Los días 26, 27 y 28 de diciembre de 1999, dos tormentas sucesivas, denominadas Lothar y Martin, azotaron Europa Central con rachas de viento que alcanzaron los 200 km/h. Produjo 31 muertos en Francia y 15 en Alemania, dejó sin luz a 1.500.000 personas, derribó 170 millones de metros cúbicos de madera, sólo en Francia, donde los daños forestales se valoraron en 6.000 millones de euros, y también produjo importantes daños en Suiza, Inglaterra y Suecia.
A raíz de aquellas tormentas y durante varios años, toda esa ingente cantidad de madera caída al suelo tuvo que ser extraída, lo que supuso un gran excedente en el stock almacenado y el consiguiente abaratamiento de dicha materia prima, lo que condujo a que el sector forestal europeo se viese notablemente afectado, obligando a los propietarios forestales a aceptar precios por debajo del coste de producción y retrasando muchos de los necesarios tratamiento selvícolas en nuestros montes.
Durante las labores de retirada de toda esa madera, murieron más de 100 trabajadores forestales, debido a que el apeo y tronzado de árboles derribados por el viento es una labor muy peligrosa, incluso para los trabajadores forestales más experimentados, la cual requiere de una gran profesionalidad y coordinación de los operarios y equipos implicados.
Pero, justo cuando los stocks de madera comenzaban a estabilizarse, resulta que, entre los días 24 y 25 de enero de 2009, el huracán Klaus se paseó por Europa, ocasionando la muerte de 12 personas en España y 8 en Francia. Dejó sin luz a 600.000 hogares en España y 800.000 en Francia. Provocó la caída de una torre de alta tensión que produjo un incendio en La Nucia (Alicante), el cual quemó más de 1.000 Ha. Produjo el desalojo de 15.000 personas y derribó 2,5 millones de metros cúbicos de madera en España y 50 millones en Francia. Y en la costa de Santander se batió el récord de altura de ola nunca antes medida, con 26,13 m.
Además, en esta ocasión, las consecuencias de ese nuevo desastre nos han pillado con un sector de la construcción desmoronado, que es incapaz de absorber todo ese volumen de madera, y con unas cifras de paro galopantes, que tientan a los políticos a sacar planes de empleo consistentes en llevar a mucha gente sin experiencia a trabajar en el monte, extrayendo la madera caída y haciendo desbroces para prevenir incendios, ahora que se acerca el verano.
Comprendo que estos planes de empleo se hacen con la mejor de las intenciones, pero estas medidas refuerzan el viejo dicho de que "para el monte cualquiera vale" y aumentan la desprofesionalización y la precariedad en el empleo forestal ¿Por qué sólo nos acordamos de los montes cuando vienen mal dadas y se nos queman o se destruyen por alguna tormenta o catástrofe?
La mejor forma de conservar nuestros montes es que éstos sean, tanto ecológica como económicamente, sostenibles. Es decir, que se autofinancien con los propios ingresos que generan, no sólo de la madera sino también de otros bienes y servicios, tales como: corcho, frutos, setas, plantas medicinales, ganadería, caza, pesca, turismo, actividades al aire libre, protección y formación de suelo, reserva de biodiversidad, almacenamiento de carbono y mejora de la calidad del agua, el aire y el paisaje.
En Centro Europa hay miles de kilómetros de carretera flanqueados por guarda raíles de madera que han demostrado su efectividad para este cometido. Mientras que aquí en España se construye una autovía que lleva por nombre "Autovía de Pinares", en referencia a la comarca que atraviesa, y se utiliza el acero hasta para construir la estatua del pino conmemorativa de su inauguración.
En Francia se ha retomado la utilización de las traviesas de madera para el ferrocarril, cosa que aquí, probablemente, se vería como un atraso, en comparación con la supuesta modernidad impuesta por el hormigón ¿Por qué en España nos gusta tanto el cemento y el metal para todo?
De las cifras que arroja el consumo de madera en España, hay un dato llamativo: "El 90% de la madera que se consume es importada".
La clave de estos datos puede estar en la idea, popular y políticamente aceptada, de que cortar árboles es un atentado ecológico. Me parece muy bien que no se derroche ningún recurso, que se recicle el papel y que no se destruyan las selvas tropicales, pero la utilización racional de madera autóctona conlleva muchos más beneficios ambientales que perjuicios, ya que en Europa, en general, y en España, en particular, los aprovechamientos forestales se realizan de una forma racional, sostenible, moderada, autorizada, controlada y supervisada por Agentes Forestales y de la Guardia Civil (SEPRONA).
Esta entrada está inspirada en un artículo de Miguel Ángel Muñoz Sastre, Presidente de la Asociación de Profesionales Forestales de Castilla y León.
La primera foto es de Enrique García Martínez, tomada el 28 de enero de 2009, en una parcela de pinos de 12 años, con pies arrancados y dañados por el huracán Klaus, en As Somozas (A Coruña).
La segunda foto está bajada de internet y es el mayor parque de madera del mundo, situado en el Sur de Suecia, tras las tormentas de 1999.
7 comentarios:
Somos de un papanatas...mira que tener que importar madera...muy interesante todo esto. Da gusto leerte, se abre como la mente y eso que estoy modorra. Es el tiempo bochornoso...besazos miles paisanito.
Si no fuera por las terribles consecuencias de lo que cuentas, es una historia bastante curiosa la de los dos huracanes repetidos en el tiempo.
Tienes toda la razón del mundo en lo que cuentas ¿por qué los políticos no escucharán a la gente que sabe de cada ámbito del trabajo o el saber? La prepotencia de muchos de ellos causa más destrozos que los fenómenos naturales.
Esta vez te has librado de mis maldades.
Muacksss!!!!!
Gracias "Wood" y Lula.
Lo que pasa con los políticos es que, por temor o por no esforzarse, no explican las causas ni las consecuencias de sus decisiones. La mayor parte de las veces hacen lo que creen que la mayoría quiere oir. Y esa actitud hace que sea como una pescadilla que se muerde la cola y por eso cada vez desconfiamos más de los políticos y ellos nos tratan cada vez más como si fuesemos imbéciles.
Besos desde el monte.
Aiss el dios Cemento!!..parece que esta en horas bajas.
Es que nos mola importar lo que sea.
Abrazos
"La mayor parte de las veces (los políticos)hacen lo que creen que la mayoría quiere oir"
Y si no, se ocupan de promocionar informaciones tendenciosas que lleven a pensar en eso: "Que sus actuaciones son las correctas, y las que uno quiere oír".
No dudo, pues lo ignoro, que el aprovechamiento de los bosques (su tala) se haga de forma moderada y sostenible, pero sí conozco de casos en que no es así, incendios provovados aparte.
Los quitamiedos de madera los he visto en el Parque Nacional de Monfragüe. Su fusión con el paisaje es estéticamente aceptable, y si funcionan, pues mejor que mejor.
Estupendo texto.
PD:
Gracias por la identificación de "mi" mosca escorpión. He añadido otra foto.
El Dios cemento ¡Pobret! Seco y polvoriento, cansado de construir y expandirse por nuestras soleadas costas y montes, un día quiso darse un baño, se metió en el agua y ya no pudo salir.
Un abrazo "Atikus" y "Mosquito".
Los bosques que desaparecen en España lo hacen porque son ocupados por el avance de las infraestructuras y las ciudades. Un terreno quemado no pierde por ello su condición de forestal, si bien el bosque tardará muchos años en regenerarse, siempre que el suelo no se erosione demasiado.
Tu Mosca Escorpión (Panorpa communis) es muy bonita "Mosquito" ¿Te has enamorado?
Nooooo ¡Ja ja ja ja!
No veas la de bichos interesantes que estoy descubriendo con el macro, aunque las más de las veces y por problemas de recursos técnicos pierdo encuadres gloriosos.
Ya iré avanzando, poco a poco.
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