lunes, mayo 30, 2016

SABINAS MILENARIAS DEL DURATÓN























En las tierras segovianas de la cuenca alta del río Duratón, al Noroeste de los Montes Carpetanos, ese tramo de la Sierra de Guadarrama comprendido entre el Puerto de Somosierra y el Pico Colgadizos, se extiende una meseta de roca caliza, cubierta por un monte abierto adehesado de sabinas (Juniperus thurifera), algunas de ellas milenarias, que salpican fincas cercadas para el aprovechamiento ganadero de sus pastos, conformando un paisaje secular que ha permanecido inmutable desde la Edad Media.

La sabina albar es el único árbol capaz de crecer en estos secos e inhóspitos páramos calizos, sometidos a un clima extremo. Su follaje perenne, salpicado de pequeños gálbulos azulados, sus agrietados troncos de color ceniza, y el hecho de que el humo de su leña, al quemarse, huela a incienso, les confieren a estos árboles un aire de leyenda y un respeto reverencial. La textura de su corteza combina la frialdad de lo mineral con la entrañable calidez del arrugado rostro de nuestras abuelas. En sus vetustos leños, castigados por la intemperie y el paso del tiempo, algunos de ellos hendidos o huecos, podemos encontrar innumerables grietas, fendas, recovecos, vetas, formas caprichosas y artísticas filigranas barrocas, repletas de matices y sombras que nos pueden evocar caras, animales, objetos o paisajes (ver fotos 1 a 16).

La protección que brindan sus tupidas copas, frente a los gélidos vientos invernales y al implacable sol del estío castellano, permite el desarrollo del pasto y otra vegetación herbácea, entre la que destacan nutritivas leguminosas como el Astragalus incanus (foto 17), que extiende a ras del suelo los glaucos foliolos de sus hojas compuestas y sus flores rosadas, mientras que las orquídeas silvestres elevan sus esbeltos y enhiestos tallos, en los que se engarzan, cual joyas, las bellas flores del Satirión violeta (Orchis morio ssp. champagneuxii, foto 18), y las misteriosas flores de las “abejeras” (Ophrys lutea y O. scolopax de las fotos 19 y 20), cuyos extraños labelos parecen mirarnos con sus ojos oscuros, simulando ser las hembras de específicas abejas solitarias que atraen a los machos, quienes las polinizan durante sus forcejeos y trajines sexuales. La colorida y efímera belleza de estas pequeñas flores, contrasta con la majestuosidad imperecedera de las sabinas.

La explosión vegetal de este húmedo mes de mayo, se complementa con la fructificación de claros y frescos Champiñones silvestres (Agaricus campestris), sobre el oscuro mantillo que alfombra el pie de las sabinas (foto 21).

Todas las fotos by Mad Hatter, tomadas la semana pasada en los sabinares de Sigueruelo y Casla (Segovia).

domingo, mayo 15, 2016

EUROVISIÓN Y LA INTELIGENCIA COLECTIVA






El nuevo sistema de votaciones para elegir la mejor canción del festival de “Eurovisión”, celebrado el pasado 14 de mayo en Estocolmo, puede considerarse un buen ejemplo de lo que comentaba en aquella entrada sobre la “inteligencia colectiva”, en el sentido de que, cuando un enorme número de personas vota, los distintos grupos de poder (países vecinos o afines) se contrarrestan unos con otros y el resultado final es realmente justo y objetivo.

El comienzo del show fue realmente espectacular, todo un alarde tecnológico de modernidad cuasi futurista, que nos devolvió a nuestro actual tiempo de crisis, en el momento en el que aparecieron en la pantalla los presentadores suecos Petra y Mans, ella con un vestido convencional con brillos en tonos carne y él con traje azul marino y pajarita, aunque lo cierto es que luego, a lo largo del festival, se cambiaron varias veces de modelito y se modernizaron un poco.

Si duda, vivimos tiempos de cambio, de crisis, en el sentido etimológico de la palabra griega “krisis”, que viene de un verbo que significa “separar” y “decidir”. Estamos atravesando una encrucijada, en la que lo nuevo está próximo a llegar, pero aún no ha llegado, y lo antiguo está a punto de irse, pero todavía no se ha ido.

Tras la ronda de canciones, la primera parte de las votaciones se llevó a cabo de la manera convencional, mediante el voto de los distintos jurados elegidos por las televisiones nacionales de cada uno de los países, cuya puntuación suponía el 50% de la nota final, siendo el 50% restante determinado por el voto de los millones de espectadores de este mutitudinario festival, en el que, además de 40 países europeos, participan también otros como Israel y Australia.

