Ese ondulado flequillo que luce el vallisoletano Javier Vielba, por encima de su poblada barba, ya me hizo sospechar algo, que confirmé cuando se juntó con el ilustre madrileño D. Fernando Pardo para formar, junto con otros 6 tipos más (!!!) sobre el escenario, el supergrupo “Dos Bandas y Un Destino”, es decir Arizona Baby + los Coronas. Desde el primer momento, presentí que de esa unión podría surgir algo grande. Y es que estos tipos son especialistas en música fronteriza entendida en su más amplia acepción, es decir, se dedican a explorar las infinitas fronteras existentes (o no) entre los distintos estilos musicales, porque es cierto que el “Wish You Where Here” de Pink Floyd tiene algo que evoca los grandes espacios abiertos del Oeste americano, que el bolero de José Feliciano “La Cárcel de Sing Sing” no está tan lejos del “Folsom Prision Blues” de Johnny Cash, y la última y genial sorpresa ha sido descubrir que el “Runaway” de Del Shannon (versioneada también por The Small Faces), en el fondo, es una ranchera, con ese ritmo cadencioso, como un caballo marcando su mayestático paso mientras levanta el polvo del desierto mejicano con sus herraduras. Los característicos teclados sesenteros y esos coros tan agudos y ye-yés son magníficamente sustituidos por unas sonoras y festivas trompetas mariachis ¡El resultado suena mucho mejor que la versión original! Sólo era cuestión de tiempo que el pasado mod de Fernando Pardo (guitarrista de “Sex Museum” y “Los Coronas”) se revolviese en su recalentada sesera, al ser cubierta por un sombrero Stetson.
El otro día, en un documental muy interesante sobre la base neurológica de la música y la actividad cerebral de los músicos, Sting aseguró que, cuando la compuso, “Roxanne” sonaba en su cabeza como un tango, por eso le hizo mucha ilusión cuando el director Baz Luhrmann captó la idea y la incluyó, a ritmo de tango, en la banda sonora original de la película “Moulin Rouge” (2001).
Pero el maestro en explorar las fronteras de la música para contra historias interesantes, de una manera verdaderamente espeluznante, fue sin duda el gran Jonnhy Cash, capaz de hacer que canciones compuestas por artistas tan alejados del country como “Depeche Mode” (Personal Jesus) o “Nine Inch Nails” (Hurt) pudieran servir de banda sonora en algún oscuro western de Clint Eastwood. Y es que, como el propio “Man in Black” dijo en cierta ocasión: “En el fondo, todo proviene del blues”.
Porque, en lo esencial, músicos como Ennio Morricone, John Barry (recientemente fallecido), Link Wray, Dick Dale, Hank Marvin (The Shadows), Nokie Edwards (The Ventures, quien recientemente estuvo en el “Surforama” de Valencia), Freddy Fender y Flaco Jiménez (The Texas Tornadoes), Doug Sahm y Augie Meyers (The Texas Tornadoes y Sir Douglas Quintet), Chris Gaffney (Hacienda Brothers), Gram Parsons, Emmylou Harris, Loretta Lynn (con Jack White), Roger McGuinn (Byrds), Jim Morrison y Ray Manzarek (The Doors), Ray Davies (Kinks), Neil Young, Enrique Urquijo (Los Secretos), Elvis Costello, Bruce Springsteen, Chip Taylor, Joe Strummer, (The Clash), Iggy Pop, Nick Cave, Sid Griffin (Long Ryders, Coal Porters), Maria McKee (Lone Justice), John Doe y Excene Cervenka (X, Knitters), Jason Ringenberg (Jason & the Scorchers), Gordon Gano (Violent Femmes), Mark Olson (Jayhawks), Brian Setzer (Stray Cats), Peter Zaremba (Fleshtones), Deke Dickerson (Untamed Youth), Steve Earle, Kelley Stoltz, etc, etc; así como productores como Rick Rubin (American Recordings) o Kim Fowley (mánager de The Runaways entre otros), en realidad no son tan diferentes, en definitiva, todos ellos han vivido en la misma épocas y han escuchado músicas que nacen del mismo sitio y que se te meten en las tripas de igual forma.
Hablando de música en la frontera, tampoco podía olvidarme de Javier Andréu, Toni Marmota y sus rudos hombres de “La Frontera” ¡Saludos chicos!
Un afectuoso saludo también para mi tocayo Julio Ruiz, quien, durante estas semanas, está celebrando el 40 aniversario de su programa “Disco Grande”, nacido en aquellos tiempos heroicos cuando en un mismo programa de radio se podía escuchar casi cualquier estilo de música (como sucede en este blog) y no había la gran especialización que hay ahora. Está claro que los integradores generalistas “renacentistas” estamos en peligro de extinción, ya lo dice el sabio refranero: “El que mucho abarca poco aprieta”, pero… ¿Quién ha dicho que todo tenga que apretar tanto? (Y que conste que todavía quepo en mis vaqueros gastados de hace 20 años, recuerdos para Dwight Yoakam también ¡Ala!).
Sí, demasiada música resonando en el sombrero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario