Ayer escuché a Juan Fernando López Aguilar decir que "lo mismo que es importante elegir al Alcalde de nuestra ciudad, al Presidente de nuestra Comunidad Autónoma o al Presidente del Gobierno Español, también es importante elegir a las personas que nos van a representar en Europa, para legislar sobre cosas que nos van a afectar".
En estos tiempos de crisis, se aprecia con una mayor evidencia y claridad que nunca, la necesidad de que las múltiples administraciones públicas que regulan la vida de cualquier ciudadano europeo, en numerosos aspectos, tales como: economía, trabajo, salud, justicia, medio ambiente, ocio, etc.; funcionen de manera fluida, eficaz, coordinada y económicamente eficiente.
Pero, desgraciadamente, la realidad que vemos en esta Europa del siglo XXI dista mucho de esa deseable eficiencia administrativa. Con parlamentarios británicos que se hacen piscinas, se arreglan el jardín o dan de comer a sus perros a costa de los fondos públicos. Los casos de corrupción aparecen en el seno de todos los países, todos los partidos y todas las instituciones. Y, mientras tanto, la Justicia está colapsada y sin informatizar, y las listas de espera de la Sanidad Pública siguen creciendo. Lo único que parece funcionar bien es el órgano de recaudación de impuestos: Hacienda.
En Europa se sigue una política de subvenciones y un régimen fiscal que requiere de una gigantesca y anquilosada maquinaria burocrática que tiende a atascarse debido a su propio peso y complejidad. Si sumamos todas las Administraciones Públicas que intervienen, en conjunto resulta que hay todo un ejército de funcionarios para tramitar y controlar los pagos de las ayudas, otro ejército para tramitar y controlar los pagos de los impuestos, que resulta que luego hay que devolver en buena parte a la mayoría de los ciudadanos.
Cosas tan importantes como la planificación y la toma de decisiones se eternizan al tener que ponerse de acuerdo tanta institución europea y tanto Estado miembro, y al final lo que suele salir es una especie de solución neutral de consenso que no satisface a nadie y que suele servir de poco en la práctica, pero que siempre, invariablemente, requiere de una ingente cantidad de papeles, firmas, certificados, controles, auditorías, sellos y registros.
El problema principal y básico de partida es que no existe una verdadera Unión Europea, lo que hay es un grupo de países que se han puesto de acuerdo para ceder parte de su soberanía a cambio de evitar los molestos altibajos y desequilibrios que produce una economía cada vez más globalizada, para ver si así defienden mejor sus intereses nacionales y para tratar de sacar la mayor tajada posible del sabroso pastel de mama Europa. Y para complicar aún más el tema, hay algunos países que tienen problemas internos de soberanía, nacionalismo o segregacionismo.
¿Por qué todo tiene que ser cada vez más complicado? ¿No se podría simplificar algo alguna vez? Está claro que hay que ser más prácticos y realistas. Aquí está fallando algo, no sé si a lo mejor, en lugar de una Europa de 27 países habría que hacer una Europa de 164 regiones, o quizás bastaría con otra de tan sólo 3 zonas: Atlántica, Mediterránea y Oriental (cuyas siglas serían "AMO" ¡Qué bonito!). No sé cuál sería el número de escalones o eslabones más apropiado para que la escalera o la cadena administrativa funcionase mejor, de forma verdaderamente unida y cohesionada, que no se rompa, ni se interrumpa, ni se detenga. No sé si sobra o si falta algún eslabón de esa cadena, pero lo que está claro es que hay que coordinarse mucho mejor y funcionar con unos objetivos más claros, realistas y, sobre todo, auténticamente comunes.
Y recordar que, lo bueno, si sencillo y si breve, tres veces bueno.
6 comentarios:
De todo tu sabroso texto, me quedo esta vez con la ingente cantidad de funcionarios, altos funcionarios, órganos e instituciones que se han ido multiplicando por doquier, y que da la sensación, nos cuestan más de lo que valen.
En el caso de órganos e instituciones es llamativa su casi clonación. Mucho órgano para tan poca atividad y eficacia.
Me molesta la multiplicación de panes y peces, y que raramente el pescador se vea beneficiado.
Si se quiere dar unos servicios óptimos a los ciudadanos hace falta gente que los gestione, gente que esté al otro lado del teléfono con la que se pueda hablar y no máquinas, gente que lea la información que se manda por internet y responda, gente que mire las pantallas de las cámaras de seguridad y actue, gente que conduzca las ambulancias y los vehículos de bomberos, etc. No creo que haya un exceso de funcionarios, en muchos servicios se ha visto que falta personal (Justicia, Sanidad madrileña, etc.). De lo que me quejo es de que se funcione en departamentos estancos y sin objetivos comunes, ya no sólo entre las distintas Administraciones, sino incluso dentro de una misma Consejería se funciona en pequeños "reinos de Taifas" donde cada cual va a su bola, y en el mundo real todo está interconectado e interrelacionado, se echa de menos alguien que establezca objetivos, prioridades y que coordine toda la actividad pública, ese alguien deberían ser las instituciones europeas y los Estados, pero parece como si realmente nadie quisiera mandar y nadie quisiera sancionar y frente a ese vacío de poder al final los que mandan de verdad son los bancos y las grandes multinacionales.
Debería haber mucha menos normativa y más sentido común y más confianza en los que tienen las competencias legales, pero que cuando se pillase a alguien actuando de forma irregular, inadecuada o abusiva se le sancionase duramente y de verdad.
Lo malo es que este MASTODONTE, no está en peligro de extinción, sino en fase de crecimiento..
San Obama nos asista...
Yo no lo tendría tan claro "F.B.", estos bicharracos en cualquier momento pueden caer y desaparecer de la faz de la Tierra o, en el mejor de los casos (esperemos que así sea), evolucionar hacia nuevas especies mejor adaptadas al medio.
Evidentemente hacer un Estados Unidos de Europ no tiene sentido porque es diferente, lo lógico es que evolucione en diferentes ramas, unas económicas, otras políticas, culturales, etc...pósiblemente un sóla comunidad europea no tiene sentido porque es demasiado compleja.
Evidentemente los problemas rregionales deben ir solucionandose con el paso del tiempo y de forma local, claramente se tendera a que tengan su propia actividad ...no se como se llamará , si independencia o como cuernos, pero eso se demanda...en cada sitio evolucionará de forma distinta y la comunidad europea debería adaptarse en cada apartado de forma eficaz
y ser consecuentes...fácil no es.
menos con los políticos que hay...
Saludos
Mezclar en mi comentario funcionarios con órganos e intituciones, desvirtuó, enrareció mi respuesta, y también tu exposición.
No quería más que estar de acuerdo contigo en mucho de aquello que comentas, y ofrecer mi opinión respecto de la, entiendo, innecesaria proliferación de órganos e instituciones que se reproducen, sí, como las setas, antes de que podamos digerirlas; incluso antes de que podamos pagar la factura.
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