Resultó enormemente sorprendente comprobar como algunos países que se habían quedado en los puestos de cola, tras la primera parte de la votación, remontaron un montón de posiciones al conocerse los resultados de las votaciones del público. Así vimos como la canción interpretada por la austríaca Zoë, una simpática y lozana joven de estilo clásico, obtuvo 120 puntos de los espectadores y terminó en 13º puesto con 151 puntos. Más espectacular y sorprendente si cabe, fue el caso de Polonia, con el melenudo cantante Michal Szpak, una especie de mesiánico Sargento Peppers con casaca roja que le otorgaba un look totalmente demodé de heavy metal procedente de lo que antaño fue el otro lado del telón de acero, y que, aún así, consiguió remontar desde el 36º puesto hasta el 8º con un total de 229 puntos, gracias a su emotiva canción “Color of your life”, llena de esperanza y positividad.

Rusia, la gran favorita, con una espectacular puesta en escena, un auténtico despliegue de tecnología punta, se quedó finalmente en el tercer puesto. El tema “You are the only one”, aunque de gran energía e intensidad, fue interpretado por el mediático Sergey Lazarev, en plan ángel oscuro, lo que reforzó la indudable exaltación del ego que refleja claramente el propio título de la canción.

Tampoco triunfó el minimalismo presentado por la anfitriona Suecia, a cargo de Frans, un chaval flacucho y desgarbado, que apareció en solitario sobre el escenario vistiendo una sencilla camiseta blanca, cazadora gris y zapatillas deportivas, cantando el tema “If I were sorry”, cargado de cierta negatividad y proyectando sobre el escenario las palabras “devil” y “lies”.

También de gran sencillez, pero con mucho más brillo y positividad, fue la impecable actuación de la angelical Dami Im, la representante de Australia, que interpretó un tema que inspiraba sosiego y conexión con la Naturaleza, “The Sound of Silence”, lástima que se quedara con la miel en los labios, ya que, tras haber alcanzado el primer lugar al finalizar la primera parte de la votación, vio como el televoto la relegaba a un amargo segundo puesto.

El triunfo fue para el tema “1944” defendido por la cantante Jamala, en representación de Ucrania. La canción tiene una fuerza descomunal y una intensidad desgarradora, un atípico y acomercial grito de rabia y protesta, que cuenta una historia inspirada en la vida de los padres de la propia artista, quienes padecieron el éxodo como refugiados durante la segunda guerra mundial, lo que le dota de un plus de autenticidad. Al contrario que la canción rusa, la ucraniana es una exaltación de la lucha colectiva y del poder de la colaboración. La fuerza de la Naturaleza también quedó patente en la espectacular imagen de un árbol dorado que emergió, creció y extendió sus numerosas ramas sobre el escenario de Estocolmo.

Por eso, me alegra comprobar que, con este sistema tan multitudinario y objetivo del televoto, en Eurovisión han dejado de funcionar los amiguismos y afinidades geopolíticas, ya no se valora tanto la imagen ni el frikismo, tampoco triunfan los ritmos bailables, ni siquiera la vanguardia más atrevida, lo que de verdad le importa a la gente (como siempre) es la autenticidad y que la canción nos emocione y nos toque el corazón.

El lema del festival, “Come Together”, tampoco es casual.

Resuena en el sombrero: “Come Together”.- The Beatles (Liverpool (UK), 1969).


miércoles, mayo 04, 2016

COINCIDENCIA PRIMAVERAL







Casi todos los años, las setas primaverales suelen salir en el orden siguiente:
1º) Las más tempranas son los Marzuelos (Hygrophorus marzuolus), como su nombre indica, acostumbran a salir en el mes de marzo, al poco tiempo de derretirse la nieve en el suelo de pinares y hayedos, si bien, dependiendo de las condiciones meteorológicas de cada año, a veces se adelantan a febrero y otras, como sucede este año, se retrasan hasta principios de mayo. Es una seta francamente difícil de encontrar, ya que apenas asoma su discreto sombrero pardo-grisáceo sobre la hojarasca del suelo, la imagen que presenta (2ª foto) pasa fácilmente desapercibida. En ocasiones la descubrimos gracias a que las ardillas o los ratones las han roído dejando ver su carne blanquecina que sí que contrasta con el sotobosque predominantemente oscuro.
2º) Entre marzo y abril, suelen salir algunos curiosos ascomicetos de los géneros Helvella (con frecuencia se adelantan a febrero-marzo), Morchella y Verpa, como la Helvella leucomelaena (fotos 6ª y 7ª), la Verpa digitaliformis (8ª foto) y la Morchella elata (colmenilla foto 9ª y sus esporas vistas al microscopio en la foto 10ª), de las que ya he hablado largo y tendido en ocasiones anteriores, y que este año han retrasado ligeramente su época habitual de fructificación.
3º) Después vienen las Sedas o Perretxikos (Calocybe gambosa), habitantes de prados basófilos en las proximidades de rosáceas (endrinos, rosales, maguillosos, cerezos), con su característico aroma que suelo describir como una mezcla entre harina y plastilina. Debido a la gran avidez que sienten muchos aficionados por esta seta, suelen cogerse demasiado pequeñas, aún sin desarrollar del todo, siendo raro encontrar ejemplares como el que puede verse en las fotos 3ª y 4ª, debido a la enrome fortuna de que casi todos los años sale alguno en un rincón del jardín de mi casa de la Sierra de Cameros (La Rioja).
4º) Por último, en prados estercolados por los excrementos del ganado, tenemos al gran Bejín rugoso (Calvatia utriformis), que también he comido alguna vez y cuya época habitual de fructificación suele ser el verano-otoño, si bien, frecuentemente, se superpone con los últimos perretxikos y esta atípica primavera ya han salido a primeros de mayo (foto 11ª).
Este año, tras un invierno relativamente cálido y seco, seguido de un inicio de primavera frío y húmedo, se ha producido una inusual coincidencia en el tiempo de fructificación de muchas de estas especies, propiciando también su feliz coincidencia en el reducido espacio de las mesas y los platos de nuestros comedores y cocinas, como se aprecia en la 5ª foto, donde pueden verse marzuelos, en el plato izquierdo, y perretxikos en el derecho, ambos revueltos con huevo, un poco de cebolleta y adornados con aliaria (hierba con un suave sabor a ajo).
Buen provecho y a disfrutar de esta preciosa primavera!
Todas las fotos tomadas a finales de abril y primeros de mayo by Mad Hatter en La Rioja.
Resuena en el sombrero: I Live in the Springtime”.- The Lemon Drops (Chicago, 1967).

