El aire que respiramos está constituido principalmente (78%) por nitrógeno, un elemento que caracteriza a unos de los componentes más importantes de nuestro cuerpo, las proteínas, unos compuestos orgánicos que contienen un porcentaje medio de nitrógeno del 16%.
La forma fundamental en que el nitrógeno pasa del aire a la carne, es a través de las leguminosas, una familia de plantas cuyas raíces acogen colonias de bacterias (Rhizobium) capaces de fijar el nitrógeno atmosférico y cedérselo a la planta. A esta familia pertenecen importantes plantas forrajeras como los tréboles (Trifolium), las alfalfas (Medicago), las vezas (Vicia), los cuernecillos (Lotus), las esparcetas (Onobrychis) y los altramuces (Lupinus), así como las retamas, las escobas, las genistas y otros arbustos retamoides y, por supuesto, todas las legumbres.
Mi padre suele decirme que si está vivo es gracias a los garbanzos. Me contó como durante su niñez en un pueblo toledano, durante sus “vacaciones” estivales se levantaba muy temprano para trillar con su padre. Por la mañana, hacían lumbre en un montón de paja en el que colocaban un puchero de barro con garbanzos al que añadían agua, un trozo de tocino, morcilla y alguna tajada de carne o, más frecuentemente, algún pájaro desplumado u otro animal que habían logrado cazar.
A lo largo de la mañana, mientras trabajaban duramente en la trilla, el cocido se iba haciendo lentamente en el puchero, por lo que el resultado era delicioso, acompañado con una hogaza de pan y algunos tragos de la bota de vino. Si bien, cuando se comía garbanzos casi todos los días para almorzar y hasta para cenar, a uno ya no le sabía tan bueno, aunque lo cierto es que es un alimento muy nutritivo, rico en proteínas e hidratos de carbono.
Los garbanzos han sido y son nuestra soja carpetobetónica, una legumbre dura, rústica y fácil de cultivar que, junto con otros cinco vegetales: el trigo, el olivo, la vid, el almendro y la cebolla; y cinco animales: el cerdo, la gallina, la oveja, la cabra y la sardina, han permitido la subsistencia de la mayoría de la población ibérica durante siglos.
Esta mañana, aprovechando que el Romero (Rosmarinus officinalis) ya está empezando a florecer, he ido a dar un paseo durante el que he cogido un puñado de flores para echarle al cocido (segunda foto). Una sana costumbre, que además aporta un gran aroma a los paltos, y si, como en esta ocasión, se acompaña con un buen vino de Jerez, os aseguro que no hace falta tomar café después del postre.
El Romero tiene propiedades tónicas y estimulantes, por lo que aquellas personas que no les sienta bien la cafeína, pueden tomar una infusión de esta planta aromática para activarse por las mañanas, en lugar de tomar la habitual taza de café o de té.
El Romero es un arbusto siempre verde (perenne) típicamente mediterráneo, leñoso, de hasta 2 metros de altura, con hojas rígidas, lineales, lanceoladas, en forma de aguja y de aspecto coriáceas; las recubre una capa de diminutos pelos. De las axilas de las ramas superiores brotan pequeñas flores labiadas de color azul o violeta, y que pueden ser vistas casi todo el año. Sus frutos son tetraquenios.
El Romero en verde se reconoce por su fuerte olor alcanforado, que recuerda a las resinas de las coníferas. Se trata de una especie muy antigua y ampliamente elogiada por sus numerosas propiedades medicinales y aromáticas. Posee alcaloides, saponina, ácidos orgánicos y un 2% de aceite esencial (oleum rosmarini, oleum anthos). Éste último contiene a su vez cineol, alcanfor y borneol.
Con fines medicinales se recolectan las hojas y flores. Esta operación se puede realizar en cualquier momento a lo largo del año, siempre que la planta tenga al menos dos años de antigüedad. Las partes cortadas se dejan secar sobre cañizos, a la sombra y en lugar bien ventilado, o artificialmente en secadero a una temperatura máxima de 35º C. Las hojas secas desprenden un fuerte y penetrante perfume, canforáceo. Su sabor es amargo.
