¿Dónde se forman los cantos rodados?
Pues está claro que en el cauce de los ríos, donde van puliendo su
pétrea superficie al rodar aguas abajo, hasta adquirir esa forma
redondeada y suave. Por eso resulta lógico que fuera en aguas
turbias “Muddy Waters” donde se originó la primera canción, el
primer blues que se llamó
“Rollin' Stone”,
inspirado en otro blues igualmente ribereño, como es el “Catfish
Blues”, compuesto por el bluesmen del Mississippi Robert Petway, si
bien Waters lo tocó con guitarra eléctrica en los estudios Chess de
Chicago, en 1948. El tema versa sobre un tipo aficionado a hacer
compañía a las mujeres casadas en ausencia de sus esposos, lo que
le obligó a llevar una vida un tanto nómada, endo de acá para allá
como un canto rodado.
Esta canció, en palabras de Bill
Janovitz de “All Music Guide”: “Es el nexo entre el Delta blues
de Robert Johnson, el blues eléctrico de Chicago escuchado en las
grabaciones de la Chess Records y el
rock and roll”.
De ella proviene el nombre del famoso
grupo “The Rolling Stones”, formado en 1962. Tres años más
tarde, también inspiró al trovador de Duluth (Minnesotta), el gran
Bob Dylan, para componer la que se considera una de las mejores
canciones de la historia del rock:
“Like a Rolling Stone”.
En mayo de 1966, una de las leyendas
del sonido del garage del Noroeste de Estados Unidos, Paul Revere and
the Riders, grabaron otra emblemática, pegadiza y pétrea canción
titulada “(I'm not
your) Steppin' Stone”, que seis meses más tarde sería
inmortalizada por un grupo formado por puro marketing, en Los
Ángeles, para amenizar programas televisivos y convertirse en un
fenómeno de “fans” - The Monkees-, lo cual evidencia el hecho de que los cantos ya habían
dejado de rodar de acá para allá, sin ningún sentido, para
aposentarse en el fondo y ayudar a conseguir un objetivo mucho más
práctico, como es servir de apoyo para poder cruzar el río,
saltando de piedra en piedra.
En los 80, la palabra “piedra”
evocaba más el regreso a las raíces de lo primitivo, no tanto como
volver a retrotaerse al blues, pero si para recuperar la crudeza y la
inmediatez de los viejos sonidos del rock'n'roll de guitarras
profundas, tras atravesar una agitada etapa de aguas superficiales a
bordo de la sofisticada música de baile (funky y disco).
Así, desde Australia, nos llegaron
unos auténticos “Stoneage Romeos”, los legendarios
Hoodoo
Gurus, quienes, en 1984, nos decían claramente que “
Want You Back”.
En 1994, los reyes del “revival”,
The Chesterfield Kings, desde Rochester (New York), grabaron un disco
de tributo a sus ídolos, los “Rolling Stones”, titulado “Let's
go get stoned”, en el que versionaron canciones de la legendaria
banda como “Street
Fighting Man”, que comienza diciendo cosas de tanta vigencia como
esta: “Everywhere I heard the sound of marching, charging feet,
boy”.
Continuamos recuperando nuestra esencia
nómada,
saltando de piedra e piedra para lograr cruzar el turbulento río de
la vida, y alcanzar por fin la ansiada orilla de la libertad, la paz
y la felicidad.
Foto: Mirlo acuático (Cinclus
cinclus) cantado sobre los cantos rodados de un río.
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