lunes, mayo 02, 2016

MADRID Y LOS ÁRBOLES













La ciudad de Madrid es una de las ciudades de Europa con más arbolado urbano, ayer 1 de mayo estuve por allí y aproveché para visitar algunos de sus parques más importantes, como es el caso del Retiro, en el que podemos encontrar uno de los árboles más viejos de Madrid, un Ahuehuete o Ciprés de Moctezuma (Taxodium huegelii = T. mucronatum), que está declarado árbol singular, con un diámetro de 2 m. y una altura de 30, se cree que pudo ser plantado en 1.632 y ser el único árbol que sobrevivió a la destrucción del Retiro en 1808, cuando Napoleón instaló allí su Cuartel General, sirviendo la gran ahorquilladura del árbol para apoyar en ella un cañón.

Actualmente, el árbol está protegido por una valla (5ª foto), siendo su tronco ramificado en forma de candelabro verdaderamente imponente, sus ramas cuelgan péndulas al rededor, mecidas por la brisa y mostrando sus pequeños gálbulos o conos femeninos, aún verdes. En las proximidades, hay una fila de cipreses artísticamente podados y recortados (4ª foto), que forman un conjunto paisajístico de gran belleza (3ª foto).

Pariente cercano de este ciprés monumental, es el llamado Ciprés calvo (Taxodium distichum), propio de los pantanos de Florida y Louisiana, donde la base engrosada de su robusto tronco le permite vivir en terrenos permanentemente encharcados, como los que crecen en el estanque del Palacio de Cristal del Retiro (7ª foto).

Lo que más me gusta de este gran parque, ubicado en pleno centro de Madrid, es la forma en que árboles y personas conviven en armonía (1ª foto), la gente acude en masa durante los días festivos para disfrutar de los beneficiosos efectos terapéuticos del sol y el contacto con la Naturaleza, ya que, además de árboles y otra flora diversa, el parque también es habitado por una numerosa fauna: Desde las juguetonas ardillas, hasta las ruidosas cotorras grises argentinas y de Kramer, pasando por palomas, mirlos, gorriones, estorninos, petirrojos, ruiseñores, patos, cisnes negros, tortugas de Florida y carpas en los estanques.

En el Retiro encontramos 4 niveles de vegetación: En el nivel más alto, están grandes árboles como Pinos carrascos (Pinus halepensis), piñoneros (P. pinea) y Cedros del Himalaya (Cedrus deodara), con ejemplares centenarios que elevan sus copas hasta los 30 ó 40 metros de altura. Por debajo de ellos está el arbolado normal, con alturas entre 10 y 20 metros, siendo las especie predominantes los Castaños de Indias (Aesculus hippocastanum), los Olmos de Siberia (Ulmus pumila), los Plátanos (Platanus x hispanica), las Robinias (Robinia pseudoacacia) y las Sóforas (Styphnolobium japonicum) . Luego estaría el estrato arbustivo compuesto por boj, saúco, aligustres, rosales, photinias y otras muchas especies ornamentales. Para terminar en el suelo cubierto por herbáceas perennes y flores de temporada. Todos estos pisos ayudan a filtrar la poderosa luz mesetaria y contribuyen a crear un ambiente y un microclima más agradable y acogedor, ya que constituye un abrigo que deja pasar el sol y frena los vientos fríos, en invierno, mientras que en verano da sombra y frescor (2ª foto).

