ÁRBOLES Y SETAS DEL SOL

Los bosques de roble melojo o rebollo (Quercus pyrenaica) son mucho más luminosos que los hayedos o los densos bosques de coníferas, debido a que la disposición de las hojas no es totalmente perpendicular a los rayos del sol, sino que, en los calurosos veranos propios del clima mediterráneo, estos árboles caducifolios que conservan las hojas secas durante todo el invierno hasta que son prácticamente empujadas por las nuevas hojas (hoja marcescente) parecen diseñados para reflejar una parte importante de la energía que reciben del astro rey, con el envés de las hojas de color blanquecino, cubierto por un espeso pelaje (pubescencia).

Además, en las zonas ganaderas estos bosques suelen estar más o menos adehesados o abiertos, ofreciendo abundantes claros cubiertos de pasto y matorral, entre estos últimos suelen abundar las especies de leguminosas del tipo escoba o retama, como la dorada y luminosa Genista florida de la tercera foto.

En estos claros, tras las tormentas de finales de primavera y comienzos del verano suelen salir algunas setas, igualmente amantes del sol, como son los Boletus aestivalis (primera y segunda foto), mientras que otras prefieren sitios quemados en los que hubo hogueras o incendios como la Amanita rubescens (cuarta y quinta fotos) o zonas más frescas y umbrías próximas a las hayas, como sucede con Russula cyanoxantha (los carpóforos de la sexta foto corresponden a Russula sanguinea, pero me gusta cómo se refleja la luz del sol en ellos), también propias de estas fechas y todas ellas excelentes comestibles.

Ya conocéis mi afición culinario-micófaga, por lo que, inspirado por la luminosidad del soleado paraje donde recolecté los Boletus, preparé la mitad de ellos cortados en finas láminas, en crudo, macerados en zumo de naranja, con unos pétalos de caléndula (ver primera foto), un poco de sal y un chorro de aceite de oliva. La otra mitad la cociné de una manera más clásica, fritos con cebolla y nata. Lo cierto es que me resultaron más sabrosos de esta última forma.

Es curioso que siempre que la Selección Española de Fútbol va a jugar un partido importante encuentro Boletus. Ojalá sea un buen presagio como la última vez con el opilión Paul ¡Aupa la Roja!

En fin, ya sabéis que lo mejor para el sol es un buen sombrero (hay que aprovechar para hacerse publicidad).

Fotos by Mad Hatter, tomadas en la Sierra de Cameros.