sábado, abril 21, 2007

Sabor a Prado



Si ayer escuchaba a "Los Lobos", hoy he cenado "pedos de lobo". Sí, como lo oís. No mucha gente sabe que las setas así denominadas vulgarmente (en este caso se trata de la especie Calvatia utriformis), son comestibles cuando son jóvenes y tienen la gleba (carne interior) maciza y de color blanco.

Después de cortar el césped, esta tarde he salido a revisar los prados en busca de Perretxicos o Sedas (Calocybe gambosa), pero aún no han salido, por lo que, en su lugar, he tenido que conformarme con unos pocos "pedos de lobo" recién salidos, de un color blanco níveo, que asomaban entre la verde hierba.

Es una seta con buena consistencia y un ligero sabor "a prado", como a hierba recién cortada, igual al sabor que me ha quedado después de segar el césped (je, je). Las he preparado de la manera siguiente: Se pone un poco de mantequilla en una sartén caliente, se echa un diente de ajo picado y las Calvatias cortadas en láminas. Las setas absorben la mantequilla derretida bastante rápido, por lo que para terminar de hacerlas se añade un poco de nata y un chorrito de leche. Cuando la leche está casi consumida, se echan dos huevos, sal y se mezcla para hacer un revuelto. Se sirve en un plato y se pone un poco de perejil por encima. El resultado es el que veis en la foto ¡Que aproveche! La verdad es que me supieron bastante ricas, o quizás sea debido a que es el primer plato de setas de esta temporada. Con un agradable sabor "a prado", o quizás sean los restos de hierba que se me han metido en la boca al segar el césped.

Este hongo, al igual que su pariente el "pedo de lobo gigante" (Langermannia gigantea), tiene propiedades hemostáticas (detiene las hemorragias), antiinflamatorias, es tónico y desintoxicante. De su cuerpo fructífero se ha aislado un compuesto denominado "calvacín" con propiedades antitumorales. Por lo que la cena de esta noche, además de rica, ha sido muy sana y medicinal. No sé si habrá sido por la cerveza con la que las he acompañado, pero lo cierto es que esta noche he tenido un sueño profundo y reparador, como esas agradables y antológicas siestas, echado sobre la fresca y olorosa hierba de un verde prado, bañado por la cálida luz dorada del verano,... y no, no voy a hablar de la compañía, ni a entrar en más detalles.

Resuena en el sombrero: El eco del canto del Cuco resonando en la lejanía del valle (El Rasillo (La Rioja), 2007).

5 comentarios:

atikus dijo...

Pues desde luego el nombre no acompaña a tan sabroso manjar, y me esta entrando un hambre atroz. La descripción estupenda, vamos nada que envidiar a las 1080 recetas de Simone Ortega.

Mad Hatter dijo...

Hombre, lo de "sabroso manjar" no sé si llega a tanto, pero se dejan comer. Aunque es curioso lo que influye el lenguaje en la gastronomía, no es lo mismo decir "Revuelto de Calvatias a la creme", que "Pedos de lobo con huevos y ajo".
Muchas gracias por la comparación.
¡Que aproveche!

nancicomansi dijo...

Estooo...¿donde está la entrada de "esplendor en la hierba"?

Mad Hatter dijo...

Perdón por la decepción "nanci", cuando hablaba de "esplendor en la hierba" me refería a estas setas que crecen entre la hierba de los prados. Desde luego es que no puede uno ser metafórico.
Yo también hubiera preferido encontrarme con Natalie Wood, pero esto es lo que hay (je, je).

Anónimo dijo...

Qué ricas......