Efectivamente, la nítida luz de Madrid es característica y peculiar, parece acentuar los contrastes, como sucede con los Abetos de Masjoan (Abies x masjoannii), un híbrido en el Abeto blanco (A. alba) y el Pinsapo (A. pinsapo), cuyas oscuras copas columnares contrastan con el claro perfil de la Torre de Madrid, el blanco de las estatuas de mármol y la luminosa fachada del Palacio Real (fotos 9ª y 10ª).

Una pena que los Jardines del Campo del Moro no estuviesen abiertos ese día, aunque desde fuera pude contemplar un singular bosquete de enormes cedros centenarios, con más de 40 metros de altura y elegantes fustes de color oscuro.

Terminada mi visita a la Capital del Reino, me dirigí a la Estación de tren en Atocha, convertida en un enorme invernadero (10ª foto), otro buen ejemplo de cómo la vegetación (en este caso tropical) contribuye a crear un ambiente agradable y vivo, junto con el agua de los estanques, una vez más, abarrotados de tortugas de Florida que la gente, de manera insensata e irresponsable, libera en estos lugares cuando se cansa de tenerlas en casa o se hacen demasiado grandes para ser un animal doméstico.

Todas las fotos by Mad Hatter.

Resuena en el sombrero: En mayo Madrid está lleno de vida, aunque también los cementerios suelen estar repletos de árboles. Posiblemente, con esta entrada pegase más un tranquilo y sereno cuarteto de cuerda tocando en algún bello jardín palaciego, pero ya sabéis que a mi siempre me tira más el punk garajero: “Madrid es un cementerio”.- Los Nastys (Madrid, 2014).

sábado, abril 16, 2016

CADA VEZ QUE SALEN





Hace tres años me sorprendía por las extrañas formas que emergían en diferentes terrenos, dos de las cuales pertenecen a unos curiosos hongos de la familia Morchellaceae:

Sobre suelos removidos, no especialmente húmedos, en las zonas bajas del valle, tenemos a la Morchella importuna, la que sale en la 1ª foto, ya está muy madura y ha adquirido una consistencia papirácea, pero observamos su característica mitra cónica de color muy oscuro, casi negro, con alvéolos primarios y secundarios que le otorgan un aspecto ciertamente barroco, que se sustenta sobre un corto y rechoncho pie blanquecino, del quee separa una depresión o “vallécula”.

Mientras que, por contra, a la orilla de un arroyo montano, bajo cerezos y avellanos, surge la rara y enigmática Verpa digitaliformis (2ª foto), de consistencia gomosa, es como un pequeño dedal parduzco, de piel bastante lisa, a lo sumo con algún pequeño pliegue o arruguilla, que se apoya en un esbelto pie de color crema y hueco. Del mismo género tenemos Verpa bohemica (3ª foto) que tuve la suerte de encontrar esta pasada Semana Santa.

Las diferencias entre ambos géneros las expliqué mejor en la referida entrada anterior, al igual que la compleja taxonomía de las Colmenillas. En ambos casos, se trata de unos seres vivos fascinantes que consiguen capturar mi atención cada vez que se hacen visibles sobre la superficie del suelo.

Resuena en el sombrero: “Every Time”.- The Things (Los Angeles (California), 1986).
Todas las fotos by Mad Hatter.

domingo, abril 03, 2016

CEREZOS EN FLOR








La floración de los cerezos siempre ha fascinado a las personas, no hay más que ver la cantidad de gente que va a contemplar ese espectáculo en Japón y en el valle del Jerte.

Este soleado primero de abril se podían ver en el Parque del Ebro de Logroño todos los matices que van desde el rosa-fucsia del comienzo de la floración del ornamental Cerezo de flor (Prunus serrulata), con los jóvenes capullos rodeados de unas bráceas caducas de un bello color verde con reflejos dorados (primera foto), que caerán algo más adelante cuando sus flores se desarrollen por completo y adquieran tonos de rosa más pálidos y casi blancos (segunda foto); hasta los pétalos del blanco más puro, como los que parecen formar una corona circular entre las ramas del Cerezo europeo (Prunus avium) de la tercera foto.

Pero estas vistosas flores no están diseñadas para nuestro deleite, sino que, acompañadas de una considerable secreción de néctar, a quienes pretenden atraer son a los insectos encargados de trasportar el polen de una flor a otra, como el grueso abejorro Bombus de la 4ª foto y el más menudo de color amarillento de la 5ª. En cualquier caso, somos unos auténticos afortunados por poder disfrutar de tanta belleza, de la miel que producen las abejas y de los jugosos frutos a los que darán lugar muchas de estas flores.

Resuena en el sombrero: “Flowers around me”.- The Dentists (Chatham (UK), 1985).

Todas las fotos tomadas por Mad Hatter con el movil.

sábado, abril 02, 2016

30 AÑOS EN EL LÍMITE





La Frontera no hacen country, pero ellos también basan su música en “tres acordes y la verdad”, su estilo podría llamarse “Malasaña Western”.

