamaño, muy pequeño, su color, casi transparente, y a que cuando te pica no se siente ningún síntoma hasta pasada una media hora, entonces te duele todo el cuerpo, la presión sanguínea se dispara al triple de lo normal y sobreviene la muerte por un ataque cardíaco.

El veneno de esta criatura es 100 veces más potente que el de la cobra, lo cual es difícil de explicar, teniendo en cuenta que sólo lo utiliza para capturar los diminutos peces que le sirven de alimento.

Pese a la enorme toxicidad de este animal, parece ser que sólo se le ha atribuido la muerte de dos personas, oficialmente, si bien se sospecha que han debido ser muchas más, pero se atribuyeron a otras causas, ya que esta medusa fue descubierta para la ciencia en 1952.

Ni que decir tiene que cuando en las playas tropicales australianas se detecta la presencia de “stingers”, inmediatamente se cierran y se colocan carteles advirtiendo del peligro.

Por si este bichito fuera poco, resulta que el segundo animal en el ranking de los más venenos también habita en los arrecifes coralinos de la gran barrera australiana y de Indonesia, se trata de la Serpiente marina de bandas (Laticauda colubrina).

Así que ya lo sabéis, si estáis de vacaciones en Australia y veis que avisan de la presencia de medusas en la playa, la cosa es mucho más seria que lo que sucede con nuestras “inofensivas” medusas de aguas templadas, cuya proliferación parece cada vez mayor debido al progresivo calentamiento de las aguas durante nuestros cada vez más largos veranos. Esperemos que nunca lleguemos a tener un clima tropical y nuestras playas no se vean invadidas por estas peligrosas Irukandji.

Y también espero que os haya dado tiempo a leer esta entrada antes de que os convirtáis en estatuas de piedra.

Resuena en el sombrero: “Veneno en la piel”.- Radio Futura (Madrid, 1990).

miércoles, septiembre 02, 2009

Septiembre, ya llegó de nuevo



La última entrada de nuestro apreciado y querido escritor de "Territorio Enemigo" sobre Septiembre me ha hecho recordar muchas cosas, empezando por aquel 12 de septiembre en el que una brisa más fría de lo habitual hizo sonar las Cascabeleras en los prados ya más que agostados, y arrastró el dulce aroma de las pecanas, con un sonido parecido al triste lamento del ángel caído.

Este mes también suele ser en el que muchas aves inician su migración otoñal, al ciervo le hierve la sangre con la berrea, y también cuando suele tratarse la oruga procesionaria en los pinares.

El verano termina astronómicamente con el equinoccio de otoño, el 21 de septiembre, San Mateo, día en que se celebra la fiesta de la vendimia riojana.

Pero lo cierto es que con el mes de septiembre comienza un nuevo curso escolar y se reanuda la actividad política y económica tras el paréntesis estival de las vacaciones, que, aunque cada vez de una forma más difusa, todavía se sigue notando.

Septiembre tiene algo de melancólico y agridulce, una luz, un sabor, unas sensaciones que siempre han inspirado a poetas, músicos, pintores y otros artistas, por lo que son muchas las canciones que incorporan el nombre de este mes en sus títulos. A mí personalmente las que más me tocan la fibra son la de "September When It Comes" (que sale en el enlace de la entrada de la "Cascabelera"), cantada a dúo por Rosanne Cash y su padre de manera realmente espeluznante; y otra titulada "September Song", que fue escrita en los años 40 por Anderson, Maxwell, Weill y Kurt, y que ha sido interpretada por solistas de la talla de Frank Sinatra, Willie Nelson o Ian McCulloch. A continuación pongo la de éste último por la afinidad que me une a este irrepetible artista:




"Oh, it´s a long, long time from May to December
But the days grow short when you reach September
When the autumm weather turns the leaves to flame
One hasn´t got time for the waiting game
Oh, the days dwindle down to a precious few
September, November
And these few precious days, I´ll spend with you
These golden days, I´ll spend with you".

Traducción: "Oh, es un tiempo muy, muy largo el que hay entre Mayo y Diciembre, pero los días se hacen más cortos cuando llega Septiembre, cuando el tiempo otoñal pone las hojas en llamas. Uno no ha tenido tiempo para el juego de la espera. Oh, los días disminuyen hasta unos pocos preciosos, Septiembre, Noviembre. Y estos preciosos pocos días, que pasaré contigo, aquellos días dorados que pasé contigo".

Resuena en el sombrero: "September Song".- Ian McCulloch (Liverpool (UK), 1986).

Fotos by "Mad Hatter": Hojas de Acirón (Acer opalus) y frutos de Martagón (Lilium martagon).