Si hace veinte años me hubiesen preguntado qué me sugiere la palabra "combatiente", habría dicho que es un ave limícola (Philomachus pugnax) cuyos machos lucen unas llamativas golas de diversos colores durante los combates nupciales, como si de caballeros medievales se tratase, aunque pequeños, ligeros, delicados y emplumados. Dada mi temprana afición a la ornitología.
Ahora esa palabra la identifico con los miembros de una cuadrilla o retén contra incendios forestales, por deformación profesional.
El mundillo forestal, desde sus comienzos, siempre ha tenido una cierta afinidad con el mundo militar, especialmente en lo que se refiere a la lucha contra los incendios, ya que se requiere un grado de operatividad que precisa de una disciplina cuasimilitar. No es mi intención retrotraerme a los tiempos en los que los Guardas Forestales iban uniformados con gorras y escudos de estilo militar, que saludaban y se cuadraban con disciplina marcial ante la presencia de un ingeniero o superior jerárquico. No, no añoro aquellos tiempos. Mi carácter tampoco es proclive a la disciplina militar. Pero lo cierto es que hoy por hoy, en los incendios seguimos hablando de lucha, combate, primer ataque, ataque ampliado, estrategia, táctica, logística, despliegue y toda una terminología más propia de las Fuerzas Armadas que del mundo civil.
Esta afinidad, que se incrementó durante los tiempos de la dictadura militar, junto con un cierto "sambenito" de autoritarios, y un desconocimiento real de lo que es la ingeniería forestal en España, ha sido el origen de no pocas críticas, desaveniencias e incomprensiones de una parte de la sociedad. Recuerdo aquel eslogan ecologista que decía: "Los bosques no son esos ejércitos de árboles en formación geométrica y todos iguales que constituyen las repoblaciones forestales". Es cierto, pero por algo hay que empezar que sea viable económica y técnicamente. No obstante, afortunadamente, se ha avanzado mucho en ese sentido.
El pasado 12 de octubre "Día de las Fuerzas Armadas" desfiló por primera vez un batallón de la recién creada Unidad Militar de Emergencias (UME). Por lo poco que sabemos todavía de esta ambiciosa y necesaria Unidad, a mí se me antoja que el futuro de la lucha contra los grandes incendios forestales en España pasa irremediablemente por el Ejército, y paso a explicar los motivos que me inducen a pensar así:
1º) Por una parte el medio exclusivamente forestal ya casi no existe. En cuanto nos movemos un poco enseguida nos topamos con una urbanización, un camping, una carretera, un pueblo o con gente practicando alguna de las múltiples y diversas actividades al aire libre que cada vez abundan con mayor profusión.
2º) Por otro lado está la evolución del clima, ya que todo parece indicar que cada vez van a ser más frecuentes las condiciones desfavorables de severas y prolongadas sequías, fuertes vientos desecantes, tormentas secas, altas temperaturas, cambios bruscos y repentinos, es decir, vamos hacia un clima más extremo.
Esta situación propicia que durante los períodos de mayor riesgo, que cada vez son más prolongados e impredecibles, en cuanto un incendio escapa al primer ataque enseguida pueden peligrar bienes, poblaciones y vidas humanas. Es decir, van a surgir con mayor frecuencia situaciones que requieren de una respuesta rápida, profesional y que entraña muchos riesgos, así como un despliegue de medios tanto aéreos como terrestres y de comunicaciones muy importante. No hay más que ver lo que pasó hace tres años en "La Pata del Caballo" (Sevilla y Huelva), el año pasado en Guadalajara y este verano en Galicia.
Y nadie sabe más sobre estrategias, operatividad, disciplina, sacrificio, profesionalidad, entrenamientos, rapidez, helicópteros, aviones y comunicaciones en condiciones extremas que el Ejército. Esto es un hecho, es así, porque están preparados y entrenados para ello.
Por eso a mí me parece un gran acierto que se haya creado esta UME, no sólo para colaborar en la extinción de los incendios, sino para atender todo tipo de emergencias como catástrofes naturales, atentados terroristas, vertidos tóxicos, accidentes graves, etc.
Y si en el Ejército del Aire siempre ha habido un cuerpo de Ingenieros Aeronáuticos, por ejemplo, me parecería muy adecuado que en la UME e incluso en otras unidades que trabajan en montaña existiese un Cuerpo de Ingenieros de Montes ¿Por qué no?
Resuena en el sombrero: "Travelling Soldier" de Dixie Chicks (Texas, 2002).
5 comentarios:
Existe una necesidad institucional por lavar la cara de los ejércitos mediante actividades bien vistas por la opinión pública (bien sean acciones humanitarias o las propias UME).
Pero el ejército está creado con un fin concreto: defender los intereses del capital. Y todo lo demás que se haga que difiera de esto, es simplemente para justificar aún más el gasto militar.
Me parece estupendo que se cree un cuerpo de élite de montaña de este tipo, pero no veo la necesidad de que pertenezca al ejército, de que vaya armado, de su autoritarismo...
Creo que es mejor cuando las cosas están claras, y no se intenta confundir a la gente.
Pienso que más que la necesidad de lavar la cara la creación de este grupo viene dada por una cuestión ecónomica: si ya tienes una institución que funciona logísticamente igual que las brigadas antiincendios para qué crear algo completamente nuevo.Es precisamente esa cercanía de actuación y si se me permite, en parte de principios lo que hace viable esta propuesta.
No hay que confundir autoritarismo con la necesidad de organizar y mantener un funcionamiento adecuado por medio de una disciplina que se me antoja imprescindible para combatir los incendios.
Insisto, no hay nadie que supere en operatividad, disciplina y capacidad de sacrificio al Ejército.
Puede resultar cruel e injusto, pero la sociedad acepta mejor la "caída en combate" de soldados que la muerte de operarios de un retén civil.
Algunos incendios de los últimos años fueron producidos por bandas criminales para desviar la atención de la Policía y la Guardia Civil, por lo que opino que no está mal que lleven armas.
Insisto también que es mi opinión.
La práctica y el tiempo nos dirá si realmente la UME es eficaz.
No se porque tienen que llevar armas un cuerpo especializado en apagar incendios.
Lo siento pero creo que cuanto menos dinero se use en gasto de armamento y menos militarizada este la sociedad creo que sera mejor.
Sin embargo si creo que es necesario un cuerpo especializado en controlar los incendios, También en perseguir los delitos de corrupción y fraude relacionado en este tema y en educar socialmente a la gente.
El grado de violencia al que estamos llegando es increible pero cierto. Se han dado casos de cuadrillas contra incendios civiles que han sido atacadas por individuos pro-pirómanos y repito que hay bandas criminales implicadas en el tema, por eso opino que las armas no están de más.
A mí tampoco me gustan los ejércitos, pero por desgracia son necesarios y prefiero que se dediquen a luchar contra los incendios y otras catástrofes en España a que se vayan al extranjero a no se sabe muy bien qué.
Totalmente de acuerdo en que se necesita más educación y prevención y eso sí que lo deben hacer las administraciones civiles competentes que ya lo estamos haciendo, si bien se necesita más personal y mayores presupuestos.
Saludos y gracias por vuestras opiniones.
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