martes, marzo 10, 2009

Graells (1809-1898): La aplicación de la ciencia



El día 24 de enero de 1809 nacía en la localidad riojana de Tricio, Mariano de la Paz Graells Agüera. Su padre era un médico catalán y vallisoletana su madre, y es considerado por muchos el último científico cortesano español.

Después de obtener el título de Bachiller (1827), expedido por el Real Colegio de Medicina y Cirugía de Barcelona recibe el diploma de médico-cirujano (1833), el de licenciado (1834) y el de doctor (1835). Aunque su verdadera vocación no se encontraba en la medicina, ejerció esta profesión durante algunos años en Barcelona, como médico de los Baños de Puda, y sus biógrafos dicen que tuvo un comportamiento heroico durante la epidemia de cólera que afectó a la capital catalana en 1835.

Graells siempre estuvo interesado en la historia natural, lo que hizo que formara parte de un grupo que se reunía en torno al botánico y químico tarraconense Antonio Martí y Franqués (1750-1832). Fue en la Real Junta de Comercio del Principado de Cataluña y en la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona donde desarrolló su vocación por las formas vivas de la naturaleza.

En la primera institución siguió cursos de Agricultura y Botánica, Física experimental y Química aplicada, desde 1825 hasta 1828. Muy pronto publica un trabajo de asunto botánico: un calendario en el que aparecen los periodos de floración de muchas de las especies vegetales de Barcelona y de su comarca y que formó parte de la edición española de la obra Elementos de botánica (1831) de Achille Richard. De esa época es también una memoria dirigida a los agricultores, con orientaciones para combatir los gorgojos del género Rhynchites que atacaban a las vides. Son los años en los que también hay una plaga anormal de Viuda negra en el campo de Tarragona (arácnidos que producen importantes picaduras) y que el naturalista riojano atribuyó a la excesiva proliferación de saltamontes en esa comarca catalana. Este hecho se volvió a repetir en 1841 y fue la razón de ser de una publicación científica sobre el asunto en los Annales de la Société Entomologique de France.

En 1835 se incorpora a la Sección de Zoología de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, donde se encarga de los cursos Zoología y Taxidermia y escribe un trabajo sobre la influencia de la temperatura baja en la metamorfosis de los insectos, parte del cual fue utilizado en un artículo que, en 1837, también apareció en los Annales franceses ya citados.

En 1836 orienta su interés por el coleccionismo científico de forma que es designado Conservador de la colección de la referida Academia, se le encarga la creación de un Gabinete de Historia Natural en esa institución y, en 1837, es nombrado Bibliotecario y responsable de la cátedra de Zoología. Graells siempre estuvo interesado en crear listas locales de ciertos grupos animales y vegetales. En su obra de unos años después: Catálogo de Moluscos Terrestres y de agua dulce observados en España (1846) escribió: "Váyanse formando sucesivamente muchos catálogos de los objetos que produce nuestro suelo, que de ello resultará el índice general de la Historia natural española".

En 1837 deja Barcelona y se dirige a Madrid como Profesor Interino de Zoología del Museo de Ciencias Naturales, nombramiento que debe al botánico Mariano La Gasca (1776-1839).

Ingresó en la Real Academia de Ciencias de Madrid y, en 1837, fue nombrado catedrático de Zoología en el Museo de Ciencias Naturales de la misma ciudad, así como director del Jardín Botánico. Desde entonces, el riojano va a ser el más eminente de los profesores españoles de Zoología, el docente de la primera generación de zoólogos titulados y, lo que es más importante, el responsable de la institucionalización de esta disciplina científica en nuestro país. Director del Museo de Ciencias Naturales de Madrid entre 1851 y 1867, fue elegido, en 1855, uno de los tres primeros delegados de la Société Impériale Zoologique d’Acclimatation en el extranjero, junto a otros colegas de Londres y Turín. También ocupó la cátedra de Anatomía y Fisiología comparadas en la Universidad Central.

