La entrada de antes de ayer me ha hecho desempolvar algunos viejos discos de principios de los 80, cuando la mayor parte del mundo se encontraba inmersa en plena fiebre discotequera, mientras que la escena musical alternativa estaba dominada por unos oscuros jovencitos ingleses, con aire siniestro y atormentado.
Tras la explosión del "Punk" a finales de los 70, que trajo un aire fresco de rebeldía y colorido, la oleada de conservadurismo promovida por la era Thatcher en Reino Unido y la reelección de Reagan en USA en 1984, con la resaca de la Guerra de las Malvinas, la invasión de la Isla de Granada, las huelgas de los mineros ingleses y una delicada situación económica, produjeron un gran pesimismo y desencanto en buena parte de la juventud occidental, por lo que el denominado movimiento "After Punk" se caracterizó por una estética oscura y siniestra, como de película de terror, que dió origen al llamado "Rock Gótico".
En Europa occidental, este movimiento "underground" se sustentaba en cuatro pilares constituídos por cuatro grupos ingleses: Bauhaus, Siouxie & the Banshees, The Cure y Echo & the Bunnymen, todos ellos con unos líderes claros y carismáticos al frente, como eran, respectivamente: el enigmático y enjuto Peter Murphy, la "femme fatal" algo bruja Siouxie, el sobrio y honesto Robert Smith, y el atractivo y soñador Ian McCulloch. Si bien, los dos primeros grupos (Bauhaus y Siouxie) eran de los considerados "de culto", es decir, cuasi-sagrados, representaban la ortodoxia del movimiento y todo lo que hacían estaba bien. Los otros dos (Cure y los Bunnymen) eran algo más eclécticos, si bien solían mantener un línea estética oscura y siniestra, sus influencias musicales eran más amplias y en ocasiones se acercaban a la psycodelia, el beat o el soul.
En 1984, Echo & the Bunnymen sacaron un soberbio LP titulado "Ocean Rain", que representaba la madurez que había alcanzado el grupo. Con un Ian McCulloch que había pasado en pocos años de ser un chico tímido, oscuro y soñador, a convertirse en un apuesto y refinado intelectual, que había desarrollado un sobrio y exquisito gusto por los instrumentos clásicos como las secciones de cuerda, el piano y el xilófono, sin abandonar en ningún momento un sonido básico basado fundamentalmente en las guitarras.
Por su parte, ese mismo año, The Cure sacó el LP titulado "The Top", que significó el comienzo de su decadencia. El sobrio y honesto Robert Smith comenzó a abusar de la comida y del maquillaje, convirtiéndose en una especie de bufón melodramático tecno-siniestro de discoteca. La sofisticación de los sintetizadores, teclados y percusiones electrónicas comenzó a sustituir a la sencillez y sobriedad del sonido de guitarras propio del rock más auténtico.
El dibujo de arriba (portada de la cinta que grabé para llevar en el coche) refleja la evolución seguida por ambos grupos, en el que puede verse a un sobrio Ian McCulloch, subido en la barca de la portada del "Ocean Rain" con una guitarra a bordo, tratando de echar una mano a un desdibujado Robert Smith, que se hunde sin remedio en la marea de la tecnomodernidad y el pop frívolo, hortera y superficial.
En aquella época, la música de baile lo invadía todo, unos años más tarde los propios Echo & the Bunnymen sacaron un maxisingle de su éxito "Never Stop", en versión especial para las pistas de baile, si bien lo hicieron con bastante más gusto y estilo que los Cure, aunque éstos también consiguieron un sonado éxito en las discotecas con su famoso "Love Cats".
Sin embargo, yo me sigo quedando con los primeros Cure, aquí los teneis con un excelente tema, muy forestal además: "A forest" (cuesta reconocerle pero Mr. Smith era así en el 82):
Resuena en el sombrero: "A forest".- The Cure (Crawley (Sussex), 1982).
5 comentarios:
Desde luego aunque mirar hacia atrás no es excesivamente aconsejable porque puedes torcerte el cuello, de vez en cuando se le puede echar un vistazo, porque sin duda para mí los primeros 80 fueron una época cojonuda y el after punk junto con el power pop y el punk, mi música favorita.
Y es cierto que el Sr. Smith en su época desmaquillada era más fresco, aunque luego tampoco desmejoro tampoco. En cuanto a los demás, no sabría por quien decantarme, quizás mi preferida fuera Siouxie por aquello de ser chica tener un look arrebatador, pero también por tener canciones maravillosas.
¿Cómo has adivinado que hoy me duele el cuello? -No será que Siouxie te pegó lo de ser un poco brujo, Atikus.
Es que esta mañana me he levantado con tortículis y un pelín nostálgico, ya se me pasará.
Glups!!! que poratda y que conocimiento musical!!! nunca se me ocurrirá discutir nada al respecto...yo a tu lado sólo soy una profana degustadora de ciertas estéticas y corrientes...no tengo la caspacidad de análisis que tú, ni los conocimientos tan profundos de todos los entresijos...
Es que casi es un "estudio" pormenorizado, una "tesis" doctoral...
Cuidadito se ha de tener contigo...
aquí también " a los pies del maestro"...
Portada muy chula pero típica de "chico"...pura y dura, tal que así, sin florituras femeninas...
Y si, Ian McCulloch era muy atractivo..muy "atipico", por eso me gustaba, igual que Eduardo Benavente...eran "diferentes", no eran los típicos niños "monos"...
Hija Nanci qué quieres, el espacio de la caja de una cassete no da para muchas florituras, y sí, soy varón, está claro. Como también está claro tu buen gusto.
Gracias Nanci.
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