Tiene propiedades antiespasmódicas, como calmante de los nervios, especialmente útil durante la menopausia. Es estimulante, diurética y colagoga; cardiotónico, hipotensor y mejorador de los procesos digestivos; es carminativo. Es útil en reumatismos articulares, dolores reumáticos y de estómago, y en aquellos dolores de cabeza de origen nervioso. Es muy eficaz en afecciones cutáneas, como contusiones, úlceras y heridas; también como alivio sintomático de reacciones alérgicas de la piel, y de variadas formas reactivas de la misma, ejemplo de la que produce la procesionaria del pino o los pelillos urticantes de las ortigas.
El Romero se utiliza ampliamente en farmacología, Así, de las hojas se extrae una esencia que forma parte de muchos preparados antirreumáticos, ejemplo del alcohol spiritus rosmarini, o linimentos como el linimentum saponafo-camphoratum, utilizados en aplicaciones tópicas.
Esta especie es además una apreciada planta aromática y condimento en aplicaciones culinarias. También se utiliza en la industria de la perfumería.
Resuena en el sombrero: “Mediterráneo”.- Joan Manuel Serrat (Barcelona, 1971). Una de las mejores canciones que se ha escrito en castellano (al igual que la que puse de Los Secretos en la entrada anterior), y es que, a pesar de las infinitas versiones que se han cantado, nunca me cansaré de escuchar este impresionante poema musical:
Para compensar el desliz del vino de Jerez, he de terminar diciendo que en La Rioja tenemos una denominación de origen de garbanzos, los de Pedroso, si bien nuestra legumbre más apreciada es el caparrón de Anguiano, y en los cerros del valle del Ebro abunda el Romero.
Todas las fotos by Mad Hatter, excepto la primera del Romero. En la tercera está uno de esos “... a tus atardeceres rojos se acostumbraron mis ojos como el recodo al camino... En la ladera de un monte, más alto que el horizonte, quiero tener buena vista. Mi cuerpo será camino, le daré verde a los pinos y amarillo a la genista”.
6 comentarios:
Algún dia podrias hablarnos del laurel?
Pensaba que era laurel lo del plato. Los garbanzos son baratos, anticrisis. Y es cierto lo de los caparrones.
Sí "Wood", la hoja grande es de laurel, las flores y hojas de romero son esas cosas pequeñitas de color violeta y verde oscuro.
Los caparrones de Anguiano son una auténtica delicatessen, si no que se lo pregunten a "FutBlo".
En la calle Laurel se sabe cuando se entra pero no cuando se sale, je, je.
Un abrazo paisana y ¡Sssssssh! No comentes por ahí lo del vino de Jerez ¡Que al final me van a desterrar!
qué grande Serrat! durante algunos años ( en plena movida) llevé en silencio esta afición mamada desde pequeño en casa. luego salí del armario y lo proclamé ... Hace años que se repite pero solo por lo que hizo en los primeros 70 ( mediterráneo, cantares, la mujer que yo quiero, tio alberto, señora, fiesta, romance de curro palmo ...) tantas!!!
y aparte es dificil encontrar a un famoso "tan mediático" durante tantos años y con tan pocas meteduras de pata ... el gran Juanito es uno de esos tipos con los que te apetecería tomarte unos vinos y un arroz y tener una sobremesa larga
Cierto "L.Z.", nunca he comprendido el sectarismo ni la radicalidad en la música, aunque creo que Serrat siempre ha sido un artista muy respetado por todo el mundo, a pesar de los chistes que se hacen sobre su famoso vibrato, pero después de tantos años quién no se acuerda de aquel pedagógico: "Todos contra el fuego, todos contra el fuego, tú lo pedes evitAaAaAaAaAaAar!!!"
Me descubro ante este gran tipo, tan campechano, tan buena persona y una artistazo como la copa de un pino.
Cuarto y mitad de cada, please (garbanzos, romero y Mediterráneo) :)
¡Marchando Lolita! Y de postre una infusión de hinojo, para evitar lamentos por exceso de gases.
Pet-ons!
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