Antes de ayer escuchaba a Fernando Pardo en la radio (“El Sótano” de Radio 3) cuando presentaba el último disco de Los Coronas, titulado “Adiós Sancho”. Al margen de la casualidad de la coincidencia en el tiempo con los recientes y desgraciados fallecimientos de los actores Sancho Gracia y Pepe Sancho, los cuales saltaron a la fama por su participación en la serie televisiva “Curro Jiménez”, Fernando comentaba que el título del disco tiene que ver con un deseable cambio en la mentalidad hispana, consistente en abandonar el conformismo y la pereza propias de Sancho Panza, porque, indudablemente, en nuestro país siempre han abundado más los Sanchos que los Quijotes.
En España siempre hemos apreciado más lo que viene de fuera que lo propio, quizás por ello y debido a la invasión cultural norteamericana, gran parte de la población actual hemos crecido viendo películas del oeste, mascando chicle y escuchando rock´n´roll. Mientras que las películas de nuestros directores y actores eran mayoritaria y despectivamente calificadas como “españoladas”, y la música popular autóctona que se escudaba y bailaba en las discotecas era considerada una horterada pachanguera y lolailo.
Sin embargo, algunos artistas han sabido combinar nuestras señas de identidad con lo más próximo de la cultura norteamericana, porque, en el fondo, una ranchera, una rumba o un pasodoble no están tan lejos del surf, del rock fronterizo, del country-rock o de Ennio Morricone; y un sombrero cordobés se parece bastante a uno de cowboy. Además, lo han hecho con gran gusto, evitando los tópicos y cualquier tufillo a rancio.
Así tenemos a curiosos personajes como el sevillano Silvio, tristemente fallecido el 1 de octubre de 2001, quien combinaba rock americano y canciones italianas con Antonio Molina, improvisando y chapurreando en el primer idioma que le venía a la cabeza y diciendo cosas como estas: “Un rockanrolero se mueve mejor que un nazareno… Se supone… Hay que tener roll hasta para llevar un paso, la palabra roll significa danceo”.
Hablando de doctores de la cultura de bares y tabernas, quiero recordar a otro gran tipo, con un estilo muy diferente al de Silvio, ya que era un chicarrón del Norte, me estoy refiriendo al también fallecido (17/10/2005) Kike Turmix, personaje imprescindible de la postmovida madrileña de los 80 y cantante de los “Pleasure Fuckers”.
También en los 80, surgieron grupos que practicaron lo que se llamó rock-torero como Gabinete Caligari y el Último de la Fila; así como otros claramente influenciados por el western, pero cantando en español, como La Frontera.
El caso de Los Coronas es mucho más raro, atípico y sorprendente, ya que se trata de una banda de surf instrumental, nacida a muchos kilómetros del mar (concretamente en el madrileño barrio de Malasaña), que recientemente ha decidido aportar elementos propios y autóctonos tales como la rumba, el pasodoble, la ranchera, la música disco lolailo (al estilo de las Grecas o los Chunguitos) y hasta la pachanga propia de músicos ambulantes con trompeta, cabra y escalera, el resultado es un tremendo cocktail explosivo que suena francamente bien en temazos como “Baila Lola”.
Sin duda, uno de los mejores discos españoles que se publicó en 2012 fue “Santa Leone” del Pájaro, gran músico sevillano, discípulo del mencionado Silvio, capaz de mezclar la saeta con el blues o el rockabilly con versos de San Juan de la Cruz, y lo más sorprendente es que pegan muy bien, de forma aparentemente natural, espontánea y sin que nada chirríe.
Incluso estamos llegando al extremo de dar la vuelta a la tortilla (española, por supuesto), cuando grupos pioneros del garaje y del frat norteamericano, como los neoyorquinos “Fleshtones”, se atreven a cantar en español haciendo bailar hasta las botellas de Tío Pepe, en temas como “Llevo un tigre en mi guitarra” ¡Ole, ole y ole!
2 comentarios:
Una selección de exquisito gusto. Cómo no...
Muchas gracias R.R., estaba seguro que te iba a gustar.
Un abrazo!
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