No en vano, la primera vez que vi a Javier Andreu y Tony Marmota en persona fue en el bar “Más Allá”, del mencionado barrio madrileño, donde en ocasiones compartíamos la mesa de billar americano.

Su éxito se fundamenta en que, hace 30 años, se dieron cuenta que la música de las películas del género western, básicamente instrumental, no sólo compagina perfectamente, sino que incluso refuerza su impacto y su aire fronterizo, cuando se le añaden ingeniosas letras en castellano, que, además, les otorgan una cierta aureola de leyenda, eterna e impercedera.

Podría parecer un contrasenido, pero lo cierto es que la trepidante vida nocturna que bullía por los estrechos callejones del laberíntico barrio de Malasaña, durante los años 80, tenía un cierto paralelismo con las crudas historias que se desarrollaban bajo un sol implacable, en las amplias y polvorientas calles y desiertos del lejano Oeste.

Sobretodo, en lo referente a esas historias de perdedores y otros personajes que viven permanentemente “en el límite del bien y del mal”. Recuerdo que en su día (primeros 80) aquellas letras, repletas de tópicos del western, me resultaban graciosas y algo simples, pero ahora, con el paso del tiempo, me he dado cuenta que lograr esa aparente sencillez y esa tremenda fuerza en el mensaje que te pega directamente en lo más profundo de las tripas, no es nada fácil. Además, con los años, Javier y Tony han ganado en serenidad, aplomo y seguridad sobre el escenario, sin duda mejoran con el tiempo, como el buen bourbon.

Y allí estaba yo, con mi vaso de Jack Daniels con hielo, en la sala “Biribay” de Logroño, llena de gente hasta los topes, la mayoría ya cincuentones o de cuarenta y muchos, disfrutando del show que montaron para celebrar sus 30 años de historia.

A pesar de su parquedad en palabras, Javier llegó a decir:”Somos muy sosos! Qué queréis? Somos de Madrid! Bueno Tony es de Burgos! Cuidado! Aunque es todavía más soso que yo, je, je”. Sin embargo, su conexión con el público fue inmediata, le bastaba una mirada, un ligerísimo gesto, para conseguir que la gente cantase entusiasmada a coro los estribillos de las canciones.

Las que más me gustaron fueron “Volverán los buenos tiempos” y “El Límite”, que son las que resuenan hoy en el sombrero.

lunes, marzo 28, 2016

LA PROCESIÓN DEL AGUA






La procesión más sagrada y trascendental que existe en este mundo es la que realizan las moléculas de agua en su interminable y continuo ciclo hidrológico.

Esta Semana Santa, la trascendencia, espiritualidad y misticismo de esta sagrada procesión del agua, se ha puesto especialmente de manifiesto con imágenes de plantas floreciendo al borde de cursos de agua, en este caso el río Oja y algún pequeño afluente, como el modesto arroyo que desciende por el valle de Valgañón y Zorraquín (La Rioja), en cuyas soleadas orillas las flores azules de los Nazarenos (Muscari neglectum) contrastan con el color rojizo de las carnosas hohas de las Uñas de gato (Sedum sp.) que pueden verse en la primera foto.

Más adelante, ya en el parque ribereño de Ezcaray, junto al río Oja, y más avanzada la tarde, los últimos rayos de sol se reflejan en los blancos pétalos de la común crucífera ruderal Diplotaxis erucoides, con la espuma del bravo río de montaña al fondo (segunda foto).

Poco después, al pie de un sauce aún desnudo de hojas, florece abundantemente una planta parásita, a expensas de la savia del árbol ribereño, se trata de la Lathraea clandestina, cuyos capuchones violáceos también nos recuerdan estas fechas procesionales (tercera foto).

Agua y flores, flores y agua, pocas cosas hay que nos inspiren mayor esperanza, porque, como reza la frase con la que termina el libro “The Nature Principle” de Richard Louv: “No hay alternativa práctica a la esperanza”.

Resuena en el sombrero: Como no he podido encontrar el tema “Ferile Crescent” de los californianos Rain Parade, pongo este otro “Blue” que tampoco está mal (Los Angeles (California), 1984).

lunes, marzo 14, 2016

EL SUELO: LA BASE DE LA VIDA





La formación de suelo es un elemento fundamental para la vida, partiendo de la roca madre, por acción de los meteoros atmosféricos (lluvia, hielo-deshielo y viento), así como por las reacciones químicas y bioquímicas, poco a poco, muy lentamente, en un proceso que puede durar miles de años, se va formando una capa cada vez más profunda de suelo, que permite que vaya arraigando en él una vegetación cada vez más madura y de mayor porte.

Conforme van evolucionando las comunidades vegetales que se establecen sobre un terreno y los ecosistemas que sustentan, el suelo también va madurando, de manera que el desarrollo del arbolado incrementa la porosidad, el intercambio gaseoso y la actividad biológica del suelo, tanto hacia abajo, con el crecimiento de las raíces, como hacia arriba, mediante la continua aportación de restos (ramillas, ramas, hojas secas, corteza, pétalos, polen, frutos, excrementos de animales, polvo, etc.) que, al descomponerse, gracias a la actividad de numerosos organismos (lombrices, insectos, ácaros, miriápodos, crustáceos, hongos y bacterias), van aumentando la capa de humus, rico en materia orgánica.

