lunes, enero 08, 2007

Culpar en Vano


Basta ya de palabrería, basta ya de buscar culpables en vano, hay que cambiar de estrategia, ante el estruendo brutal de las bombas, la mejor estrategia es el SILENCIO, pero no un silencio de resignación, ni de miedo, ni mucho menos de complacencia, sino del peor de los desprecios: la indiferencia. No permitamos que la sangre vertida de los inocentes se venda por ríos de tinta, ni que la onda expansiva se prolongue infinita e innecesariamente en el espacio y en el tiempo, ni que se vea amplificada por la resonancia de los medios de comunicación. Basta ya de absurdos debates y disquisiciones. Es imposible encontrar razones en lo irracional, o lógica en la locura, la única salida digna es el SILENCIO. Porque el derecho a la vida está por encima del derecho a la información y a la opinión. Es duro, puede parecer cruel, frío y hasta inhumano, pero pensemos en ello, probemos con el SILENCIO ¿Qué se pierde por intentarlo? Si todo el mundo nos dedicásemos a desarrolarnos más como personas, creando, haciendo arte, creciendo espiritualmente, en lugar de pelearnos, consumir como locos y ahondar en nuestras mezquindades, sin duda otro gallo nos cantaría, nos respetaríamos más a nosotros mismos, a los demás y a nuestro entorno. Y... hablando de arte y de respeto, después de mi último "post" me veo en la obligación de exponer un ejemplo más digno y elegante de lo que es el country, y nadie más elegante que este Señor de Kentucky. En el que además podeis ver un instrumento poco habitual del country, como es un órgano "Continental Vox", igualito al que tocaba un servidor en sus años mozos garajeros ¡Ay... qué tiempos aquellos!


Resuena en el sombrero: "Blame the Vain".- Dwight Yoakam (Nashville (Tennessee), 2005).

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