lunes, abril 23, 2007

Sombra Reparadora


El domingo 22 de abril regresaron de nuevo a nuestras latitudes los vencejos (Apus apus), venidos desde las lejanas tierras africanas. Ya lo decía Bécquer: "Volverán las oscuras golondrinas, en tu balcón sus nidos a colgar, y, otra vez, con el ala a sus cristales jugando llamarán".

Su llegada es un síntoma inequívoco de que la primavera ya está aquí, y con ella regresan las alteraciones anímicas y hormonales propias de asta época, ya se sabe "la primavera la sangre altera". Lo digo porque parece que la astenia primaveral está haciendo estragos entre los frágiles cuerpos e inestables mentes de algunos de nosotros (ver entrada de Río Rojo "Seres al Sol").

Efectivamente, disfrutar del sol y realizar actividades al aire libre es una buena terapia, pero hay que tener cuidado con los rayos del poderoso astro rey, que, a estas alturas del año, ya pican lo suyo. Por eso conviene protegerse la cabeza con un buen sombrero (hay que hacer publicidad del gremio), gafas de sol y crema protectora. Y además, de vez en cuando, uno agradece refugiarse en algún rincón fresco, a la sombra reparadora.

Sobre todo, cuando nos detenemos en uno de esos regalos para los sentidos que son los sotos y arboledas que hay junto a los ríos. En estas fechas, la bóveda del bosque en galería se cubre de miles de brotes turgentes de un verde luminoso y tierno. En un estallido de vida que sólo se ve atenuado por el relajante murmullo del correr del agua entre los cantos rodados del río, mientras los coloristas y vistosos "caballitos del diablo" revolotean alegres sobre las riberas, durante sus juegos nupciales.

El agua, al atravesar el oscuro manto de hojarasca y materia orgánica, arrastra los ácidos húmicos y otros coloides que son lixiviados a través de la tupida y gruesa capa de raíces, tiñendo las aguas del río de un bello color tostado, como si lo que realmente fluyese fuera té, café o whiskey. Mientras nos embriaga el aroma, entre amargo y dulzón, del humus y la madera húmeda, así como de los brotes rojizos del nogal.

Estas sensaciones, que pueden disfrutarse tanto en las arboledas y bosques europeos, como en los americanos, son evocadas a la perfección por las músicas tradicionales de origen rural que tienen sus raíces en la música celta, como es el Bluegrass. Dicha convergencia puede comprobarse fácilmente en esta bella tonada tradicional cantada por el portentoso músico americano Tim O´Brien junto al veterano grupo irlandés The Chieftains.




Resuena en el sombrero: "Shady Grove".- Tim O´Brien & The Chieftains (Dublin (Irlanda), 2003).

9 comentarios:

Carmen dijo...

Qué brote de primavera describes tan diferente del que se vive en una ciudad grande! Lo que sí sigue igual es la sangre revuelta. Nos seguimos leyendo.

Mad Hatter dijo...

Bienvenida y gracias por leer a este chico del campo, Carmen. Una de mis intenciones cuando me animé con esta blog es trasladar a la gente de la ciudad (en donde tengo grandes amigos) lo que se pierde del mundo rural y del día a día de la naturaleza. Así como servir de nexo entre el Viejo (Europa) y el Nuevo Mundo (América), recordando nuestras raíces comunes y que la palabra "country" viene de "campo".

atikus dijo...

Ciertamente en primavera no sólo hay que protegerse la cabeza, también el corazón!!!
que la cosa se pone muyyyyy caliente y no vale con ponerse a la sombra amigo mad, que la tentación también vive arriba, en plena sombrita jajaja y sin problemas de alergia!!!

Carmen dijo...

Gracias por tu bienvenida... ya intuyes que me vas a ver por aquí ¿verdad? Un beso

Mad Hatter dijo...

Atikus ¿Me estás queriendo decir que estás enamorado? (je, je) O sólo son unas bien traídas metáforas cinematográficas.

Bienvenida de nuevo Carmen, menos mal, ya era hora que una chica se dignara a poner algún comentario, me estaba empezando a preocupar.

nancicomansi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
nancicomansi dijo...

nancicomansi said...
Vale...vale...perdona...para nada era un reproche...que no...es que esperaba encontrar el comentario..nada más...perdón, y más perdones...
La película "esplendor en la hierba" la ví hace mucho...no la recuerdo a la perfección...sólo sé que me impactó un montón...es terrible el momento en el Natalie descubre a su "amado" besándose con ¿una rubia? ¿debajo de una cascada?, pude sentir su dolor y locura..y cuando desquiciada por ellos, se corta el pelo frente al espejo...es una maravilla, al menos para mí, por que me gustan esas historias de amor un poco "torturadas" ( "la hija de Ryan", "herida", "días de vino y rosas"...) agridulces, pero no "sentimentalóides", y sobre todo, bien contadas...
A Natalie Wood la encuentro una actríz muy sensible,....de Warren Beauty casi no me acuerdo...mno me impactaría tanto como ella..
A todo esto ¿me dirás donde tienes escondido el comentario sobre la pelÍ? de buen "rollo", eh?

Mad Hatter dijo...

Nada Nanci, no es ningún reproche, ni hay nada que perdonar, sólo era un truco para atraer alguna fémina más a mi blog, que anda un poco escasa (je, je).
Natalie Wood es una de mis actrices preferidas de todos los tiempos.

nancicomansi dijo...

Si, si...pero no hay manera...¿y la entrada de "esplendor"?