Su actuación al frente del Real Jardín Botánico dio lugar a un período de renacimiento científico en el que se presta mayor atención a la investigación, se mejoran las condiciones para la aclimatación de las plantas tropicales y se realizan reformas importantes que aún permanecen: el invernadero que lleva su nombre y la remodelación de la terraza superior. Sin embargo, cometió el error de instalar un zoológico en el Jardín, que doce años más tarde, siendo ya director Miguel Colmeiro(1816-1901), se trasladó al Jardín del Buen Retiro.

También, en esos años, apoyó la fundación de la Sociedad Española de Historia Natural y promovió la Comisión Científica del Pacífico (1862-1865), expedición de naturalistas españoles que recorrieron gran parte de la América del Sur, América Central y California y cuya figura más destacada fue Marcos Jiménez de la Espada (1831-1898).

Graells fue un gran impulsor de proyectos de zoología aplicada, como los de aclimatación de fauna útil o los cultivos marinos de ostras y mejillones. Así, dirigió personalmente los primeros trabajos sobre explotaciones piscícolas en nuestro país, que se realizaron en unos estanques en el Real Sitio de San Ildefonso o La Granja (Segovia); empezaron a funcionar en 1867 y aunque fueron interrumpidos en 1868 (año de La Gloriosa) se reanudaron en 1875 gracias a Rafael Breñosa. Como hombre de prestigio perteneció al Consejo de Agricultura y fue comisionado para el estudio de la filoxera, insecto que ataca las cepas y que en poco tiempo, aniquiló nuestros viñedos.

En honor de la Reina Isabel II dio el nombre de Saturnia isabellae, divisa de la entomología española, a una nueva especie de lepidóptero encontrada, en 1848, en los pinares de la Sierra de Gredos y que fue la primera de un nuevo género que, en su honor, fue denominado, más tarde, Graellsia (ver segunda foto).

Entre sus trabajos, alcanzaron especial difusión su estudio sobre los cetáceos y las descripciones de nuevas especies de insectos, amén de una de sus obras más importantes, la Fauna Mastodológica Ibérica, que apareció en 1897.

Fue uno de los fundadores de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de la que fue Vicepresidente en tres etapas (1886-1888; 1892-1894 y 1896-1898). Recibió numerosas distinciones: comendador de la Orden de Carlos III, de la portuguesa del Cristo, Senador del Reino, etc.

Durante los años centrales del reinado de Isabel II, Mariano de la Paz Graells participó en todos los foros científicos de Madrid, fue un personaje influyente y formó parte de un selecto grupo con capacidad de decisión. Y es que era un científico cercano al poder, de manera similar a como un siglo antes lo fue también Casimiro Gómez Ortega (1741-1818).

Falleció el 4 de febrero de 1898.

Transcurridos 200 años de su nacimiento, la Casa de las Ciencias de Logroño y el Museo Nacional de Ciencias Naturales quieren contribuir a que su recuerdo no se olvide, para lo cual han organizado una exposición que estará abierta hasta el próximo 10 de mayo.

Para finalizar, apuntar que también es natural de la localidad de Tricio el famoso pelotari Augusto Ibáñez Sacristán (Titín III), que el pasado 13 de enero cumplió 40 años. Felicidades, pues, a estos dos ilustres riojanos "caracoleros", que así es como se conoce a los que son de este pueblo muy próximo a Nájera, debido a sus famosas carreras de caracoles.

11 comentarios:

WODEHOUSE dijo...

Pues, que te digo, que me he emocionado.
El otro día llorabamos mi hermano mayor y yo, él me decia:" Y ahora quien nos va a decir que tal o cual señor es de origen riojano...?"
Bueno, ahora ya lo sé...

Lo de Titín III me ha emocionado. Miguel y los niños lo han visto jugar con mi padre, gran admirador de toda la saga de los Titines.
La pareja de Titín III es Capellán. Si la memoria no me falla...los he visto muchas veces en la ETB porque aquí desde que quitaron el Jai-Alai, el frontón que había en madrid que te comías unos pestiños que parecían las zapatillas de Gasol...no hay afición. O no la fomentan.