En una finca de la Sierra de Cameros (La Rioja) he ido observando como ha ido evolucionando la vegetación desde que he plantado diversos árboles (robles, castaños, nogales, serbales, pomares, avellanos, perales, ciruelos y manzanos). Antes de plantarlos existía un pastizal en el que predominaban diversas especies de gramíneas (Dactylis glomerata, Cynosurus cristatus, Arrhenatherum elatius, Holcus lanatus, Phleum pratense y Festuca ovina), con algunas leguminosas (Trifolium angustifolium, Trifolium pratense y Lotus corniculatus), unas pocas compuestas como la Milenrama (Achillea millefolium) y el Salsifí (Tragopogon pratensis), así como una escrofulariácea hemiparásita de las gramíneas como es la Cascabelera (Rhinanthus minor).

Al cercar la finca (para impedir la entrada de ganado) y plantar los árboles empezaron a proliferar umbelíferas como Daucus carota y Thapsia villosa, compuestas como Centaurea nigra, escrofulariáeas como el Gordolobo (Verbascum thapsus), así como algunos arbustos como Zarzas (Rubus ulmifolius), Rosales silvestres (Rosa canina) y Endrinos (Prunus spinosa), los cuales eliminaba para permitir el tránsito cómodo y evitar la competencia con los jóvenes árboles. También suelo realizar ligeras podas, para eliminar las ramas muertas, las enfermas o aquellas que se cruzan y estorban o rozan con otras. A principios o mediados de junio también suelo segar la hierba. Todos los restos leñosos y herbáceos producidos por estas labores de mantenimeinto quedan extendidos sobre el suelo para que aporten materia orgánica y formen una capa o “mulch” que aumente o conserve la humedad del suelo durante más tiempo, a lo largo del verano.

A medida que las copas empezaron a desarrollarse y sombrear el suelo, noté que empezaron a escasear la mayoría de las gramíneas antes mencionadas, propias de pastizales abiertos, pasando a predominar otras especies que toleran mejor la sombra, como son: Cynosurus cristatus, Anthoxanthum odoratum y Festuca rubra, así como la ciperácea Carex remota, también aumentó la diversidad y la biomasa de leguminosas como Trifolium pratense, Trifolium repens, Trifolium campestre, Medicago orbicularis y Vicia sepium. Se hicieron más frecuentes algunas orquídeas como Serapias lingua, Dactylorhiza insularis, Orchis morio, Ophrys sphegodes y Ophrys apifera. Proliferaron algunas herbáceas altas, propias de las orlas de bosque, tales como Campanula rapunculus, Hypericum perforatum, Agrimonia eupatoria, Heracleum sphondylium y Ortiga (Urtica dioca); e, incluso, comenzaron a aparecer las primeras plantas propias del sotobosque, como son la Prímula (Primula veris) y la Violeta (Viola riviniana).

Los hongos también experimentaron una mayor diversidad y desarrollo, a la par que el arbolado, a finales de julio de 2010 encontré un hongo semihipógeo (Scleroderma areolatum) bajo uno de los nogales, debajo de algunos robles también fructificó algún año la apreciada seda o perretxiko (Calocybe gambosa) y una especie sin identificar del género Cortinarius.

Foto by Mad Hatter: Joven Pomar (Sorbus domestica) de 10 años de edad, en junio de 2010, parcela de El Rasillo (La Rioja).

domingo, febrero 14, 2016

BUSCANDO LA PASIÓN Y LA INTENSIDAD. UNIDOS (DOS)






“Cuando tienes 15 años te planteas el dilema de para dónde tirar. Un amigo te dice “Kortatu”, otro te dice “Dire Staits”, y tú ahí en medio, decides que lo mejor es irte a comprar un pedal. Fui a la tienda y le dije al dependiente “Quiero un pedal que tenga mitad de “Kortatu” y mitad “Dire Straits””, así textual. El dependiente se quedó pensativo y al final me trajo un pedal redondo que ponía “Fuzz”. Sin saberlo, me acababa de marcar el camino, ni “Kortatu” ni “Dire Straits”, sino los putos “Sonics””.

Esto dijo, Fernando Pardo, excelso guitarrista y fundador de los “Sex Museum”, siempre tan simpático y locuaz, esta vez en el concierto que la banda dio en la sala “Biribay” de Logroño, el pasado 13 de febrero, mientras empuñaba una guitarra Gibson SG, como la de Angus Young (AC/DC), prosiguió su presentación del “Have Love Will Travel” con estas palabras: “Una guitarra eléctrica suena así (acordes iniciales del clásico de los “Sonics”)... Muy bien ¿No?, pero cuando piso el “Fuzz” suena así....”

