Ahora que ya se empieza a notar que se alargan los días, es cuando los Cárabos comienzan a llenar las frías noches con sus estremecedoras llamadas de amor.
La oscuridad y el amor parecen estar íntimamente relacionados, como expresó magistralmente San Juan de la Cruz en sus famosos versos de la "Noche Oscura del Alma":
"En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
A oscuras y segura,
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía
a donde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
¡Oh noche, que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada
amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.
El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.
Quedé y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado."
Resuena en el sombrero: "The Night is Black"/ "Thinkin´of Her".- The Wylde Mammoths (Estocolmo (Suecia), 1987).
(Ilustración: "Cárabo en la entrada de la cueva del Cerrauco" por "Mad Hatter").
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