Paco Becerro dijo...

Será la primavera pero vuelves a estar muy prolífico...

Abrazo

frikosal dijo...

Un personaje singular. La historia de como encontró la Graellsia (que ahora se llama de otra manera) es fascinante. Esa es la mariposa que más me gustaría encontrar, llevo años detrás y no hay forma.

Raquel dijo...

Una verdadera eminencia, pues.

Mad Hatter dijo...

Gracias "Wood", si es que ¿Qué sería de los catalane/as sin los riojanos?¿Verdad?
Titín es un fuera de serie.
En Tele5 hay un programa los fines de semana que se llama "Frontón" pero igual sólo se ve en el Norte ¿Es posible?

Bueno "FutBlo" es que cuando te viene la inspiración o hay noticias que merecen la pena comentarse pues se escribe. Un abrazo.

"Friko": Los naturalistas del XIX son fascinantes. Yo tampoco he visto nunca a la Graellsia, por los pinares del Ibérico Norte creo que no hay, por los Pirineos creo que tampoco, pero me suena que por Els Ports de Tortosa y Beceite debe haber ¿No?
Por cierto, desconocía que en Tarragona había "Viudas negras".
No me digas que estos taxonomistas han cambiado de nombre a esta bella mariposa?

Sí que lo era sí, Raquel.

Mad Hatter dijo...

Ya he visto que actualmente la Graellsia ha pasado a denominarse "Actias" ¡Qué feo! Aunque es lógico porque se parece mucho a otras especies de ese género como Actias luna (que sale en un anuncio de una medicina para dormir mejor o almohadas, no recuerdo). Y sí que hay en el Pirineo, la población más extensa en la Península Ibérica está en el Pirineo oriental, aunque resulta más abundante en la Sierra de Albarracín y Serranía de Cuenca, la población más reducida es la de los Puertos de Tortosa y Beceite. También vive en Francia, en los Jura y en los Alpes.
Los adultos viven muy pocos días entre mayo y junio y son atraídos por la luz blanca y ultravioleta. Las orugas se desarrollan en junio, julio y agosto. Por eso es recomendable tratar la procesionaria del pino con Bacillus thurengensis en septiembre-octubre, para no afectar a este bello lepidóptero, escaso y amenazado, y que por ello está protegido por la Ley.
Saludos.

EvitaBlu dijo...

¿Y qué tendría que ver la proliferación de saltamontes con las viudas negras?
Se los comían, pobrets.

Que perla de la sabiduria eres.

Mad Hatter dijo...

Gracias Eva, eres un sol.
Pero recuerda que se trata de "Viudas negras" arañas ¿Eh? Tú de veneno y de viuda, nada de nada ¿Eh? A pesar de que seas de Tarragona y tengas mucha ropa de color negro... ¡Glups!

EvitaBlu dijo...

Hombre Mad, ya me imagino que no son señoras enlutadas persiguiendo saltamontes.
Pero lo de los saltamontes y arañas me ha sorprendido.

Es que tengo fobia absoluta y declarada y manifestada a las arañas y ojo! que me parecen bonitas y excepcionales pero mira, solo de pensar y escribir ya me pica todo.

Besos, guapet.

*la alabra de verif. es katedios, es una señal?

WODEHOUSE dijo...

Efectivamente solo se ve en el norte. ya sé cual es.

Mad Hatter dijo...

Ya mujer, ya me imaginaba que no querías decir eso, sino que entonces hubo muchas arañas porque se alimentaban de los numerosos saltamontes tarraconenses. Y claro, tuvo que venir un riojano a resolver el problema.
Yo me refería a mi integridad física, por lo de "viuda". Pero, nada, nada, mejor olvídalo.
Besos, mi pequeña saltamontes.

Y para tí también, "Wode" pelotari.