Me ha impresionado y apenado sobremanera ver estos días en el Telediario las imágenes de las reyertas que han enfrentado a grupos de jóvenes con la policía en el madrileño barrio de Malasaña. Un barrio laberíntico, repleto de estrechas callejuelas, similar a la "cashba" de una ciudad árabe. Recuerdo que, en mis años mozos, tardé como tres o cuatro meses en orientarme medianamente bien por ese barrio, sin la ayuda de ningún guía "autóctono", hasta que acabó por convertirse en mi principal área de campeo, el lugar donde mi segunda novia me dejó tirado en un charco, mientras veía alejarse el piloto trasero de la moto en la que ella se perdía en la oscuridad de la noche, abrazada a la cintura del "Johnny", el que fuera dueño del "Nueva Visión" (puede que de aquí venga mi aversión a las motos).
El mito romántico de raptar a una bella princesa y llevarla a algún lugar de ensueño a bordo de una alfombra mágica, un ligero velero o un brioso corcel, para protegerla de las fuerzas malignas, luchando en un ambiente hostil, sin duda está en el orígen del atractivo que suponen las motos y los coches descapotables para mucha gente.
Si antes de ayer hablábamos sobre la influencia que la música de Oriente Medio y la danza del vientre ha tenido sobre el gran Dick Dale, algunas de las músicas del revival psicodélico, que se oían a mediados de los 80, consiguieron trasladarnos hasta las diáfanas noches de los desiertos arábigos, en las que podíamos disfrutar de la mágica visión del cielo estrellado, de la que se nos priva cruelmente a los habitantes de las grandes ciudades.
Al entrar en alguno de los numerosos garitos, imaginábamos que nos adentrábamos en la tienda de alguna tribu nómada bereber. La bruma producida por el humo del tabaco nos olía a incienso, a pipas de agua, a té con dátiles y a los aceites esenciales con los que las bellas huríes perfumaban sus ensortijados cabellos, de un intenso color negro como el azabache, en los que se reflejaba el tenue brillo azulado de la noche madrileña. Porque las noches de Madrid, el cielo de Madrid, en general, tiene algo que le asemeja al cielo del desierto (salvo por la excepción de no poder ver las estrellas por la noche, claro).
Para terminar, quiero recordar a uno de los grandes personajes del barrio, al desaparecido e inolvidable Kike Turmix (que descanse en paz), éste último por el "parecido razonable" que notareis en el siguiente video (mi pequeño homenaje a la jornada electoral en Francia de hoy, aunque la canción se la hayan apropiado los de las motitos para anunciar sus carreritas):
Resuenan en el sombrero: "Ça plane pour moi" en la versión de Pigloo & Les Pingouins Sauvages (París (Francia), 2007); y "Malasaña Mama".- The Pleasure Fuckers (Madrid, 1992).
Y para que no os quedeis con las ganas después del comentario de ayer, aquí están los "Barbary Coasters" tocando una versión bastante decente del "Minor Chaos", todo un tesoro digno de la cueva de Alí Babá:
Resuena en el sombrero: "Minor Chaos".- The Treasures (Fargo (North Dakota), 1965).
P.D.: A quien adivine a qué disco pertenece la contraportada que sirve de fondo para la foto, ya se me ocurrirá algún premio con el que obsequiarle (Sí, ya lo sé, eso es para nota, por eso digo lo del premio).
9 comentarios:
Malasaña, Nueva visión, Johnny?
No, definitivamente no me suenan de nada!!!!!
PD: el pinguino del tupé es claramente el Turmix!
Siempre supe que en el fondo Kike y tu eráis unos fans de Un Pingüino en mi Ascensor!!
Hace poco vi a Johnny en una bodega en luchana debía estar comprando material para el bar, yo me estaba comprando unos riojas, ya sabes que me cuido. Ayer me pase por malasaña después de ir al cine y me tome unas cervezas en el penta, estaba plagado de policías, tenía la sensación de ser un delincuente...
El "Pingüino" es un ser deleznable que también me quitó más de una novia, sólo porque él es más guapo, más simpático y canta y toca mejor que yo (el órgano, se entiende, coño, las teclas, vamos)¡Así cualquiera!
Sí, es una pena. Nosotros ya hacíamos botellón, entonces se llamaba "litrona", pero se sabía beber y no se armaba tanta bulla. O al menos eso me parece a mí desde la perspectiva de los años, claro.
Ayyy... ¡Qué tiempos! Saludos compis.
¡Pero que video más "mOOOOOOOOONOOOO"! me los llevaría a casa ahora mismo a los tres (¡POr Dios! ¡Que Elvis más "rico"...si el de verdad levantara la cabeza!)
Pero, pero, peroooo... qué tiempos nos estais recordando! El Penta... qué cambiado está ¿verdad? Ya hace tiempo que no salgo por Malasaña y procuro ir a los sitios nuevos porque prefiero no borrar los recuerdos que tengo de la época universitaria, que son tan increíblemente bonitos. He vuelto por La Vía... pero, por supuesto, nada es igual que antes. Ni las calles, ni la misma plaza, ni yo...
Nanci, que no, que el pingüino del tupé no es Elvis, sino Kike Turmix ¿No has visto el primer comentario de R.R.?
Sí, Carmen, a mí me pasa lo mismo (aparte del hecho de que ahora vivo en Logroño), tampoco me gusta pasar por allí para no cambiar mis recuerdos de entonces. Por lo que dices, igual hasta hemos coincidido alguna vez por allí en los 80.
Bueno y como nadie ha hecho siquiera mención de la contraportada del disco que sale en la foto, os diré que se trata del album "25 O´clock" (1985)de "The Dukes of the Stratosphere", la banda hiperpsicodélica de los londinenses "XTC" ¡Oooh, que pena nadie se lleva premio!
Pues puede que hayamos coincidido Mad... en los 80 estaba estudiando. Veamos, terminé en 1989, entonces empecé cinco años antes. Ese es el tiempo en el que disfruté de Malasaña. Ya sabes, yo era la morena...
Sí, sí, Carmen, coincidimos plenamente en el tiempo y en el espacio. Así que eras tú una de aquellas bellas huríes de perfumados y ensortijados cabellos negros como el azabache???
Otra similitud del barrio con los desiertos es la presencia de "camellos" (je, je).
Y... ¿Os acordais de los "bienmesaben" del "Valle"?
Está graciosa!. Pasa que les tengo un pelín de manía a este tipo de bichejos animados en general.Pero está muy chula.
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