domingo, agosto 01, 2010

FRAGANCIA NORTEÑA



Si a alguien le resultan familiares las imágenes de las flores de arriba, con esos característicos pétalos laciniados, es muy probable que de manera casi inmediata haya revivido el recuerdo de su impresionante aroma, una dulce y suave fragancia de clavelinas que se queda grabada en la pituitaria de manera indeleble, ya que, una vez olida, no se quiere respirar otro aire que no sea ese que, arrastrado por la suave y tibia brisa estival de la montaña, atraviesa las rosadas corolas laciniadas de este bello clavel silvestre de hojas de hisopo (Dianthus hyssopifolius), hasta el punto que la voluntad se resiste a abandonar un lugar envuelto por tan agradable aroma.

Lo mismo deben sentir las numerosas mariposas que continuamente revolotean a su alrededor, irresistiblemente atraídas por su embriagadora fragancia y entusiasmadas con su dulce néctar, tales como la Limonera (Gonepteryx rhamni), así llamada por el color amarillo verdoso de sus alas; la Laurel (Brenthis daphne) de nacaradas tonalidades pardo-anaranjadas, ocres y negras; o la blanquinegra dama de Medioluto (Melanargia galathea), que veíamos en la entrada anterior.

Estos dulces aromas y bellas imágenes dan vida y alegran los ásperos paisajes de las venteadas sierras calcáreas de Toloño y Montes Obarenes, que discurren por el borde norteño de La Rioja, cubiertas por encinares con sotobosque de boj y brezos, salpicados de roquedos, pastizales y pinares.

Unos paisajes en los que predomina el color gris blanquecino azulado de las rocas calizas y dolomías del Jurásico, que se alzan imponentes en el seno de estratos verticales con crestas afiladas por el viento, coronadas con frecuencia por las orillas del mar de nubes que se extiende desde el Cantábrico y que se asoma al valle del Ebro, como una espuma a punto de verterse en cascada etérea por los farallones rocosos, que se desploman junto a una rica alfombra de viñedos, capaz de prosperar en el valle, al abrigo de los fríos vientos del Norte.

En esas rocas calizas se pueden encontrar fósiles de conchas de animales que vivían en los fondos marinos del Jurásico, antes de que los plegamientos alpinos los elevasen a 800 metros de altitud. No sé si será por eso o porque la brisa trae aromas del Cantábrico, pero a veces me parce oler los berberechos de aquellas "luces en el fango" ¡Menuda mezcla! Claveles y berberechos, en fin, ya sabemos que por algo viene lo de "Mad".

Me pregunto si con este bello clavel silvestre se podría preparar el licor tónico y medicinal conocido en ciertas comarcas de Aragón como “Retacía” o “Ratafía” (en Cataluña), que se prepara macerando en aguardiente un clavel rojo, una nuez verde, un brote de zarza, guindas, piel de limón, canela, unos granos de café y azúcar.

En el enlace de “aroma” podéis escuchar “Girls in their summer clothes”, un gran temazo e impresionante vídeo del Boss que me sigue poniendo los pelos de punta, con esa estrofa que reza: "She went away, she cut me like a knife..."

Fotos by Mad Hatter.

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