lunes, noviembre 15, 2010

NUEVA VIDA EN OTOÑO




El otoño suele identificarse con la decadencia y muerte de la vida, con la caída de las hojas, la disminución de las horas de luz diurna y, en definitiva, con el final de un ciclo. Sin embrago, en mitad de este espléndido otoño que nos ha obsequiado con una impresionante explosión cromática, quiero recordar que en estas fechas también hay formas de vida que nacen. Por lo que hoy me apetece traeros una fresca ensalada de hojas tiernas de Cardo mariano (Sylibum marianum) con coloridos carpóforos de Aleuria aurantia, como la que os muestro en la primera foto.

El primero de ellos, el Cardo mariano, ya visitó este blog cuando hablé sobre aquellas famosas "cenas para la crisis". Se trata de una planta medicinal que es conocida como "el mejor amigo del hígado", debido a las propiedades de sustancias activas que se concentran especialmente en sus semillas, las cuales, merced a sus peludos vilanos, son arrastradas por los primeros vendavales otoñales para germinar a continuación, por efecto de la lluvia, dando lugar a tiernas rosetas jaspeadas con sus características manchas lechosas (ver tercera foto). Hasta tal punto tiene un efecto benéfico sobre el hígado, que esta planta se ha utilizado como antídoto para paliar los mortíferos efectos de la venenosísima seta Amanita phalloides.

Hablando de setas, las cuales no podían faltar al hablar sobre el otoño, y a pesar de que la cosecha de este año no está siendo nada abundante, en esta ocasión he probado una especie que no he comido nunca, hasta ahora, la Aleuria aurantia, un ascomiceto que despliega sus vistosas y suaves costras de gelatina naranja (ver segunda foto), cual pétalos de extrañas rosas terrestres, entre los intersticios de la tierra removida, entremezclada con piedras y restos vegetales, que suele encontrarse en el borde de las pistas y las veredas forestales. Lo cierto es que este hongo, que puede consumirse en crudo, no tiene demasiado sabor, ni sustancia, pero aporta una interesante textura y un bello colorido a nuestras ensaladas. También puede hervirse en vino dulce para utilizarse como adorno de tartas y otros postres.

Resuena en el sombrero: "El Otoño" de las "Cuatro Estaciones" de Vivaldi (Venecia (Italia), 1725):


9 comentarios:

JODIDOS (la minina y el sietemesino) dijo...

Hola. Me he dado una vuelta por tu blog y me gusta bastante. Te dejo la dirección del mío por si te apetece echarle un vistazo:

http://hayquejodersepuntocom.blogspot.com/

Un saludo.

Unknown dijo...

Para mi el otoño es la estación de los colores ¿Te has fijado Mad en el color de nuestras viñas a finales de octubre? que mezcla de amarillos,rojos algunos verdes,naranjas...
Y las setas que decir de ese manjar,que placer cocinarlas con un poquito de ajo,vino blanco de la tierra y un pimiento verde por ejemplo las "Coprinus comatus" tan suaves al paladar.
En cuanto a esos cardos que recomiendas creo que mi higado puede esperar.
Un abrazo.

Lila dijo...

Se ve rica la ensalada, deliciosa.

Saludos!!

Mad Hatter dijo...

Muchas gracias "Jodidos". ¡Ánimo! Que, por mal que esté la cosa, tampoco hay que amargarse más uno mismo.

Claro que me he fijado "Yuri", por eso he puesto lo de "espléndido otoño que nos ha obsequiado con una explosión cromática".
Sí, algún Coprinus he cogido, y también es una seta seta que se puede comer cruda en ensalada, cuando está joven, blanquita y sonrosada. Con respecto a los cardos, se me olvidó comentar que hay que escaldarlos un poco en agua caliente para que se ablanden y no pinchen, así están muy buenos, saben a una mezcla entre borraja y alcachofa.

Muchas gracias Lila.

Abrazos para todos!

diminuto blog dijo...

Ensalada de otoños.

Sí, es una buena propuesta y gusto de ella casi a diario.

Aunque Julio tambien hace buenas ensaladas.

;-)

Mad Hatter dijo...

Muchas gracias por la visita y el comentario, "diminuto mosquito Paco".
Encantado de saludarle de nuevo!

diminuto blog dijo...

¿Mosquito...? Me suena, pero no termino de asociarlo.

;-)

Abrazo, Julio.

nancicomansi dijo...

AYYYY...el "cardo mariano"!!!!
Y a mmi que no me da la "pinta" de ser muy comestible (con esos pinchos y demás....-)

EL otoño es mi época favorita. Será por que nací en noviembre...

BEsos!!

Mad Hatter dijo...

Que siiiiiií, Nanciiiiiii, que los pinchitos, cuando las hojas se cojen tiernas, se desacen al escaldarlos ligeramente ¡Y son buenísimas para el hígado!