Son muchos los insectos que se ven irresistiblemente atraídos por las flores, en busca de su nutritivo néctar y polen. Muchos de ellos pertenecen al orden de los himenópteros, como la pequeña avispilla que aparece en la 3ª foto sobre un Tusílago (Tussilago farfara). También son frecuentes las mariposas, como la Colias alfacariensis de la 4ª foto y la Arlequín (Zerynthia rumina) de la 5ª. Y hasta acuden algunos coleópteros, como la Epicometis hirta que aparece en la 6ª foto devorando el polen y el néctar de una flor de Peral.
Algunas arañas de la familia Thomisidae, llamadas “arañas cangrejo”, se aprovechan del atractivo que ejercen las flores sobre los insectos para acecharles camuflados sobre ellas. Para ello se colocan junto a la flor con las patas delanteras abiertas, a la espera de que se pose algún insecto incauto, momento en el que las patas de la araña cangrejo se cierran como un cepo mortal. Las dos especies más frecuentes en Europa son la Thomisus onustus de la 1ª foto, sobre una flor de Tusílago; y la Misumena vatia, sobre una Aguileña (Aquilegia vulgaris), si bien esta última debe ser algo daltónica, porque su color blanco resalta bastante sobre el violeta azulado de la flor (2ª foto) ¡Parece un fantasmita!
Resuena en el sombrero: Como el “Moscas y arañas” de los Negativos ya lo puse en aquella otra entrada sobre orquídeas, en esta ocasión pongo el “Spiders in my sink” de The Fourgiven (Los Ángeles (California), 1987).
Todas las fotos by Mad Hatter.
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