martes, abril 22, 2014

SABOR A PRIMAVERA









Una de las verduras más típicas del valle del Ebro es la Borraja (Borago officinalis), muy rica y sana, a pesar del pequeño inconveniente que suponen sus numerosos pelos, los cuales a penas se notan una vez cocinada. En la primera foto, podéis ver las que crecen en nuestra huerta, ahora mismo en plena floración, sus bellas flores blancas son muy visitadas por las abejas.
Ayer cogí unas pocas y me hice un puré, cociéndolas en agua junto con zanahorias, un puerro, un poco de lombarda y, como me había quedado sin patatas, añadí un trozo de calabaza y unos copos de avena que sobraron de un pan casero que había hecho mi mujer. Después de cocer y escurrir parte del caldo (no se os ocurra tirarlo, yo me lo bebí en la taza que se ve en la 4ª foto), trituré todas las verduras para hacer el puré y le puse encima flores de borraja, unas rodajas de remolacha cocida, unos pétalos de caléndula, unas hojas de perejil, una pizca de sal y un chorro de aceite de oliva virgen ¡Salió muy rico!
Para el segundo plato (5ª foto), freí en tempura unas inflorescencias de saúco (2ª foto) sobre las que coloqué unos espárragos trigueros silvestres (Asparagus acutifolius, 3ª foto, asomando bajo un Coprinus domesticus) fritos con un diente de ajo, a los que añadí por encima unas flores de tomillo, malva, flores y hojas de rúcula (Eruca vesicaria) y unos brotes de hinojo. Todas estas plantas las cogí en un paseo por los alrededores de casa (en un pueblo de La Rioja).
Todo ello regado con un buen vinito blanco, fresco y con aromas florales… Ummm!... ¡Puro sabor a primavera!
Resuena en el sombrero: “La Primavera”.- De “Las Cuatro Estaciones” de Vivaldi (Venecia (Italia), 1725).

Todas las fotos by Mad Hatter.
 

miércoles, abril 09, 2014

DERECHO A DECIDIR / DERECHO A DIVIDIR





Soy un demócrata convencido, pero entiendo que hay cosas que no deben ser sometidas a votación, como por ejemplo los derechos humanos.
La configuración territorial de los Estados, también es algo que, debido al peso de la Historia, las Constituciones y a la deseable estabilidad que deben tener, tampoco es un asunto sobre el que se pueda decir alegremente que determinado “pueblo” tiene derecho a decidir. Y paso a explicar los motivos:
1º) Es una decisión que no afecta exclusivamente a Cataluña, sino al conjunto del Estado español.
2º) El pueblo catalán está tan intrínsecamente unido al resto del pueblo español que plantear claras fracturas y divisiones producirá consecuencias inevitablemente dolorosas en múltiples aspectos de la vida: familiares, culturales, económicos, sociales, etc.
3º) Si se modificase la Constitución española y se aprobara el derecho a la autodeterminación podría darse el caso que algunos municipios, islas o el conjunto de las Islas Baleares (por ejemplo) pasasen a formar parte de la República Federal Alemana, por decisión de la mayoría de sus ciudadanos, ya que, además de la gran cantidad de residentes teutones en las islas, algunos nativos isleños también votarían a favor de ser alemanes sólo por el hecho de que la Familia Real dejara de veranear en el Palacio de Marivent y de paso pasaran a ser una República, en lugar de una Monarquía, además de por la mejora sustancial que supondría en los sueldos y en la calidad de los servicios sociales. 

4º) Si se celebrase el referéndum y en algunos municipios catalanes resultase que una mayoría prefiriese seguir siendo parte del Estado español ¿No sería otra imposición obligarles a pertenecer al nuevo Estado catalán? ¿No sería un tanto absurdo un supuesto Estado catalán discontinuo o con islas o “enclavados”?
5º) Supongamos que Cataluña consiguiera la independencia ¿Y si dentro de unos años cambiasen las tornas de la distribución de fuerzas políticas en Cataluña u otras circunstancias y se plantease un nuevo referéndum pero esta vez para volver a unirse al Estado español o al Estado francés?¿Serían serios y de recibo unos Estados que cada dos por tres estubiesen cambiando sus fronteras en el seno de la Unión Europea (que es quien cada vez tiene más competencias en detrimento de los Estados) en función de cómo evolucionasen las mayorías en cada momento?
Una de las obligaciones de cualquier cargo público o político es la de establecer PRIORIDADES. Cualquiera puede entender que el derecho a la vida, a la vivienda y al trabajo están por encima del supuesto derecho a la autodeterminación, por lo que plantear estas cosas en estos momentos de auténtica emergencia social, con los gastos que supone la celebración de un referéndum y la pérdida de tiempo que está suponiendo el “marear tanto la perdiz” en torno a este asunto, me parece casi inmoral y hacerle el juego a quienes pretenden desviar la atención de los verdaderos problemas de la ciudadanía.
¡La unión hace la fuerza! Plantear separaciones y divisiones, por muy sustentadas que estén en un sentimiento de una parte (¿60-65%?) de la población de Cataluña, es perder energías e ir en contra del sentido práctico, del sentido común (muchas veces es el menos común de los sentidos) y del sino de los tiempos.

Me entristece que no haya (o al menos no conozca) ningún colectivo, grupo, región o partido que plantee la unión de España y Portugal, para formar una Iberia unida ¿Por qué siempre tendemos a dividirnos, más que a unirnos? ¿Por qué unir parece ser más propio de la “derecha”, mientras que la “izquierda” parece siempre más proclive a dividirse? Cuando lo lógico sería lo contrario, el liberalismo y el capitalismo promueven el individualismo y la división mucho más de lo que, se supone, son valores propios de la “izquierda”, como son: la igualdad, la solidaridad, el colectivismo, la cooperación, la colaboración, el socialismo.

Por favor, resuelvan los verdaderos problemas de la ciudadanía en lugar de crear problemas nuevos y de meternos en estas ratoneras.

Resuena en el sombrero: “Ratonera”.- Amaral (Zaragoza (Aragón, España), 2014).