jueves, septiembre 02, 2010

FUSIÓN Y ESCISIÓN




Tras la lectura de los textos antologados por Lucía Etxebarría en su libro “Lo que los hombres no saben... El sexo contado por las mujeres”, he caído en la cuenta de la gran diferencia que existe entre ambos géneros respecto a la conciencia del propio cuerpo y las relaciones con los demás, especialmente en lo concerniente al sexo.

Mediante el estudio y análisis de diversas obras literarias, a lo largo de la Historia, Lucía concluye que en la mujer prevalece una identidad escindida, en el sentido de que ellas distinguen claramente entre el cuerpo que ofrecen a los demás, especialmente a su pareja, y su propio cuerpo, entendido como morada de su ser más íntimo. Este es un concepto muy difícil de entender para los hombres, que solemos ir con todo para hacer cualquier cosa, para nosotros el cuerpo es único y lo utilizamos para hacer distintas cosas, entre las que se encuentra la actividad sexual.

“Ese cuerpo femenino, polisémico, multifuncional, ese cuerpo habitado y cedido, ese cuerpo que se ofrenda y se reclama, ese cuerpo sobre el que la mayoría de las mujeres duda, ese cuerpo al que se odia y se ama a partes iguales, ese cuerpo fuente de placer y de desdicha, ese cuerpo fragmentado y escindido, ese cuerpo deshecho y reconstruido, ese cuerpo de caja de Pandora, ese cuerpo que se va construyendo día a día, desde el cuerpo biológico con el que nacemos, hasta el cuerpo erógeno que se descubre en relación con el otro, ese cuerpo que define la identidad y el deseo, ese cuerpo es territorio inexplorado, país colonizado y liberado, herramienta de venganza, lienzo en blanco, espejo, imán, arma revolucionaria, surco y arado”.

Es el viejo concepto oriental del ying y el yang, aunque no me gusta simplificar, podríamos resumir diciendo que el hombre es como un ariete, lleno de fuerza y energía, pero algo bruto, ciego, torpe y estúpido; mientras que la mujer maneja su mente y su cuerpo con mucha más habilidad, y sabe amoldarse con gran plasticidad, adaptabilidad e inteligencia, para conseguir sus objetivos. El hombre es el palo, la mujer es el agua (abundan las imágenes del agua como metáfora de la sexualidad femenina); el hombre se lanza con los ojos cerrados, la mujer esquiva y observa; el hombre va directo al grano, pero suele tropezarse, caer y herirse, la mujer da un rodeo más cauteloso, por lo que suele llegar antes, sana y salva; el hombre lucha y golpea, la mujer escucha y habla.

Pero tenemos algo en común, para ambos géneros, el sexo puede proporcionar la ilusión de dejar de ser. El sexo es fusión, y al unirnos al otro, dejamos de ser nosotros mismos, ya no somos una entidad autosuficiente, sino que pasamos a formar parte del otro, lo cual también es otro tipo de naturaleza escindida, fusión y escisión al mismo tiempo, ahí reside parte de la magia del sexo.

En el momento del éxtasis sexual, mucha gente siente que abandona el propio cuerpo, que trasciende a otra dimensión, en la que las fronteras entre el placer y el dolor se difuminan. Muchas veces el gozo y el dolor van unidos, aprendiendo que el dolor es el peaje que hay que pagar para obtener el placer.

Ciertamente, una parte indispensable de la felicidad consiste en carecer de algunas de las cosas que se desean. San Agustín afirmaba: “No hay placer en comer y beber, a menos que preceda el malestar del hambre y la sed”.

Resuena en el sombrero: "Pleasure and Pain".- The Chameleons (Manchester (UK), 1983):




Fotos by Mad Hatter: Pinos silvestres con troncos gemelos o ahorquillados, unidos y escindidos de manera natural, como consecuencia de haber perdido su guía terminal a una edad muy temprana, debido a que han crecido en una zona de pastos con abundante ganado (Parque Natural de la Sierra Cebollera, cerca de la Laguna de la Nava, en Lumbreras, La Rioja).


4 comentarios:

atikus dijo...

Fusionemos!!!!

Ya vi en el Facebook de Carlitos que volviste del curro, no sé si me pasaré a verle, quizás si se anima Tono.


Bueno un abrazo, majo!

Mad Hatter dijo...

Oye "Atikus" ¿Supongo que no estarás saliendo del armario a estas alturas, no??? Y que te referirás a fusionar con otrAs.
Si vas al concierto del Carlitos con Tono, dales un abrazo de mi parte y que lo paséis bien.
Un abrazo, majo, pero que corra el aire, je, je.

nancicomansi dijo...

JA,JA,JA...FUSIONESMOS, SI...;-)

El cuerpo de la mmujeres un rollol la verdad...
De tan complejo, aburre. Y luego están esas "fases" que no hay manera de domesticar, como la pubertad, el climaterio, la menpáusia...vosotros no sufriis tantos cambios, eso es así. Y a nosotras nos cuesta un imperio volvernos a readaptar cada vez como si nada...y por si fuera poco la sociedad se focaliza sólo en la impoluta imagen del perfecto cuerpo de la juventud!!!
Para nosotras, sentirnos deseadas y amadas a partes iguales a partir de cierta edad, es todo un triunf. OLÉ!! para las que lo consiguen...

Los señores resultáis atractivos desde que lleváis pañales...

besazo!!

P.D: seguro que por tus andanzas por bosques y campos te abrás topado con más ejemplos de ramaS de formas curiosas como estas...¿No se te ha ocurrido hacer una especie de colección y luego mstrárnosla?
Sería chulo.

Mad Hatter dijo...

¡Qué buena idea Nanci! (Bueno... ejem... lo de fusionar también), pero me refiero fundamentalmente a lo de hacer una colección de ramas, troncos y otras formas vegetales, que es cierto que han ido saliendo un montón en diversas entradas, pero ponerlas todas juntas puede resultar interesante.

Eso de que los señores resultamos atractivos desde que llevamos pañales, es un cumplido que se agradece pero que no es cierto, Nanci. En la preadolescencia, adolescencia y juventud temprana, las chicas estáis mucho más desarrolladas en todos los sentidos y, en general, no nos hacéis ni puñetero caso, si bien es cierto que de los 40 en adelante se invierten los papeles, vosotras soléis ir cuesta abajo y nosotros nos ponemos "interesantes", aunque siempre hay excepciones... Mejorando lo presente!!!
Besos guapa!!!