Pero los “Sex Museum”, al contrario de lo sucedido con otros grupos de la onda garajera, no se quedaron anclados en el “Fuzz”, sino que prosiguieron su búsqueda de la “suprema intensidad sonora”, incorporando aparatos y avances tecnológicos (como el secuenciador que Marta lleva acoplado a su “Hammond”), si bien es evidente que no son una banda de tecno ni música electrónica, lo suyo es el ROCK elevado a su máxima potencia: guitarra (Fernando), teclados (Marta Ruiz), bajo (Javi Vacas), batería (Loza) y voz (Miguel Pardo), dándolo todo sobre el escenario.

Obsesionados por los sonidos intensos y tralleros, a veces puede dar la impresión de que están pasados de rosca, el sonido llega a ser atronador. Si bien, en este último concierto he notado una mayor recurrencia a bellos y delicados preludios psicodélicos, en los que Miguel danza serpenteando con su cuerpo y sus brazos, Marta se sienta en el taburete y acaricia las teclas de su Hammond con suavidad, mientras que Fernando reposa su lánguida melena sobre la guitarra deleitándonos con sutiles filigranas, pero no os hagáis muchas ilusiones, enseguida Marta se levanta y pone esa cara de satisfacción, entre pícara y sádica, para avalanzarse con rabia sobre el teclado y volver a menear su rubia melena, dando un fogonazo eléctrico que es como el pistoletazo de salida que pone en marcha al resto de la banda que vuelve a meter tralla a tope.

En cualquier caso, se aprecia en todo momento que lo que esta gente hace es MÚSICA, repleta de ritmos, contraritmos, armonías, riffs, acordes, punteos e innumerables efectos, ambientes y matices, perfectamente engrasados con una gran coordinación, profesionalidad y solidez.

La amalgama de influencias llega a rozar lo inverosimil cuando se les ocurrió la genial idea de mezclar el “Smoke on the Water” de Deep Purple con el “Fight for your right to party” de los Beastie Boys, en lo que ellos denominan “Smoke on the Party”.

Desgranaron algunos de los mejores temas de su larga carrera de 30 años, con alguna versión en homenaje a algunos de sus ídolos como The Dictators, o la que hacen del “Unidos” de Parálisis Permanente, un hito musical que refleja mejor que ningún otro la confluencia y la hermandad existente en el seno de la “gran familia del Rock”. Un concepto que también se trasluce en el libro “Los Chicos Eléctricos”, escrito por Fernando Pardo y publicado en 2013, uno de cuyos ejemplares me firmo y dedicó cariñosamente el propio autor, al terminar el concierto. Efectivamente, da igual de dónde provengamos cada uno, mods, rockers, punks, postmodernos, unos através del garaje, otros a través de los Cramps o de Link Wray, en el fondo todos buscamos lo mismo: vivir intensamente siendo coherentes con nosotros mismos y pasándolo lo mejor posible.

La guinda del concierto la puso la última canción del bis, cuando se puso a girar la bola de espejos efecto discoteca y los Sex Museum tocaron una versión del “Danger! High Voltage” de los Electric Six, reforzado con el claro mensaje de Fernando: “Los más auténticos son los que bailan!” (Que tiemble la “Dance Music”!!!).

Al terminar el concierto, entré en el camerino para felicitarles y me encontré a Fernando descalzándose: “Estos botines son los mismos que llevaba en el 84!!” (ver 2ª foto). Tras un rato de agradable charla y de recordar los viejos tiempos, me despedí, una vez más, de estos buenos y entrañables amigos ¡Salud y seguid sorprendiéndonos, tan vivos y genuinos como siempre!

Resuena en el sombrero: “I'm moving”.- Sex Museum (Malasaña (Madrid), 1989).

martes, febrero 02, 2016

INTELIGENCIA COLECTIVA PARA LA DEMOCRACIA Y LA JUSTICIA SOCIAL






El profesor del Massachussets Institute of Technology (MIT), Mark Klein (primera foto), lleva los últimos 18 años desarrollando una tecnología capaz de compartir el conocimiento y que posibilite tomar decisiones conjuntas a grandes grupos de personas.

Damos por supuesto que las personas somos egoístas, trabajamos para conseguir dinero para nuestras familias y votamos a quienes pensamos que van a salvaguardar mejor nuestros intereses, pero con el desarrollo de las nuevas tecnologías que han abaratado la comunicación y aumentado enormemente su velocidad de interacción, estamos descubriendo que hay muchas personas que realizan infinidad de cosas con el objetivo de ayudar a otras personas o para contribuir al bien común, es decir se mueven más por amor que por dinero o poder, un ejemplo de ello son todas las personas que colaboran, sin retribución económica alguna, en la “Wikipedia”, una enciclopedia libre, abierta y gratuita que forma parte de lo que se conoce como “inteligencia colectiva”.

