Hace quince días, en el programa que Isabel Coixet tiene en Radio 3, “Alguien debería prohibir los domingos por la tarde”, nos contó el texto que el Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid, Fernando Valladares publicó en la web “The Conversation”, en relación al cambio climático, del que destaco las ideas siguientes:
Para no superar un incremento de 1,5º C respecto a la Era preindustrial debemos reorganizar y limitar la economía, transformando completamente la energía y el transporte de mercancías y personas; reducir la agricultura y la ganadería convencionales; reorganizar las ciudades mediante la gestión del tráfico y los residuos, así como el aislamiento de las viviendas.
El término “desarrollo sostenible” es contradictorio en sí mismo y una panacea inalcanzable, por lo que ya se está empezando a hablar de “decrecimiento programado”, una palabra que aterroriza a mucha gente, pero que siempre es preferible a una “recesión sobrevenida”.
No basta con electrificar todo el transporte y las ciudades, sino que habría que limitar y reorganizar sectores tan importantes como: la agricultura convencional, la aviación, la gestión de los residuos, las industrias del acero y el cemento, y sobre todo reducir el consumo. Para lo cual son necesarias profundas reconversiones, así como mucha información y diálogo social.
Hasta aquí, el resumen del texto de Fernando Valladares, a partir del cual expongo mis propias reflexiones.
Tal y como se está desarrollando la COP 26 “Cumbre Mundial del Clima”, en Glasgow, lamento ser pesimista, porque, conociendo la Historia y el ego ¿De verdad creemos que vamos a poner patas arriba la economía y acometer una revolución mundial sin precedentes por métodos pacíficos, mediante el diálogo y el consenso?
Mucho me temo que unos cambios tan drásticos que, además, implican el acceso y control de recursos naturales tan valiosos como el agua, los minerales y la energía, no van a ser posibles hasta que lleguemos a situaciones límite que nos conduzcan al uso de la fuerza y la violencia ¡Ojalá me equivoque!
Resuenan en el sombrero: “Planet Earth 1988” y“Poison Heart” .- The Ramones (New York, 1988).
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