La palabra “emoción” proviene del
latín “emotĭo” que significa movimiento, impulso,
“aquello que te mueve hacia”, otra palabra latina que también lleva el sufijo
–tio que indica “acción y efecto” es “ratio” (razón), por lo que no alcanzo a
entender la histórica contraposición entre ambos términos que ha existido y que, cultural y
coloquialmente, aún persiste, un antagonismo que
afortunadamente está siendo desmontado por los avances producidos durante las
últimas décadas en lo referente al conocimiento de la estructura y
funcionamiento neurológico de nuestro cerebro y el desarrollo de una nueva
disciplina que conocemos como “inteligencia emocional”.
El pasado lunes, escuchaba en
RNE-1 una entrevista al ex-ministro Eduardo Serra, Presidente de la Fundación “Transforma España”, en la que explicaba que vivimos unos tiempos de profundos cambios, que él llegó a comparar con el momento histórico en el que pasamos del
paleolítico al neolítico impulsado principalmente por el desarrollo de la
agricultura, en el que los jóvenes, que son quienes representan el futuro,
deben ser escuchados más que nunca, algo que la fundación que preside el Sr.
Serra está haciendo a través de unos proyectos denominados “Think Tank”,
“Action Tank” y “Talento Joven Generacion Sisi”.
En el primero de ellos, a través
de las redes
sociales se están recopilando ideas y realizando encuestas que ponen de
manifiesto la distancia gerenacional existente en estos momentos. Por ejemplo,
la violencia de género ocupa el puesto nº 24 en el orden de prioridades de los
problemas que preocupan a la población en general, mientras que para los
menores de 35 años se trata de la segunda preocupación en su ranking, mientras
que la política ocupa el décimo puesto, indicándose además el hecho de que
únicamente el 17% de los jóvenes votaron a los dos partidos tradicionalmente
mayoritarios (PP y PSOE), en las últimas elecciones generales.
Pero lo que me pareció más
interesante fue el concepto de “cross fertilization” (fertilización cruzada)
aplicado a las ideas que se está llevando a cabo en el proyecto denominado
“Talento Joven Generación Sisi” (en contraposición a la famosa “generación
nini”), mediante el cual se están poniendo en contacto jóvenes talentos de
diferentes sectores del mundo empresarial, al objeto de que se nutran
mutuamente, utilicen, trasvasen y adapten ideas surgidas en un sector y que
puedan aplicarse en otros, propiciando y facilitando nuevos puntos de vista y
nuevos enfoques para resolver multitud de problemas.
Este concepto de “fertilización
cruzada” siempre ha sido asociado a la botánica y a la agricultura, por lo que
me resulta sumamente curioso cómo la revolución tecnológica, socioeconómica y
cultural que supuso la agricultura, referida al cultivo de las plantas, parece
reeditarse, en este momento histórico, respecto a las ideas y las formas de
participación ciudadana.
Porque es evidente que estos
proyectos reflejan el deseo, la decidida y firme voluntad de una parte
importante y creciente de la población (jóvenes y no tan jóvenes) de tomar la
iniciativa, de participar activamente en la toma de decisiones y en la
construcción del futuro.
Mirando al futuro, pero teniendo
en cuenta el pasado, para no repetir errores, pero sin perder nunca el sentido
del humor, he de reconocer que a mi esto de “Generación Sisi” me suena un pelín
a “Sissy”, por lo que hoy lo que termina resonando en el sombrero son nuestros
queridos amigos
The
Fleshtones con este divertido tema interpretado magistralmente en directo: I´m not a Sissy anymore.
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