miércoles, abril 17, 2013

MADERA VIEJA Y NO TAN VIEJA



Los árboles son bastante más longevos que los seres humanos, aunque existen notables diferencias entre las distintas especies.

Entre los de vida más corta tenemos a los chopos (Populus nigra), cuya edad no suele superar los 150 años. En la primera foto podemos ver la madera cuarteada del Chopo singular que lleva 130 años dando sombra en la plaza de Sorzano (La Rioja), entre la iglesia y el frontón. En sus arrugas, grietas y surcos podemos descubrir mares revueltos por el encrespado oleaje del tiempo y vórtices borrascosos, esculpidos por el sol riojano y el implacable cierzo.

Unos pocos kilómetros hacia el sur, ascendiendo por las laderas de la Sierra del Moncalvillo, encontramos un árbol mucho más longevo y perteneciente a una estirpe mucho más antigua que las frondosas angiospermas salicáceas a las que pertenecen los chopos, de crecimiento rápido y vida relativamente breve. Me estoy refiriendo a una gimnosperma ancestral como el Tejo (Taxus baccata), una legendaria especie que tiene un crecimiento muy lento y follaje perenne que resulta venenoso para el hombre. En esta zona encontramos ejemplares de más de 1.000 años de edad (3ª foto), en cuyos troncos, castigados por la intemperie, observamos verrugas formadas por brotes epicórmicos enquistados, rodeados por tornados fosilizados, profundos cañones y grietas de madera vieja pero aún viva (2ª foto), que forman el acné de un árbol aún adolescente, ya que estos longevos seres vivos pueden alcanzar los 3.000 años de edad.

Resuena en el sombrero: “Sixteen forever”.- The Dictators (Woodstock (New York), 1978). No nos basta con rejuvenecer hasta los 24 años (como los que tiene el joven Jacco Gardner), sino que ahora queremos retroceder hasta los 16 para quedarnos allí eternamente. Esta canción causa furor entre los cuarentones, en el siguiente vídeo podéis ver un patético grupo de ellos brincando alegremente, mientras se hacen la ilusión de regresar a la adolescencia, al ritmo de unos talluditos Nomads!

Todas las fotos by Mad Hatter.


2 comentarios:

CarlosRADAR dijo...

El verano pasado estuvimos en el Tejedelo, un bosque de tejos impresionante que hay en Sanabria, Zamora. Sería un placer volverlo a ver contigo y que nos contases mil detalles.

Mad Hatter dijo...

He oido hablar de ese bosque de tejos, pero nunca lo he visto, me encantaría verlo con vosotros. Los bosques de tejos tienen algo especial, en ellos se respira un ambiente de paz.
Saludos.