La inteligencia colectiva puede definirse como el efecto sinérgico de la colaboración de una serie de individuos que ponen a trabajar su intelecto y sus capacidades para avanzar en el conocimiento y la sabiduría de la colectividad o para el logro de determinados objetivos positivos para el conjunto de la sociedad. Es algo que se da en la Naturaleza, un buen ejemplo son los insectos sociales (hormigas, termitas y abejas), pero también se da en aves y en primates superiores capaces de aprender a utilizar herramientas y transmitir esas habilidades y conocimientos a sus semejantes, creando auténticas “culturas locales”.

Cuando la inteligencia colectiva está apoyada en ordenadores, combinando las partes fuertes, tanto de las máquinas como de los humanos, tenemos lo que se conoce como “computación social”.

En estos momentos el Profesor Mark Klein está trabajando en 3 proyectos: El primero llamado “Deliberatorium” consiste en un sistema para que grandes grupos de personas (cientos o miles) desarrollen juntos unas cuantas ideas profundas y elaboradas, en lugar de un montón de ideas superficiales, que es lo que suele suceder normalmente. Otro proyecto trata de estudiar cómo las masas filtran las ideas para quedarse con las mejores. Y por último, el desarrollo de un sistema para que grupos de personas puedan negociar entre si para llegar a acuerdos sobre problemas complejos.

Evidentemente, la inteligencia colectiva puede ser muy poderosa para la Democracia.

En computación social se ha comprobado que las mejores ideas vienen de los no expertos, cuando interviene gente corriente o expertos en otras materias se obtienen las mejores ideas y las más innovadoras, de manera que se consigue sacar provecho a la sabiduría de la masa.

El teórico de la Escuela de Derecho de la Universidad de Harvard, Yochai Benkler (2ª foto), afirma que la computación social representa una nueva forma de economía que está basada en el amor más que en el beneficio, con lo que se está creando una nueva forma de interactuar entre las personas que es más humana.

Thomas W. Malone (3ª foto), Director del “MIT Sloan School of Management´s Center for Collective Intelligence (CCI)” aporta el dato de que, estadísticamente, está demostrado que las mujeres tienen una mayor capacidad de “inteligencia social” que los hombres, en término medio, si bien entiende que hay que valorar a las personas con independencia de su género, raza o religión, pero, parece evidente que las capacidades de muchas mujeres están siendo minusvaloradas o desaprovechadas en numerosas empresas e instituciones. Lo explica muy bien en la entrevista titulada “Why women make teams smarter”. (El hecho de que este artículo esté ilustrado con las fotografías de tres hombres maduros es mera casualidad y, sin duda, el panorama cambiará en un futuro cercano).

El profesor Mark Klein cree que la inteligencia colectiva acabará teniendo un roll dominante en todos los grandes procesos de la sociedad, desde la investigación hasta la toma de decisiones, pasando por la sanidad o la educación, no cree que las instituciones jerárquicas desaparezcan, aunque el poder estará más compartido entre la gente y las entidades tradicionales, gracias a la inteligencia colectiva.

(Esta entrevista al profesor Mark Klein puede escucharse en el Ipod del programa “Siglo 21” de Radio 3 del día 1 de febrero de 2016, entre el minuto 40 y el 48).

Volviendo a ese paradigma al que suelo recurrir con frecuencia de “los extremos se tocan” y recordando aquella entrada sobre conciencia individual y colectiva, siempre se ha pensado que las personas, como individuos, tienden a comportarse mejor que los grupos, lo cual se refleja en el dicho popular “las personas son buenas el problema son las masas”. Sin embargo, en los ejemplos vistos en la red y las teorías argumentadas por estos profesores universitarios, lo que se trasluce es que, cuando los grupos de personas son enormemente grandes, los intereses particulares de cada pequeño grupo de poder o de presión parecen contrarrestarse entre sí, de manera que el resultado final es una amalgama que refleja los valores humanos que realmente predominan en la sociedad y que, por sorprendente que nos parezca, son positivos. Por así decirlo, los grandes números de la colectividad consiguen disolver o disipar el mal.

Otra consecuencia de estos paradigmas consiste en la posible consecución de una mayor justicia social, ya que, si resulta que una parte considerable de la economía depende de las interrelaciones basadas en la confianza, la colaboración, la afinidad o el amor entre los ciudadanos, más que en el dinero, podría darse el caso que una persona que cobre el salario mínimo interprofesional llegue a ser más rica (en el sentido más amplio pero cuantificable del término) que el dueño de una gran multinacional.

Sin duda es una gran noticia que existan profesores universitarios estudiando, trabajando y profundizando en estos asuntos tan cruciales para el futuro de la democracia y de la Humanidad, esperemos que sus avances y descubrimientos sean desarrollados y no sean ocultados o saboteados por los poderes fácticos que quieren seguir teniendo la “sartén por el mango”.

Resuena en el sombrero: “The Change is Coming”.-Stay (Barcelona, 2012).